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The Killers / Hot Fuss

Cuando nacía JENESAISPOP en febrero de 2006 –sip, estamos a un tris de cumplir 15 años; cruzamos los dedos—, ‘Mr. Brightside’ y ‘Somebody Told Me’, los singles principales de ‘Hot Fuss’, eran (y siguieron siéndolo ineludiblemente hasta… hace nada) puntos álgidos en muchas sesiones de club de corte alternativo en todo el mundo. The Killers eran infalibles en cualquier fiesta del ámbito, mejor o peor llamado, indie… pero no eran exactamente indies. En realidad sí lo fueron, puesto que su single más célebre fue editado por el sello independiente Lizard King, que luego licenció el trabajo a Island/Def Jam. Pero lo importante es que, desde un principio, las aspiraciones de Brandon Flowers, Dave Keuning, Mark Stoermer y Ronnie Vannucci Jr. eran las más altas. Y, aunque les llevó un poco más de tiempo (el que tardaron en publicar ‘Sam’s Town’ y salir de gira), se convirtieron en una banda de estadio.

En su haber está, eso sí, haber contribuido como pocos a elevar hasta ese estatus el rock en este siglo. Un rock de perfil alternativillo y que, era evidente, bebía de las mismas fuentes que otros grupos de la época a priori mejor considerados, como The Strokes, Interpol, Muse. Pero The Killers tenían algo especial: sabían sacar partido de los ecos de Joy Division/New Order (cabe destacar que el nombre del grupo estaba tomado del de una banda de ficción que aparecía en el clip de ‘Crystal’), U2, Duran Duran y hasta Queen (ese puntito grandilocuente) y, en lugar de hacer de ellos algo solemne y reverencial, traducirlos en puro divertimento, energía y magnetismo (apoyados sin emperos en el atractivo sexual de Flowers, no es un secreto). Como muy bien decía alguien de NME en una reseña del gran clásico del rock del siglo XXI, ‘Mr. Brightside’, «The Killers roban tan inteligentemente, y con una variedad tan alucinante, que piden las referencias más surrealistas». Es curioso cómo esta sentencia sigue siendo, tres lustros después, perfectamente aplicable a su nuevo álbum ‘Imploding the Mirage’, el mejor de su carrera y que nos lleva hoy a revisitar este primer disco del grupo de Las Vegas, ‘Hot Fuss’.

El mismo medio británico incluiría este disco entre los 500 álbumes más grandes de todos los tiempos (en el puesto 495, ojo) y Q en el puesto 17 de los 250 mejores debuts de la historia; los lectores de la web Gigwise lo elegirían, directamente, como el mejor debut de la Historia (¡ahí es nada!) y, la redacción de la más indie Drowned In Sound, como el segundo mejor disco de 2004 por detrás de ‘Antics’ de Interpol. The Killers siempre tuvieron, posiblemente por las influencias antes desgranadas, una conexión especial con el público de Reino Unido, que les ponía por delante de los coetáneos antes mentados, y posiblemente en eso estuviera la clave de su éxito mundial. Pero, aun reconociendo en todo caso las incontestables virtudes de ‘Hot Fuss’ y su importancia en el primer rock de este milenio, tanto parabién para este disco resulta del todo exagerado.

Y es bien curioso, porque buena parte del álbum dice que sí, que The Killers podían ser (y de hecho, fueron) un vendaval capaz de poner de acuerdo a los más exigentes críticos con el público más garrafonero –lo que hoy conocemos como transversalidad, vaya–. Su primer mitad, clara e indiscutiblemente, es un auténtico latigazo de magnética electricidad que tomaba la ola post-punk (o punk-funk) que latía desde el underground, la travestía y glamurizaba a base de sintetizadores nuevaoleros y la ponía a contonearse con orgullo y arrogancia bajo los focos. Todo eso es lo que cuentan canciones arrebatadoras y sexys más allá de ‘Mr. Brightside’, de la que ya está todo dicho, y la inconmensurable ‘Somebody Told Me’, todo un paradigma sonoro de esa época, como ‘Jenny Was a Friend of Mine’ –en la que Flowers se transmutaba, sin sonrojo, en Simon LeBon cuando Duran Duran no gozaban del respeto actual–, ‘Smile Like You Mean It’ –irresistible pese (o gracias) a su exiguo gancho– o una ‘All These Things That I’ve Done’ que se ha convertido en un himno. Y no es un decir: su popular puente, ese que dice «I got soul, but I’m not a soldier» entre coros gospel del grupo The Sweet Inspirations (un recurso luego copiado muchas veces, por cierto), se ha convertido, gracias al uso que han hecho de ella en sus directos no solo The Killers sino Robbie Williams, Coldplay o los propios U2 –amén de alguna campaña publicitaria– en un icono de nuestros tiempos.

Pero, precisamente por lo alto que vuela toda esa primera mitad, es más llamativo el batacazo que se/nos daban en la segunda. Temas como ‘Andy, You’re a Star’, ‘On Top’ o ‘Believe Me Natalie’ no ya es que rebajaran el nivel o palidecieran en contraste con la cara A, sino que rayaban en lo mediocre (especialmente la última). Daba incluso la sensación -por ejemplo en los sintes de ‘On Top’– de que ni siquiera ellos mismos se tomaban demasiado en serio. Y algo de eso había, porque no hay otra explicación para incluir esa gran broma titulada ‘Glamorous Indie Rock & Roll’ que se mofaba de lo que decía al principio: ese supuesto estatus de indies que ellos querían trascender. Lo hacían, además, con un bastante evidente guiño en las guitarras de Keuning y la voz de Flowers –curiosamente, diría que su empleo de los filtros vocales bien pueden haber inspirado a Julian Casablancas en años posteriores– a The Strokes. Los neoyorquinos fueron una de las mayores influencias para este disco, y Brandon aseguró que la grandeza de ‘Is This It?’ les inspiró a superarse a sí mismos… del mismo modo que el año pasado ‘Father of the Bride’ de Vampire Weekend le llevó a pensar a Flowers que no podían cagarla con ‘Imploding the Mirage’.

No todo en la recta final de ‘Hot Fuss’ está tan por debajo del nivel: ‘Midnight Show’, un número robusto y seductor, recupera la pulsión del arranque entre guiño a Billy Idol y Psychedelic Furs. Hubiera tenido más sentido además en esa primera parte, puesto que mantiene conexiones narrativas con ‘Jenny…’ –forman una trilogía sobre el asesinato de la chica junto con ‘Leave the Bourbon on the Shelf’, editada años más tarde en ‘Sawdust’–. Lo cierto es que las letras no eran por entonces nada particularmente destacable en The Killers: historias de amoríos y celos contadas con más bien poco fuste, que se detienen sobre todo y paradójicamente en la falsedad de una ciudad como Las Vegas en la que prima la imagen sobre el fondo y los auténticos sentimientos. ‘Hot Fuss’ se cierra de manera bastante oportuna bajando las revoluciones con la coqueta y lo-fi –un poco a lo Blur post-’13’: de nuevo, la conexión brit– ‘Everything’s Gonna Be Alright’ que es mona… hasta el minuto 3:30. Los dos restantes nos los podían haber ahorrado. Es sintomático de un debut que no cumple el axioma de los debuts. En parte para mal, porque solo convence una parte del álbum. Pero también para bien, porque en él no entregaban lo mejor de sí mismos, dejando que el resto fuera cuesta abajo, como demuestra su nuevo disco.

Troye Sivan / In a Dream

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Al principio, no compartía el entusiasmo por Troye Sivan de algunos de mis compañeros y nuestros lectores. Me caía fenomenal, pero ‘Blue Neighbourhood‘ me resultó un álbum completamente dependiente de sus influencias, en el que el cantante australiano parecía antes un fan (de Robyn, de Lorde, de Taylor Swift) que un artista por sí mismo. ‘My My My‘ me sonaba como una canción incluso básica y boba. Sus colaboraciones con Ariana Grande y Charli XCX, las estupendas ‘Dance to This‘ y ‘1999’, me hicieron replantear mi postura, y este EP que ha sacado este año es desde mi punto de vista su consolidación absoluta, la que felizmente me hace comerme mis palabras.

Su mano derecha en cuanto a producción y co-autoría se reduce prácticamente a Oscar Görres, pues la colaboración de Teo Halm es mucho más puntual, limitada a la anecdótica ‘Could Cry Just Thinkin About You’, la pista de 51 segundos de este disco. Oscar es un productor sueco del equipo de Max Martin con el que Troye ya trabajó en ‘Bloom‘, que ha colaborado con Britney Spears y Taylor Swift, pero no en sus mayores éxitos. Habitual más bien en los créditos de MARINA y Allie X, está desarrollando junto a Sivan muchos de sus mejores trabajos, pues las texturas elaboradas en este ‘In a Dream’ son elegantes, ricas y también cambiantes, a veces imprevisibles.

La elección de los singles es estupenda. Sucumbimos ante ‘Take Yourself Home’, una composición que empieza sonando chill, ambiental y sintética como un temazo de los viejos Washed Out, entre coros de reminiscencias playeras y una timidísima línea de guitarra a cargo de Görres, solo para al final ofrecer un quiebro en lo que el propio Troye ha llamado una «outro de corte housey». El house es una referencia también cuando menos te lo esperas en ‘Stud’, que tras comenzar como una «torch song» a piano influida por James Blake, revienta como una producción que podría haber pertenecido a la Róisín Murphy de ‘Overpowered’ y los singles que sucedieron a aquel álbum.

‘Rager Teenager!’ cuenta con una producción abrasiva, que puede sonar tanto a ese The Weeknd que se ha mirado en los 70 en la estupenda ‘Scared to Live’, pero esconde también sus recovecos: la guitarra eléctrica breve y desmelenada es deliciosa, como el vuelo que alza la composición. Por un lado encontramos ese teclado tan propio del synth-pop, como un estribillo instrumental de los primeros Depeche Mode. Y por otro, al mismo tiempo, esos beats agresivos como prestados de la Björk de ‘Homogenic’.

Todas estas artimañas, unidas al pop al que apunta ‘In a Dream’ y su casi hilarante gancho instrumental en lo que en realidad es una pesadilla de desamor, son el remanso idóneo para transmitir las inquietudes de Sivan. Si ‘Take Yourself Home’ nos sonaba estival y playera es porque fue escrita sobre Los Ángeles, concretamente sobre el deseo del artista de abandonar la ciudad para volver con su familia a Australia. «Estoy cansado de la ciudad», manifiesta, mientras la frase del álbum podría ser «Si voy a morir, muramos en algún lugar bonito». Igualmente, ‘Easy‘, sobre una infidelidad, se sirve de su caja de ritmos cortante y sencilla para aportar aspereza a la canción, que él entona cual «crooner» aún enamorado, pidiendo perdón.

Si ‘Could Cry Just Thinkin About You’ sí es una tontería adolescente que no necesitábamos, en la letra de ‘Rager Teenager!’ sabe reírse de sus momentos más flojos, aunque el texto más interesante puede ser el de ‘Stud’. Esta palabra que en inglés significa «macho» o «semental» habla de su relación con su cuerpo y la aceptación del mismo frente a los hombres que son «todo músculos». «Tienes todos los músculos que quiero (…) ¿cómo es ser grande y fuerte? (…) ¿puedo ser un pedazo de tío para ti?», pregunta usando lenguaje tan coloquial en la comunidad gay como «buff», «hunk» o la propia «stud». Retando a su discográfica, sacando estas canciones más o menos cuando y como le ha dado la gana, y construyendo un discurso propio sin la ayuda de 20 manos, Troye Sivan sube al fin un gran peldaño, más cerca del prestigio de algunos de sus ídolos.

Calificación: 8,2/10
Lo mejor: ‘In a Dream’, ‘Easy’, ‘Take Yourself Home’
Te gustará si te gustan: Lorde, Robyn, Róisín Murphy
Escucha: ‘In a Dream’

Muere Chadwick Boseman a los 43 años; Mariah Carey, Tinashe… lamentan su pérdida

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El actor Chadwick Boseman, conocido por encarnar a Black Panther en las películas de Marvel, así como por haber interpretado al inigualable James Brown en ‘Get on Up’ (en España conocida como ‘I Feel Good‘) y a la estrella de béisbol Jackie Robinson en ’42’, ha muerto a consecuencia de un cáncer a los 43 años tras haberlo sufrido durante 4 años sin haberlo hecho público.

