Desde que en 2017 publicaran ‘Hardwired… to Self-Destruct‘, Metallica no han dejado de girar por todo el mundo, incluyendo nuestro país: en 2018 llenaron rápidamente 3 fechas en recintos de aforo medio de Madrid y Barcelona, regresando este año a dos estadios de las mismas ciudades, con éxito similar. Pero ahora, cuando se disponían a acometer el tramo de Australia y Nueva Zelanda de este tour, deben parar.
Así lo han anunciado públicamente con un comunicado en su web y redes sociales, y las razones no son precisamente el cansancio. Parece ser que su vocalista y guitarrista, James Hetfield, ha recaído en sus adicciones al alcohol y otras drogas. «Como la mayoría de vosotros probablemente sabéis, nuestro hermano James ha estado luchando intermitentemente contra la adicción durante muchos años. Ahora él, desafortunadamente, ha tenido que volver a un programa de tratamiento para recuperarse de nuevo», dicen, añadiendo que tratarán de reorganizar la gira por Oceanía en cuanto «la salud y la agenda» lo permitan.
Las adicciones de Hetfield fueron retratadas en el documental sobre el grupo ‘Some Kind of Monster‘ (2004), sometiéndose después a una terapia de desintoxicación que, según él mismo afirmó en 2017, le había mantenido sobrio durante 15 años. Ojalá que vuelva a solventar ese problema en breve y él y Metallica retomen su actividad pronto.
Hace unos días se anunciaban las nominaciones a los premios Grammy Latinos 2019, con la relativa sorpresa (y alegría) de encontrar a Rosalía entre los artistas más nominados, casi a la par del omnipresente Alejandro Sanz. Pero, repasando las distintas categorías y los premios principales, llamaba la atención no encontrar en las listas de estos últimos a un artista como Bad Bunny, que ha marcado un hito en los mercados latinoamericanos (y también anglosajones) al publicar a finales de 2018 su debut largo ‘X 100PRE‘, que además de haber sido un éxito global es un disco notable.
El puertorriqueño no está, sin embargo, en categorías como Álbum del Año, donde ‘El Mal Querer’ compite con discos de pop, como ‘#ELDISCO‘ o los de Luis Fonsi y Ximena Sariñana, con Rubén Blades representando la salsa y Andrés Calamaro el rock. Y queda relegado a las categorías urban, donde en realidad hay un poco de todo, desde el pop comercial de Anitta y De La Ghetto al dancehall-pop, a lo Ozuna, de Sech y Feid. Tampoco aparece en Grabación del Año ni en Canción del Año, relegando ‘Tenemos que hablar’ junto a Daddy Yankee a la categoría Mejor Fusión. Ni siquiera aparece en Mejor Canción Urbana, donde sí está J Balvin –que compite consigo mismo con ‘Caliente’ y ‘Con altura’–. Pero no hay rastro de nombres como Maluma, Anuel AA o Karol G, autores de varios éxitos este año. Y Ozuna, que arrasaba en los últimos premios Billboard Latinos, apenas asoma con ‘Baila baila baila’.
Esto ha supuesto un manifiesto descontento por parte de estos y otros artistas del ámbito del reggaeton, que entiende que estos premios están discriminando al género, a pesar de que la industria sí goza al máximo con los beneficios y atención que sus canciones y discos aportan. Precisamente esos artistas, encabezados por dos de los nombres que sí optan a premio, Daddy Yankee y J Balvin, han lanzado no ya un boicot pero sí una protesta pública –a la que se han sumado los citados Maluma y Anuel AA, además de Natti Natasha– bajo el hashtag #sinreggaetonnohaylatingrammy por lo que consideran una falta de respeto: «A pesar de estar nominado, no estoy de acuerdo de la manera que trataron al género y a muchos de mis colegas. Recuerden una cosa muy importante, su plataforma no fue la que creó este movimiento. Esto va más allá de un premio. Esto es cultura, credibilidad, pertinencia y RESPETO», dice el puertorriqueño.
Esto ha provocado la crítica de muchos, que consideran que el reggaeton puede quejarse de su supuesta ausencia en estos premios mucho menos que otros géneros musicales. El periodista español Arturo Paniagua, por ejemplo y tras bromear con que Balvin estaba «secándose las lágrimas con billetes de 100 dólares», les decía: «¿Quieren que los nominen? Cuenten otras historias, innoven en la producción, ábranse a otros géneros. Todo eso se puede conseguir manteniendo el espíritu festivo. Y menos lloros, que en esas 51 categorías hay artistas que ya querrían la popularidad y la visibilidad que tienen ustedes». Más vehemente era Residente –al que recientemente veíamos, precisamente con Bad Bunny, liderando protestas contra el ex-presidente de Puerto Rico, ya dimitido–, emitiendo un vídeo en el que se burlaba sardónicamente de la queja.
Ante estas críticas, el colombiano J Balvin no ha querido dejar las cosas así, y ha subido un vídeo en el que da explicaciones más pormenorizadas de su protesta y aboga por crear más categorías y que sean votadas por personas especializadas: «No estamos diciendo que no importan los otros géneros y artistas. Lo que queremos decir es que utilizan nuestro poder mediático (…), lo cual no quiere decir que sea mejor música, mejor producida o mejor escrita, pero sí tenemos una historia en la que (el reggaeton) ha sido denigrado. Donde le dicen «urbano», (lo) dejan tan abierto (…) Al final toda la música es urbana, porque viene de una historia, espacios, culturas. No estoy de acuerdo con utilizarnos para el rating y después no llevarnos lo que nos merecemos en nuestras categorías. Estos no son unos premios del que más vende, los que más streaming tienen, los que el pueblo más quiere… pero hay una realidad. Pero los que están votando dentro de las categorías tienen que conocer qué es reggaeton, qué es trap, qué es un buen álbum de reggaeton, qué es un buen álbum de trap. Porque una persona que sepa mucho de salsa puede no tener las condiciones para saber qué es un buen álbum de reggaeton».
Horas después, la Academia Latina de la Grabación que organiza los Latin Grammy respondía con un comunicado recogido por algunos medios. Ellos se escudan en que los nominados responden a una votación de los miembros de la Academia, y que esta no influye en sus votos. Añaden que respetan y admiran «a todos los géneros que componen el mundo de la música latina», asegurando que la Academia lideró la tarea de reconocer al «reggaeton (música urbana)» en varias categorías, adaptándose a la evolución de la música». Y, para finalizar, invitan «a los líderes de la comunidad urbana/reguetonera a involucrarse con la Academia, participar en el proceso, y participar en debates que mejoren la Academia».
Lo cierto es que, aunque se hagan chanzas y parezcan –con toda la paradoja que conlleva eso– problemas del Primer Mundo si no una pataleta de niños ricos, esto abre un debate interesante sobre la cultura hispana en América. Porque, recordemos, hace poco suscitaba polémica el hecho de que Rosalía (con precisamente J Balvin) ganara el premio al “Mejor vídeo latino” por ‘Con altura’. Y el mundo se pregunta ¿cómo se dirime lo que es y lo que no es “latino”? ¿Lo latino es un género en sí mismo? Así se extrae de ese tótum revolútum que, quizá, ha dejado de tener sentido… si es que alguna vez lo tuvo.
¿Quieren que los nominen? Cuenten otras historias, innoven en la producción, ábranse a otros géneros. Todo eso se puede conseguir manteniendo el espíritu festivo. Y menos lloros, que en esas 51 categorías hay artistas que ya querrían la popularidad y la visibilidad que tienen uds
Keane han vuelto tras un descanso de 7 años que no ha sido exactamente tal en lo personal, pero durante los cuales diversos artistas les han reivindicado, notablemente Lily Allen, cuya versión de ‘Somewhere Only We Know’ para una campaña navideña alcanzaba el número 1 en Reino Unido en 2013 cuando la original solo había sido top 3, y la ganadora del Grammy a Álbum del año Kacey Musgraves, que ha cantado este tema varias veces en directo, dejando junto al propio Tom Chaplin una actuación que pone los de punta.