Su deceso se ha dado a conocer esta noche en Instagram en un texto en el que se informa de que cuando se le diagnosticó el cáncer de colon en 2016, este ya se encontraba en fase 3. Pese a que se sometió a tratamiento, evolucionó a fase 4. Ahora el texto revela que Boseman rodó cintas como ‘Marshall’ y ‘Da 5 Bloods’, esta última con Spike Lee y estrenada este mismo verano, «mientras se sometía a incontables operaciones y sesiones de quimioterapia». El actor ha fallecido «en casa, en compañía de su esposa y de su familia».

Nacido en Anderson en el sur de California, Boseman fue criado por su madre, que era enfermera, y por su padre, que trabajaba en una fábrica textil. Tras mudarse a Brooklyn de manera temporal, se instaló en Los Ángeles para desarrollar su trabajo como actor. Tras participar brevemente en series como ‘Ley y orden’, ‘CSI: Nueva York’ y ‘Urgencias’, dio el salto a la gran pantalla. Dado el impacto de ‘Black Panther’ en los tiempos de Black Lives Matter, incluso en el mundo musical, Boseman era un actor muy querido y además de las decenas de actores y actrices que han lamentado su pérdida, también Tinashe, Mariah Carey, Khalid, Chance the Rapper y John Legend han tenido palabras de condolencia. En la banda sonora de la película habían aparecido SZA, Jorja Smith, The Weeknd, Khalid y Travis Scott, con una implicación especial como comisario de Kendrick Lamar, reafirmando el valor de la saga en la cultura popular.

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It is with immeasurable grief that we confirm the passing of Chadwick Boseman.⁣ ⁣ Chadwick was diagnosed with stage III colon cancer in 2016, and battled with it these last 4 years as it progressed to stage IV. ⁣ ⁣ A true fighter, Chadwick persevered through it all, and brought you many of the films you have come to love so much. From Marshall to Da 5 Bloods, August Wilson’s Ma Rainey’s Black Bottom and several more, all were filmed during and between countless surgeries and chemotherapy. ⁣ ⁣ It was the honor of his career to bring King T’Challa to life in Black Panther. ⁣ ⁣ He died in his home, with his wife and family by his side. ⁣ ⁣ The family thanks you for your love and prayers, and asks that you continue to respect their privacy during this difficult time. ⁣ ⁣ Photo Credit: @samjonespictures

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Pros y contras de ‘Tenet’, el truco final de Christopher Nolan

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Este año se cumplen 40 años de la publicación de ‘El nombre de la rosa’ (1980), una novela con la que Umberto Eco logró el milagro de combinar erudición y entretenimiento, alta cultura (filosofía medieval) y cultura popular (las novelas de Sherlock Holmes), como pocas veces se había visto. Una obra con tantas capas de lectura que la podía disfrutar desde un catedrático de historia medieval a Miguel Bosé.

Pues bien, ‘Tenet’ es ‘El nombre de la rosa’ de Christopher Nolan. Una película con varias capas de lectura y mucha ironía intertextual, que puede disfrutar desde alguien con un máster en física, como el personaje que interpreta Robert Pattinson, a un seguidor de Miguel Bosé. Y menos mal. Porque ‘Tenet’ es, de largo, la película más compleja del autor londinense a nivel argumental. A su lado, las piruetas temporales de ‘Memento’, ‘Origen’ o ‘Interstellar’ parecen puzzles de tres piezas.

Lo mejor de ‘Tenet’

En esencia, ‘Tenet’ no es más que una película de James Bond con envoltorio sci-fi lioso. Un ambicioso, virtuoso y sofisticado blockbuster, que utiliza las paradojas temporales, la manipulación de las leyes de la física y los palíndromos múltiples como imaginativa excusa argumental para construir un thriller de espías visualmente asombroso. Da igual no entender la trama en su totalidad, la fuerza de las imágenes es tan intensa y la tensión narrativa tan potente que es capaz de arrastrar al espectador más perdido por un viaje fascinante. Ya lo dice uno de los personajes: “No intentes entenderlo, siéntelo”.

Una muestra de esto es la última hora de la película. No se entiende (casi) nada, pero seguramente sea la experiencia fílmica más impactante del año. No se ha visto nada igual. La representación visual de la manipulación del tiempo que hace Nolan, su exposición de la coexistencia en un mismo plano de lo lineal y lo invertido, es deslumbrante, y narrativamente funciona de maravilla. A esto contribuye el fabuloso montaje de Jennifer Lame (la montadora de las películas de Noah Baumbach) y la potentísima banda sonora a lo Hans Zimmer de Ludwig Göransson, ganador del Oscar el año pasado por ‘Black Panther’ (la canción de Travis Scott, ‘The Plan’, aparece en los créditos finales).

Lo peor de ‘Tenet’

La narración de los conflictos sentimentales nunca se le ha dado muy bien a Nolan. Y este es un buen ejemplo. Los esfuerzos del director por trasmitir emociones a través del personaje de la mujer del villano (una gélida Elizabeth Debicki) es tan infructuoso como el de los espectadores intentando entender toda la película. Visto el resultado, hubiera sido mejor relegarla a “chica Bond” que haber intentado construir un armazón dramático, incluso romántico, a través de ella. No funciona.

En general, todos los personajes están bastante desdibujados. A “El Protagonista” (John David Washington) le falta carisma y profundidad psicológica para ser un auténtico héroe de acción moderno. El malo, Andrei Sator (un Kenneth Branagh con acento “rrruso”), se mueve entre el homenaje y la caricatura (más bien lo segundo) de los villanos de la Guerra Fría. Y Neil (Robert Pattinson), el escudero del héroe, simplemente cumple en su papel de contrapunto molón.

¿Importan estas carencias dramáticas? En realidad, no demasiado. La propuesta audiovisual de Nolan es tan apabullante, el espectáculo que ofrece es tan arrollador, que, aunque durante la película es difícil no fijarse en estos defectos, cuando termina es fácil olvidarlos y querer verla otra vez. ‘Tenet’ se había convertido en la gran esperanza del Hollywood post-Covid, y ha cumplido con creces. 8.

Dua Lipa & The Blessed Madonna / Club Future Nostalgia

Érase una vez una pista de baile en la que no había móviles, en la que los remixes no eran un añadido de la voz de Justin Bieber y no estaban ideados para los 15 segundos del Stories o el TikTok. Érase una vez en la que antes de salir, mientras te arreglabas y te tomabas la primera, lo que escuchabas era un «radio show» o un «mezcladito» con música dance a todo volumen. El segundo disco de Dua Lipa, ‘Future Nostalgia‘, que compite por ser el mejor del año, reconocido incluso entre los nominados del poco popero (salvo olvidadas excepciones) Mercury Prize, se mira en la música de baile de otras décadas, como el disco-funk de Chic de finales de los 70, el HI-NRG de mediados de los 80 y el dance de los 90.

‘Club Future Nostalgia’ es un complemento perfecto para el mismo, en tanto que completamente ajeno al sentido actual de «remezcla», ha huido aquí de «hacer el Kygo», últimamente de moda por sus remixes tipo «sota, caballo y rey» para Whitney Houston y Tina Turner; y también de recurrir a las voces de gente tan de moda como Khalid, Ed Sheeran o Halsey. Ella ofrece otra cosa, muy años 2000, un dj set de remezclas de su álbum con algunos de sus referentes sampleados o, en el mejor de los casos, como invitados. Ha confiado la transición de las canciones y algunas mezclas a The Blessed Madonna, una DJ que todos los asistentes del Sónar, por ejemplo, conocen por sus sesiones (antes era The Black Madonna), y la inspiración de esta a los mandos ha sido opuesta a lo que la gente esperaba.

Entre los nombres que salen de su boca está ‘Confessions on a Dancefloor’ sí, para Dua el mejor álbum de Madonna, quien a los fans de Lipa suena de algo para bien o para mal. El problema ha venido cuando las referencias expresas han pasado a ser Larry Heard, Metro Area (el grupo de Morgan Geist responsable de ‘Miura’), el imprescindible Frankie Knuckles y Arthur Baker, conocido en los 80 por sus remixes para artistas de pop como Cyndi Lauper o después por su trabajo con New Order.

Desde el estreno del primer single de ‘Club Future Nostalgia’, el remix de ‘Levitating’ con Madonna y Missy Elliott, ha estado claro que este álbum no venía para petarlo en ninguna lista, sino para dar otra visión sobre Dua Lipa. The Blessed Madonna ha tenido que enfrentarse a muchas críticas, no de la prensa musical, que esas están siendo muy buenas, sino de lo que en algunos círculos se llama los «stans del Twitter», que ya tienen su Wikipedia, y han sido objeto hasta de reportajes de The Guardian por su toxicidad. «No hago música para la sección de comentarios», les ha respondido la DJ y productora en un amplio reportaje para la revista The Face.

Que el concepto sea original, paradójicamente, en su revivalismo, no significa que funcione siempre. Como era de prever, ‘Good In Bed’, incluso remezclada por Zach Witness y Gen Honoshino, es un bajón como pista 3. No es que sea una decepción que Neneh Cherry aparezca en ella solo a modo de sample, sino que no se hace nada de justicia a la magistral ‘Buffalo Stance’. La excusa de que sea una petición de Mark Ronson al teléfono, en homenaje a los citados shows radiofónicos, mola incluso recurrente, pero aquí justo es un buen pegote cortarrollos. No sé si merece la pena siquiera mencionar lo de Stevie Nicks como parte de ‘That Kind of Woman’, pero es una pena que Gwen Stefani despunte más sampleada (‘Hollaback Girl’ es parte de ‘Hallucinate’) que cuando canta en una revisión ralentizada de ‘Physical’ que cuesta creer que Ronson haya estado «medio confinamiento» preparando, como ha asegurado.

Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, ‘Club Future Nostalgia’ es la prometida fiesta, con momentos en los que es muy difícil que no se te vayan los pies. La cosa no puede empezar mejor con Joe Goddard de los geniales Hot Chip, cuando parece que cada pista aparecerá solo un par de minutos para dar paso a la siguiente, aunque a veces sea incluso la misma composición, recurso que funciona perfectamente con las 2 versiones seguidas de ‘Pretty Please’ y ‘Hallucinate’ (atención a la parte piano house). ‘Boys Will Be Boys’ mejora la original tirando de ‘Think (About It)‘, una canción escrita y producida por James Brown, pero popularizada por Lyn Collins, que ha sido sampleada literalmente 2.500 veces, pero seguro que pocas tan animadas como esta especie de samba ideada por Zach Witness. ‘Love Again’ está llena de funky hasta parecer una canción de Chromeo (o de Jellybean Benitez) en manos de Horse Meat Disco. Y ‘Love Is Religion’, que permanecía inédita, suplica ser editada como single, aunque no se entiende que Dua no haya conseguido que Madonna le haga la locución final, con lo que a Madonna le gusta una locución. ‘Levitating’, un trallazo en mi impopular opinión, habría encajado mejor después de ella que del mash-up entre ‘Cosmic Girl’ de Jamiroquai y ‘Break My Heart’, con la que no tiene nada que ver.

Con altibajos, el álbum es un cúmulo de referencias inesperadas, como la recuperación de Art of Noise, Cajmere, el acid house y otras sorpresas por desvelar o cuyos derechos no se han conseguido (¿de verdad no es de Portishead la base reptante del último ‘Break My Heart’?). En el peor de los casos, si no te gusta el resultado, con el paso de los años ‘Club Future Nostalgia’ será una obra que contemplar asombrados, como ahora podemos recordar incrédulos que The Horrors, Metronomy, Hurts, Twin Shadow, The Weeknd, Wild Beasts, Foster the People, Goldfrapp y Röyksopp decidieron pasarse un buen día por un disco de remezclas de Lady Gaga. En el mejor, Dua Lipa se ha aproximado con ‘Club Future Nostalgia’ a un público más adulto, ha pasado de las listas de éxito y además ha removido la patata a todos aquellos que bailamos discos como ‘As Heard on Radio Soulwax Pt. 2’. No recordaba este álbum de 2 Many Dj’s ya, con todo lo que lo quemé. Qué gracioso resulta ahora que la primera frase del disco original de Dua fuera «Quieres una canción atemporal / y yo cambiar el juego». ¿No dicen que todo vuelve a los 20 años?