Sin expectativas de que ‘Cause and Effect’ vaya a suponer un gran «comeback» comercial para Keane, que llegaron a vender 6 millones de copias de su debut, al menos el álbum sí representa una mejoría respecto a ‘Strangeland‘ sin dejar de ser otro disco de Keane. Los problemas personales de Tim Rice-Oxley han inspirado las canciones del largo esta vez y su secuencia narra claramente una historia, la de su divorcio (‘You’re Not Home’ habla de una casa vacía) hasta el encuentro de un nuevo amor (‘Chase the Night Away’), pasando por algún que otro episodio de autodestrucción (Rice-Oxley fue detenido en 2014 tras sufrir un pequeño accidente de tráfico al conducir ebrio, pasó varias horas en una celda y de eso habla ‘Strange Room’). Tom Chaplin vuelve a ser un intérprete perfecto para estas canciones de desamor, sufrimiento y superación, hasta el punto que a veces parece que las letras las haya escrito él. Cuando en ‘Threads’ canta “quizá se acabó nuestro momento, perdóname, recuerda que soy un buen hombre, no me odies, estaba enamorado y colgando de un hilo”, es difícil no conmoverse.
Ambos hacen muy buen equipo. ‘The Way I Feel’, menos personal pues habla sobre los efectos de la fama en general, es otro estupendo single de Keane, mientras ‘Love Too Much’, inspirada en Ariana Grande como nos ha contado Rice-Oxley en una entrevista, aunque nunca lo dirías, es uno de sus temas más «radio-friendly»; pero el disco encierra sorpresas. La intro de ‘You’re Not Home’ está inspirada en ‘San Jacinto’ de Peter Gabriel, pero podría estarlo en ‘Vespertine‘ de Björk, y similar por estructura es ‘Put the Radio On’, que empieza con una primera parte ligeramente psicodélica para después romper en una emocionante segunda mitad que parece buscar el dramatismo de una balada de ABBA. Tras el precioso outro de ‘Strange Room’, canción en la que Rice-Oxley dialoga con un oficial desde su celda tras haber sido detenido, el álbum pierde fuelle melódico aunque remonta en la esperanzada ‘Chase the Night Away’, pero las letras siguen siendo interesantes como demuestra ‘Stupid Things’: su estribillo, que enumera una serie de excusas absurdas, líricamente está muy bien construido y no puede sonar más sincero. Es imposible no empatizar con Rice-Oxley llegados a este punto y desearle buena suerte, la que afortunadamente encuentra hacia el final del disco.
Calificación: 6,5/10 Lo mejor: ‘The Way I Feel’, ‘Love Too Much’, ‘Put the Radio On’, ‘Strange Room’ Te gustará si te gusta: mucho Keane, los primeros Coldplay, Travis… esas cosas Escúchalo:Spotify
‘Creedme’, emitida por Netflix, tenía muchos ingredientes para ser una de las grandes series de la temporada. Empezando por el material de partida. ‘An Unbelievable Story of Rape’ es una investigación sobre los errores policiales en los casos de violaciones con la que los periodistas T. Christian Miller y Ken Armstrong ganaron el Pulitzer en 2016. El artículo fue publicado en internet por la organización sin ánimo de lucro ProPublica, y luego adaptado en forma de podcast con el título ‘This American Life’, y como libro, ‘Creedme’, publicado en España por Libros del K.O.
Luego están las creadoras de la serie: la guionista Susannah Grant, nominada al Oscar por ‘Erin Brockovich’, quien también dirige dos episodios; la escritora Ayelet Waldman, conocida por la novela ‘El amor y otros imposibles’ (Umbriel) y el polémico ensayo ‘Qué día más bueno. Tomar LSD en microdosis me cambió la vida’ (Reservoir Books); y su marido, el reputado novelista, también ganador del Pulitzer, Michael Chabon (‘Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay’, ‘Chicos prodigiosos’). Y, por último, la pareja de directores, Lisa Cholodenko (‘Los chicos están bien’, ‘High Art’) y Michael Dinner (‘Masters of Sex’, ‘Justified’), de probada solvencia; y su estupendo trío de actrices protagonista: la prometedora Kaitlyn Dever (‘Súper empollonas’, ‘Las vidas de Grace’), la secundaria de lujo Merritt Wever (tiene dos Emmy por ‘Nurse Jackie’ y ‘Godless’) y la conocida Toni Collette.
Sin embargo, a pesar de todos estos mimbres, ‘Creedme’ no es la gran serie que podría haber sido. Por dos razones principalmente: una dirección demasiado plana, sin personalidad, “televisiva” en el peor sentido del término (el capítulo final se acerca demasiado a las estrategias narrativas y la caligrafía visual de un añejo telefilme de sobremesa); y un discurso que, por muy necesario que sea, en ocasiones parece grabado con un buril en muchas de las secuencias de la serie. El mensaje está demasiado subrayado y expuesto con poca sutileza, con algunos diálogos que parecen escritos para instruir al espectador en vez de para que los personajes se comuniquen de forma verosímil.
Aun así, ‘Creedme’ es una serie bastante recomendable. También por dos razones. La primera es su fabuloso pulso narrativo. La serie está estructurada en dos tramas situadas en diferentes tiempos y lugares, que avanzan en paralelo de manera muy fluida: una más dramática, en la que se narra el caso de una violación y se denuncia la cultura de la duda que rodean estas acusaciones (esa cultura tan presente en la actualidad y de la que tanto rédito político sacan formaciones como Vox, que quieren hacer creer que hay colas de mujeres en las comisarias poniendo denuncias falsas); y otra más policíaca, en la que se describe de forma minuciosa la investigación que emprende una detective (fabulosa Merritt Wever) y su posterior colaboración con otra policía (una algo afectada Toni Collette).
La segunda razón es su sincera perspectiva de género. ‘Creedme’ no es un drama criminal “feminizado” de forma artificial en un despacho de Hollywood, de esos que simplemente cambian el género de los protagonistas por cuestiones de “tendencias” de mercado. La serie está llena de detalles que delatan la presencia de una mirada femenina (y feminista) detrás de la cámara: desde el propio tratamiento visual de las violaciones y la atención a la experiencia de las víctimas, hasta la inclusión de escenas tan aparentemente triviales pero tan significativas como la de la mirada intimidatoria de un hombre en la barra de un bar. De hecho, gran parte de la eficacia del discurso de la serie reside en el contraste entre las dos formas de abordar un mismo hecho por parte de la policía: el distinto grado de importancia que se otorga a un caso de violación y a otro, los diferentes protocolos de actuación, los dispares niveles de empatía con las víctimas…
Gracias a estas virtudes, ‘Creedme’ trasciende las convenciones del drama social “necesario”, ese que enmascara su anorexia creativa poniéndose camisetas con lemas comprometidos, y se posiciona como un sólido drama policial capaz de alumbrar injusticias, sacudir conciencias y generar debates. 7.
Este viernes se ha estrenado la que, con mucha probabilidad, será una de las canciones más escuchadas de lo que queda de año, sino también del que viene. Y es que sumar a Cardi B y Post Malone –actual número 1 en USA con ‘Hollywood’s Bleeding‘–, dos de los nombres más prominentes de la actual escena rap-pop estadounidense es casi una garantía de éxito. Buena jugada la del marroquí –aunque establecido en Nueva York– French Montana, que ha unido a ambos en su nuevo single ‘Writing On The Wall’.
Así que no nos extrañaría lo más mínimo ver cómo esta canción copa los charts de Estados Unidos y quizá Reino Unido con relativa rapidez. Pero no solo por el tirón de la suma de sus partes –que también, y en la que también hay que contar la co-producción del jamaicano Rvssian–, sino porque tiene un potencial comercial más que evidente. Y es que, los tres MCs se desenvuelven de maravilla, cada uno con su estilo personal, sobre una base de ese dancehall-pop que lleva años explotando Drake y que no parece agotarse (al menos de momento). Esta vez, la producción del citado Rvssian –junto a Chasio y Louis Bell, autor de varios hits de Post Malone– es bastante seductora y elegante, con esa guitarra que va conduciendo el tema y que sirve en bandeja el gancho del tema, muy pop.
Quizá en una metáfora de cómo puede llegar a arrasar esta canción en las listas, el vídeo del tema presenta a los tres protagonistas convertidos en gigantes que, al más puro estilo Godzilla, no pueden evitar arrasar una metrópolis al campar a sus anchas por ella. El vídeo, co-dirigido por el propio Karim Kharbouch (que comienza mostrando su salto, literalmente, de un suburbio de Marrakech a Nueva York), es una mezcla de product-placement salvaje y escenas bastantes cómicas, como la de Cardi liándola parda con los helicópteros que la acechan… con un salto de cama sexy.
Nuevo viernes intenso, este último del mes de septiembre, para nuestra playlist Ready for the Weekend. Para nosotros, el lanzamiento de ‘Brujería‘, nuevo (y recomendado) trabajo de La Bien Querida, es el lanzamiento más importante de la semana… pero no el único. Pese a demorarse el ‘Jesus Is King’ de Kanye West, hoy se publican álbumes de Delafé, Lagartija Nick –que, como curiosidad, puede escucharse en streaming en una única pista–, Temples, The New Pornographers, Mourn, Tegan and Sara, Girl Band, el rapero DaBaby, Moon Duo –no confundir con Moon Vision, dúo catalán que también public hoy su debut largo– y David Hasselhoff, que lanza un (muy) sorprendente disco de versiones, ‘Open Your Eyes’. Además, Noel Gallagher’s High Flying Birds lanza su segundo EP de electrorock de la temporada y Marcelo Criminal lanza su primer disco para Sonido Muchacho. John Newman y Astrid S publican también trabajos de media duración.
En cuanto a singles, si bien la semana había sido discretita –apenas han destacado los nuevos temas de Manel, DJ Shadow, Mónica Naranjo, Don Patricio y Javier Corcobado, que estrenábamos en exclusiva–, hoy contamos con nuevas canciones de Maluma & J Balvin, French Montana feat. Cardi B & Post Malone, Diplo & Jonas Brothers, Nicki Minaj (que no se va, se queda, como Cristina Cifuentes), Maria Rodés, Broken Bells, Coque Malla, Mariana Montenegro (ex-Dënver), Foals, Meghan Trainor, Flume, Ariel Pink, White Lies, Ben Watt (el ex-EBTG anuncia nuevo disco), The Japanese House, Vincent Delerm, Vanessa Paradis, Boys Noize feat. Francis and the Lights, Gianluca feat. Javiera Mena, Madee (el grupo post-emo-rock de The New Raemon se reúne, 12 años después), Alizzz & MC Buzzz (venga zetas), Buscabulla, Galantis, H.E.R., Ïzia feat. Dominique A, Ortiga, Sticky M.A., Tei Shi (con Blood Orange), ELYELLA ft. The Prussians, Natalia Lafourcade (aportando versos sexuales en español a un tema de la canadiense Anjulie), los murcianos GLAS, Jimmy Eat World, Robin Thicke y muchos más.
Hoy también se publican dos de esas cajas mastodónticas: una, de The Beatles, que celebran el 50 aniversario de ‘Abbey Road’ con una edición Superdeluxe con tomas inéditas de estudio, demos, etcétera; y dos, una caja sumaria con todas las grabaciones de Los Nikis, incluido su EP de este año para Sonido Muchacho. Además, completamos la playlist con el avance de un disco póstumo de Harry Nilsson, la canción inédita que Christina Aguilera presta a la BSO de la versión animada de ‘La familia Addams’, la que canta Sam Smith con Renée Zellwegeren ‘Judy’, el avance de un EP conjunto de Cate Le Bon & Bradford Cox (Deerhunter) y una curiosa versión de ‘Glory Box’ a cargo de The Mynabirds.
Poco después de visitar grandes estadios en España, Billie Eilish ha anunciado un nuevo tour mundial para continuar presentando su excelente disco ‘When We All Fall Asleep, Where Do We Go?’. El tour comenzará el 9 de marzo en Florida y continuará por Estados Unidos y Canadá durante todo ese mes de marzo y abril, en mayo y en junio visitará Latinoamérica, y en julio será el turno de Europa.
La primera fecha será en España, pero curiosamente es el único caso de todo el póster en el que no se revela de qué ciudad se trata, lo que hace pensar que podría tratarse de un festival. El próximo concierto de Billie Eilish en España será exactamente el 9 de julio, día que comienzan tanto Mad Cool como Bilbao BBK Live.
No obstante, también podría tratarse de un concierto de Billie sola en algún tipo de recinto, como otros de la gira que ya se conocen, como el de cierre de esta nueva parte del tour en el O2 de Londres el 27 de julio, los del Manchester Arena, el Lanxess Arena de Colonia o el Ziggo Dome de Ámsterdam. En cambio, las fechas de Lisboa, Italia, Francia y Bélgica, serán en festivales, como informa el NME:
9 July 2020 Spain, TBC
10 July 2020 Lisbon, Portugal, NOS Alive (festival)
13 July 2020 Amsterdam, Netherlands, Ziggo Dome
14 July 2020 Berlin, Germany, Mercedes-Benz Arena
15 July 2020 Cologne, Germany, Lanxess Arena
17 July 2020 Milano, Italy, MIND (Area Expo) (festival)
18 July 2020 Paris, France, Lollapalooza (festival)
19 July 2020 Werchter, Belgium, Werchter Boutique (festival)
21 July 2020 Manchester Arena
22 July 2020 Manchester Arena
24 July 2020 Arena Birmingham
26 July 2020 London, The O2
27 July 2020 London, The O2
Además de cantante de Future Islands y por tanto intérprete de la gran ‘Seasons (Waiting on You)’, Samuel T. Herring es rapero. Lo era incluso antes de darse a conocer al gran público dentro de Future Islands como cualquier fan del grupo sabrá, y su alias de siempre parece el nombre de un escritor alemán de los años 30: Hemlock Ernst.
Tras publicar un EP con Madlib en 2015 y colaborar con gente como Clams Casino, Earl Sweatshirt o BadBadNotGood, Herring ha anunciado que su primer disco de rap en solitario, ‘Back at the House’, sale el 25 de octubre. Es una colaboración con el «beatmaker» californiano Kenny Segal, con quien Herring ya había colaborado, por ejemplo en el álbum de 2015 ‘So The Flies Don’t Come’.
‘Down’ es el primer avance de ‘Back at the House’ y promete sorprender a quien tuviera dudas de que Herring es un buen rapero. Su «flow» puede llegar a impresionar en ciertos puntos de la canción, sobre todo en los más rápidos (¿será Eminem una influencia?) mientras la base musical de la canción es mucho más elegante y sutil, pues se vertebra básicamente en un ritmo de hip-hop producido con batería y un arreglo de piano fragmentado. Herring, por cierto, aparecerá en el recién anunciado nuevo disco de DJ Shadow, concretamente en el tema titular.
‘Back at the House’:
01 North to South
02 Messy
03 Bless the Fire
04 Slabs of the Sunburnt West
05 Addicted Youth
06 Down
07 The One
08 Jargonne
09 Stone Soup
10 Back at the House
11 Less Unsettled
Hoy hace justo un año que salía al mercado ‘Shallow’, como adelanto de la banda sonora de la nueva versión de ‘Ha nacido una estrella‘, el debut en la dirección de Bradley Cooper con Lady Gaga como protagonista. La cantante terminaba nominada al Globo de Oro y al Oscar a la mejor actriz y, aunque se quedaba sin ninguna de las dos estatuillas, sí recibía algún que otro galardón como el Critics Choice compartido con Glenn Close, y sobre todo el cariño de la gente. La reconciliación con el público generalista, sin duda alguna, ha sido su mejor regalo.
Como ya apuntamos hace 11 meses en el artículo «Las 5 claves del éxito de ‘Shallow’«, en el que hablábamos de las razones por las que Lady Gaga estaba recuperando fans, una de las razones del éxito de la canción que subrayábamos era cómo se dirigía al público mayoritario. Su discografía ha tenido un par de destellos de genialidad como ‘Venus’ o ‘Perfect Illusion’ muy difícilmente comprensibles por el oyente casual, pero desde luego este no era el caso. En Forbes apuntaban que el 66% de las personas que acudieron al estreno de ‘Ha nacido una estrella’ en Estados Unidos eran mujeres, el 68% era mayor de 35 años y el 42% tenía más de 50 años. Nada que ver con el target comercial de ‘Applause’. Aunque seguramente estos datos se han equilibrado, al menos desde mi experiencia personal, sí creo que por primera vez en mucho tiempo se ha escuchado a mujeres de distintas edades afirmar que les gustaba una canción de Lady Gaga. No solo a hombres.
‘Shallow’ fue número 1 enseguida en Reino Unido y en aquel momento parecía un hit que superaría a ‘The Cure’ y a ‘Million Reasons’, pero no a los temas de los dos primeros discos de Lady Gaga. Lo que más tiraba para atrás era el sonido de fondo de la película y los aplausos que sonaban en la grabación, haciéndolo sonar excesivamente dependiente del estreno de la cinta, que todavía no había llegado. La decisión artística desconcertó a nuestra redacción, que se debatió entre criticar su «cochambrosilla producción» -ese típico AOR que tanto se odiaba en los 80 y tanto gusta a Lady Gaga desde niña- y tildar el tema como «correcto, de corte clásico». Quien más acertó fue, de nuevo, curiosamente, una chica, nuestra redactora Mireia Pería: “Es una balada poderosa, melodramática, calculadamente desgarrada, algo impostada en su emoción quizás, empezando por esa guitarra a lo ‘More Than Words’, continuando con la factura clásica de hit adulto, su muy cuidado crescendo… Otra muestra más de que la evolución de Lady Gaga a gran diva de la canción le está saliendo estupendamente bien. Y, por supuesto, se merienda a Bradley Cooper. Pero eso era ya previsible”.