Katy Perry cosecha tantas lágrimas como «sonrisas» en las primeras reacciones a ‘Smile’

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Katy Perry debe ser la artista pop más feliz del mundo en estos momentos, al ver cómo su pequeña Margarita Paloma Florece (traducción literal del nombre real de la pequeña, Daisy Dove Bloom) ha nacido prácticamente a la vez que llegaba a nuestros oídos su nuevo álbum, ‘Smile‘. Un disco de lanzamiento algo atípico… y no, esta vez va más allá del tema del coronavirus: ‘Never Really Over‘ y ‘Harleys in Hawaii‘, dos de sus canciones (tres, si contamos ‘Small Talk‘, relegada a una edición para fans pese a no estar nada mal), eran lanzadas como singles hace más de un año, sin que se intuyera plan alguno de dar continuidad al discutido ‘Witness’. Por eso la impresión de que este álbum ha surgido de forma medio improvisada, sin planificación (¿era este «el plan»?), es notable. Y eso ya se desliza en el hecho de que no haya ningún tipo de conexión ni coherencia en los múltiples vídeos –quizá por eso, las antes citadas acaban de ser objeto de nuevos clips, esta vez animados, para la ocasión– que se han lanzado con la estética payasil de la era, entre lo sublime y el cringe total.

Curiosamente, no parece afectar tanto en el plano musical, puesto que el conjunto de sus doce canciones es bastante cohesionado y dejan clara una idea: rebotada de la experimentación de su anterior álbum que fue recibida más mal que bien, esta vez Katy apuesta no arriesga lo más mínimo y apuesta por el pop en los cánones, sin estridencias, con productores (Stargate, The Monsters & Strangerz, Ian Kirkpatrick…) y compositores (Noonie Bao, Starrah, Sasha Sloan, Charlie Puth, Madison Love…) del ramo. No hay featurings de raperos –lo cual, llamativamente, no sucedía desde su primer disco como Katy Perry ‘One of the Boys’– y el disco, de unos ajustados 36 minutos, coquetea notablemente con la pista de baile retro –al estilo ‘Future Nostalgia’ y ‘After Hours’: la Perry puede ser muchas cosas, pero no boba– con contados momentos para los medios tiempos (‘Daisies’, ‘Resilient’, ‘Only Love’) y apenas una balada (el ya conocido himno feminista ‘What Makes a Woman‘).

La recepción entre el fandom medio es muy bueno. Más allá de los tuits por parte de los kittycats que empujan para que el disco llegue al número 1 como ‘folklore’ –parece difícil: veremos si puede con los remixes estelares de Dua Lipa–, en el foro de Popjustice se está celebrando como un gran disco pop, en el que se destaca sobre todo su arranque con ‘Cry About It later’ (por ahí anda el mentado Oscar Holter, co-autor y co-productor de los momentos más estelares del último disco de The Weeknd) y ‘Teary Eyes’ (obra de FRND –blackbear, Demi Lovato– y OzGo –’reputation‘–). También se celebra particularmente la dramática, bastante cercana a ‘Dark Horse‘, ‘Not the End of the World’ (se sirve de una llamativa interpolación del célebre hit de Steam en los 60 ‘Na Na Hey Hey Kiss Him Goodbye‘) y ‘Tucked’, cuyas guitarras remiten directamente a la era ‘Teenage Dream‘.

Uno de los foreros de Popjustice bromea con el nacimiento de Daisy Dove: «Honestamente, ¿hay mejor promoción que un bebé?» Cómica y sardónicamente responde otro «¿un hit?» –»¿Con esta economía?, responde el primero; «¿En una pandemia!?», sube el envite otro más—. Coñas aparte, no le falta razón. Quizá la ausencia de una canción que despunte en listas –ha dejado de ser una promesa que no lo haya hecho ‘Smile‘ ni mucho menos ‘Daisies‘– es lo que explica que, por ejemplo, en el foro de Jenesaispop este disco haya despertado sobre todo desidia. Entre los pocos que confiesan haberlo hecho, Victornoe dice que «está mejor de lo que esperaba», algo en lo que coincide molinero. Pero efrenrodhr abre el melón de la negatividad: el disco le parece «meeeeeh. Y lo poquito salvable no lo ha hecho single. Congrats Katy».

Esta opinión se acerca un poco a la de la crítica que, de forma generalizada, está recibiendo ‘Smile’ con tibieza, siendo generosos. Si observamos Metacritic –donde la media queda en un 5,9–, solo la valoración de Entertainment Weekly se aproxima a lo notable con un 6,7. Los rotativos The New York Times, The Telegraph y The Independent le otorgan un «bien» (un 6, vaya), mientras que NME lo despacha con dos estrellas de cinco, un suspenso. «Lejanas quedan las coplillas concisas y los ganchos más-pegajosos-que-un-sarpullido, sustituidos por imitaciones delucidas», dice una de las frases más cruentas de la redactora Hannah Mylrea. Curiosamente, dos de los medios alternativos más importantes del mundo, Pitchfork y Stereogum, se han dado también prisa en evaluar este lanzamiento, coincidiendo bastante en fondo y forma.

El primero, tuiteaba su reseña con el mensaje «La pregunta no respondida de ‘Smile’: ¿por qué ahora?», desatando la ira de los fans (uno apoda al medio «Bitchfork»). Y eso que su valoración global no está tan mal: un 5,7 sobre 10. Y su sumario destaca que, aunque lleno de clichés’, ‘Smile’ muestra la «maestría (de Perry) para ejecutar fórmulas que copan las listas» (¿qué listas? Pregunto). Sin embargo, y de forma algo confusa, alude a que este disco parece demasiado ligero para «una vida en pandemia». Katy, a contracorriente: parece ser que el momento de ‘Witness‘ era AHORA. Y esa misma idea es la que lanza el columnista Chris DeVille en Stereogum: aunque reconoce el encanto de sus canciones, dice que, con la excepción de ‘Never Really Over’, este «material se mueve entre lo olvidable y lo deplorable», si bien es su titular demoledor el que mejor resume la idea: «Katy Perry pivota hacia lo aburrido». Como ya augura con su portada y alguna (fantástica) foto promocional, ‘Smile’ más que sonrisas parece despertar bostezos y alguna que otra lágrima… ¿por un pasado mejor?

No te pierdas: FKA twigs rinde honores a ‘sad day’ con un espectacular ‘Tigre y Dragón’ urbano y surrealista

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No está claro si es por culpa de los tiempos absurdamente urgentes en los que vivimos o por culpa de la pandemia que no le ha permitido hacer una gira de presentación en condiciones, pero cualquiera diría, al verla inmersa en un nuevo proyecto, que la propia FKA twigs había olvidado ya su flamante ‘MAGDALENE‘, disco del año para nuestra redacción y algún que otro medio internacional, cosechando críticas espectaculares. Afortunadamente para todos y pese a su llamativo vacío para el Mercury Prize 2020, hoy descubrimos que Tahliah Barnett no ha borrado de su mente este gran trabajo de inclasificable pop contemporáneo, puesto que nos presenta un fantástico vídeo para ‘sad day’, uno de sus temas más destacados.

Barnett dirige al alimón con el realizador de origen japonés (aunque educado y arraigado en Estados Unidos) Hiro Murai, conocido por espectaculares vídeos musicales para Michael Kiwanuka, Queens Of The Stone Age, St. Vincent, Spoon, Flying Lotus y sobre todo Childish Gambino, incluido el premiadísimo ‘This Is America‘ –su conexión con Donald Glover es tal que también ha dirigido varios capítulos de su celebrada serie ‘Atlanta’, además de su película con Rihanna ‘Guava Island’–. Aunque si nos hubieran dicho que en lugar de él el implicado en la dirección de ‘sad day’ es Ang Lee nos lo hubiéramos creído a pies juntillas, puesto que en muchos momentos remite a la personal interpretación del cine de artes marciales que el chino hizo en ‘Tigre y Dragón’.

Aunque la mano de Murai es evidente. No tanto porque se desarrolle en un entorno urbano suburbial (que también), sino porque lo de ambientar la acción en una cafetería de lo más común parece una debilidad personal. Pero a partir de un encuentro en ese escenario, se sucede un espectacular combate con sables –es conocido que, además del pole-dancing que ya ha abandonado, la otra gran afición de Barnett es la esgrima– de final más bien surrealista que no os vamos a destripar. Un peliculón de siete minutos que nos recuerda por qué escogimos ‘MAGDALENE’ como el mejor disco de 2019. Confiamos en que podamos ver una presentación de esta altura en el próximo Primavera Sound o Bilbao BBK Live.

Trending: Lola Indigo reclama su trono de «emperadora» con Danna Paola y Denise Rosenthal

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Lola Indigo no para. Cuando aún tiene dos canciones en el top 50 oficial español, ella ya está pensando en otra cosa. Y es cierto que el reggaetón ‘4 besos’, con Rauw Alejandro y Lalo Ebratt, certificado como doble platino, está en plan descendente como es lógico casi medio año después de su lanzamiento; pero lo cierto es que ‘Trendy’ con RVFV está (¿o estaba?) en pleno ascenso, acercándose peligrosamente al top 10.

Pero ella ya está en otra cosa y su nuevo single, que recibe el nombre de ‘Santería’, ha salido esta noche, situándose como es habitual de manera inmediata como «trending topic» nacional y en los primeros puestos de la lista «trending» de Youtube España, en los momentos de la redacción de esta noticia ya número 1, donde puede permanecer gran parte del fin de semana si no se lo impide ‘Ice Cream’, que ha salido unas horas después.

Se trata de un single entonado por 3 mujeres en el que Mimi Doblas, que en otras ocasiones ha compartido temas con Mala Rodríguez y Aitana, cede cierto protagonismo a otras mujeres, en este caso latinoamericanas. Ellas son Danna Paola, que todos conoceréis por su divertido papel en ‘Élite’, la serie teenager de Netflix, pero que como muchos sabéis también, es una reconocida cantante en México; y por otro lado Denise Rosenthal, una cantante chilena que muchos recordaréis por su tema de empoderamiento junto a Mala Rodríguez, ‘Agua segura‘. Tras un par de discos publicados en Universal, el mismo sello de Lola Indigo, prepara un nuevo álbum del que ha avanzado pistas como ‘El Amor No Duele’ y ‘Tiene Sabor’.

‘Santería’ ha sido producida por Mango y Nabález y mezclada por Mosty, se presenta como un «tema empoderado, fuerte y dinámico», mientras su vídeo dirigido por Álvaro Paz presenta una estupenda factura tras haberse podido rodar en Chile, donde es invierno, lo que explica que Denise aparezca como «reina de la nieve». Toda la canción es, por supuesto, un himno al empoderamiento femenino como tantos otros temas de Lola Indigo. En este caso se autoproclama «emperadora» nada más empezar en un primer párrafo que reta: «Se acabó tu dinastía / Soy emperadora pero la corona es mía / Tengo el mando y tú no lo sabías / Yo ganando y tú te lo perdías». Después y antes de concluir «soy dueña de mi vida», la letra tiene sus luces y sus sombras, en su uso de la «santería» con oscuros propósitos. De «Eres mi muñeco y te haré vudú» a «Cuando la besabas / Me estabas imaginando (…) Te hice santería / Tú me sigues pensando».

Mientras se dice en los mentideros que Lola Indigo hace una y otra vez la misma canción, no sin cierta razón, igual es de cierto que con cada una de ellas asienta su estilo y, con la tontería, va sumando hits. Su referente siempre ha sido Lady Gaga, y hay que recordar que en un primer momento muchas de las canciones de esta nos sonaban iguales, para después asentarse casi cada una de ellas en el imaginario colectivo sin que casi ni cuenta nos diéramos. Ya sabemos que Mimi Doblas es fan hasta de ‘A-YO’… ¿pero de verdad queremos que llegue su era ‘Joanne’?