Un panorama similar, moderado, se respiraba en el hilo correspondiente de nuestros foros, donde los usuarios recibían muy bien el tema, pero sin hablar de la cima de la carrera de la cantante. Xtian23 indicaba que ‘Shallow’ le parecía «mejor que Juanita» (el disco ‘Joanne’). Denial indicaba: «me gustó Shallow aunque me molestó un poco el ruido del «público»». Ibop adivinaba «Maravilla. Esta canción sólo puede no gustarle a las feas» y respondía a aquellos que decían que Bradley sobraba: «Nos sobra porque somos maricones, pero muchas mujeres americanas mojarán las bragas con su parte. Yo creo que han sido listos y hecho bien en sacar una canción con ambos».
También hay quien opinaba: «Pues me he quedado como si nada con la canción. Not my cup of tea». Una opinión significativa por dos razones: porque por mucho que triunfe esta no es la Gaga preferida para una parte de nuestros lectores (otros temas suyos han funcionado muchísimo mejor en nuestro humilde top semanal, sin ir más lejos ‘Perfect Illusion’ o ‘Applause’) y sobre todo por lo que pasaría después: el tema estaba todavía muy, muy lejos de tocar techo, de mostrar su grandiosidad, algo que sucedería varios meses más tarde, tras la emisión de los Oscars. La llama de ‘Shallow’ se mantendría viva durante semanas gracias a la buena recepción de la película, en la que tiene un protagonismo brutal (no, no es la canción de los créditos como se pretendía al principio); y la cinta recaudaría 440 millones de dólares a nivel global habiendo costado 36. Pero sería con la bonita actuación en la ceremonia de los Oscars donde se desquitaría de una rocambolesca presentación en vivo en los Grammy que ya no está en Youtube, se haría con galardón a Mejor Canción y alcanzaría el top 1 en Estados Unidos tras viralizarse en Youtube.
200 millones de visualizaciones avalan a esta actuación, pero lo mejor es que se relanzó ya para siempre el tema, que hoy suma 858 millones de reproducciones en Spotify y 700 millones en Youtube en su versión oficial. Son 1.560 millones de reproducciones que dejan atrás la suma de ‘Bad Romance’, hasta ahora el gran clásico de Lady Gaga (1.440 millones en total); pero que además no dejan de crecer a cada día que pasa. Un año después de su edición, ‘Shallow’ aún es top 51 en el top global de Spotify, sumando más de 1 millón de escuchas a diario, y con todo un futuro de manera recurrente en radios adultas. Ya nos lo contaba en una interesantísima entrevista Mark KitCatt, responsable del sello de Adele en España: «Cuesta mucho que las radios comerciales programen las baladas, lo que pasa es que si funciona una balada, funciona mucho». En España, ‘Shallow’ es doble platino sin haber llegado nunca al top 10.
Estas cifras han sido todo un respaldo por supuesto para Lady Gaga, que ahora se supone que va a volver a la electrónica y tendrá muy difícil llegar a una cantidad de público tan grande y tan variado, para su mano derecha Mark Ronson, y para dos personas que se nos suele olvidar que estuvieron involucradas en la composición: Andrew Wyatt de Miike Snow (!) y Anthony Rossomando, colega de Carl Bârat de los Libertines en aquella cosa llamada Dirty Pretty Things (!!!). Una gente con la nómina resuelta de por vida, entre la que por supuesto despunta Lady Gaga. Después de este pelotazo en el que además se esconde una metáfora sobre «ahondar», sobre «alejarte de la superficie» y sobre huir de «lo poco profundo», que se refiere tanto al amor como al arte… ¿le tentará seguir una línea similar o la única opción es ofrecer algo como reacción?
BTS y Becky G habían dado pistas de una posible colaboración, que hoy viernes descubrimos se trata en realidad de un single conjunto entre la intérprete de ‘Mayores’ y uno de los siete integrantes de la popular boyband surcoreana, Jung Ho-seok (정호석), conocido por el alias de j hope.
El autor de ‘HOPE WORLD’ y «Becky from the Block» presentan un tema bastante divertido ya desde su mismo título, ‘Chicken Noodle Soup’, pero que resulta tener bastantes ganchos esparcidos a lo largo de su minutaje y además bastante efectivos. El «let it rain, I clear it out» de Becky es uno de esos ganchos infalibles de la canción, también el puente R&B interpretado por ella engancha; aunque es el tontorrón estribillo «chicken noodle soup, chicken noodle soup, chicken noodle soup with a soda on the side» el que parece diseñado desde el segundo cero para viralizarse. Y para muestra el videoclip de la canción, en el que j hope interpreta esta frase mientras hace algo parecido al baile de la gallina, como buscando un nuevo ‘Gangnam Style’… o no. El secreto de ‘Chicken Noodle Soup’ es que no es 100% original, pues se basa en un sample de otro tema llamado ‘Chicken Noodle Soup’ publicado en 2006, de Webstar y Young B con la participación de AG aka The Voice of Harlem.
Son los bailes atléticos de j hope y los de sus bailarines los que terminan llamando más la atención de este videoclip dirigido por YongSeok Choi y rodado en lo que parece un polígono industrial por el que vemos coches saltarines o un tanque caer del cielo. Aunque confirmando que j hope y Becky G hacen un buen equipo, podría decirse que las coreografías de él son tan indiscutibles como el carisma de ella rapeando cosas como «chicken noodle soup o pollo con espagueti / ninguna de estas mujeres tiene el flow que tiene Becky», «carita de santa pero friqui» o «definitivamente la mejor de las escenas, la gente que critica simplemente me da pena». Habría que ser muy desaborío para que esto no te arranque al menos una sonrisilla…
J Balvin y Maluma han lanzado su anunciado single conjunto, ‘Qué pena’. Ambos ya habían colaborado en el pasado, pero nunca habían compartido tema como artistas principales. Y son conscientes de que su colaboración era esperada, pues al final de ‘Qué pena’ J Balvin anuncia «finalmente, había que hacerlo» y Maluma responde: «lo bueno tarda».
Y ‘Qué pena’ es otro single efectivo de J Balvin y Maluma, en este caso con la afinada producción que esperas sobre todo del autor de ‘Vibras‘, no carente de matices. Tras ella se encuentra el productor Alejandro Ramírez, más conocido como Sky Rompiendo y colaborador habitual de Balvin. Además de Ramírez, el compositor texano Edgar Barrera (’11PM’ de Maluma, ‘El anillo’ de J Lo) y el «beatmaker» DeeMad (‘Que calor‘) también aparecen en los créditos de composición y producción de ‘Qué pena’.
Similar por sonido a ‘Contra la pared’ de J Balvin y Sean Paul, ‘Qué pena’ es puro tonteo. El estribillo rima «qué pena» con «tu nombre no, pero tu cara me suena» antes de proceder a mover ficha abogando por el acercamiento mutuo y con la aprobación de la amiga de la sujeta en cuestión: «salgamos ya de este dilema / que yo no lo recuerde no te quita lo buena». El vídeo está dirigido por Colin Tilley (Iggy Azalea, Britney ft. Tinashe, Nicki Minaj), y ahí se acaban las cosas interesantes que decir sobre él.
Mónica Naranjo lanza hoy viernes 27 de septiembre el segundo single de ‘Mes Excentricités’, su nuevo álbum dividido en volúmenes, el primero de los cuales verá la luz el próximo 11 de octubre. El mini-álbum se compondrá de cuatro canciones originales y dos remezclas, siendo la pista 1 la más curiosa en principio por su duración: 13 minutos. Es una «suite con elementos de todas las canciones del EP» según La Casa Del Disco.
El nuevo adelanto de ‘Mes Excentricités’ no es este épico tema en cualquier caso, sino ‘Libre amar’. Llega tras la delirada ópera-rock de ‘Doble corazón’ y confirma el viraje de Naranjo hacia los sonidos del heavy-metal que en ‘Lubna’ solo empezábamos a intuir. No puedan andar más en este estilo las guitarras y baterías de ‘Libre amar’, aunque la actuación vocal de Naranjo, con ese griterío capaz de espantar a los muertos, no puede llevar más la firma de la Pantera de Figueres. Es ella quien nos invita a escuchar la canción al principio anunciando: «ladies and gentlemens (sic), welcome to my fucking house, we have sex, drugs and rock ‘n roll».
Nada que ver el estilo de ‘Libre amar’ con la Mónica divertida y desenfadada que acaba de estrenar su programa sobre sexo en Cuatro. ‘Mónica y el sexo‘ ha sido una grata sorpresa, y esta misma noche toca ver el segundo capítulo, en el que la cantante y sus acompañantes visitan Tokio para aprender técnicas sexuales como el «shiburi». José Corbacho será uno de los personajes invitados.
El mundo musical nacional –la escena– es muy diferente a aquel 2009 en que La Bien Querida debutaba con ‘Romancero‘. En aquellos tiempos en que perdíamos el tiempo decidiendo si la versión final de ‘9.6’ era mejor que la maqueta o «demasiado electrónica» (esto existió, lo juro), habríamos flipado si supiéramos que Ana Fernández-Villaverde iba a hacer un disco en el que cabría como influencia lo mismo Manuel Alejandro que My Bloody Valentine, lo mismo Shakira que Broadcast, lo mismo Lana del Rey que Miguel Bosé, lo mismo unos Cigarettes After Sex que un grupo de Eurovisión que nadie recordaría, The Common Linnets.
Con lo fácil que hubiera sido citar en su lugar a alguien anterior a estos últimos, como Nancy & Lee o She & Him, habrá alguien lo suficientemente retorcido como para pensar que La Bien Querida está pasando el rato de boutade en boutade. Pero lo cierto es que en 2019 hay artistas haciendo carrera de su transversalidad, como es el caso de Cupido. Si ahora no nos sorprende tanto que Vetusta Morla haga un popurrí en sus conciertos en festivales con hits de artistas que tocan en el mismo lugar, lo cual puede incluir a Fangoria o a Carolina Durante, a Cupido o a Miss Caffeina; seguro que La Bien Querida ha puesto un granito de arena. La artista le ha pegado a lo largo de todos estos años al kraut, a los pasos de Semana Santa, al synth-pop, al dub, a la canción melódica española o a la canción italiana de Franco Battiato, además haciendo todo esto suyo.
La gran pega que podemos ponerle a ‘Brujería’ es que después de haber pasado por todo eso, no es una gran sorpresa en ese sentido. Los géneros que hacer tuyos se terminan acabando y por ejemplo, es una gran incógnita imaginar a qué habría acabado sonando en un sexto álbum el grupo versátil del pop independiente español por excelencia, Klaus&Kinski. La Bien Querida es una solista y no puede separarse, así que su manera de seguir adelante ha sido reincidir en su fórmula sonora y melódica, ahora con la producción de René de Axolotes Mexicanos, y darle un trasfondo conceptual. En concreto, un disco-hechizo en el que cada canción se corresponde con un hechizo, influido por las prácticas ocultistas que realizaba su padre cuando era pequeña.
El álbum se abre con un espeluznante ‘Hechizo protector’ que, inspirado en la banda sonora de Broadcast para una peli de Peter Strickland, nos pone en situación; las campanas de ‘Te quiero’ tienen su lugar en toda esta imaginería espiritual y ‘Déjame entrar’, cantada a dúo con su ex pareja y ex productor, aún compañero de banda, David Rodríguez, es un dúo más o menos folk tipo Nancy & Lee, pero al que se ha añadido un fondo de terror que casa mejor en este contexto. En otras ocasiones el concepto queda más diluido, como en ‘Nubes negras’, más próxima a ‘To Make You Feel My Love’; o en el propio single ‘¿Qué?’ con Diego Ibáñez de Carolina Durante, un viaje al pasado entre el triste galopar psicodélico de ‘Déjame entrar’ y el fondo cinético de ‘Miedo’.
La artista tenía ya dos canciones llamadas ‘Hechicera’ y ‘Poderes extraños’ y hay cosas que resultan muy familiares: ‘La verdad’ tiene unos arreglos preciosos que pueden producir que sea la nueva ‘Dinamita’, ‘Me envenenas‘ es su típica composición oscura dando pie a una producción inquieta y movediza, hay dos temas de nuevo con coros de Jota y ‘¿Qué?’ no deja de ser otro fusilamiento de New Order, ahora también con un homenaje explícito al confuso y ambiguo, ya mítico «¿qué?» de ‘Chantaje’ de Shakira y Maluma. Y otro quizá involuntario a ‘La chispa adecuada’ de Héroes del Silencio. No sé si lo de «no distingo lo complicado de lo simple» es un accidente o un guiño inconsciente, pero bienvenido.
Donde realmente el concepto queda mucho mejor definido es en la cuidada edición física del disco. La portada de Pablo Zamora y el diseño de Mario Rivière con las directrices de La Bien Querida convierten ‘Brujería’ en uno de los discos más regalables del Q4 que esta semana arranca. Porque al margen de que hay una ilustración por canción, siempre al servicio de su imaginería, los hechizos impresos al final de cada letra suman mucho más que un comentario en Genius. ‘Morderte’ no es un homenaje a My Bloody Valentine sino un hechizo contra la rutina sexual que Kevin Shields nunca habría escrito. La un tanto R&B ‘Domingo escarlata’ con los coros de Jota, tristísima desde su comienzo («si no te vuelvo a ver no entenderé, por qué la vida me mostró que tú existías»), ofrece en contraste un larguísimo hechizo para el que necesitarás canela en polvo u orégano dependiendo de si quieres volver a ver a un amor o amigo/a o familiar. Y «Necesitarás una rama de olivo con la que limpiarás toda tu casa (…) Pon la canción mientras haces el rito», es por ejemplo la invitación de ‘Miedo’, un tema que se crece tanto como «crece» el «miedo» del que habla la letra. Solo visualizar a sus fans escuchando esta canción y siguiendo esta sugerencia da para un capítulo de ‘Paquita Salas‘. Y sé de alguno y alguna que va a probarlo.
Calificación: 8/10 Lo mejor: ‘La verdad’, ‘Déjame entrar’, ‘Me envenenas’, ‘Te quiero’, ‘Miedo’ Te gustará si te gustan: ¿la santería, Broadcast y Carolina Durante? No. Básicamente los anteriores Escúchalo:Spotify
En «noticias que sorprenderán a todo el mundo (#no)», Kanye West volvía a retrasar la salida de su nuevo disco horas antes de la fecha prevista, según confirmaba Billboard. ‘Jesus is King’ iba a salir este viernes 27 de septiembre, pero fuentes cercanas a Kanye afirmaban que el rapero se encontraba en Wyoming terminando el álbum. La cosa tiene guasa porque el año pasado y exactamente en estas mismas fechas, West anunció la llegada de su disco ‘Yandhi’ y retrasaba su lanzamiento variasveces antes de desecharlo por completo… en favor precisamente de ‘Jesus is King’.
Sin embargo, había esperanzas de que ‘Jesus is King’ saliera en la fecha anunciada, pues como explica el mencionado medio, la mujer de West, Kim Kardashian, siguió retuiteando mensajes que apuntaban al lanzamiento del disco este viernes, confirmándose que haría uno de sus conciertos espirituales/misas en Detroit ese día. Horas después la propia celebrity y magnate –ya fue ella quien desveló los detalles del álbum– confirmaba en su Instagram que habrá otras dos «listening sessions» en Chicago y Nueva York este sábado, que servirían para terminar de pulir la mezcla final del disco, como recoge Pitchfork. Y que el disco verá la luz finalmente el domingo. ¿Y qué mejor día para sacar su álbum más religioso?
Salga ‘Jesus is King’ o no este viernes domingo, todo fan de Kanye está curado de espanto sobre todo desde el desastroso lanzamiento, en 2016, de ‘The Life of Pablo‘, cuyo título y tracklist definitivos fueron casi decisiones de última hora, por no hablar que West siguió editando el álbum incluso meses después de publicarlo primero en Tidal «de por vida»… y después ya en el resto de plataformas.
Jennifer Lopez y Shakira serán ambas las artistas encargadas de actuar en el intermedio de la Super Bowl, que se celebra en Miami el día 2 de febrero de 2020. Se había rumoreado durante días que la intérprete de ‘Love Don’t Cost a Thing’ sería la persona que sucedería a Maroon 5 en el intermedio musical del evento deportivo, por lo que la sorpresa ha sido mayúscula al anunciarse que en realidad compartirá escenario con la autora de ‘El Dorado‘.