Escucha lo nuevo de Disclosure, Angel Olsen, Varry Brava, Belako, Halsey, Kidd Keo…

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Es 28 de agosto, pero la tan traída y llevada vuelta al cole se ha adelantado para algunos (nosotros, ¿saes?), porque hoy nos encontramos literalmente con más de dos docenas de álbumes y EPs importantes o como mínimo interesantes que llevarnos a los oídos. Para empezar, por supuesto, ‘Smile’, el nuevo álbum de Katy Perry que ha llegado casi a la vez que su hija Daisy Dove –ya conocida como Margarita Paloma–; y, casi más importante comercialmente por más que se trate de un álbum de remezclas y nuevas versiones, ‘Club Future Nostalgia’ de Dua Lipa. Pero, como digo, hay muchísimo más: el dúo británico Disclosure, Angel Olsen (con su disco nuevo aunque no exactamente de canciones inéditas), Kelly Lee Owens (el fantástico ‘Inner Song‘), Belako, Varry Brava, Aluna, Hudson Mohawke (segundo disco con material inédito en pocos meses), Bob Moses, Kidd Keo (debut multinacional del controvertido rapero español), Bettye Lavette, Sevdaliza, Widowspeak, Arista Fiera, PVRIS (ahora con Lynn Gunn en solitario), el debut de los británicos BLOXX, Toni Braxton, Gregory Porter, la promesa australiana Billy Raffoul, EJ Marais (al que Rosalía ha dado algo de fama al incluir su ‘Love.mp3‘ en su playlist de favoritas), el afamado productor Ricky Reed, The Avett Brothers, Agoney, Skip Marley, el combo de hip hop Internet Money y un álbum de Rocío Márquez con Enrike Solinís y Euskal Barrokensemble completan el grueso de la oferta del día. Y a esta se suman también los EPs de la buena amiga de Lana Del Rey Zella Day, la argentina Cazzu y el prometedor grupo británico MarthaGunn.

En cuanto a singles, obviamente las dos mayores noticias de la jornada están en los singles conjuntos de The Weeknd con Calvin Harris y de Selena Gomez con Blackpink, pero hay muchísimo más. Lo nuevo (y muy sorprendente) de The Smashing Pumpkins se mezcla con un nuevo adelanto del próximo disco de La Oreja de Van Gogh, un inédito que se incluirá en un próximo EP de versiones de Yo La Tengo, el primer avance del nuevo álbum de las barcelonesas Mourn, Ty Dolla $ign con Nicki Minaj o un curioso dueto entre Jaden y Justin Bieber destacan entre el enorme volumen de canciones. Jane Birkin, The Flaming Lips, Sílvia Pérez Cruz, Nao & Lianne LaHavas, Bill Callahan, Rudimental & Anne-Marie, Tiwa Savage & Sam Smith, Ela Minus, Lola Indigo & Danna Paola & Denise Rosenthal, Sean Nicholas Savage, Fuel Fandango & Juancho Marqués, Yung Beef, Tricky & Oh Land, girl in red, El Ima & Don Patricio, Sasha Sloan, Thor & Friends, Cults, Travis & Susanna Hoffs (The Bangles), Zhala (protegida de Robyn), Pau Vallvé, Fenne Lily, CNCO, Ayax y Prok, Todd Terry, Nothing But Thieves, Lao Ra, Thalía & Myke Towers o Faithless aportan un amplio abanico estilístico a la playlist de este viernes.

Y, por último, destacamos también un buen puñado de curiosidades imperdibles, tales como un disco de remezclas a cargo de nombres como A.G. Cook o Planningtorock de ‘La vita nuova’ de Christine and the Queens o jugosas reediciones de los últimos discos de JoJo (y efectivamente, sin Tory Lanez), 5 Seconds of Summer y Black Pumas. También tenemos remixes de altura (Katy Perry por Giorgio Moroder, The Rolling Stones por The Killers & Jacques Lu Cont, Austra por Shura, Wallows & Clairo por Mura Masa), versiones llamativas por parte de Julia Holter (Stevie Nicks), la mexicana Silvana Estrada (¡Chvrches!), Alanis Morissette (a sí misma) o María Guadaña (Violeta Parra) y un tema conjunto de Kase.O y Elphomega para una película nacional de espionaje y acción, ‘Orígenes secretos’. ¡Al lío!

Escucha la playlist «Ready for the Weekend»

‘Ice Cream’, el ultrapop de BLACKPINK y Selena Gomez sí tiene la mano de Ariana Grande

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BLACKPINK y Selena Gomez estrenan su single colaborativo sin decepcionar a nadie. ‘Ice Cream’ es una canción pop directa, inmediata y presta para escuchar en bucle dados sus 3 minutos escasos de duración. El grupo de K-Pop y la intérprete de ‘It Ain’t Me‘ entonan sensualmente esta letra que habla literalmente sobre besos, neveras y helados, y nada más, sobre una melodía ultrapop con un pie en la música anteriormente conocida como urbana y con un acelerado beat ideado para las pistas de baile. Al final hay un silbidito que nos hace pensar en esas canciones irritantes de Maroon 5 que terminan pegando un pelotazo –uno detrás de otro– pero la melodía no puede ser más Ariana Grande, a quien como ya se sabía, se ha acreditado de manera conveniente (también a su mano derecha Victoria Monét, que acaba de publicar un disco excelente).

Todo esto se traduce en que la canción puede ser un hit que trascienda más allá de sus récords hipotéticos durante las primeras 24 horas, pues el tema llega con el difícil cometido de superar las cifras la semana pasada de ‘Dynamite’ de BTS, pero puede sobrevivir a eso. En cualquier caso, se ha diseñado un vídeo que, como no podía ser de otra forma, se ha estrenado al mismo tiempo que la canción, y que reincide en ese ultrapop ya mencionado: no caben más colorines en su realización, ni más objetos de meme (atención a los helados con máscara de gato), ni podían haber caracterizado a Selena Gomez más como si fuera un personaje de ‘Grease’, pues ni el coche tipo años 50 le falta. El rap de Lisa que rima «Mona Lisa» con «visa» no va a ser el mejor que escuchéis este 2020, pero por lo demás una canción que se pega en el cerebro desde el primer instante. ¿Y cuán bien se ha disimulado que BLACKPINK y Selena Gomez hayan tenido que rodar sus escenas por separado por motivo de la pandemia?

Con ‘Ice Cream’, BLACKPINK han declarado a Naver que han querido expresar algo «refrescante y encantador», en contraste con el single que sacaron en junio, ‘How You Like That‘, una canción que era número 20 en Reino Unido y número 33 en Estados Unidos y a la que con esta van a fulminar. Sobre la colaboración con Selena Gomez han indicado: «las cuatro somos fans de Selena Gomez. Aunque no la pudimos conocer en persona para trabajar con ella, notamos su encanto cuando nos comunicamos en diferentes ocasiones. Pensamos que era una persona muy «cool» cuando la vimos compartir sus opiniones de manera muy sencilla y humilde. Estábamos encantadas de saber que era seguidora nuestra, y nos satisface el trabajo logrado al compartir nuestras sinergias musicales».

‘Ice Cream’ es el segundo single extraído del disco que publicarán BLACKPINK tras un ‘Blackpink in Your Area’ que en 2018 dedicaron al mercado japonés. ‘The Album’ llegará a tiendas y plataformas el 2 de octubre de 2020. El grupo de K-pop también ha sido noticia por haber colaborado en ‘Sour Candy’, una de las pistas de ‘Chromatica’ de Lady Gaga que se sumergen con gusto y comodidad en los beats deliberadamente 90’s.

Lo mejor del mes:

El punto medio exacto entre el último The Weeknd y el último Calvin Harris es ‘Over Now’

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The Weeknd y Calvin Harris estrenan su esperado single conjunto bajo el descriptivo título de ‘Over Now’. Se trata de un medio tiempo de corte funk, con unas gotitas de R&B y también de synth-pop. No suena exactamente a las canciones ochenteras de ‘After Hours‘, el celebrado último álbum de Abel Tesfaye, pero el tipo de sintetizadores parece provenir de aquella época, por lo que tampoco desentonaría extravagante en él.

Y por otro lado, ese mismo sonido funky encaja con la última etapa del DJ británico. Recordemos que Calvin Harris hace tiempo que no es un desesperado productor de EDM, pues en singles como ‘Feels’ con Pharrell y Katy Perry y ‘Slide’ con Frank Ocean y Migos nos mostró otra faz, y esta canción va más o menos por ahí. ‘Over Now’ ofrece una visión más baladesca, en sintonía con esa letra en la que él le dice a ella que «se ha acabado para siempre»: «no me importa si lloras / si te haces la víctima (…) necesito que sepas que no vamos a volver nunca». Todo ello con una toma vocal inusualmente baja, tímida, en algún momento casi ininteligible.

‘Over Now’ se estrena con un vídeo robótico 100% confinamiento que no sabemos si va a gustar mucho a Daft Punk: en un par de escenas parece una colaboración de The Weeknd con ellos, como lo fueron en otros tiempos ‘Starboy’ y ‘I Feel It Coming’.

A mediados de abril publicábamos un artículo, discutible para muchos, en el que calificábamos a The Weeknd como el último «rey del pop». Es evidente que pretendía ser un guiño a su más que palpable y declarada deuda musical con Michael Jackson –recordemos que uno de los hitos de su trilogía inicial era ‘DD’, versión de ‘Dirty Diana’–, pero los resultados comerciales y artísticos de Abel Tesfaye, teniendo en cuenta la debilitada tesitura del mercado actual, le van a la zaga en proporción. ‘After Hours’ ha sido, sin miedo a equivocarnos, su gran cumbre en cuanto a ventas y aceptación crítica, aupando definitivamente su figura más allá del ámbito alternativo o del R&B. Y, ante la ausencia de otros singles del disco que pujen fuerte en listas –parece que, después de todo, la pandemia ha perjudicado su promoción–, ha vuelto para probarlo con este ligero cambio de tercio, que supone el regreso de Calvin tras haber estado un tiempo desaparecido.

Tras publicar en 2017 un ‘Funk Wav Bounces Vol. 1‘ que no cosechó la misma cantidad de hits que ‘Motion‘ –aunque sí lo fue ‘Feels‘, con Katy Perry–, un año después se sacaba la espinita triunfando con Dua Lipa (‘One Kiss‘), Sam Smith (‘Promises‘) y Rag’n’Bone Man (‘Giant‘). Pero, misteriosamente, en 2020 reaparecía con un proyecto experimental llamado Love Regenerator, más centrado en el house instrumental orientado a clubs, publicando cuatro EPs casi consecutivos. «¿Se habría cansado Harris de triunfar y prefería volver a sus orígenes en las sombras de la cabina y el semianonimato?», nos preguntábamos. Este ‘Over Now’ ofrece un rotundo «no» como respuesta, siendo desde ya adoptado por la codiciada lista de Spotify «Today’s Top Hits’.

The Weeknd, por cierto, actuará como uno de los principales nominados en la gala de los MTV VMAs 2020, que se fallan el próximo domingo 30 de agosto en Nueva York. ¿Se interpretará este tema en la gala o más bien algo más uptempo? Raúl Guillén, Sebas E. Alonso.

Kelly Lee Owens / Inner Song

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El clásico disco post-ruptura se está quedando anticuado. Lorde lo dejó bien noqueado con ‘Melodrama‘, de alguna manera riéndose del concepto en su mismo título, y convirtiéndolo en un excitante viaje de superación personal más que en una recreación de despecho. ‘Inner Song’, el segundo álbum de la productora de electrónica de Gales Kelly Lee Owens, a la que hasta ahora conocíamos sobre todo por su buen debut -donde cupo una canción tan sobresaliente como ‘Lucid’- y por una lustrosa colaboración con el gran Jon Hopkins, es algo parecido. El título es un préstamo de una obra de 1974 del músico de free-jazz Alan Silva, porque a la artista le parece que estas dos palabras («canción interior») captan lo que ha sentido en los últimos años y su trabajo.

‘Inner Song’, grabado durante tan sólo un mes, recoge tres años de dolor en la vida personal de la artista. Como nos ha contado en una entrevista que publicaremos próximamente, reducirlo a una ruptura le parece «simplista» aunque hay quien lo ha entendido así. ‘On’ puede ser la canción que más claramente apunte en ese sentido, con una letra que habla de ese momento en el que «nos estancamos», no «podemos continuar hacia adelante», pero «el show debe continuar». La producción del tema invita a hacerlo, pues, dividida en dos, en una primera parte retrata el dolor, y en la segunda incita al baile como metáfora de la exploración de nuestra libertad, a través de nuestra propia expresión corporal.

En ‘On’ es necesario elogiar el protagonismo de la voz de Kelly Lee Owens. Animada por un evento conjunto con Four Tet, la ha situado en primer plano («no se te ocurra esconder ese don tan preciado», le dijo Kieran), aunque sin renunciar a algunos instrumentales. Por un lado, su tono angelical y suave se merienda el trip-hop de ‘Re-Wild’, y ahí es cuando te das cuenta de que Four Tet o el colega de este Caribou matarían por poder tener ese filón en su garganta. Y por otro, continúan siendo fundamentales para Kelly Lee Owens los cortes instrumentales: ‘Jeanette’ es un número luminoso y bailable y ‘Flow’ su contrapunto oscuro, de bajón. ‘Melt!’, el single tecno lanzado a modo de «banger», contiene solo un par de frases referidas al cambio climático, quedando a medio camino.

No se puede pasar por alto que el álbum se abre, arriesgando, con un instrumental más que no es propio. ‘Arpeggi’ es una adaptación muy personal de uno de los 2 temas en 1 que encontramos en la discografía de Radiohead, en concreto en el excelente ‘In Rainbows’, que muy poca gente va a reconocer, en este caso para bien, pues sus dos partes resultan igual de cautivadoras, bastante ajenas al original. Ni en esos momentos iniciales del álbum, ni a su término cuando cierra la secuencia un tema lleno de esperanza como ‘Wake-Up’ (“nunca detenerte para asimilarlo / siempre evitar tu sensación de pavor”), tenemos la certeza de estar ante un álbum post-ruptura, sino ante algo más complejo y espiritual. Así lo manifiesta ‘Corner of My Sky’, una canción que no es que cuente con la voz invitada de John Cale, sino que pertenece a este pues la entona en solitario.

Oímos al que fuera miembro de la Velvet Underground hablar en inglés y en galés de lobos, peces, de hombres que jadean en sus agujeros y sobre todo de lluvia; de dar gracias por la lluvia. Es un número introspectivo y misterioso, como lo fue la colaboración perdida entre U2 y Johnny Cash (aquella ‘The Wanderer’ al final de uno de sus discos menos populares, ‘Zooropa‘), muestra de que las inquietudes de Kelly Lee Owens pueden trascender géneros. Hay pasajes en ‘Inner Song’ en los que te das cuenta de que podría ser una gran vocalista de dream pop, como sucede en la preciosa ‘L.I.N.E.’, otros en los que quieres que pinche siempre en el Sónar, otros en los que canta como la «indie girl» que ya nadie recuerda que fue (pienso insistentemente en proyectos tan dulces como Club 8)… de manera que por encima de un hilo conductor temático, se revela como una artista poliédrica, con multitud de mensajes y hábil en los dobles sentidos: en ese tributo a la noche llamado ‘Night’ uno no sabe con qué quedarse, si con el “sienta tan bien estar sola” o con el «contigo» que viene después.

Calificación: 7,7/10
Lo mejor: ‘On’, ‘Night’, ‘Melt!’, ‘L.I.N.E.’
Te gustará si te gustan: Junior Boys, Four Tet, Caribou
Escucha:On

Así se construyó ‘Mr Brightside’, el gran clásico del rock del siglo XXI

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¿Alguien pudo predecir en algún momento entre 2003 y 2004, cuando conocimos a The Killers, hasta qué punto sería un macrohit ‘Mr Brightside’? ¡Pero si algunos visionarios preferíamos el segundo single de su debut, ‘Somebody Told Me’, y su estribillo mitad androginia mitad provocación «that you had a boyfriend who looks like a girlfriend (I had in February of last year)»!

El tiempo ha situado el primer single de los Killers como un clásico atemporal, que ha sobrevivido a la moda del indie americano impuesta por Pitchfork, al «trap», a la revolución latina y a todo lo que se le ha puesto por delante. Su historia además es genuina, pues se trata de una de las primeras canciones que escribió la banda, formando parte de su repertorio desde el primer bolo. 2004 -momento de edición de aquel debut ‘Hot Fuss’- fue un año en el que guitarras y sintetizadores estaban dados de la mano gracias a proyectos entregados tanto al rock como al dance, como fue el caso de Franz Ferdinand, The Rapture, Radio 4 y LCD Soundsystem, y el primer disco de la banda de Las Vegas no era ajeno a ello, con sintetizadores apareciendo en mitad de una producción como esta que parece tan rockera. Como también sucedía en ‘Somebody Told Me’, con una línea de teclado tras el estribillo aún más marcada.

Hoy día The Killers se siguen manteniendo fieles a cajas de ritmos y sintetizadores en ‘Imploding the Mirage‘, nuestro «Disco de la Semana», lo mismo pidiendo alguna colaboración aún a Stuart Price, el hombre detrás de ‘Human’ (2008), que sampleando a Can y Neu!, pero su germen en aquellos tiempos era eminentemente rockero: en concreto el grupo se miró en el pelotazo dado por los Strokes con ‘Is This It?’ en 2001. Aquel que tanto nos marcó a todos.

El tema viene de un riff que tenía el guitarrista Dave Keuning desde antes, y Brandon escribió la letra. Narraba al NME en 2012: «la debimos de escribir hacia finales de 2001. Dave y yo estábamos escribiendo un montón de canciones en aquella época, intentando averiguar qué nos hacía clic. Recuerdo que fuimos a un Virgin Megastore para comprar ‘Is This It’ el día que salió, y cuando lo pusimos en el coche, el disco sonaba simplemente perfecto. Me deprimí tanto después de aquello que tiramos todo lo que teníamos y la única canción que pasó el corte y permaneció fue ‘Mr Brightside'».

Flowers ha bromeado numerosas veces sobre el hecho de que la canción no tenga segunda estrofa, pues simplemente se repite la primera, pero considera que eso le ha dado «velocidad». Lo cierto es que no es una estrofa cualquiera sino una en la que el autor se debate entre el sufrimiento y la paranoia, incapaz de averiguar qué está pasando en realidad y qué pertenece a su imaginación, por lo que parece estar repitiéndose a sí mismo todo para ver si se aclara. A su vez, el texto explícito puede sacar lo peor del público en su más bajo momento en cuanto a amor posesivo y tóxico. ¿Pero quién nunca ha estado ahí? «Me quedo dormido y ella llama a un taxi / él se fuma un cigarro y ella da una calada / se van a la cama y mi estómago enferma / Está todo en mi cabeza, pero ella le toca el pecho / él le quita el vestido / Déjame ir / porque me está matando». Una historia de celos que «Mr Brightside» (el «Señor Optimista» o algo parecido) quiere negarse a sí mismo pese a la evidencia y que no es que moleste escuchar repetida: el crescendo de la canción engorila tanto a nosotros, los inestables que también queremos de esa calada, que la canción pide por favor sonar en bucle una y otra vez.

Su autor lo asocia a su realismo, pero también habría que hablar de la sonoridad de algunas palabras y frases clave como «CELOS», así en mayúsculas, o «solo fue un beso, solo fue un beso». Contaba Brandon en 2009 a la revista Q: «Estaba durmiendo y sabía que algo iba mal. Tengo presentimientos. Fui al Crown & Anchor (pub en Las Vegas) y mi novia estaba con otro». Añadía en otra ocasión: «La letra es sobre una antigua novia mía. Todas las emociones en la canción son reales. Cuando escribía la letra, mis heridas estaban demasiado frescas. Yo soy Mr Brightside. Pero creo que esa es la razón por lo que la canción ha persistido, porque es real. La gente percibe esas cosas. Y se refleja muy bien en la producción, que grabamos en un par de horas, pero suena como tiene que sonar».

Visceral, energética y cruda, la canción tuvo dos vídeos, uno barato y otro más lustroso dirigido por la omnipresente Sophie Muller, una de las realizadoras más populares de todos los tiempos tras sus cientos de trabajos con Eurythmics, Sade, Gwen Stefani, Björk y mil más. En este caso la inspiración fue ‘Moulin Rouge’ sin perder de vista la historia de celos original, y con el protagonismo de Izabella Miko y Eric Roberts, sí, hermano de Julia. Aunque casi que mejor que el vídeo, el día en que la canción sonó de manera apoteósica en un funeral, como algunos recordaréis, convirtiéndose en un viral en una población británica, cuando un grupo de amigos fuera de sí -en especial uno- quisieron rendirle un tributo a un colega de mediana edad que acababa de fallecer. Esto sucedió antes de TikTok:

Sin embargo, ese camino fue solo una pequeña migaja en una larga historia de boca-oreja. Aunque ‘Mr Brightside’ jamás fue número 1 dada su condición de canción de rock -fue top 10 en Reino Unido y Estados Unidos gracias a una pronta reedición- ha terminado siendo una de las canciones más exitosas de la historia, así en general, camino a los 1.000 millones de reproducciones en Spotify pese a que la plataforma de streaming es posterior a la edición del tema y pese a ser, insisto, una canción de rock. ‘Mr Brightside’ no es ni más ni menos que la canción que más ha resistido en la historia del top 100 británico, como podéis comprobar en la documentada Wikipedia, pues ha estado en listas 239 semanas (!!), casi 5 años no consecutivos. Y sumando, porque esta semana está en el número 92, ganando dos puestos respecto a la anterior. En otras palabras, Dave Keuning puede no ser ya miembro de The Killers, pero no volverá a pasar hambre nunca jamás.

La OCC ya tituló que no había manera de echar ‘Mr Brightside’ de las listas el año pasado, pero lo bueno es que el tema sigue ahí sin que nadie termine de argumentar por qué sus números son tan masivos. Vice hizo un artículo planteando algunas teorías como la presencia de este tema en fiestas de jóvenes caseras y por supuesto podemos hablar de cómo ha pasado por playlists de Spotify tan exitosas como “canciones para cantar en el coche”, “canciones para cantar en la ducha” o “tenga usted un buen día”. También de su aceptación en eventos deportivos, con hinchas de equipos de fútbol entonándola, como sucedió con los del Manchester United, cómo incluso ha aparecido en alguna película o serie, cómo la ha versionado gente tan dispar como Jon Bon Jovi, Paul Anka y Amy Macdonald, cómo fue nombrada «canción de la década» por dos emisoras británicas, o cómo se creció durante su presentación en ‘X Factor’ en 2013 y en cientos y cientos de conciertos por todo el globo. Un cúmulo de cosas, en definitiva, cuyo último secreto es su universalidad.


Los MTV VMAs confirman la actuación de Travis Scott: ¿será con o sin Rosalía?

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Como contábamos hace unas horas, la cadena MTV se haya ante una situación inmejorable para hacer que sus Video Music Awards tengan el relumbrón y relevancia de antaño. Este domingo 30 de agosto se celebra una edición que parece destinada a ensalzar la figura de Lady Gaga: es la más nominada de esta edición, principalmente por ‘Rain On Me’, que interpretará con Ariana Grande en directo en la que será la primera presentación en vivo de ‘Chromatica’.

Y, pese a que no esté Dua Lipa, indiscutible dominadora del pop comercial en 2020 –y eso que lo tenían a huevo, porque mañana mismo lanza su disco de remezclas ‘Club Future Nostalgia’–, sí lo harán The Weeknd, Miley Cyrus, BTS, Maluma, Doja Cat, CNCO, DaBaby y Black Eyed Peas. Se incrementa así (especialmente por el gran tirón comercial de esos cinco primeros nombres en este momento) el interés global por la ceremonia, que se celebra en Nueva York, en principio sin público (o muy poco) y con las actuaciones repartidas en diferentes localizaciones por razones de seguridad. Cierto es que en el último momento se han cancelado precisamente con ese argumento la presencia de J Balvin, que ha pasado la Covid-19 hace unos días, y Roddy Ricch, pero hoy se ha anunciado un nuevo nombre que alimenta la excitación por la ceremonia.

Se trata de Travis Scott, que esta madrugada se autoconfirmaba con un tuit que más tarde era respondido de forma afirmativa por la cuenta de los premios en Twitter. No está claro cuál será el planteamiento de su actuación. Parece obvio que incluirá como mínimo un fragmento de ‘The Plan’, su recién presentado tema para ‘Tenet’ de Christopher Nolan, que se estrena estos días en todo el mundo, con gran expectación. Pero también cabe la posibilidad de que invite a Rosalía para interpretar el que es ya un hit (al menos en Europa continental) para ambos, ‘TKN‘.