La confirmación de ambas artistas en el intermedio de la Super Bowl -el más visto del año en Estados Unidos- supone un nuevo hito para el pop latino, en alza sobre todo desde que ‘Despacito’ se convirtiera en el mayor éxito de todos los tiempos en este ámbito del pop… aunque habrá quien lamente que Jennifer Lopez y Shakira, ambas hacedoras de múltiples hits recordados por todos -quizá no tanto por al americano blanco medio- no vayan a tener sus 15 minutos de gloria en el intermedio de la Super Bowl como sí los tuvieron Beyoncé, Lady Gaga o Justin Timberlake en sus respectivos años. La actuación estará dividida en dos partes lo más seguro, aunque siempre puede haber sorpresas.
Quizá la gran curiosidad de este sorprendente «headline slot» doble es a qué artistas invitados subirá cada una al escenario más visto del año. Jennifer Lopez, que acaba de protagonizar la película ‘Hustlers’ con Cardi B, de hecho ya colaboró con esta en ‘Dinero’, mientras también lo ha hecho con Bad Bunny, Ozuna (en el remix de ‘El anillo’) o por puesto su ex marido Marc Anthony (con quien vivió varios años en Miami) o Pitbull. Por su parte, Shakira ha cantado ‘Chantaje’ con Maluma, ‘La bicicleta’ con Carlos Vives, ‘Perro fiel’ con Nicky Jam, ‘La tortura’ con Alejandro Sanz, ‘Hips Don’t Lie’ con Wyclef Jean… En definitiva, de todo esto puede salir una fiesta histórica, aunque habrá que esperar a verlo. Peor que lo del año pasado no puede ser, ¿no?
Don Patricio ha sido uno de los artistas revelación del año en España gracias a su debut ‘La dura vida del joven rapero‘ -que sigue en el top 30 de los discos más escuchados en nuestro país pese a lanzarse el pasado 27 de enero- y sobre todo a su sencillo principal, ‘Contando lunares’ junto a Cruz Cafuné. El tema ha sido número 1 en singles, se mantiene en el top 15, ha sido una de las canciones del verano y suma cerca de 180 millones de reproducciones ente varias plataformas de streaming, 100 millones de los cuales son en Spotify: un hito nada fácil de lograr en España a menos que te llames Enrique Iglesias o últimamente Álvaro Soler y donde 5 millones de reproducciones ya suponen un disco de oro y 10 millones, uno de platino. Pocos temas lo han conseguido en tiempos recientes: ‘Malamente’ de Rosalía y ‘Usted’ de Juan Magán y Mala Rodriguez son un par de ellos, pero no serán muchísimos más.
El éxito de Don Patricio no se ha quedado ahí y el rapero canario ha seguido triunfando tanto en solitario (‘Enchochado de ti’) como junto a otros artistas. Su colaboración con Lola Indigo, ‘Lola Bunny‘, ha sido otro exitazo en España, también ha sonado mucho ‘¿Cómo te va, querida?’ con Rels B y el artista incluso ha despuntado con ‘Esa carita que me llevas’ con Locoplaya, su banda con Bejo y Uge.
Ahora, Don Patricio publica nuevo single en solitario de nombre muy periodístico, ‘Comunicado de prensa’. El posible titular de este comunicado de prensa de Don Patricio entonces sería: «toda esa prensa me jode un chingo, no quiero portadas si no es contigo». La canción llega poco menos de un mes después de ‘Benicàssim’, la colaboración de Don Patricio con Juancho Marqués e Innercut, y su sonido está en sintonía con el Drake más reggaetonero. Os dejamos con su vídeo, que incluye conducción temeraria cortesía de los Locoplaya.
Agustín Javier Zamarrón, médico jubilado y diputado del PSOE por Burgos, se convirtió en protagonista de la sesión constitutiva del Congreso en mayo por su peculiar aspecto físico, que a la mayoría recordaba a Valle-Inclán. Visto ahora, uno se pregunta, como con tantos momentos de la historia de España, si no formamos parte de un perfecto guión cinematográfico (o «una simulación»), porque Valle-Inclán simboliza lo que hemos vivido durante estos meses políticamente hablando, y lo que ha vivido España en muchísimas ocasiones: el esperpento. El esperpento nos representa. Y el esperpento estaba ahí -tenía que estarlo- cuando, en mitad de una reunión en la que los políticos presentes no se ponían de acuerdo, el primer presidente de la I República dijo «señores, estoy hasta los cojones de todos nosotros», cogió la puerta y se largó. Pero se largó de verdad, ¿eh?: se fue a Francia sin avisar siquiera de que había dimitido. La espantá de Estanislao Figueras está al nivel de la caída de Paloma Cuesta por el patio, pero lo peor es que, en el fondo, podemos comprenderle. Amenábar desde luego puede comprenderle, y traslada ese sentimiento no a Valle-Inclán sino a otro genio: Unamuno también estaba hasta los cojones de todos nosotros.
La principal crítica negativa que recibe ‘Mientras dure la guerra’ es que Amenábar no se posiciona, que es equidistante. En un conflicto como la Guerra Civil, donde resulta tan complicado serlo. Yo no pienso que el director de ‘Los Otros’ sea equidistante, pero entiendo a quienes lo dicen. La película se afana en mostrar cierta neutralidad, o algo parecido: lo que Amenábar y el Unamuno de Elejalde (ahora vamos con él) muestran realmente es un enfado generalizado con la sociedad española, con los políticos españoles, con los militares españoles, con la República y con los sublevados, con Azaña y con Millán-Astray. Unamuno era un personaje complejo, odiado y respetado por ambos bandos; incluso, como espectadores, hay momentos en que nos caerá bien y otros donde no, hay momentos en que nos llega un personaje entrañable y luego nos llega un privilegiado pretencioso, hay momentos en que lo admiramos y justo después nos parece un gilipollas. Todas estas reacciones se vieron entre el público asistente a la proyección en el Festival de San Sebastián, y son prueba de lo vivo que está el personaje, las reacciones tan distintas que llega a despertar alguien a quien se supone que la gente ya conoce de sobra, como es el caso de Unamuno. Esto no es tarea fácil, y por tanto es encomiable el trabajo de Amenábar al respecto, pero sobre todo el trabajo de su actor.
Todos estos matices consiguen mostrarse apoyados en la magistral interpretación de Karra Elejalde: si el Goya de este año no tuviese el nombre y apellidos de Antonio Banderas, sería para el actor vasco sin ninguna duda. La labor de Elejalde y la representación del personaje de Unamuno son lo mejor de la película, que a su vez nos habla de ese momento histórico como si fuese el propio pensamiento del autor de ‘Niebla’: vemos inútiles (o tontos útiles) en el bando de los sublevados, vemos amantes de la muerte y del dolor, pero también vemos cómo muchos pensaban que estaban haciendo lo correcto, y vemos buenas personas justificando el golpe, como el mismísimo Atilano Coco (estupendo Luis Zahera). Esto no es habitual en las películas de la Guerra Civil, pero no supone equidistancia: la conversación en el coche con Carmen Polo o las justificación de Franco de por qué ambos bandos hacen cosas malas pero el suyo es el correcto (y ESA respuesta de Unamuno) hablan muy claro de un posicionamiento, sin necesidad de dejarlo mascadito. ‘Mientras dure la guerra’ tiene que tomar ese camino, lo tiene que tomar porque quiere que veamos por qué Unamuno pensaba lo que pensaba… y quiere que veamos por qué y cómo dejó de pensarlo.
Eso sí, esa neutralidad/equidistancia/llámale-X tiene una consecuencia negativa, y es la privación de cercanía emocional. ‘Mientras dure la guerra’ no es un biopic sin más, ni “una página de la Wikipedia” como algunos comentaban, pero sí peca de cierta frialdad que impide que el público llegue a conectar del todo con los personajes. Hay excepciones a esto, como el encuentro final entre Unamuno y sus hijas (se luce especialmente Patricia López Arnaiz, pero Inma Cuevas sorprende también en un registro muy distinto del que le vimos en ‘Vis a Vis’), pero por lo general domina esa lejanía en momentos que deberían afectarnos más. Otra consecuencia negativa es que, en el intento de “humanizar” a personajes como Franco y Millán-Astray, se usa excesivamente lo cómico y en ocasiones se cae también en el subrayado. Pero, en líneas generales, estamos ante un notable y arriesgado regreso de Alejandro Amenábar que, si bien no alcanza la excelencia de sus trabajos más recordados, sí mejora lo presentado en ‘Ágora’ y en ‘Regresión’. 7,5.