Así se está especulando en redes sociales. Si bien no hay confirmación, el hecho de que Rosalía lleve meses –desde antes del estallido de la pandemia– residiendo en Estados Unidos, facilita esa posibilidad. No es en absoluto descabellado, si tenemos en cuenta que la propia artista catalana fue una de las grandes ganadoras de la pasada edición de estos premios. Pero es aún bastante incierto si sucederá, básicamente porque el tema no ha sido tan bien recibido en USA como otros singles recientes de Travis como ‘The Scotts‘. Pero desde luego le vemos más posibilidades –no olvidemos que también intervino en un remix de ‘Highest in the Room’– que a una aparición sorpresa del candidato presidencial Kanye West para cantarse con su cuñado ‘Wash Us In the Blood‘… a pesar de que el clima en la lucha contra el racismo esté de nuevo muy caldeado tras el tiroteo por la espalda a manos de la policía de un hombre desarmado llamado Jacob Blake en Wisconsin y sería muy adecuado. En un par de días, saldremos de dudas.

Carlos Sadness y Lyona envuelven de fantasía y humor ‘Me desamaste’, su nueva joya pop

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Hace un par de meses que se ha publicado ‘Tropical Jesus‘ y, justo como pronosticábamos, se ha convertido en uno de los discos que más hemos escuchado este verano, perfecto para esos momentos en los que el cuerpo y la cabeza piden evasión de las toneladas de mierda en forma de realidad que nos asuelan cada día. El cuarto álbum de Carlos Sadness está repleto de versos casi siempre engrescados en vaivenes del amor y el deseo, entre metáforas que remiten a playas, sol, arena, mar, luna, estrellas, helados y viajes idílicos –o sea, pre-Covid– a parajes tropicales. Pero a veces el barcelonés no requiere de esa parafernalia para hacerlo, como muestra una de sus canciones más adictivas, que acaba de ser objeto de un vídeo.

Me refiero a ‘Me desamaste’, que quien (como yo) haya podido acudir a uno de los pocos y extraños conciertos de presentación del disco en plena pandemia, sabrá que es ya uno de los highlights del show, sin desmerecer en entusiasmo al lado de hits como ‘Física moderna’, ‘Te quiero un poco’ o ‘Isla Morenita’. No en vano es de los temas que apuesta por sonidos eléctricos y electrónicos, y que mejor se alinea con el sonido de ‘Diferentes tipos de luz‘, a pesar de ese cambio de compás cuasi reggaetonero de sus estrofas. Y hasta invita a cierta euforia con su puente medio ska, que llevan a pensar que es la canción de ‘Tropical Jesus’ que más y mejor se podría proyectar en el futuro, liberada de la coartada veraniega.

Esta divertida canción no podía sino ser realzada con un clip a la altura por parte de la siempre ocurrente realizadora Lyona Ivanova, muy conocida por sus trabajos para Amaral, Zahara, Love of Lesbian, The New Raemon. Apoyada en la magnética imagen de la actriz Claire Romain (a la que ya vimos en el primer clip de Cupido) y derrochando ingenio y sentido del humor, Carlos y su grupo se trasladaban hace pocas semanas a una casa setentera del Maresme barcelonés para filmar una retahíla de planos imaginativos y coloridos que ponen de manifiesto el hartazgo de la chica protagonista con el cantante, trasladando a imágenes esa idea del pre-coro que dice «si me hubieras dicho que todo te aburre cuando lo tienes, / no habría tenido ninguna prisa para quererte».

Lo mejor del mes:

Cher cuestiona la entrega del control del patrimonio de Britney Spears a su hermana Jamie Lynn

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A finales del mes de julio hablábamos profusamente sobre el movimiento #FreeBritney, que reclama que Britney Spears sea liberada del tutelaje de su padre, James Spears. Este movimiento, instigado por un grupo de fans al que se han ido adhiriendo diferentes voces, sospechaba de su progenitor al obligarla a trabajar profusamente con sus famosas residencias en Las Vegas, a pesar de que padece algún tipo de enfermedad mental no especificada que requiere tratamiento y atención permanentes. De hecho, canceló su espectáculo ‘Domination’ cuando su padre enfermó gravemente a principios de 2019… siendo ella misma ingresada en un centro de salud mental meses después.

En las últimas horas el caso ha tenido novedades, puesto que se han filtrado unos documentos que indican que se ha llegado a un acuerdo entre las partes (aún no ratificado por un juez) para que sea la hermana pequeña de Brit, Jamie Lynn, la tutora de la cantante y la que administre su patrimonio en adelante en lugar de James Spears. Jamie se había venido mostrando partidaria de liberar a su hermana de la tutela de su padre, en aras de una mayor independencia de la intérprete de ‘Oops!…I Did It Again’ (que recientemente cumplía 20 años, por cierto), tal y como reclamaba el movimiento #FreeBritney.

Podría decirse que esta es una victoria para ese movimiento, aunque hay quien arroje dudas sobre esta circunstancia. Nada menos que Cher se ha pronunciado desde su famoso perfil de Twitter sobre el asunto, dejando entrever que Jamie Lynn también podría tener intereses espurios. «Trabajó duro, fue la gallina de los huevos de oro, hizo mucho dinero, enfermó, ahora es una vaca lechera. ¿Hay alguien que esté haciendo dinero de ella estando enferma que la quiera bien? Alguien que no quiera nada de ella debería cuidarla, su doctor, sus médicos… ¿Es que es un pato?» dice la veterana artista, entre emoticonos, dudando de su incapacidad. La polémica parece no alejarse de la vida de Britney, de momento, y ya han pasado cuatro años de su último disco, ‘Glory’.

Katy Perry anuncia el nacimiento de su hija Daisy Dove Bloom a horas de la salida de ‘Smile’

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Todo es tan preciso que casi parece que lo hubiera planeado: Katy Perry acaba de anunciar públicamente el nacimiento de su primera hija, fruto de su relación con el actor Orlando Bloom, apenas unas horas antes de que vea la luz su nuevo álbum, ‘Smile’. Así lo ha confirmado la cantante en sus redes sociales con una imagen en blanco y negro de las manos de los tres, Katy, Orlando y la pequeña, que se llama Daisy Dove Bloom.

De manera atípica, la imagen incluye una promoción… pero no es lo que pensáis: se trata de un mensaje de Perry y Bloom como embajadores de buena voluntad de Unicef. Tras celebrar la llegada de su niña –“Estamos flotando de amor y asombro por la segura y saludable llegada de nuestra hija»–, aprovechan una imagen que ya está dando la vuelta al mundo para contar que no todos en el mundo tienen esa suerte, y destacar que se estima que en el mundo muere un recién nacido o una madre gestante cada 11 segundos, debido a causas que podrían evitarse. Especialmente en una situación de emergencia por la Covid-19, dicen, que incrementa el acceso a agua, jabón, vacunas y medicinas que previenen enfermedades. Por eso, han abierto una página especial para donaciones a Unicef, destinadas a mejoras esas condiciones en maternidades de países desfavorecidos o en áreas de conflicto.

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Posted @withregram • @unicef Welcome to the world, Daisy Dove Bloom! We are honoured to introduce Goodwill Ambassadors @KatyPerry and @OrlandoBloom’s new bundle of joy.⠀ ⠀ “We are floating with love and wonder from the safe and healthy arrival of our daughter,” Katy and Orlando told us.⠀ ⠀ “But we know we’re the lucky ones and not everyone can have a birthing experience as peaceful as ours was. Communities around the world are still experiencing a shortage of healthcare workers and every eleven seconds a pregnant woman or newborn dies, mostly from preventable causes. Since COVID-19 many more newborn lives are at risk because of the increased lack of access to water, soap, vaccines and medicines that prevent diseases. As parents to a newborn, this breaks our hearts, as we empathize with struggling parents now more than ever.⠀ ⠀ “As UNICEF Goodwill Ambassadors, we know UNICEF is there, on the ground, doing whatever it takes to make sure every expecting mother has access to a trained health worker and access to quality healthcare. In celebration of the heart we know our daughter already has, we have set up a donation page to celebrate DDB’s arrival. By supporting them, you are supporting a safe start to life and reimagining a healthier world for every child. We hope your ♥️ can bloom with generosity.⠀ ⠀ Gratefully-⠀ ⠀ Katy & Orlando.”⠀ ⠀ Please tap the link in our bio to support the most precious gift: a healthy child.

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Como decíamos, todo esto sucede muy pocas horas antes de la publicación del quinto álbum de estudio en la carrera de Perry. Un ‘Smile’ que sucede al discutido ‘Witness’ y que pretende lanzar un mensaje de confianza tras una etapa de inseguridad y depresión, derivada en parte por el fallido lanzamiento de aquel disco y, por otra, por su ruptura temporal con Bloom. El álbum, que nada casualmente se presentó con un single titulado ‘Daisies‘, ha sido objeto de promoción en las últimas semanas con actuaciones virtuales y nuevos singles como la balada ‘What Makes a Woman‘.

Y, en las últimas horas, se han revelado un remix por parte del histórico Giorgio Moroder para el single que da título al disco, además de un nuevo vídeo animado, «inspirado en sus experiencias del confinamiento», para ‘Never Really Over‘, aparentemente el gran hit de esta era. Aunque se antoja que nada de lo que pudiera haber hecho para llamar la atención de su nuevo disco podría superar al nacimiento de Daisy Dove.

La nostálgica ‘Play’ retrata la vida de un fan de Pixies y M83 desde los 90 hasta hoy

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En las últimas horas para disfrutar de las interesantes películas que nutren el Atlántida Film Fest de Filmin, que acaba este jueves 27 de agosto, hay que destacar la tercera película de Anthony Marciano. ‘Play’ es una co-producción franco-belga que ya se vio en el Festival de San Sebastián el año pasado, pero ahora ha tenido la oportunidad de presentarse ante el público generalista en lo que podría interpretarse como la versión humorística de ‘Boyhood‘… pero no es así exactamente.

El director de las comedias ‘Les Gamins’ (2013) y ‘Robin Hood, The True Story’ (2015) juega con la autoficción en una cinta en la que, atraído por la idea de la nostalgia, no quería hacer un homenaje a su juventud y a su infancia sino directamente, «revivirlas». Por tanto, sirviéndose del por momentos odioso «found footage», ‘Play’ cuenta la vida del personaje de Max a partir de los vídeos grabados por una videocámara que le regalan en 1993 y hasta nuestros días: lo primero que vemos es al Max adulto dirigiéndose al espectador, dispuesto a rememorar su vida.

‘Play’ es un recorrido nostálgico por los años 90 y los 2000 en el que se revive el descubrimiento del amor y el sexo, las primeras vacaciones con los amigos (ese «Bed & Breakfast» en Barcelona), el momento «loser» en el que no te dejan entrar en la discoteca, la primera enfermedad en la familia… En todo ello la música tiene una función absolutamente primordial, pues los recuerdos se nos presentan con decenas de canciones que van de los Pixies a M83 pasando por Gnarls Barkley, Alanis Morissette, aquel hit de Estelle y Kanye West que ya ni recordabas, y demás. Esta es la vida de unos jóvenes que jamás podrán borrar el impacto de ‘What Is Love’ de Haddaway en sus vidas, aunque en aquel momento probablemente no lo sepan.

La pregunta es si hay algo más, desde el punto de vista cinematográfico. Anthony Marciano consigue plenamente la recreación de una película para «sentirse bien» de estilo noventero en una gran primera mitad. Y lo hace con una serie de gags entrañables, románticos y divertidos, que incluso en sus momentos más salvajes recuerdan la existencia de ‘Jackass’. El guión logra una gran empatía con el público melómano a medida que los jóvenes se enfrentan al efecto 2000 o a la victoria de Francia en el Mundial. En busca de una película ligera y desenfadada, se han eliminado del montaje referencias a los atentados del 11-S o a los de Le Bataclan, muy acertadamente.

Después, las cosas se complican. De manera innecesaria el montaje de Marciano se va alejando de la verosimilitud para dejar ver todas sus trampas en una segunda parte excesivamente almibarada, empeñada en apostar por la supervivencia más increíble del amor. No es el país de Gainsbourg el más creíble para defender el amor cortés, tímido y recatado, y uno no puede creerse que después de todas las comedias y proverbios de Éric Rohmer, los personajes de Matt y Emma encuentren tantos impedimentos para comunicarse a lo largo de los años. Lejos de un guión ambicioso e hiperrealista de Richard Linklater, y tampoco lo suficientemente cerca de una comedia romántica de Meg Ryan, ‘Play’ habría sido un poquito mejor si hubiera postulado más claro qué quería ser. 7.

Bright Eyes / Down in the Weeds, Where the World Once Was

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Todo el mundo daba por hecho que, aunque nunca lo manifestaron abiertamente y hayan mantenido su amistad todo este tiempo (de hecho, Conor Oberst y Mike Mogis siguen siendo vecinos en su natal Omaha), ‘The People’s Key‘ era el último disco de Bright Eyes. No hubo declaraciones grandilocuentes que buscaran la complicidad con la robusta base de fans que construyeron, en los márgenes de lo underground y lo comercial, en el extraño panorama musical del cambio de siglo. Simplemente cada uno siguió su camino: Oberst, con sus numerosos discos solo o en compañía de otros (Monsters Of Folk, Better Oblivion Community Center); Mogis, con sus producciones para First Aid Kit o el Dev Hynes pre-Blood Orange, y sus bandas sonoras de películas indies con Nate Walcott, la tercera pata del trío. Y, casi con la misma tranquilidad y ausencia de dramatismo, ahora, cuando cumplen 25 años como banda, vuelven sin más y publican un nuevo disco.

A los tres les iba bien –especialmente a Oberst– como estaban, así que ¿por qué volver? Conor confiesa que fue una especie de ataque de nostalgia, instigado por varias cosas diferentes: la situación de confusión, miedo y desapego de su país por la era Trump, fue una; la separación de su ya ex-mujer, Corina Figueroa Escamilla, tras siete años de matrimonio, la otra; y la tercera fue la muerte de su hermano Matthew en 2016 (tenía 42 años) debida a una ingesta excesiva de alcohol. Todo el disco está dedicado a él, y simboliza la salida de una etapa personal muy difícil para Oberst (plasmado en el tándem ‘Ruminations‘/’Salutations‘)en la que el primer paso fue su disco del año pasado con Phoebe Bridgers. Su búsqueda de cosas más sencillas le llevó a reunirse con Mike y Nate para grabar un nuevo disco… aunque confiesa que su acuerdo con Dead Oceans incluye otro más, por lo que este tampoco será el último de Bright Eyes.

Esa nostalgia del pasado se traduce musicalmente en ‘Down in the Weeds, Where the World Once Was’, este nuevo disco, como un recorrido por las múltiples facetas de Bright Eyes a lo largo de los años. La psicodelia de ‘The People’s Key’, la tradición orquestada de ‘Cassadaga‘ (2007), la electrónica expansiva de ‘Digital Ash in a Digital Urn’ (2005), el folk setentero de ‘I’m Wide Awake, It’s Morning’ (2005), la imprevisibilidad entre lo íntimo y lo iracundo de ‘Fevers and Mirrors’ (2000)… todo ello tiene su cuota de protagonismo en el décimo disco de estudio del trío. Pero, en este caso, esas facetas fluyen sin barreras entre sí. En ese sentido, sorprende encontrar que el disco con el que mayor conexión presenta ‘Down in the Weeds, Where the World Once Was’ es el extraño y a la vez complaciente ‘LIFTED Or the Story Is in the Soil, Keep Your Ear to the Ground’ (2002).

‘Down in the Weeds, Where the World Once Was’ parte –como ocurría en aquel disco con ‘The Big Picture’– con un punto insólito, sorprendente. En este caso, una intro lisérgica –y no es un decir: la canción contiene un diálogo entre Corina y la madre de Conor, ambas puestas de setas– titulada ‘Pageturners Rag’: presentada en español por su ex, introduce la actuación de un grupo llamado Your Most Vivid Nightmares («Tus más vívidas pesadillas») y, entre pianos jazzísticos, supone un homenaje al bar de música en directo que Conor co-fundó en Omaha y que la Covid-19 se ha llevado también por delante. A partir de ahí, la cosa se pone seria con ‘Dance and Sing’, una canción de folk rock marca de la casa Oberst que, entre preciosos y envolventes arreglos de cuerda (la parcela de Walcott), banjos, épicos coros fantasmales (Jesca Hoop es una de las voces más recurrentes) y truquitos tecnológicos varios (cosa de Mogis), alude a la asunción de la pérdida y de que, ante la crueldad de la vida, «todo lo que se puede hacer es bailar. Y cantar».

Salvo casos muy puntuales –la coqueta indietrónica de ‘Pan and Broom’ –cuya melodía, de forma insospechada, evoca por momentos a la de ‘Yo no te pido la luna’– y el minimalismo pianístico de la esquiva ‘Hot Car in the Sun’–, esa es la constante estilística de un álbum que tiende a lo compacto en lo sonoro, una homogeneidad en la que tiene lo suyo que ver el hecho de que hayan ejercido como base rítmica en la grabación del álbum nada menos que Flea (sorpresa: la conexión está en que Walcott es músico para Red Hot Chili Peppers en sus giras) y Jon Theodore (batería de Queens Of The Stone Age). Su contundencia sobresale en unos cuantos momentos, como ese puente desbocado, entre metales, de ‘Mariana Trench’. Apenas se desmarcan de esa línea y, así las cosas, apuestan todo a la inspiración de Conor.

Por momentos se impone la espectacularidad formal a la capacidad para emocionar: ‘Forced Convalescence’, ‘Just Once in the World’ o ‘Comet Song’, siendo objetivamente buenas canciones, no son particularmente memorables, llevándose la palma el crucial opus ‘To Death’s Heart (In Three Parts)’: lo sublime y el arqueo de cejas se suceden por segundos, si bien congela la referencia a los atentados de París de 2015 («Hay cuerpos en Bataclan y música en el aire»). Pero en general Oberst, sin duda uno de los autores más personales y dotados de su generación, vuelve a dar muestras de su talento con canciones tan inapelables como ‘One and Done‘, ‘Stairwell Song’, ‘Persona Non Grata‘ (pocas veces uno se había alegrado tanto de escuchar gaitas en una canción) o la maravillosa ‘Calais to Dover’, una canción de esas que ponen un nudo en la garganta. El regreso de Bright Eyes les muestra imaginativos y en buena forma, y, como ha sucedido con la mayor parte de sus adelantos, ‘Down in the Weeds, Where the World Once Was’ crece con las escuchas pese a cierta frialdad inicial.

Calificación: 7,3/10
Lo mejor: ‘One and Done’, ‘Calais to Dover’, ‘Stairwell Song’, ‘Mariana Trench’, ‘Persona Non Grata’
Te gustará si: creciste con el indie rock de los 2000, pero has evolucionado.
Escucha:Mariana Trench

Sarah Harding de Girls Aloud informa de que tiene cáncer

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Sarah Harding de Girls Aloud ha informado de que tiene cáncer a través de las redes sociales. En un post compartido en Instagram, indica que el cáncer de mama que se le diagnosticó hace meses se ha extendido a otras partes de su cuerpo, por lo que se está sometiendo a tratamiento. Cuenta: «espero que estéis a salvo y bien en estos tiempos tan inciertos. No he escrito nada desde hace mucho, gracias a todos los que os habéis preocupado por mí, significa muchísimo. Creo que ahora es el momento de compartir lo que ha estado pasando. No hay manera de decir esto y de hecho ni siquiera parece real, pero ahí va».

Continúa: «a principios de este año fui diagnosticada con cáncer de pecho y hace un par de semanas recibí la noticia devastadora de que el cáncer ha avanzado a otras partes de mi cuerpo. Ahora mismo estoy recibiendo sesiones de quimioterapia semanales y estoy luchando tan duro como puedo. Entiendo que puede ser un shock leer esto en las redes sociales y realmente esa no es mi intención. Pero esta semana se ha dicho online que había sido vista en el hospital, así que siento que ahora es el momento de dejar a la gente saber lo que está pasando y esta es la mejor manera en que se me ocurre hacerlo». Sarah termina su mensaje con unas palabras de agradecimiento para su madre y los médicos de la salud pública que la están apoyando. «Estoy haciendo todo lo que puedo para mantenerme optimista y os mantendré informados de cómo voy. Mientras, espero que comprendáis y respetéis mi vida privada en este momento tan difícil».

Curtidas en el Popstars de Reino Unido en 2002, Girls Aloud terminaron siendo uno de los grupos de chicas más exitosos de todos los tiempos de dicho país, sobre todo dentro de las islas, donde llegaron a publicar 5 discos platino o multiplatino y a acumular una buena retahíla de top 10 (2 docenas de ellos, nada menos). Llegaron incluso al número 1 temas como ‘I’ll Stand By You’, ‘Sound of the Underground’, ‘Walk this Way’ con Sugababes o el estupendo ‘The Promise’. Muchas de sus canciones quedaron en el puesto 2, como fue el caso de su mayor hit de la era streaming, ‘Love Machine’. Muchos de sus éxitos llevaron el distintivo sello del equipo creativo de Xenomania. En solitario, ha destacado especialmente la carrera de Cheryl Cole y al menos durante un álbum Nicola Roberts, muy querida por aquí, mientras Sarah solo publicaba en solitario en 2015 el EP y el single ‘Threads’, tras haber pasado una mala racha de alcoholismo y depresión.

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Hi everyone, I hope you are all keeping safe and well during these uncertain times. I’ve not posted on here for so long, thank you to everyone who has reached out to check in on me, it really does mean a lot. I feel now is the right time to share what’s been going on. There’s no easy way to say this and actually it doesn’t even feel real writing this, but here goes. Earlier this year I was diagnosed with breast cancer and a couple of weeks ago I received the devastating news that the cancer has advanced to other parts of my body. I’m currently undergoing weekly chemotherapy sessions and I am fighting as hard as I possibly can. I understand this might be shocking to read on social media and that really isn’t my intention. But last week it was mentioned online that I had been seen in hospital, so I feel now is the time to let people know what’s going on and this is the best way I can think of to do so. My amazing mum, family and close friends are helping me through this, and I want to say a thank you to the wonderful NHS doctors and nurses who have been and continue to be heroes. I am doing my very best to keep positive and will keep you updated here with how I’m getting on. In the meantime I hope you’ll all understand and respect my request for privacy during this difficult time. Sending you all so much love….xx

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De la broma viral de Najwa a la aventura nipona de Hinds, en Sesión de Control

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Nueva edición de nuestra Sesión de Control, sección dedicada a repasar las novedades más destacadas del panorama alternativo de nuestro país y Latinoamérica. Al final del artículo encontrarás la playlist de Spotify de esta sección que se renueva quincenalmente. [Foto exterior: fotograma de ‘Artículo primero’ de Chaqueta de Chándal; foto interior: Hinds & CHAI]

Habida cuenta de la baja actividad del mes de agosto, vuelve esta sección un mes después (o casi) con escasas novedades en el plano de álbumes y EPs. Destaca ‘Andévalo’, el primer álbum de Beladrone, trío sevillano integrado por ex-miembros de Tannhäuser o Blacanova que muestran sus credenciales de noise rock con ascendente shoegaze, siguiendo el impulso de su celebrado single ‘La flecha’. Junto a este, están disponibles el primer disco largo de Odina, proyecto de la artista barcelonesa afincada en UK Blanca Romeo y el EP debut del joven cuarteto madrileño con vena punk (aunque proceden de proyectos tan heterogéneos como Noise Nebula y Homegirl) Carrera, junto a mixtapes del ámbito de la nueva escena del rap y aledaños como Juicy BAE y el chileno Gianluca. También sobresale un split-single del dúo Cala Vento intercambiando versiones con el mexicano Kill Aniston.

Más movidito se presenta el panorama de próximos lanzamientos: se habla y se adelantan singles de los nuevos discos de Sidonie, Nueva Vulcano (‘Ensayo’ se publica el 18 de septiembre y tiene ya fechas de pre-presentación previstas en Barcelona –27 de agosto, Castillo de Montjuïc– y Madrid –8 de septiembre, Tomavistas Extra–), Yung Beef –que ha anunciado dos mixtapes simultáneas, ‘Sonrisas’ y ‘Lágrimas’–, Gepe, Alice Wonder, Burrito Panza, Mirémonos, El Meister (ya sabéis, el proyecto de Javier Vielba de Arizona Baby), los argentinos Bestia Bebé, Instituto Mexicano del Sonido o Sofia Coll… si bien casi nadie parece comprometerse con fechas concretas, dadas la incertidumbre en la que nos tiene inmersos a todos la pandemia de Covid-19.