Kesha es este mes portada de Billboard y la razón es que tiene un nuevo disco listo para publicar. La cantante no revela demasiados detalles sobre el sucesor de ‘Rainbow‘ pero sí concreta su fecha de lanzamiento en el mes de diciembre, lo cual ya es mucho antes de lo que esperábamos, pues quedan tres meses.
Escrito mayormente junto a Wrabel (al que has escuchado este año en una de las mejores canciones del último disco de P!nk) y con las colaboraciones de Justin Tranter, Tayla Parx, Nate Ruess, Dan Reynolds de Imagine Dragons y de su propia madre, Pebe, que es compositora, y con producción de Jeff Bhasker y Ryan Lewis, el cuarto álbum de Kesha, lo has adivinado, no será country. En declaraciones al medio norteamericano, la autora de ‘Tik Tok’ confirma que su nuevo trabajo será pop como los dos primeros, pues aunque estos están asociados a su nemesis, Dr. Luke, ella también considera esas canciones «sus bebés». Y ojo porque Keith Naftaly, presidente de RCA, asegura a Billboard que Kesha también tiene un «maravilloso álbum de folk» guardado en la recámara, pero que el de pop saldrá primero.
En Instagram, Kesha ha publicado una nueva imagen que tiene pinta de pertenecer al vídeo del primer single de este nuevo disco. Y ha dado una pista: «vuelvo a tener huevos». En las últimas horas, porciones de un par de temas nuevos de Kesha llamados ‘Raising Hell’ y ‘My Own Dance’ se han filtrado en Twitter como puede leerse en varios foros, y parece que el primer single del disco será el primero. ‘Raising Hell’ saldría este mismo mes de octubre y según algunos foreros suena parecida a ‘New Rules’ de Dua Lipa o incluso a ‘Mr. Saxobeat’ de Alexandra Stan. Parece que será una colaboración con Big Freedia, que acaba de participar en el nuevo disco de Charli XCX. Todo apunta a que la Kesha más bailable y divertida está de vuelta.
Al margen de Queens of the Stone Age y otros proyectos, Josh Homme es el líder de The Desert Sessions, un colectivo de músicos (cambiante) con el que llegó a lanzar una decena de álbumes entre 1997 y 2003. En todo este tiempo no ha habido novedades de The Desert Sessions… hasta ahora.
El nuevo álbum de The Desert Sessions, ‘Vol. 11 & 12’, llega el 25 de octubre y con él, una formación nueva compuesta, además de por Homme, por Billy Gibbons de ZZ Top, Stella Mozgawa de Warpaint, Jake Shears de Scissor Sisters, Mike Kerr de Royal Blood, Carla Azar de Autolux, Les Claypool de Primus, Matt Sweeney, Matt Berry de What We Do in the Shadows y Toast of London, Libby Grace y Töôrnst Hülpft. El primer volumen de este nuevo trabajo recibe el título de ‘Arrivederci Despair’ y el segundo, el de ‘Tightwads & Nitwits & Critics & Heels’ y ojo porque una primera edición limitada en vinilo incluirá un libreto móvil con el que se podrán armar diferentes personajes.
Serán 8 canciones en total que, en palabras de la nota de prensa, «encarnan el legado de libertad sin expectativas ni inhibiciones que se remonta a 1997 cuando Homme dirigió un primer retiro al desierto de Joshua Tree». Continúa: «Lo que comenzó como una sesión informal de composición y grabación entre amigos, aislados del confort y las distracciones diarias, se ha convertido en un trabajo posiblemente infinito». Entre los antiguos colaboradores de The Desert Sessions se encuentran PJ Harvey, Mark Lanegan, Josh Freese o Dean Ween, entre otros.
Move Together (lead vocal: Billy F. Gibbons)
Noses in Roses, Forever (lead vocal: Joshua Homme)
Far East for the Trees
If You Run (lead vocal: Libby Grace)
Crucifire (lead vocal: Mike Kerr)
Chic Tweetz (vocals: Töôrnst Hülpft, Matt Berry)
Something You Can’t See (lead vocal: Jake Shears)
Easier Said Than Done (lead vocal: Joshua Homme)
La sala Razzmatazz tiene una interesante agenda de eventos este fin de semana, entre los cuales destaca la anunciada actuación de James Murphy de LCD Soundsystem. El sábado 28 de septiembre, el músico neoyorquino ofrecerá en la sala barcelonesa un DJ set de cinco horas nada más y nada menos, durante las cuales «repasará la historia de la música de baile y no tan de baile», en palabra de la propia sala.
Las entradas para el DJ set de Murphy están a la venta a un precio de 20 euros + gastos si es adquirida de manera anticipada, y de 22 euros si es adquirida en taquilla. Las entradas incluyen en cualquier caso consumición accediendo antes de las 21.00. Las puertas abren a las 20.00.
Murphy, al frente de unos LCD Soundsystem que en 2018 ofrecieron probablemente uno de los mejores directos de toda la historia del Sónar, no ha ideado un set cualquiera. En palabras de Razzmatazz, este contará con «una disposición especial de altavoces dispuestos en 10 puntos distintos de la pista», por lo que parece que la experiencia musical que ofrecerá su sesión va a ser de las memorables. Más información sobre este evento, que se produce dentro de las sesiones «Journeys» de Razzmatazz, aquí.
Sábado 28, Journeys: JAMES MURPHY (5 hour dj set) en Razz 1!!
Un viaje a través de la historia de la música de baile (y no tan de baile)!
‘Masterchef Celebrity’, aparte de como mero entretenimiento, en principio su función durante 3 horazas, está sirviendo para que veamos con otros ojos a los famosos. A los que ya conocíamos, quiero decir. Muy especialmente a los actores: tanto Cayetana Guillén-Cuervo como Miguel Ángel Muñoz, Silvia Abril o Paz Vega mejoraban su imagen gracias a su sentido del humor y su humanidad, no reñido con la competitividad. Por no hablar de la función cómica que tenían por supuesto Loles León y Las Retales (Bibiana Fernández y Anabel Alonso), a la postre con programa propio en late-late-late night.
Los cantantes no han corrido la misma suerte: ya nadie recuerda que por el programa pasó Niña Pastori (gracias, Wikipedia), Carlos Baute no logró ni remotamente generar empatía y Xuso Jones… también es que fue el segundo expulsado. A Mario Vaquerizo le fue mucho mejor, pero su final en el programa coincidió exactamente con sus polémicas declaraciones sobre el VIH. Aquello no trascendió demasiado, pero quizá sí para la gente que de hecho sabe que es cantante. A la espera de qué pasaría si se atrevieran a llamar a alguien tipo Zahara -que ya tuvo un cameo- o PUTOCHINOMARICÓN (gente muchísimo más desconocida e insulsa compite como «celebrity», como sabemos), este año han apostado por El Sevilla de Mojinos Escozíos y Los Chunguitos.
Mientras el paso de Los Chunguitos está produciendo momentos más que nada desconcertantes todavía imposibles de clasificar, El Sevilla no ha conseguido romper la maldición de los cantantes en el programa, y ha sido expulsado en el tercer episodio. Y lo ha hecho de una manera agridulce después de hilvanar un par de cruzadas de cable que no han logrado mejorar su imagen en absoluto. Si alguien presuponía que el sentido del humor de su grupo iría unido a cierto sentido de la autocrítica, en la primera prueba de anoche se comprobó que no: su cara fue un poema, y su reacción posterior, peor, cuando recibió una crítica negativa. En la prueba de grupos ya directamente repartió terror entre los niños cuando lo único que tenía que repartirles era un plato de pescado.
Quedó demostrado que los nervios pueden sacar lo peor de nosotros mismos: el cantante rectificó a tiempo y 5 minutos después estaba pidiendo disculpas a jueces, compañeros y más allá, aunque demasiado tarde. Su día estaba cruzado y decidió enfrentarse a una prueba de eliminación de una manera que Pepe no habría escogido ni «después de 30 años de profesión»: cocinando un arroz. «Es lo que más miedo me da», reconoció el poseedor de una Estrella Michelín en El Bohío de Illescas, sabiendo que o se le iba a pasar o lo iba a dejar como una piedra, como poco antes la genial Yolanda Ramos. Al final sucedió lo primero, y aun así, tuvo ocasión de dejar un momento simpático cuando al despedirse indicó que lo mejor del programa había sido conocer a Tamara Falcó, rompiendo una lanza «contra los prejuicios», pronunciada de manera visible totalmente en serio. ¿Y quién habría adivinado que el líder de Mojinos Escozíos hablaría así de la hija de Isabel Preysler?
La maravillosa ‘Esa música’ –precioso homenaje al pop como gatillo emocional– que empleaba Parade para abrir boca a ‘La deriva sentimental’, su nuevo disco de estudio, era un poco engañosa. Porque por entonces creíamos que la colaboración en ella de Jaime Cristóbal (de Souvenir y J’aime, amén de colaborador frecuente de nuestra web) a la guitarra era una cuestión puntual. Y es más bien al contrario: lo extraño en este disco es escuchar la bonita y característica voz de Antonio Galvañ, relegada sobre todo a hacer coros, con algún amago de dueto.
Y al principio se hace extraño escuchar un disco completo y original de Parade sin la voz de Parade, la verdad. Se echa de menos –de hecho, molaría poder escuchar todo este álbum cantado por Galvañ: reto lanzado–. Y confunde, porque queda como una suerte de autohomenaje –merecidísimo, pero quizá de otra forma–, en tanto que congrega en él a artistas que, evidentemente, deben mucho y/o rinden pleitesía al genio murciano: Kikí d’Akí, Teresa Iturrioz (Single, Le Mans), Marc y Laura de Doble Pletina, Lidia Damunt, Alondra Bentley, Charlie Mysterio, Las Kasettes –las únicas que hacen coros, en la bodiddley-esca ‘Por un Sol Si Do Re Fa’–, Alberto Montero, Teresa de Espanto, Guillermo Farré (Wild Honey) y Paco Tamarit (San Francisco, Serpentina) cubren el papel de Galvañ en cada corte.
Pero, superado el susto (es un decir) inicial, lo que emerge y cobra más importancia de ‘La deriva sentimental’ son, como siempre, las canciones. Todas –salvo ‘Josephine’, el tema con Alondra Bentley, ya que es una maximalista versión de The Magnetic Fields– llevan grabado el indeleble sello del compositor de Yecla, aunque estén cantadas por otros. Y casi todas –‘Camino’, el tema con Kikí, y ‘Yo me enteré’, con los Doble Pletina, quedan en anécdota; felices, pero anécdotas– acaban enamorando, independientemente de las voces que las entonen.
Desde luego, ‘Letras, canciones, literatura’ –con Teresa haciendo maravillas con el tragicómico papel de una “femme fatale” (y bisexual), incapaz de enamorarse–, ‘Ruido de motor’ –otro canto de amor a la música, esta vez con el siempre elegante Charlie Mysterio–, ’Contigo en un incendio’ –sobrecogedora balada al piano, con un Alberto Montero que emociona–, y ‘Cayendo hacia el sol’ –nuevo episodio en la recurrente imaginería ci-fi habitual en el universo Parade, esta vez en un delicado ejercicio de tecnopop en la voz de Tamarit– vertebran ya un sólido esqueleto para el álbum. Y, con las escuchas, todas –también ‘Yoli Pendenciera’, divertidísimo encuentro con Damunt donde esbozan a una Calamity Jane post-nuclear, la vainiquera ‘Manzanas para dos’, con Teresa Jimeno, y el gran medio tiempo con Farré, ‘Películas’– van ganándose no solo un espacio propio en un cancionero poblado ya de maravillas, sino también nuestro cariño. Así que resulta un placer sumarse a este necesario homenaje coral del pop independiente español a Antonio Galvañ, Parade, y celebrarlo. ¡Viva Parade!
Calificación: 7,8/10 Lo mejor: ‘Esa música’, ‘Letras, canciones, literatura’, ‘Contigo en un incendio’, ‘Cayendo hacia el sol’, ‘Ruido de motor’ Te gustará si te gustan: The Magnetic Fields, La Casa Azul, cualquiera de los artistas que participan en el disco. Escúchalo:Spotify, Bandcamp
“Si veo a viejos amigos, saldremos a bailar. Si salimos a bailar iremos al bar. Si vamos al bar, habrá bebida. Si bebo, querré ver dónde estás”. “Si salgo a conducir, pondré música. Si pongo música, pondré tu canción. Si pongo tu canción, perderé la cabeza y terminaré parando en la puerta de tu césped”. A partir de esta serie de frases en condicional, MUNA han construido la mejor canción de su segundo disco, ‘Saves the World‘.
Sobre todo porque entre todas estas estimaciones y dudas que tanta empatía pueden generar, emerge un estribillo lleno de voces tratadas, que apuntan quizá más al vicio por los 80 de Hurts que a algo moderno a lo James Blake. Pero el caso es que ese estribillo es tan sólido que da igual todo aquello que lo rodeara porque habría despuntado igual. En correspondencia con su letra, ‘Stayaway’ cuenta con un vídeo en el que un par de escenas desplegadas en “rewind” cuestionan también nuestro pasado y la dependencia de él que tiene nuestro futuro.
El “to be continued” que aparece al final se refiere al siguiente vídeo de la banda, ‘Taken’, estrenado recientemente en la misma línea sonora ochentera. El grupo comienza aquí en el escenario en que acabó el anterior. MUNA están todo este otoño de gira por Estados Unidos y Europa sin parada en nuestro país.
Lo mejor del mes: escucha las últimas «Canciones del Día»
El pasado mes de julio Joshua Davis, más conocido por su alias DJ Shadow, sorprendía al lanzar ‘Rocket Fuel‘, un vigoroso y bailable single co-protagonizado por el histórico combo rap De La Soul. Por fin hoy se confirma que aquel tema forma parte de un nuevo álbum, continuación de su disco ‘The Mountain Will Fall‘. Se trata de ‘Our Pathetic Age’, que se publica el día 25 de noviembre y además será un disco doble en el que los raperos neoyorquinos no son, ni de lejos, los únicos invitados.
Según el tracklist revelado, se compone de un disco eminentemente instrumental –al que pertenece ‘Rosie’, nuevo adelanto presentado hoy– y un segundo volumen en el que participan en tareas vocales nombre como Run The Jewels –que ya colaboraron en su anterior disco–, Wu-Tang Clan–, Pharaohe Monch, Fantastic Negrito, Samuel T. Herring de Future Islands y Paul Banks de Interpol, entre otros. El autor de uno de los discos cruciales de los años 90, ‘Endtroducing’, explica que ‘Our Pathetic Age’ es un disco conceptual en el que quiere reflejar el pobre estado ético y social de nuestros días, como explica profusamente en su nota de prensa:
“Sobre todo intento captar el estado de ánimo de la sociedad en general. Las señales sutiles que los humanos se envían los unos a los otros, la manera en la que la gente se comporta, sus frustraciones y sus flujos y reflujos. En mi parte del mundo, la gente tiene miedo. Hay un número creciente de gente sin hogar, y un miedo real a caer en una pobreza generacional. La gente es adicta a la distracción y está confundida por ella, están enfadados y confusos; y desafectados por sus propias instituciones gubernamentales. Hay canciones que están inspiradas por esta energía e intentan aprovecharse de ella, que cobre un sentido. En algunos casos, hay intentos de salvar la herida, en otros, las canciones son meras observadoras, pero no ofrecen soluciones. A pesar del título, es un disco esperanzado y vibrante… siempre hay luz en la oscuridad. Quiero que refleje los tiempos en los que vivimos, que sea un letrero clavado en el suelo que marque la era… nuestra patética era”.
Tracklist de ‘Our Pathetic Age’:
1. Nature Always Wins
2. Slingblade
3. Intersectionality
4. Beauty, Power, Motion, Life, Work, Chaos, Law
5. Juggernaut
6. Firestorm
7. Weightless
8. Rosie
9. If I Died Today
10. My Lonely Room
11. We Are Always Alone
12. Drone Warfare (feat. Nas, Pharaohe Monch)
13. Rain On Snow (feat. Inspectah Deck, Ghostface Killah, Raekwon)
14. Rocket Fuel (feat. De La Soul)
15. C.O.N.F.O.R.M. (feat. Gift of Gab, Lateef The Truth Speaker, Infamous Taz)
16. Small Colleges (Stay With Me) (feat. Wiki, Paul Banks)
17. JoJo’s Words (feat. Stro)
18. Kings & Queens (feat. Run the Jewels)
19. Taxin’ (feat. Dave East)
20. Dark Side of the Heart (feat. Fantastic Negrito, Jumbo is Dr.ama)
21. I Am Not A Robot (Interlude)
22. Urgent, Important, Please Read (feat. Rockwell Knuckles, Tef Poe, Daemon)
23. Our Pathetic Age (feat. Samuel T. Herring)