Junto a esos temas destacan, y mucho, nuevas canciones de Carmen Boza, Tomasito, los personales Sweet Barrio, Juancho Marqués, Ximena Sariñana, los siempre divertidos e irreverentes Chaqueta de Chándal, Pole. –la estrella del nuevo rap que, dejando la autogestión para fichar por Sony, sorprende con el funk bailable de ‘Camerino‘–, la talentosa pero aún no suficientemente reconocida Paranoid 1966, María Sioke, Alien Tango, la interesante artista argentina Lucía Tacchetti, que recientemente colaboraba con Casero (que a su vez nos ha encandilado con un nuevo tema, ‘Soy el verano’), el tándem FLUYE (integrado por nombres de la escena urbana como Quaiko y Macías) o la promesa venezolana Reina Leona (con una ‘Máscara’ en la que cuenta con nada menos que Walshy Fire, de Major Lazer).

Además, sobresalen la sorprendente colaboración de las madrileñas Hinds con el cuarteto nipón CHAI (con un himno que ensalza el poder de las chicas rockeras unidas), una descacharrante canción que Najwa se ha sacado de la manga (ojo a ese «A dos metros hay que estar / ¿Cómo vas a perrear?») a partir de un meme viral de TikTok, la actualización que el interesante dúo indie rock Chef Creador hacen de un tema suyo de 2018 o la adaptación a la era del coronavirus que Los Koplowitz hacen de ‘International Dateline’ de Ladytron y, con la colaboración de Zaida Carmona (Papa Topo), transformándola en ‘La nueva normalidad’.

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Juanes vuelve a exprimir su vena alternativa en ‘Vía Láctea’

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Entre las novedades que os hemos presentado esta semana en «Ready for the Weekend«, un Juanes medio irreconocible. El cantante colombiano publicaba el año pasado un álbum llamado ‘Más futuro que pasado’ bastante orientado a la música tradicional latina y también al reggaetón, con colaboraciones con gente como Sebastián Yatra. Este nuevo tema llamado ‘Vía Láctea’, en cambio, no tiene nada que ver.

Se trata de una colaboración realizada para un tributo a la banda Zoé, una de las más exitosas de México, pero en ella el artista ha huido de la vena post-punk de la original para convertirla en algo completamente nuevo, muy distinta también a la revisión que hicieron Dorian junto a los propios Zoé en su momento. Con un punto psicodélico y cósmico no tan alejado de Tame Impala y los artistas que influyeron a estos, de repente ‘Vía Láctea’ suena como una vieja grabación de finales de los años 60, haciendo por otro lado honor a su nombre, pues el espacio y el cosmos era una de las temáticas preferidas en el pop de la época, como sabían lo mismo Syd Barrett que David Bowie. Juanes, de hecho, tiene su currículum vitae como avistador de ovnis.

Juanes ha concedido algunas entrevistas para hablar de cómo creó esta versión, donde ha indicado que “el rock siempre ha estado en su ADN, lo mismo que la música latina o el bolero”. Fue el managemente de Zoé quien el año pasado le pasó 3 o 4 canciones del grupo, y Juanes decidió escoger esta porque “le atrapó la letra” y “sintió una conexión” con ella. Escuchó varias veces la versión original y la del MTV Unplugged, grabó en su casa guitarra, voz y programación y después se la pasó a Sebastián Krys (famoso por aquí por su trabajo con Lori Meyers y Fangoria, pero sobre todo con artistas latinos), quien invitó a tocar la batería a un músico de The Clash y Elvis Costello, Pete Thomas. Y la mención a The Clash no es baladí si atendéis a la mencionada versión «unplugged» de los propios Zoé, bajo estas líneas.

Juanes, que ha subrayado también la importancia de bandas como Café Tacvba y Soda Stéreo, ha querido volver con esta producción al sonido que tenía “hace 4 o 5 discos”. ¿Se refiere quizá a ‘P.A.R.C.E.’, el disco en el que cambiaba a Gustavo Santaolalla por Stephen Lipson, y que se presentaba con un single tan arriesgado o al menos tan distinto a ‘La camisa negra’ como ‘Yerbatero‘? ¿Quizá a ‘Mil pedazos’, uno de los temas que presentaba ‘Loco de amor’ (2014) hace tres discos más bien? ¿Pero cuándo ha sonado Juanes tan lisérgico?

El tema, que formará parte del disco de tributo a Zoé llamado ‘Reversiones’, ha tenido reacciones encontradas entre los seguidores de uno y de otro, pero engrosa la lista de grabaciones interesantes que nos ha dejado Juanes. Y ojo porque la lista es larga: desde su colaboración perdida con Kali Uchis, a la estupenda ‘Pa dentro’ pasando por el día en que nos introdujo a la mismísima Mon Laferte.


‘Hawái’, entre playlists, prensa rosa y deportiva y citas a «Instagram», puede ser el mayor hit de Maluma

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Maluma ha publicado esta semana más o menos por sorpresa su nuevo disco, el larguísimo ‘Papi Juancho’. Uno de los singles lo conocíamos hace unas semanas bajo el nombre de ‘Hawái’ y está siendo uno de los mayores pelotazos de su carrera a nivel global: está en el puesto 3 de la lista mundial de Spotify y no va a bajar de ahí precisamente tras haber sido añadido a «Today’s Top Hits», la playlist más seguida de todo el mundo. En otras palabras, se está codeando con ‘WAP’ de Cardi B y Megan Thee Stallion, ‘Dynamite’ de BTS y superando a lo nuevo de Drake.

¿Puede terminar habiendo «sorpasso» respecto a los 700 millones de streamings que acumula en esta plataforma su himno del poliamor ‘Felices los 4’? La aparición del cantante colombiano este fin de semana en los Video Music Awards de la MTV pueden ser una vía para conseguirlo.

‘Hawái’ es la típica canción arrogante y creída hecha por alguien que o bien se sabe todavía deseado por una ex o bien no asume que el pasado, pasado está. Hay cierta toxicidad en esa letra («la relación se está volviendo tóxica» es lo primero que escuchamos en su videoclip), pero como canción de despecho a la antigua no tiene parangón, lo que explica su éxito, pues incluso arriesga su atemporalidad por centrar todos sus dardos en la falsa felicidad que rezuma Instagram. Ella se dedica a postear fotos tan feliz en esta red social junto a su nueva pareja, pero él no se cree nada. Todo bordea peligrosamente la línea del acoso, pero ojo porque la misma polémica rodeó a la mismísima ‘Hello’ de Adele.

Recreándose en frases como “muy lindo en Instagram lo que posteas / pa que yo vea cómo te va de bien / pero te haces mal / porque el amor no se compra con na’” y tan atrevidas como «Miéntele a todos tus seguidores / Dile que los tiempos de ahora son mejores», el tema es un reggaetón bastante clásico, pero más orientado al pop y con alguna virguería añadida por aquí y por allá por The Rude Boyz, como comentaba ya hace unas semanas nuestro compañero Rául Guillén. El propio Maluma ha relatado que no la entiende como un reggaetón más porque el reggaetón de siempre le «aburre»: «Esta es una de mis canciones favoritas. Fue escrita en un campamento de canciones en Hawaii. Luego la canción llegó a Edgar Barrera (la mano derecha de Maluma, co-autor de prácticamente todo lo que toca). Me enamoré del coro de introducción y escribí el verso. Cuando terminé de grabar llamé a mi manager y le dije: “Muchachos, tengo el primer sencillo”. Y ese fue el comienzo de este proyecto de «Papi Juancho». Fue una de las pocas canciones que grabé antes de Covid. Y es una canción muy real, muy del corazón, con buenas letras, y buen contenido. La verdad es que me aburro del mismo reggaetón de siempre. Es bueno agregarle contenido lírico a las canciones».

Por si hubiera pocas armas aquí con las que conquistar las listas, entre mentiras de Instagram y ese vídeo telenovelero que usa una boda como recurso dramático a lo Mariah Carey en ‘We Belong Together’; ‘Hawái’ no ha dejado de aparecer en las últimas semanas en la prensa rosa y también en la prensa deportiva. La gente ha entendido que este single está dedicado a la ex de Maluma, la modelo Natalia Barulich, que últimamente ha sido vista con Neymar. El futbolista brasileño ha celebrado una victoria reciente con el Paris Saint Germain cantando ‘Hawái’ con sus compañeros, como puede verse en un vídeo recogido por ejemplo por Mundo Deportivo, lo que habría provocado el borrado del Instagram íntegro de Maluma. Algo que este ha desmentido, pues probablemente lo que estaba haciendo era llamar la atención sobre su nuevo álbum.

Es nada menos que el diario Marca quien informa del fin de todo el culebrón, resumiendo un «live» de Maluma en el que narraba que estaba muy agradecido al Paris Saint Germain por promocionar su canción, que no había terminado de mala manera su relación y que la inspiración de ‘Hawái’ no era nada real. «Con Neymar no tengo problemas, Soy muy pacífico. No me gustan los problemas. A mí no me gusta el drama de estar mandando indirectas. En Colombia somos criados de esa manera, si tenemos un problema lo enfrentamos con todos los poderes, sin miedo. Le deseo todo el éxito, es un crack (…) Y a los que han hecho los memes, están cabrones, están muy duros, síganlo haciendo».

‘In a Dream’ de Troye Sivan debería ser el gran hit del momento en TikTok

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Troye Sivan ha publicado esta semana un EP inspirado en una ruptura llamado ‘In a Dream’. El autor de ‘Bloom‘ ha venido presentándolo poco a poco, desvelando primero ‘Take Yourself Home‘, una canción con final sorpresa; y después el medio tiempo ‘Easy’. Y sin embargo, aún quedaban buenos temazos por desvelar en este lanzamiento de 6 pistas en el que una de ellas, eso sí, dura menos de un minuto, la llamada de manera muy llamativa ‘could cry just thinkin about you’). Foto: Tim Ashton.

La canción final es la titular. ‘In a Dream’ es un mar de contradicciones entre lo que nos dice y cómo nos lo dice. El bueno de Troye nos está contando lo duro que es ver a la persona deseada, esto es, el chico con el que ha roto, «en sueños». Pasamos de «pensé que sería obvio que no te aparecerías en sueños» a «pero sí te apareces en sueños, haciendo las cosas más duras». La música, en contraste, es todo euforia, explotando la vena de synth-pop ochentero que ya le escuchamos en singles de años pasados como ‘My, My, My’.

Tan seguidor de ‘Dancing on my Own’ de Robyn como de ‘In the Air Tonight’ de Phil Collins, Troye Sivan ha dado aquí con un excelente número de pop sintético que tiene su parte triste en lo lírico, pero en lo musical sabe aprovechar la comicidad de una de las frases, la de «coger un martillo» para aplastar «el teléfono», como método para olvidar a una persona de la que se huye poniendo tierra de por medio: «No dejaré volverte a entrar de nuevo / voy a cerrar con llave y esconder mi mierda / porque mi espíritu se está desgastando / y tengo mucho que dar».

La melancólica melodía encuentra bajo la producción de Oscar Görres, quien además de co-escribir ha tocado guitarra, bajo y batería (y hay una sección acústica muy destacada), un poderoso manto con un momento cumbre muy destacado: ese puente instrumental tras el estribillo, algo zonzo, que sirve como irresistible gancho y que tiene la duración ideal para lucirse en TikTok: 5 segundos en su primera aparición, 10 en la segunda, y 10 en la tercera y última. De momento los usuarios de esta red social en guerra con Trump que sí están rendidos al «challenge» de ‘In a Dream’ parecen haberse decantado por otro momento de la composición (cuando vuelve la voz de Sivan tras el parón del final), muestra de que el tema esconde su potencial en varios puntos y sentidos.

Con ‘In a Dream’, Troye Sivan consolida una carrera en ascenso pese a que las listas de éxitos no le estén sonriendo como a otros artistas. Más en la escuela de conformar una modesta pero fiel base sólida de fans, como su amiga Charli XCX o su admirada Robyn, que en la liga de su colega en ‘Dance to This’ Ariana Grande, con este EP ha sumado al menos 3 excelentes canciones dignas de aparecer bien arriba en un futuro «greatest hits» o para siempre en una playlist «This Is Troye Sivan».

Lo mejor del mes: