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La Canción del Sábado: ‘Hallelujah’ de Haim es el ¿involuntario? villancico que deja huella en 2019

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Hay canciones como ‘All I Want for Christmas is You‘ que están pensadas única y exclusivamente para esta época del año. Y hay otras que aunque quizá no hayan nacido con la intención de tocarnos la fibra navideña, simplemente lo hacen, bien debido a su letra, a su enfoque musical o a ambas cosas. Es el caso de ‘Hallelujah’, el tercer single magnífico –uno de ellos, ‘Now I’m In It‘, ha encontrado hueco en las Mejores Canciones de 2019 para nuestra redacción– que han publicado Haim este año.

No parece que este tema del trío de hermanas sea una canción navideña. De hecho, la familia Haim es de confesión judía y por tanto celebra el Hanukkah, que también es en diciembre pero no siempre coincide con la festividad cristiana. No es casual que hayan participado en el reciente recopilatorio ‘Hanukkah+‘ junto a artistas como The Flaming Lips, Jack Black, Adam Green o Yo La Tengo. Lo han hecho con una versión de Leonard Cohen… pero no, no con su ‘Hallelujah’, sino con ‘If It Be Your Will‘.

El ‘Hallelujah’ de Haim es una canción íntima, predominantemente acústica, pero no es una versión del archiconocido himno del canadiense. Se trata de una composición propia del trío con la colaboración de Tobias Jesso Jr. y producida por la propia Danielle, Ariel Rechtshaid (productor de Madonna, Adele, Vampire Weekend y un largo etcétera, además de pareja de Danielle) y Rostam Batanglij, ex-Vampire Weekend. Puede parecer demasiada gente para un tema en el que predomina la desnudez de una guitarra y las voces, solas o a coro, de las chicas. Pero a partir del segundo estribillo, un violín tenue va anticipando el arreglo de cuerdas combinado con preciosas armonías vocales, con el que culmina la canción de manera muy emotiva.

El gran poder de ‘Hallelujah’, en todo caso, reside en su maravillosa melodía, muy Joni Mitchell –su ‘River’, otro villancico involuntario, parece un referente obvio–, entonada por Danielle, Este y Alana en estrofas alternativas. En ellas, cada una dedica versos a personas que se sienten afortunadas de tener o haber tenido, aunque ellas no crean merecerlo: «¿Por qué a mí? ¿Cómo he logrado este aleluya?», concluye su estribillo. Danielle dedica el suyo a sus hermanas, «dos ángeles disfrazados», sumándose Este en el segundo con un mensaje similar. Alana, en cambio, recuerda a su mejor amiga Sammi, fallecida hace pocos años en un accidente de tráfico, provocando escalofríos: «tuve una mejor amigo pero resulta que murió», comienza, antes de desear «poder verla de nuevo», y lanzar sus brazos para recibirla.

El single se lanzó con un sobrio vídeo de Paul Thomas Anderson filmado en un teatro de Los Ángeles, la ciudad natal de las Haim, compartiendo estética con los dos clips previos de esta era. Desde luego es bonito y emotivo, pero el poder de ‘Hallelujah’ se confirmaba hace un par de semanas con la preciosa interpretación en directo, a piano en lugar de guitarra, que hicieron para la BBC1. Y hoy, además, completan el mensaje de amor de la canción tan adecuado para estos días, con un nuevo vídeo amateur (la llaman «versión gracias») en el que fans, familia y amigos –entre los que se cuentan Ezra Koenig de Vampire Weekend, Charli XCX, Clairo, Donald Glover, la actriz Emma Stone…– hacen playback de la canción mientras se abrazan a alguien a quien quieren. Fuera o no su intención, parece evidente que ‘Hallelujah’ podría convertirse en un nuevo clásico navideño.

Lo Mejor del Mes:

Loraine James / For You and I

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Entre las sorpresas que están dejando las listas de lo mejor del año se encuentra ‘For You and I’, el segundo álbum de Loraine James. Es nada menos que el mejor disco de 2019 para The Quietus, y uno de los mejores para Resident Advisor, ¿pero quién es ella? Se trata de una muchacha de 23 años de Londres que, tras publicar un interesante debut de IDM llamado ‘Detail’, ha despuntado con una segunda entrega muy interesante, en la que aglutina sus diversas influencias desde un prisma muy personal.

Loraine James creció en el humilde barrio londinense de Alma, en Enfield (construido tras la posguerra y retratado en la portada del disco) escuchando calipso y a Metallica, pero pronto se interesaría por la música electrónica. Criarse en una ciudad «multicultural» como Londres permitió a la joven «expandir su mente y sus oídos», pero socialmente la productora lo ha tenido difícil al crecer como mujer queer y negra en un barrio en el que la homofobia y el racismo siguen a la orden del día. La canción más agresiva del álbum, la abrasiva ‘London Tingz // Dark as Fuck’, que aúna beats punk con sonidos de videojuego, busca «capturar lo que es Londres», su atmósfera «sombría», pero también denunciar el racismo en una ciudad en la que no se siente «completamente segura»: como reza la letra de la canción, su piel es «oscura de cojones» y ella está orgullosa de que así sea. Por otro lado, ‘So Scared’ utiliza ritmos jungle para denunciar la inseguridad que una pareja de mujeres puede sentirse en la calle cuando se muestra afecto en público.

Si parece que esta rabia está canalizada en ‘For You and I’ al modo de Death Grips, nada más lejos de la realidad. La ternura impregna todas las canciones del disco y su nítida y experta producción de hecho no puede ser más agradable y exquisita. La canción estrella del disco, ‘Glitch Bitch’, es una delicatessen de electrónica glitch que suena mucho más luminosa y esperanzada que oscura; y los beats frenéticos y dislocados de ‘Sick 9’ son tan juguetones como su estribillo «6, 9, 6, 9, 6, 9». Esta tensión entre suprema delicadeza y agresividad controlada es el eje el disco, y en ella se sujetan particularmente la oscura ‘My Future’, que incluye la colaboración del rapero Le3 6LACK, y la muy Laurel Halo ‘Hand Drops’, otra lección de textura sonora. Sin embargo, el disco no se quita de ofrecer una simple «canción de amor» (‘Sensual’) ni una producción tan cacofónica y a la vez feliz como ‘Words Ears Mouth’. Con todo, ‘For You and I’ construye un discurso propio yendo por libre, sin las presiones de una industria que podría estar muy cerca de descubrir a un enorme talento.

Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘Glitch Bitch’, ‘London Tingz // Dark as Fuck’, ‘Hand Drops’
Te gustará si te gusta: Aphex Twin, Laurel Halo, Dntel, Holly Herndon
Escúchalo: Spotify

«Palomitas de maíz», el hit electrónico de 1969 que conquistó a Aphex Twin y Paco Clavel

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«Alguien escribiendo con un lápiz en un pedazo de papel es tan importante como un tío que se sienta en un ordenador y escribe algo usando un software. Lo importante es la expresión de la creatividad. La creatividad no viene con la tecnología. La creatividad está primero en tu cerebro. Luego se expresa con los instrumentos que quieras usar». Gershon Kingsley había nacido en Alemania en 1922, y fallecía finalmente la semana pasada a los 97 años en Estados Unidos, su país de adopción, sin perder su visión de la modernidad. Esta persona, que tenía 50 años cuando Kraftwerk debutaban, fue un visionario de la música pero a la vez respetuoso con el pasado, recordando: «el clarinete es un instrumento técnico. Es tecnología. Incluso el piano es tecnología».

Ilustres son los tiempos en que Gershon Kingsley acompañaba a Jean-Jacques Perrey, también desaparecido hace unos años, a la tele y la gente flipaba con que de un sintetizador pudiera salir el sonido real de un clarinete, un violín o una trompeta. Los ritmos televisivos han cambiado pero no os perdáis la segunda parte de este vídeo en el que Perrey hace una demostración y al final ambos tocan un tema de lo más avanzado para 1966. Grabaron un par de discos pero faltaban 3 años para su gran hit.

Aunque Gershon Kingsley publicó numerosas bandas sonoras y composiciones en formato largo, creó música para televisión o para musicales e incluso fue nominado a los Tony por su trabajo en teatro, será siempre recordado por ‘Popcorn’, su composición de 1969 creada tempranamente con el sintetizador Moog para su álbum ‘Music to Moog By‘. Aquel disco contenía versiones de ‘Para Elisa’, los Beatles o «Campanita del lugar» hoy bastante divertidas de recordar -y más en plena Navidad-, pero también originales como la mencionada canción que en España siempre hemos conocido como «Palomitas de Maíz».

Kingsley solía decir que se había adentrado en la música electrónica porque «la tecnología estaba anticipando lo que iba a pasar», algo que «hoy hemos dado por hecho», pero no siempre ha estado ahí. El artista llegó a conocer en Nueva York a Robert Moog, quien había sido el fundador de Moog Music en 1964, y desde aquel momento quedó prendado por el sintetizador. «Me quedé tan fascinado por el sonido que salía de ahí que decidí que tenía que tenerlo. Y eso es lo que pasó». No sucedió mucho, en cambio, con ese mencionado disco que parece mentira que sea de 1969 ni tampoco con su banda siguiente First Moog Quartet, la primera que ofreció un recital de electrónica en el neoyorquino Carnegie Hall. Sin embargo, la suerte empezó a sonreírle en cuanto a derechos de autor cuando Hot Butter, surgida de la banda original de directo de Kingsley, y especializada en versiones instrumentales, versionaba ‘Popcorn’ en 1972. ¿Será verdad o fake que la canción pasó por Top of the Pops de esta guisa al alcanzar el top 5?

Hot Butter la convertían en el primer éxito global basado en dicha melodía, alcanzando el top 1 en Australia, Francia, Suiza, Alemania, Países Bajos y Noruega y el top 9 en Estados Unidos un año después del éxito de ‘Switched-On Bach’ de Wendy Carlos en este país (eran los tiempos en que Billboard contaba con una lista de «easy-listening», en la que la canción fue top 4). Puede que la reinterpretación que hacía de ella DJ Crazy Frog en 2005, publicada en plena era del politono como inspira su sonido al escucharla en la actualidad, sea ahora la más recordada al lograr el top 1 de singles en España y también en Francia y Bélgica, pero no la más significativa. Lo es más que ‘Popcorn’ haya sido adaptada tanto por Jean Michel Jarre y Aphex Twin como por Muse y Herp Albert and the Tijuana Brass, como por Los Pekenikes y Paco Clavel: la lista de versiones que existen de ella es inabarcable.

«Después de escribir ‘Popcorn’, Roland sacó un sintetizador con un sonido que llamaron «Popcorn»», solía recordar el artista, y aun a día de hoy, la popularidad de ‘Popcorn’ es tal que la canción cuenta con su propia página web. Como composición desde luego lo merece aunque solo sea porque la pegadiza melodía de sintetizador parece anticipar el sonido del trance, como si, en sus dos minutos y medio de duración, el futuro posara sin avisar su enorme sombra sobre los años 60 -a los que tanto suenan las guitarras usadas en la canción, muy spaghetti western, una influencia en todo el ambiente del álbum que la contenía-. Y es que puede discutirse la sofisticación de esta melodía por lo irritante, pero no que fuera una canción absolutamente moderna dentro de su tiempo. Aunque dos de sus versiones obtuvieron un enorme éxito, ninguna de ellas representó jamás el gran hallazgo sonoro con el que dio Kingsley.

Sesión de Control: Dellafuente & Morad, ANTIFAN, Natalia Lafourcade, Él Mató A Un Policía Motorizado…

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Nueva edición de nuestra Sesión de Control, sección dedicada a repasar las novedades más destacadas del panorama alternativo de nuestro país y Latinoamérica. Al final del artículo encontrarás la playlist de Spotify dedicada a esta sección que se renueva quincenalmente, conservando las canciones incluidas en la anterior entrega. [Foto exterior: ANTIFAN; Foto interior: Dellafuente & Morad]

Aunque las últimas semanas del año son pobres en lanzamiento de álbumes –se viene aluvión en las primeras de 2020, por otra parte–, hay suficientes novedades importantes como para armar una nueva playlist. Gracias, sobre todo, a la cantidad de nuevos singles que tenemos. Algunos, parte de discos que se publican en los primeros compases del año que entra, como los de Perapertú –que lanzan nuevo EP, tras haber publicado ‘El brazo de Anubis’ meses atrás–, Tversky –primer fichaje del sello Vida Records, fundado por el festival de Vilanova i la Geltrú–, Erik Urano –el rapero vallisoletano lanza su nuevo álbum en Sonido Muchacho, avanzado con este tema inspirado por el histórico manga ‘Akira’–, Mon Dvy –proyecto de urban soul pop de Martín Muñoz, también batería del dúo punk rock Yawners–, Ambre –ojo a su giro al castellano, que se concretará en su álbum debut para Subterfuge, ‘Nunca pasa nada’– y Verkeren –a punto de publicar ‘ellllla’, nuevo EP, cuyo ‘Madrugada’ se presenta con vídeo de CANADA–.

Otros, en cambio, publican canciones «just because». Por ejemplo Dellafuente que, ya asentado en Sony, reaparece tras varios meses de silencio con un nuevo single junto a Morad, el gran héroe de la calle en estos momentos. La mexicana Natalia Lafourcade da una nueva muestra de la integración del folclore en su música con la ranchera de composición propia ‘Una vida’, precioso tema inédito para un álbum colectivo. Chelsea Boots también publican su segundo single consecutivo en pocos meses, tras su debut multinacional del pasado año, ‘Guilty Pleasure’. La ya consolidada DEVA lanza un tema con la estrella latinoamericana del rap Fuego (que cuenta colaboraciones con J Balvin, Nicky Jam o C. Tangana), mientras que La Zowi se alía con el chileno Pablo Chill-E en ‘Boss’. ANTIFAN, grupo surgido del colectivo Agorazein –el de C. Tangana y Sticky MA–, publican la popera ‘No pienses más’. Y los veteranos SFDK lanzan un nuevo tema tras su reaparición del pasado año con ‘Redención’. Además, destacan curiosidades como un remix con Alberto Jiménez (Miss Caffeina) de uno de los temas del último disco de Veintiuno o una versión de Cómo Vivir En El Campo a cargo de los gaditanos Detergente Líquido.

Por supuesto, no olvidamos que en la última quincena se ha publicado el ambicioso álbum del asturiano Rodrigo Cuevas junto a Raül Fernández Refree, el nuevo álbum de los incombustibles Brighton 64 (un ‘Como debe ser’ más combativo que nunca), la segunda mixtape del año a cargo de One Path, el debut de Califato 3/4 –cuya ‘Buleríâ del aire acondiçionao‘ era «Canción del Día» esta semana–, un disco de rarezas, con canciones nunca editadas y nuevas versiones, de los argentinos Él Mató A Un Policía Motorizado, además de sendos 7″ con temas inéditos: uno de Linda Guilala –en un pequeño sello norteamericano especializado en shoegaze, en este caso–, y otro de Apartamentos Acapulco, ahora reducidos a dúo –al menos en las fotos promocionales– y dispuestos a explotar su creciente popularidad en una inminente gira. Tampoco nos olvidamos de incluir varios nombres nuevos que podrían dar que hablar en el futuro: el dúo Morreo, con ecos de Golpes Bajos y Svper, la interesantísima Paranoid 1966 –una personal nueva voz para el panorama urban–, Gabriela Casero, con sonidos pop lo-fi que beben del soul, e Izzy, primer fichaje de un sello que ha fundado Movistar para acoger nuevos artistas musicales.








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El físico importa: el de Amaia no es el típico timo de «vinilo azul»

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Estas Navidades reseñaremos las ediciones físicas de algunos de los mejores discos de 2019, como hacíamos ayer con The Divine Comedy, en esta sección llamada «El físico importa». El vinilo de Amaia de su debut, ‘Pero no pasa nada‘, es azul, lo cual hace temblar las piernas de cualquier aficionado al formato. De un tiempo a esta parte se ha puesto de moda hacer vinilos de colores y anunciarlo a bombo y platillo. No se especifica si se ha fabricado el vinilo a partir de una grabación analógica, sino que lo que se hace en la mayoría de los casos es plantar la misma grabación en el vinilo que se ha hecho en el CD o en la edición digital. Eso sí, con bien de colorines.

Así, en los últimos años se han vendido unos vinilos «preciosos» pero con un sonido nefasto, con especial mención a los vinilos exclusivos de Urban Outfitter de artistas de primera línea como Halsey o Charli XCX: su sonido es tan terrible que simplemente no se pueden poner. ¿Alguien cree que la gracia del sonido vinilo es tal cantidad de ruido molesto gratuito? Pero no es el caso de ‘Pero no pasa nada’: los pianos y mandolinas no respiran como en los vinilos de los años dorados de la industria, pero el sonido es al menos correcto.

El vinilo en este caso es el mejor formato -el más grande- para disfrutar de esta icónica portada, un desnudo de Amaia luchando contra la ley de la gravedad, que ha realizado su mano derecha para estas cosas Paloma Wool. La carpeta se abre para mostrar las letras. Aparecen los créditos correctamente frente a aquel desastre inicial de Spotify, una dedicatoria de la artista y una minúscula foto suya haciéndose un selfie (quizá un guiño a la letra de ‘Todos estos años’).

La edición es algo austera, dejando lo mejor para la galleta del vinilo: por la cara A vemos a Amaia con los ojos abiertos y por la cara B vemos a Amaia con los ojos cerrados. No está muy claro en cuál de las dos fotos está diciendo «Pero no pasa nada», pero sí que el disco se pensó desde el principio para este formato exactamente: cada cara se abre con uno de los singles principales (‘Quedará en nuestra mente’ y ‘Quiero que vengas’) y se cierra con una balada (‘Nadie podría hacerlo’ y ‘Porque apareciste’). Hay quien dirá que la pista 1 es en realidad el «popema» ‘Última vez’, de 1 minuto, pero es que hasta para eso este disco es «muy vinilo»: Jonston nos explicó en cierta ocasión que, tradicionalmente, por razones técnicas, la pista que mejor suena de un vinilo es la pista 2. Por eso tantísimos singles han sido la pista 2 a lo largo de la historia.

Recordad sus palabras hablando de su disco ‘Taller de memoria’ porque sirven, estructuralmente, para definir el disco de Amaia: «Lo de poner en un disco el single como segunda canción y como última de la cara A o de la cara B canciones más lentas suele deberse a razones técnicas. La primera canción suele saltar o dar problemas y la segunda ya presenta un sonido mejor. De la segunda hasta la penúltima canción es cuando más volumen hay, mientras que en la última de cada cara, el volumen cae y ahí aprovechas para poner la lenta».
El vinilo de Amaia está agotado en Amazon, disponible en 8-10 días bajo pedido en Fnac.

Lana Del Rey anuncia disco de “spoken word” y estrena videoclip de 14 minutos

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Lana Del Rey ha anunciado un nuevo disco que no sabemos si contará como continuación de ‘Norman Fucking Rockwell!‘ –5º mejor disco de 2019 para JENESAISPOP- o no, pues se trata de un álbum de «spoken word». Sí, ese género de poesía recitada que suele dar Grammys a gente como Carrie Fisher o Barack Obama.

En un vídeo de Instagram, Lana explica que la creación de su anunciado poemario, ‘Violet Bent Backwards Over the Grass’, está tomando más tiempo de lo esperado, y que, mientras lo termina, lanzará un álbum de «spoken word» tan pronto como el próximo 4 de enero (también se adelanta a Reyes). No comparte su título, pero sí que será un trabajo de «poesía improvisada» y que no sonará «particularmente pulido» sino «más bien sucio». La cantante apunta que este no será su próximo álbum de estudio como tal, ‘White Hot Forever’, en el que también se encuentra trabajando.

La autora de ‘Blue Jeans’ añade que aún no sabe cuál será el proceso de distribución de su álbum de «spoken word», pero que intentará que el disco cueste «alrededor de 1 dólar» porque «se supone que las ideas hay que compartirlas» y porque «los pensamientos no tienen precio», pero sobre todo porque su objetivo es donar la mitad de los beneficios generados por el disco a organizaciones que ayuden a comunidades Nativo Americanas en Estados Unidos. Quiere ayudar a «preservar sus derechos» y «mantener intactas sus tierras» y así realizar ella su «propio acto de reparación», de hecho como muestra de amor a su país.

Por otro lado, la cantante estrena uno de sus vídeos de vocación casera, uniendo 3 temas de ‘Norman Fucking Rockwell!’. Son ‘Norman Fucking Rockwell’, ‘Bartender’ y ‘Happiness is a butterfly’.

Marta Sánchez no se corta: «En mi juventud, fui una Rosalía para mi generación»

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Marta Sánchez ha regalado una entrevista bastante deslenguada a La Voz de Galicia con motivo de su inminente actuación en el festival Navidad Pop, de carácter nostálgico y dedicado a la música de los años 80. Junto a Sánchez pasarán por la sala Pelícano de A Coruña, este mismo fin de semana, La Unión, Javier Gurruchaga y Alejo Stivel.

Hablando de nostalgia, esta impregna las declaraciones de Marta Sánchez desde el principio, pues el periódico gallego le pregunta necesariamente por los años 80. Y la cantante regresa a esa época para recordar que su éxito no fue ninguna tontería y para exigir el «sitio y el respeto que creo que me he labrado»… se entiende que después de unos años mediáticos algo hoscos. De hecho, la autora de ‘Soy yo’ llega a compararse con Rosalía en declaraciones donde también denuncia el «ageism» de la industria: «Hoy es muy difícil mantenerse cuando cumples cierta edad. Pero no todas tenemos 20 años como Rosalía. Yo, en mi juventud, fui una Rosalía para mi generación. Y ojo, que a ella tampoco le va a durar toda la vida. Yo fui un fenómeno social en España, me consideraban sex symbol y tuve no sé cuántos números uno».

La cantante también recuerda los años 80 y 90 como los «años dorados del pop», y opina que fue entonces y no ahora cuando se podía disfrutar de una mayor oferta de estilos. Dice que ahora «todo camina hacia la misma tendencia» (seguro que no le ha echado un vistazo a nuestras listas con lo mejor del año) mientras que los 80 «fue una década de muchísima creatividad» con la llegada de Meano o Los Secretos y la composición de unas letras que podían ser «verdaderas cartas de amor», cuando las que escucha su hija, dice, son «pornográficas».

Al final de la entrevista, Sánchez vuelve a tirar una lanza a favor de su versión del Himno de España: «No solo no me arrepiento de eso sino que creo que ha sido el acto de generosidad más inmenso que hecho en mi carrera. Es cierto que este verano, a raíz de eso, me han quitado de las fiestas de tres ciudades en las que gobierna la izquierda. Pero me da igual. Lo voy a seguir cantando».

Tras la lluvia de críticas y bromas por sus declaraciones, Marta Sánchez ha contestado en Instagram: No suelo poner estas cosas en mi instagram, pero así me aseguro de que lo veáis, especialmente esos “haters” que tanto tiempo dedicáis de vuestras vidas a comentar todo sobre mí … Hablamos sobre mi carrera de 34 años. Y si, tuve una gran época de éxitos, tanto en “Olé Olé”, como en solitario. Yo no miento ni pretendo compararme con nadie. Cada artista es único en su tiempo. Y yo lo fui y lo sigo siendo, guste o no. Y por supuesto que no tengo que gustarle a todo el mundo. (Por cierto; a mi cuando alguien no me gusta, no pierdo ni un minuto de mi tiempo en escribirle nada…) Quede claro que @rosalia.vt me encanta, suena en casa a todas horas y se merece todo lo que le está pasando por que es una gran artista».

Vota por tus discos y canciones del año

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¿Dónde está La Prohibida? ¿Qué hace Cupido por encima de Big Thief? Estas son algunas de las quejas que nos habéis remitido en los comentarios durante las últimas horas sobre nuestra lista de mejores discos y canciones del año. Ahora es el momento de que el público vote.

Los usuarios habituales de los foros podéis dejar vuestro top 5 de discos y canciones del año en este hilo. Los que no seáis usuarios de los foros podéis mandarnos vuestro top 5 siempre mezclando nacional e internacional a jenesaispop@gmail.com hasta el lunes 23 de diciembre a las 23.59.

Los resultados de la encuesta se publicarán a lo largo de la semana que viene.

Kali Uchis, «triste pero cachonda» en la fantasía post-reggaeton de ‘Solita’

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Hace exactamente una semana que se publicaba ‘BUBBA‘, nuevo álbum de KAYTRANADA que cuenta, entre otros reputados artistas, con la participación de Kali Uchis. Y, casi a la vez, la artista estadounidense de origen colombiano publicaba su primer single en solitario tras haber editado su fantástico debut multinacional ‘Isolation‘, uno de los mejores álbumes de 2018. Hablamos de ‘Solita’, un tema en el que, de la mano de (entre otros) Tainy –productor habitual de Bad Bunny–, se adentra en territorios de post-reggaeton bastante sinuoso y oscuro, con una letra interpretada en español e inglés indistintamente.

En su magnético estribillo, en concreto, canta en la lengua de sus padres los versos «solita, bailando aquí sola / como más me gusta / (…) bailando aquí sola / es mejor que con el diablo». Días atrás, Kali explicaba a Zane Lowe en su programa de radio que la canción era consecuencia directa de una ruptura que vivió un año atrás, después de una larga relación. Queda bien claro por qué en su primer verso: «Como una espina de rosa / Cuando yo te vi con otra / Fue lo que sentí / Te quiero pa’ mi». Pero este tema es también una manera de superar ese dolor: «(‘Solita’) me devuelve a querer sentirme empoderada por la independencia en lugar de sentirme como «pobrecita yo, que estoy sola»», explicaba a Lowe. «El sentimiento es (el de estar) triste pero cachonda», añadía, «hay algo sexy en ella, pero también nostálgico».

Ese tono se plasma a la perfección en el recién estrenado clip que la directora Amber Grace Johnson ha ideado para el tema. Kali Uchis comienza el vídeo dentro de una suerte de ataúd futurista acristalado, en medio del desierto. Pronto abandona esa metáfora del letargo emocional y comienza una travesía por el desierto –literalmente– entre dunas y serpientes, hasta terminar en un bar donde distintos hombres la asedian como hipnotizados, ante su indiferencia y recelo. En teoría, ‘Solita’ debería formar parte de un próximo segundo disco de Kali Uchis, por el momento no anunciado.

Lo Mejor del Mes:

Billie Eilish enseña su araña a James Corden y canta la primera canción que compuso a los 6 años

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Billie Eilish, que acaba de cumplir la mayoría de edad, ha sido la última invitada en el Carpool Karaoke de James Corden. La cantante es autora de lo uno de los mejores discos de 2019 para JENESAISPOP, que también es uno de los más vendidos y escuchados del año.

En «Carpool», Billie canta a Corden la primera canción que compuso a los 6 años, acompañada por un ukulele. Es la típica canción boba esperada, pero a la vez Eilish recuerda que a esa edad ya estaba versionando ‘I Will’ de los Beatles, que también se anima a cantar. Aunque cuando la artista se emociona de verdad es al escuchar en el coche su single ‘Ocean Eyes’, cuya versión de estudio hacía tiempo no escuchaba. Dice que ‘Ocean Eyes’ es la «razón por lo que tengo la vida que tengo».

Durante su trayecto en coche con Corden, Eilish recuerda su emocionante encuentro con Justin Bieber en Coachella y habla de FINNEAS, su hermano, con el que compone música en su habitación. De hecho, Eilish se anima a llevar a Corden a su casa, y le enseña el cuarto donde FINNEAS y ella han compuesto todas sus canciones, además de la araña que tiene por mascota, incomodando al presentador. Ojo al recuerdo que comparte Eilish con Corden: le cuenta que, a principios de 2015, su hermano le dijo que quería convertirla en la «mejor estrella del pop del mundo». Y aquí estamos…

Mariah Carey, al frente de una gran fantasía navideña en el nuevo vídeo de ‘All I Want for Christmas is You’

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Mariah Carey ha conseguido esta semana el 19º número 1 de su carrera en Estados Unidos con ‘All I Want for Christmas is You’. La canción ya era su mayor éxito en cualquier caso debido a su popularidad cada Navidad, creciente año tras año. De hecho es una de las canciones más exitosas de todos los tiempos.

Ahora llega un nuevo videoclip para ‘All I Want for Christmas is You’, el tercero oficial pues en 1994 se llegaron a editar dos versiones, la casera conocida por todos y una inspirado en la televisión de los años 60 (también existe un vídeo para el «remix» de la canción con Justin Bieber que es mejor olvidar). Para el tercero, Carey ha contado con el director Joseph Khan, artífice de algunos de los videoclips más caros de la historia y también de algunos de los más memorables, como ‘Blank Space’ de Taylor Swift, ‘Toxic’ de Britney Spears o ‘Freeek!’ de George Michael.

El nuevo vídeo de ‘All I Want for Christmas is You’ no cuenta con tanto «replay value» como estos tres ni mucho menos con una historia con principio, desarrollo y desenlace propiamente dicha, pero sí con el encanto festivo esperado. En él, una niña entra en una tienda de regalos y descubre una fantasía navideña en su interior, y termina bailando felizmente entre soldaditos de juguete o los propios hijos de la cantante.


Bilbao BBK Live confirma a FKA twigs, Perfume Genius, Bomba Estéreo… y revela cartel por días

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Bilbao BBK Live desvela hoy viernes su programación por días e incorpora nuevos nombres a los ya anunciados hace escasas semanas. El festival se celebra durante el mes de julio en la capital vizcaína, en concreto los días 9, 10 y 11.

FKA twigs es la gran confirmación de esta nueva tanda de nombres revelada por Bilbao BBK Live. Se trata de la autora del mejor disco de 2019 para la redacción de JENESAISPOP, ‘MAGDALENE‘, y también para otras publicaciones. La artista ofrecerá el sábado 11 de julio un concierto «único en el estado» según la nota de prensa del festival tras actuar este mismo de hecho año en Primavera Sound. Un día antes ofrecerán otro concierto único en el país Bomba Estéreo, otro de los grandes nombres confirmados en el cartel.

Además se suma a la programación Perfume Genius, Inhaler (uno de los grupos nominados en el BBC Sound of 2020), Stella Donnelly, también autora de uno de los mejores discos del año; Triángulo de Amor Bizarro, que presentarán nuevo trabajo, como han confirmado en sus redes; La Bien Querida, que también ha editado uno de los álbumes destacados de los últimos 365 días para nuestra redacción; María José Llergo y Xabi Bandini. Debajo de estas línea encontraréis el cartel por días y el desglose de precios de entradas y abonos. Pronto, más confirmaciones.

Jueves 9 de Julio
KENDRICK LAMAR · CARIBOU · THE RAPTURE · ACID ARAB Live · ionalee/iamamiwohami · LA BIEN QUERIDA · PERFUME GENIUS· CHAI · ERIK URANO · STELLA DONNELLY · THE MURDER CAPITAL · XABI BANDINI

Viernes 10 de Julio
THE KILLERS · BOMBA ESTÉREO · SUPERGRASS · LEÓN BENAVENTE · TOMMY CASH · WHITNEY · CALIFATO ¾ · CARIÑO · DORA · HINDS · INHALER · KELLY LEE OWENS · OMAGO

Sábado 11 de Julio
PET SHOP BOYS · BAD BUNNY · FKA twigs · FOUR TET · EL COLUMPIO ASESINO · SLOWTHAI · TINARIWEN · YVES TUMOR · TRIÁNGULO DE AMOR BIZARRO · KAYDY CAIN presenta SALSA DURA · CHICO BLANCO · MARÍA JOSÉ LLERGO · YANA ZAFIRO

Entradas:
Bono: 140€ + gastos
Bono + Camping: 158€ +gastos
Entrada de día: 60€ + gastos

Escucha lo nuevo de Ana Torroja, Cariño, Dellafuente, Mónica Naranjo, Recycled J, Bombay Bicycle Club, Vince Staples, Toundra, Allie X…

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Como era de prever, este viernes 20 de diciembre viene flojo, muy flojo, de novedades musicales… en el panorama internacional. Sin embargo, en nuestro país tenemos bastantes novedades como para armar casi la mitad de nuestra playlist Ready for the Weekend de hoy. Comenzando por Ana Torroja, que entrega otro de esos singles co-escritos y producidos por Henry Saiz y Pional de los que nos habló meses atrás. Curiosamente, su predecesora como juez de Operación Triunfo, Mónica Naranjo, también asoma hoy la cabeza para presentar la versión completa de la sintonía que ha compuesto y grabado para el nuevo programa de televisión que presentará, el reality ‘La isla de las tentaciones’. Sumado al single que presentó Aitana con Cali y El Dandee, el dueto entre sus excompañeros de OT 2017 Ana Guerra y Cepeda y el debut indie de Marina Jade, otra triunfita, suponen novedades jugosas en el plano del pop mainstream.

Pero especialmente activo está esta semana el panorama independiente español. Al nuevo single de Mujeres y las canciones navideñas que Cariño y los jovenzuelos Fred Fredburguer han presentado en los últimos días, hoy se suman Dellafuente (con un doble single, apenas una semana después de otro tema con Morad), Bearoid, Toundra (con su primer single tras su fichaje por la multinacional BMG), Recycled J & Selecta, Mediapunta (reciente fichaje de Sonido Muchacho), Kinder Malo, Centauros –avance de su próximo EP–, Bravo Fisher! (esta vez con un remix de Ley DJ), Siloé (con una versión de Antonio Vega junto a Andrés Suárez) y Camellos, que lanzan un 7″ para ‘Vaya a la cárcel’, de su reciente y estupendo segundo disco ‘Calle para siempre‘, que incluye un gran remix de Bronquio. Además, se publica el debut del dúo de electrónica b1n0 –con aportaciones de Núria Graham) y el rapero Soto Asa publica mixtape con colaboraciones de Yung Beef y La Zowi.

En el panorama internacional, en cambio, apenas podemos hablar de nuevos temas de Bombay Bicycle Club, Anitta, Vince Staples, Sondre Lerche, Machine Gun Kelly, Sigma & Maverick Sabre, The Rentals, Zeds Dead, Ten Fé, Camilo y El Alfa. Sí destaca la publicación de un nuevo disco del héroe del nuevo pop dancehall, Popcaan, un EP de los británicos Cub Sport y una mixtape navideña de Gucci Mane. Escaso bagaje en ese plano. Sí cabe señalar la profusión de remixes interesantes: Dua Lipa, James Blunt, Skrillex (en manos de Four Tet), Allie X y las argentinas Perotá Chingó (por parte de Chancha Via Circuito) ponen sazón a este penúltimo viernes del año.

Para terminar, también destacamos el lanzamiento de la BSO de la adaptación fílmica de ‘Cats’, que aparte de con Taylor Swift cuenta con Jennifer Hudson o Jason Derulo. El homenaje a Tom Petty de Willie Nelson e hijos, nuevas versiones de temas de Elton John y Lewis Capaldi y un dueto con María Jiménez de un disco con el que Miguel Poveda celebra 30 años de carrera musical completan la selección de hoy.

Escucha la playlist «Ready for the Weekend»

Ginebras / Dame 10:36 minutos

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Ginebras no paran de tocar en Madrid -hoy lo hacen otra vez, al menos por cuarta vez este otoño- y están ya confirmadas en festivales como Low Festival o Mallorca Live porque son uno de los grupos emergentes de moda. Las escuchas de su EP, modesto, de 4 canciones y 10 minutos y medio de duración -de ahí su título- están bastante disparadas para tratarse de un proyecto independiente publicado por Vanana Records, y tiene toda la pinta de ser uno de los grupos que más den que hablar durante 2020 a poco que editen un par de canciones tan pintonas como las de ’10:36′.

El proyecto de Magüi (gallega) a la guitarra rítmica y voz principal, Sandra (alicantina) a la guitarra solista y coros, Raquel (madrileña) al bajo, y Juls –sustituyendo a la canaria Yavanna– a la batería ha hecho de la huida de los «guilty pleasures» su bandera, y en su lista de artistas venerados figura gente como The Bangles, The Beatles, Los Fresones Rebeldes, Carolina Durante, The School y sobre todo Parchís: dicen que se inspiran en ‘Cumpleaños feliz’ para componer sus canciones. ¿Será una boutade? En absoluto. En todo caso lo sería mencionar a The School: sus grabaciones huyen de esa deliciosa delicadeza y languidez para ir al grano, sonando macarras y un tanto punk en algo que ellas mismas han tenido a bien llamar «tonti-rock».

Que a su vez no es tan «tonti» por mucho que digan que se llaman Ginebras porque Tequila ya estaba pillado. No hay nada de tonto en huir del drama y de la solemnidad para decantarse por el retrato social y lo cotidiano. Su primer single ‘Todas mis ex tienen novio‘ sería su canción más triste pero hay tanto humor en su visión pesimista del mundo como en ‘Ni un día más’ de ‘La bola de cristal’, cuando no un gran afán de superación costumbrista («Me he enganchado a ‘La Casa de Papel’ / Y he olvidado todos mis dramas de mujer»).

Podría haber sido su gran himno, pero finalmente lo es ‘La típica canción’, una composición sobre la libertad de que a cada uno le guste lo que le dé la gana, de Oasis a Don Omar, de Pixies a Elton John, alcanzando lo metamusical: cuando llega lo de «Magüi resucita cuando ponen en el Lucy algo de ska», la canción se convierte en un ska; y la grabación termina de manera genial con un guiño a la banda sonora de ‘Parque Jurásico’, en sintonía con su divertido vídeo. Y nada como su brillante estribillo, de melodía espectacular. Da igual lo que estuvieran cantando en él que se pegaría, pero además es un plus que estén cantando justo sobre las virtudes de la música.

El EP se completa con una versión de ‘Con altura’, en la estela de lo que The Parrots hicieron con Bad Bunny y Cariño con C. Tangana, en este caso con cierto recuerdo a The Cramps y al ska, y por tanto al rock latino español tipo Los Toreros Muertos, The Refrescos o Radio Futura circa ‘Veneno en la piel’. Tiene gracia que hayan convertido este hit de Rosalía, El Guincho y J Balvin en algo con lo que hacer pogo, pero es más interesante su análisis de la relación entre fan y artista llamado ‘Fan emergente’, en el que vemos a un grupo salir con sus seguidores de marcha aunque no parezca la mejor idea; y en donde destaca lo que parece un dardo envenenado contra cierto tipo de indiemainstream: “Otros lo hacen mejor pero no les entiendo”, dice la vocalista principal de la banda, viniendo a resumir ella misma en qué consiste el encanto de Ginebras. El grupo actúa hoy 20 de diciembre en OchoyMedio, Madrid.

Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘La típica canción’, ‘Todas mis ex tienen novio’
Te gustará si te gusta: The Parrots, Las Chillers, The Cramps
Escúchalo: ‘La típica canción

Yeasayer anuncian su separación

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Yeasayer han anunciado su disolución en un escueto comunicado publicado en sus redes sociales. El texto dice: «Hemos decidido que Yeasayer ha llegado a su final. No es una decisión que hayamos tomado rápidamente o a la ligera, pero los tres estamos de acuerdo en que es la correcta en este momento. Nos consideramos muy afortunados de haber compartido como banda 15 años con tanta gente alrededor del mundo. A todos los que nos habéis apoyado y os habéis involucrado en nuestro universo musical a lo largo de los años, os damos las gracias».

Este mismo año, el trío de Brooklyn formado por Chris Keating, Joe Louis y Mark Schmeling ha editado su quinto y ya último álbum de estudio, ‘Erotic Reruns‘, posiblemente su trabajo más abiertamente pop sin que esto quiera decir que el grupo no contara ya con hits a sus espaldas. ‘Ambling Alp’ y ‘O.N.E.’ -una de las mejores canciones de 2010– eran dos joyas de electropop psicodélico y artesano, y el grupo era capaz en 2016 de entregar, mediante su disco ‘Amen & Goodbye’, un tema tan bueno como ‘I Am Chemistry’.

El grupo se daba a conocer en realidad mucho tiempo antes, en 2007, con la edición de su debut ‘All Hour Cymbals’, que entre ecos a MGMT, otros a Dirty Projectors y otros africanistas (a todo eso sonaba, no tanto al año indicado en su título, ‘2080’), puede considerarse un artefacto muy propio del indie-rock de la época. En 2009, Chris Keating interpretaba ‘Audacity of Huge’, uno de los mayores éxitos a la postre de Simian Mobile Disco, pero era con su álbum de 2010, ‘Odd Blood‘, con el que el grupo lograba despuntar gracias a su sonido de electropop orgánico y delirado.







El físico importa: The Divine Comedy mima los detalles de su «musical de oficina»

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Durante los próximos días, comentaremos algunas de las ediciones físicas de los mejores discos de 2019 en esta sección llamada «El físico importa», por la que ya han pasado algunos lanzamientos de este año como el de Billie Eilish. Comenzamos el repaso navideño con la recomendable edición en vinilo del último disco de The Divine Comedy. El álbum se inspira en la vida cotidiana de oficina, cuestionando cómo las nuevas formas de capitalismo y las nuevas tecnologías están destruyendo empleos, todo ello a través de personajes como el trepa, el jefe chapado a la antigua, y el patetismo de la «fiesta navideña», entre otros en los que ya ahondó mi compañero Raúl Guillén en la crítica del álbum ‘Office Politics’.

Como ya contaba él, el disco funciona como un musical, por lo que en este caso es imprescindible que incluya las letras, cosa que por supuesto sucede, añadiendo además detalles que no encontraréis en Genius: todo el diseño está supeditado al concepto del álbum, y si la portada y la contraportada se unen para dar una visión panorámica de estos personajes, la tipografía de letras y créditos es de máquina de escribir. Además, las fundas interiores aparecen convenientemente salpicadas de manchas de té o café, con subrayados en rotulador fluorescente e incluso alguna corrección en boli rojo.

Aparece en los créditos el nombre de una cantidad considerable de músicos, aunque no el ansiado distintivo «masterizado para vinilo» que tanto se echa de menos en la era digital. Pese a ello, el sonido no parece excesivamente comprimido, dejando respirar un mínimo los múltiples arreglos del álbum, y la estructura en doble disco realza algunos de los hightlights del álbum: ‘Infernal Machines’ parece una canción de Depeche Mode o Marilyn Manson abriendo la cara B, haciéndote pensar que esto en los 80 habría sido un hit; mientras que ‘The Life and Soul of the Party’ es un poquito más «hit disco» abriendo la cara C… ¿que puede cerrarse con una canción más adecuada que ‘Dark Days Are Here Again’? El doble vinilo está disponible en Amazon a unos 28 euros (no confundir con la carísima edición deluxe de vinilo azul, en esta que comentamos ambos son negros), y en tu tienda de barrio favorita.

Los Premios Odeón quieren ser como los Grammy y los Goya… pero serán como Los 40 Music Awards

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La industria musical ha anunciado la creación de los Premios Odeón, que pretenden ser «los primeros premios oficiales» de la música en España desde que en 2007 se celebrase la última edición de los premios Amigo. En nota de prensa, los premios Odeón explican que su intención es «recuperar para la música española la tradición de los premios anuales, en un formato innovador en su formulación para llegar a un mayor número de profesionales y, sobre todo, de público en general». Son, a su vez, «unos premios que aspiran a recuperar esa audiencia perdida, relanzando la importancia de la música en la sociedad y consolidándose como referente anual de nuestro panorama musical». La razón del nombre es doble: este «nos refiere al origen de la música, pues Odeón era el nombre que los griegos daban al templo en el que se representaban los espectáculos musicales», pero además Odeón «fue también el nombre de la mítica compañía discográfica que lanzó los primeros discos de pizarra de doble cara».

La primera gala de los Premios Odeón se celebrará el próximo 20 de enero en el Teatro Real de Madrid presentada por Javier Reboredo, «con grandes actuaciones y la presencia de numerosos artistas». Las nominaciones se reparten en un total de 11 categorías divididas en «premios objetivos» y en «artistas Odeón», teniendo en cuenta la existencia de un Premio de Honor que reconocerá la trayectoria de un artista veterano aún por desvelar. Los primeros se basan en datos objetivos de ventas de discos o de entradas, y también de escuchas y visualizaciones para determinar a los artistas más exitosos del año y así ofrecer un «reflejo absoluto de los gustos del público»; y los segundos en un cruce de votos sometidos entre el Comité Organizador -que nominará a los artistas en base a los parámetros objetivos ya enumerados- y el público, que votará a sus artistas favoritos a través de la página web. No esperéis por tanto nada ni remotamente parecido al Premio Ruido, que otorgan los periodistas musicales españoles, ni a los Premios MIN, dedicados a la música independiente.

Los premios explican así su premisa: “El éxito en la música de hoy es distinto al de hace unas décadas: la objetividad impera y cualquier artista puede percibir con todo lujo de detalles la proyección e impacto que su propuesta musical tiene en la gente. Ya no importan tanto las opiniones subjetivas, ahora importa la opinión colectiva. Por ello, en los Premios Odeón, importa la voz del público”.

Quizá el dato más esclarecedor en cuanto al concepto de los Premios Odeón es que no incluyen ninguna categoría alternativa en sus nominaciones, ni siquiera para disimular un poco su fijación con el éxito comercial a pesar de que por ejemplo Viva Suecia o Bad Gyal también agotan entradas u obtienen buenas posiciones en las listas de ventas y streaming sin necesariamente sonar en radio. A partir de ahí es fácil comprender dichas nominaciones, pues son muy próximas a lo que suelen resaltar Los 40 Music Awards en sus categorías principales. Por ejemplo, Ana Guerra está nominada en la categoría de Artista Revelación a pesar de que su disco y sus singles posteriores a ‘Ni la hora’ se han quedado lejos de representar una «revelación» en términos comerciales. Claro que lo que para Ana Guerra puede ser un fracaso para Cupido puede ser un éxito, con la diferencia que Cupido no puede ser un grupo reconocido por los premios porque sus vídeos no petan tanto en el contador de Youtube. «Solo» tienen algunos millones de visitas, no decenas.

Quizá más inexplicable es que haya una categoría separada para reconocer el mejor disco de flamenco del año (?), el único género musical que cuenta con categoría propia en las nominaciones como si el trap jamás hubiera llegado a España; y sobre todo no haya habido espacio en la categoría que reconoce a Mejor artista femenina para Mala Rodríguez, que no solo se encuentra en un momento comercial muy bueno, sino que este mismo año ha recibido el Premio Nacional de Músicas Actuales por parte del mismísimo Gobierno de España. La rapera solo aparece nominada por su colaboración con Lola Indigo en ‘Mujer bruja’, en la categoría de mejor canción.

Ya el concepto de unos premios basados exclusivamente en el éxito comercial da un poco de repelús: ¿de verdad Alejandro Sanz necesita ganar más premios haciendo los peores discos de su carrera cuando Rocío Márquez existe? La premisa de los premios es tan «objetiva» estadísticamente que Rosalía aparece CUATRO veces nominada en la categoría de Mejor canción y otras varias en la de Mejor vídeo, un absoluto despropósito impensable por unos Grammy. Y no es la única que repite, también lo hace Don Patricio, por ejemplo. La organización de Odeón insiste en que la naturaleza fluctuante de las listas de éxitos, sobre todo en Navidad, y la participación del público en las votaciones garantizan la «emoción» a la hora de su entrega durante la ceremonia, pero cabe preguntarse cuán emocionante puede ser la existencia de unos premios que buscan ser un «reflejo absoluto de los gustos del público»… cuando esa es literalmente la función de las listas de éxitos y de los contadores de reproducciones. ¿Cuál es exactamente el valor del voto popular en todo esto?

De hecho, los Premios Odeón aseguran que la industria hoy es diferente a la de hace unas décadas porque hoy «la objetividad impera»… dando a entender que antes no lo hacía. Seguramente, La Oreja de Van Gogh fueron número 1 de ventas en los 2000 porque una mano negra así lo decidió, no porque fueran grandes vendedores de discos ni porque antes no existiera un sistema objetivo que determinara las canciones o los discos más vendidos del año. O como si antes no fuera el público quien decidía qué disco vendía o no pasando por caja. Por alguna razón, los premios Odeón han entendido que la democratización de los datos comerciales son suficiente motivo para premiar lo que ya goza de éxito en este sentido, y hacer como si lo demás no existiera.

Peor aún es la declaración posterior: «Ya no importan tanto las opiniones subjetivas, ahora importa la opinión colectiva». Como si la opinión colectiva fuera un ente homogéneo y no la suma de millones de opiniones subjetivas que van construyendo el éxito de una obra de arte de manera independiente. Mientras, el valor de la crítica -cuya función es demostrar el valor de una obra musical más allá de sus posibilidades comerciales- y el de la música alternativa no es reconocido ni simbólicamente. ¿De verdad unos premios que buscan ser los «Goya» de la música pueden permitirse hacer como si Niño de Elche, La Bien Querida, Carolina Durante o Playback Maracas y sus respectivas audiencias no existieran? ¿De verdad La Casa Azul, que sí tiene un Goya, no puede aspirar a estos premios? Así es imposible entender que los Premios Odeón pretendan ser un reflejo de nada, mucho menos de la variedad y calidad musical que España tiene que ofrecer más allá de los números.

Mejor canción
CON ALTURA ROSALÍA / J BALVIN / EL GUINCHO
CONTANDO LUNARES DON PATRICIO / CRUZ CAFUNÉ
ENCHOCHADO DE TI DON PATRICIO
LA RUBIA (REMIX 2) LA NUEVA ESCUELA / OMAR MONTES
LO SIENTO BERET
MALAMENTE ROSALÍA
MILIONÀRIA ROSALÍA
MUJER BRUJA LOLA ÍNDIGO / MALA RODRÍGUEZ
PRESIENTO MORAT / AITANA
YO X TI, TU X MI ROSALÍA / OZUNA

Mejor álbum
#ELDISCO ALEJANDRO SANZ
EL AZOGUE MAREA
EL DANZAR DE LAS MARIPOSAS EL BARRIO
EL MAL QUERER ROSALIA
LA CRUZ DEL MAPA MANUEL CARRASCO
OTRAS ALAS NATALIA LACUNZA
NUCLEAR LEIVA
REBOBINANDO CAMELA
SPOILER AITANA
TODAS LAS MUJERES QUE HABITAN EN MI VANESA MARTIN

Mejor vídeo
BOOTY C. TANGANA / BECKY G / ALIZZZ
CON ALTURA ROSALÍA / J BALVIN / EL GUINCHO
CONTANDO LUNARES DON PATRICIO / CRUZ CAFUNÉ
MI PERSONA FAVORITA ALEJANDRO SANZ / CAMILA CABELLO
MALAMENTE ROSALÍA
PERDÓN DAVID BISBAL / GREEICY
PRESIENTO MORAT / AITANA
TELÉFONO AITANA
YA NO QUIERO NÁ LOLA ÍNDIGO
YO X TI, TU X MI ROSALÍA / OZUNA

Artista Odeón Femenino
Aitana
Alba Reche
Amaia
Ana Guerra
Lola Índigo
Mónica Naranjo
Natalia Lacunza
Rosalía
Rozalén
Vanesa Martín

Artista Odeón Masculino
Alejandro Sanz
Antonio José
Beret
C. Tangana
Don Patricio
El Barrio
Joaquín Sabina
Leiva
Manuel Carrasco
Sergio Dalma

Grupo Odeón
Adexe & Nau
Amaral
Camela
DVicio
Estopa
Fangoria
Izal
Mago de Oz
Marea
Oques Grasses

Artista Odeón Latino
Anuel AA
Bad Bunny
Daddy Yankee
Danny Ocean
J Balvin
Lunay
Maluma
Morat
Ozuna
Paulo Londra

Artista Odeón Revelación
Aitana
Alba Reche
Alfred García
Ana Guerra
Beret
C. Tangana
Cepeda
Don Patricio
Lola Índigo
Natalia Lacunza

Los Mejores Discos de 2019

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En un año en el que vimos a artistas como J Balvin y Rosalía cantar en español en los festivales más importantes del mundo, quedaba claro que Estados Unidos y Reino Unido ya no podían ser el epicentro de todo. Mientras Maluma y Becky G simplemente cumplían en el formato largo, Bad Bunny se desmarcaba hace casi un año con un álbum que revolucionaría el reggaetón para siempre. En España más que en los países anglosajones, los grupos se esforzaban por derribar barreras y géneros, como mostraban los lanzamientos de Cupido y Novedades Carminha, en menor medida La Casa Azul, y en otro sentido Fuerza nueva. En el plano internacional, mientras definían 2019 las producciones de FKA twigs, Billie Eilish, Charli XCX y Ariana Grande, llamaba también la atención que artistas como Angel Olsen y Sharon Van Etten dejaran de ser simplemente «cantantes de folk» para pasar a ser otra cosa.


Una de las críticas más recurrentes que recibía el disco de Amaia es que sus textos eran algo infantiles. Un verdadero hito de la astucia humana si tenemos en cuenta que la influencia más citada por la artista fue una estrella infantil, Marisol. ‘Pero no pasa nada’ (su título es un anticipo a su posible fracaso) es un buen compendio de melodías que brillan ciertamente como en una canción de Pepa Flores o Carole King (‘Nadie podría hacerlo’), pero el detalle es ligeramente underground, como el final mínimamente ruidoso de ‘Un día perdido’. De alguna manera aquí se confirma que la trágica brecha abierta en los 90 entre indie y mainstream en España era una cuestión de producción: las canciones de Amaia pueden ser tan bonitas como las de Nosoträsh o de Ella Baila Sola, como las de La Buena Vida o La Oreja de Van Gogh. Amaia no es la compositora más compleja, pero su falta de práctica en torno a las estructuras pop convencionales ha dado lugar a un álbum personal en el que oímos sus posibles referentes pero también a ella misma, uno de los talentos más encantadores que recordamos.

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Kim Petras

Un día estás en Telecinco hablando sobre tu transición y el otro eres una estrella del pop. La alemana Kim Petras lo ha conseguido ocupando un nicho de mercado actualmente no tan concurrido como el del bubblegum pop de la era MTV, plasmando en sus canciones, con personalidad y descaro, su pasión por los 80 de Madonna y Cyndi Lauper así como por el pop dosmilero de Britney Spears, Paris Hilton (que sale en uno de sus vídeos) y el ‘Love.Angel.Music.Baby’ de Gwen Stefani, que Petras solía escuchar de adolescente “para olvidar mi mierda de vida”. Todo gracias a la incómoda asociación de Petras con Lukasz Gottwald (antes Dr. Luke, ahora MADE IN CHINA), productor principal de casi todas sus canciones, lo que nos lleva necesariamente a los tiempos en que el nombre del músico plagaba los créditos de producción de los discos de Katy Perry, Kesha o Kelly Clarkson, con producciones en los tres casos bastante más blandas que lo que está haciendo con Petras.

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Marika Hackman

Si en su disco anterior la cantante británica Marika Hackman celebraba ser más queer que nunca, hablando abierta y orgullosamente sobre sus relaciones sentimentales y sexuales, eso de “lo personal es político” está bastante presente en este álbum, y no perjudica su calidad, sino todo lo contrario: Marika alcanza nuevas cotas en ‘Any Human Friend’, de forma más explícita, tanto a la hora de hablar sobre hacerse un dedo sin muchas metáforas (‘hand solo’), como a la hora de expresar lo difícil que le resulta conectar con otras personas a nivel íntimo (‘i’m not where you are‘), aunque esta confesión le lleve a comportarse de forma confusa y tóxica (‘send my love’). Con la ayuda de David Wrench, ‘Any Human Friend’ es un estupendo y honesto trabajo donde su talento como compositora sigue creciendo y donde el pop se cuela cada vez más. Un álbum por el que mucha gente se está acercando a su interesante figura.

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León Benavente

Si tuviéramos que elegir a la banda española que mejor ha asimilado la música alternativa de los años 70, 80 y 90 seguro que elegiríamos a León Benavente. Les gusta el kraut, les gusta el synth-pop, les gusta el indie español, seguramente el grunge aunque no procede que se note mucho ahora mismo y también un poquito el hip-hop, como se percibe en algún fraseo o ritmo. Aseguran que no han sampleado a Beastie Boys en ‘Volando alto’ aunque lo parezca, y entre los referentes del disco conviven lo mismo Gil Scott-Heron que Peret. Con canciones tan asequibles como las de La Habitación Roja, pero desarrolladas con más ambición; cantando sobre la vida, el amor o la música con variados matices musicales, estos “cuatro monos” se aseguran con su tercer álbum una plaza entre las mejores bandas del país, una temporada más.

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Kim Gordon

‘No Home Record’ no es un disco de pop, ni mucho menos, y de hecho resulta en general tan abstracto e incómodo (pero incómodo-bien) como cabría esperar de una artista con el currículum de Kim Gordon. Lo es también en el aspecto lírico, donde se dejan caer temáticas como las nuevas formas del capitalismo, la gentrificación o el acoso sexual que, de no ser porque lo aclara en las entrevistas que ofrece, serían bastante complicadas de captar. Pero eso también forma parte del posicionamiento estético de Gordon, esa “chica del grupo” que prueba ser más inteligente y atractiva (en términos musicales, entiéndase) de lo que mostró –por timidez, sobre todo– al ponerse de perfil en Sonic Youth. Con lo que demuestra como “la jefa del grupo”, es inevitable pensar en lo que nos hemos estado perdiendo.

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Estrella fugaz

El indie, el auténtico indie, parece en recesión. Pero no lo está del todo mientras existan proyectos como Estrella Fugaz. El proyecto de Lucas Bolaño destaca sobre todo gracias a una letras que, con aparente ligereza y un tono casi constante de humor y autoparodia, desnudan la vida adulta, al estilo Hazte Lapón, y nos hacen pensar mucho. Por ejemplo, nos hacen preguntarnos por qué y para qué nos vemos inmersos en un capitalismo que nos deshumaniza (‘La revolución será de pago’), expone cómo la corrupción está normalizada de una manera terrible (‘De las mafias, fundaciones’ o la maravillosa/terrible ‘El verano español’), o pone en cuestión un sistema laboral que se limpia el culo con la conciliación (‘La parte oscura de la crianza’). A muchos les dará pereza, ante el tono bombástico y de espectacular hacia arriba que está tomando el pop español, enfrentarse a un disco modesto y personal. Pero estamos convencidos de que les merecerá la pena abrirse a ‘Un sendero fluorescente’ y Estrella Fugaz.

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Cala Vento

Los grupos de rock sobreviven en medio del huracán latino y urbano, pero ya no pueden ser los mismos de antes. Evolucionan, cambian, y no les interesan solo las guitarras eléctricas y los estereotipos de «sexo, drogas y rock’n’roll» casi siempre afrontados desde un punto de vista masculino. Los catalanes Cala Vento han hecho un esfuerzo por no repetirse y por huir de lo que se esperaba de ellos en su tercer disco. Huyendo de los plazos y las presiones de la industria, se han lanzado a los caminos de la autoedición, quizá oliéndose que, en este momento histórico y por el tipo de música que hacen, les va a ir más o menos igual. Con todo, en ‘Balanceo’ citan como referencia el perfeccionismo pop de Prefab Sprout, y aunque la impronta de los autores de la paródica ‘Cars & Girls’, que precisamente se reía de los estándares del rock, no se note tanto, sí que percibimos perfectamente a unos Cala Vento más abiertos a la melodía perfecta, al uso de bajos (no solo guitarra y batería), incluso instrumentos de metal y hasta al rap como se veía perfectamente en el single ‘Todo’, en el que invitaban a participar a Candido Gálvez de Viva Belgrado.

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The Divine Comedy

La fortaleza de ‘Office Politics’ va más allá de sus singles, puesto que su valor está en el conjunto. De hecho, es tan diverso en estilos y sonidos que, si observamos sus canciones aisladas, pierden sentido y fuerza. Pero unidas y en el cuidado orden que se presentan, son mucho. Sobre todo porque se acerca a ser, más que un álbum conceptual, la banda sonora de un musical que no se ha escrito aún. Un musical repleto de humor (un factor fundamental y que se acentúa no solo en los textos sino también en los sonidos) ambientado en el mundo laboral de una oficina un tanto carpetovetónica que seguro os suena: al estilo de ‘The Office’, prueba que la caspa en el ámbito del trabajo no es patrimonio único de nuestra querida España. Como siempre, esto sirve a Neil para hablar de decadencia y fracaso, de sueños rotos y del amor como salvavidas. Pero, en este caso, esos conceptos adquieren una proyección social: entre jijís y jajás, el artista irlandés nos presenta su inquietud –que debería ser la nuestra– por la deriva socio-laboral en el mundo contemporáneo, donde la tecnología está eliminando el factor humano, truncando profesionales (y profesiones) de manera drástica y prematura. Y, lo que es peor, generando una precariedad que nos conduce a un abismo insondable.

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Miss Caffeina

Miss Caffeina han dejado atrás todo tipo de prejuicios en ‘Oh Long Johnson’, haciendo el disco de pop electrónico que antes no se hubieran atrevido según sus propias palabras. ‘Detroit‘ fue un avance en ese sentido, pues fue un álbum en el que cabían como referencia tanto los Killers más poperos como los años 80 de Tino Casal; y el nuevo es un paso más en esa misma dirección. Además, el grupo ha dado con nuevas canciones con las que conectar con la nueva generación millennial a la que se dirigen con vídeos como el de ‘Merlí’, inspirado en los Stories de Instagram, letras anti-bullying como la de ‘Reina’ y odas al sexo como ‘Prende; e ilusionar a otra más talluda que no ha perdido la ilusión por la música nueva, a la que textos y teclados removerán ciertas cosas. “Esto va de cometer los mismos errores de siempre, los mismos putos errores, los mismos errores”, se jacta ‘Bitácora’. Y la verdad, “menos mal que aún podemos cantar a voz en grito. Menos mal que aún nos queda este punto de conexión”.

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Stella Donelly

‘Boys Will Be Boys’ se ha convertido en un símbolo de esta era de #MeToo y sororidad: una canción que, con tanta crudeza como delicadeza, se dirige a un violador que destrozó la vida de una chica, contando con la connivencia de la familia de él y, en general, de toda la sociedad. Pero del mismo modo que el perfil lírico de ‘Boys Will Be Boys’ no es el único que muestra Donnelly en ‘Beware of the Dogs’, tampoco lo es el de su sonido espartano combinado con tenues arreglos y su voz dulce pero poderosa. Es un recurso precioso, que ella domina (su vibrato impresiona) y emplea con cierta frecuencia (‘Mosquito’, ‘Allergies’, ‘U Owe Me’, ‘Face It’), pero este es un disco mucho más rico de lo que parece, como ya demostraba ‘Lunch’, fabuloso adelanto sobre la nostalgia de estar de gira, repleto de bonitos arreglos. Un camino similar, más rockero con un espíritu tradicionalista, que sigue también en ‘Tricks’ o ‘Season’s Greetings’, cuya tesitura vocal se asemeja sorprendentemente a la de Lily Allen, una artista que parece en sus antípodas artísticas pero quizá no lo esté tanto ni lírica ni musicalmente.

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Fontaines DC

Este jovencísimo quinteto comandado por la voz de Grian Chatten, un vocalista-poeta de la más genuina escuela Mark E. Smith, ha pasado en dos años de ensayar como amateurs al salir del instituto a dar más de 200 conciertos en Irlanda, Reino Unido y Europa, amplificando su fama de gran banda en directo. Y todo gracias a unos singles autoeditados que, si en un momento podían rememorar el encanto socarrón y macarra de The Vaccines (‘Liberty Belle’), pronto se fueron agriando como la mezcla de olor a sudor, sidra, serrín empapado y líquenes en la puerta de un pub de su barrio en temas de ascendente post-punk como ‘Chequeless Reckless’ y ‘Too Real’ –que no han olvidado incluir–, rabiosas y malencaradas, pero magnéticas. Fontaines D.C. utilizan una poesía que, con su costumbrismo crudo, reivindica la realidad desenmascarada como fuente de romanticismo, en contra del perverso maquillaje sofisticado al que los codiciosos someten a nuestras calles, menoscabando el tejido humano de las grandes urbes. Como repiten en su mayor éxito hasta la fecha, “¿es demasiado real para ti?”.

39
Los Estanques

‘Los Estanques’ es una colección abiertamente retro, con el cuidado por los detalles que caracterizaba gran parte de la música de los 60 y 70 que tiene un eco en este disco a través de sus arreglos y una producción exquisita. Pero ojo, también hay un punto de audacia y contemporaneidad que difícilmente podría haber tenido lugar en aquellos días: su visión libre y desprejuiciada de palos y estilos solo puede ser consecuencia de una mentalidad moderna. Además, cabe destacar también que el Regel letrista es tan esmerado con la música como con sus textos, con un léxico más propio de un ensayo literario que del rock, desafiándonos con juegos de lógica que hacen pensar en Lewis Carroll y Gómez de la Serna. Desde luego, nada que denote un mínimo de vulgaridad. Su tercer disco es la consolidación de Los Estanques como una formidable rara avis en el pop contemporáneo español.

38
Nilüfer Yanya

‘Miss Universe’ es una expansión del sonido fundamentalmente guitarrero que conocíamos de Yanya por singles como ‘The Florist’ o ‘Keep on Calling’, en el que además termina de brillar su singular voz. ‘In Your Head‘, con toda la paranoia expresada en su letra, es uno de los mejores singles de rock de 2019, pero el primer avance que habíamos conocido del álbum en realidad, ‘Heavyweight Champion of the Year’, bien puede ser la mejor canción de Yanya hasta la fecha, pues no puede estar mejor construida en esa absoluta contención que termina de explotar solo al final, cuando menos te lo esperas. Aunque ser “Miss Universo” es imposible; porque es una palabra sin sentido”, el disco sí es una victoria para Yanya, pues logra alejarla de las influencias con las que la asociábamos -King Krule o The xx, a los que ha teloneado- para construir un pilar muy sólido sobre el que empezar su carrera.

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Novedades Carminha

El grupo de Carlangas, Xavi, Jarri y Anxo se ha metido los prejuicios del underground que les pudieran quedar de los tiempos de sus inicios por el arco de triunfo y se entrega aquí a diferentes géneros como la música disco, la “verbena” (playlist con el ‘Tiburón’ incluido) o la moda jamaicana (‘Joven con la edad’). Lo hacen encima con coartada intelectual o como mínimo conceptual: rendir con cada uno de los temas un homenaje a la música de baile de un tipo. Puede que no haya guiños al techno, pero sí los hay al funk (‘Yo te quiero igual’), al underground neoyorquino de finales de los años 70 que unía rock con electrónica (‘Volverte a ver’), a la cumbia (‘A Santiago voy’) o incluso al rap (‘Atlántico’). Parodias u homenajes contribuyen a la solidez de un disco divertidísimo y también con cierto trasfondo, del que ‘El vivo al baile (y el muerto al hoyo)’ es otro gran exponente. Todos al baile, ¿no?

36
Kiko Veneno

‘Sombrero roto’ es un disco de electrónica y no lo es por casualidad, sino por un esfuerzo explícito de Veneno en 3 años de trabajo y un largo proceso de creación: primero solo en su estudio, luego con la aportación del uruguayo Martín Buscaglia (con el que firmó a medias ‘El pimiento indomable’ –2014–) y finalmente con la aportación del talentoso Bronquio, que dio la última capa al conjunto. Con ello Kiko busca orientarse hacia un público más amplio y ecléctico, que no le identifique únicamente como el de su etapa más comercial –la de la primera mitad de los 90– y que comprenda su visión transversal del pop. Una en la que junto a su reconocible deje aflamencado caben tecno, soul, funk, kraut, psicodelia y, en fin, prácticamente de todo, con una perspectiva fresca en la que las guitarras son casi anecdóticas, dejando que el peso recaiga en cajas de ritmo y sintetizadores. Sin perder, eso sí, el punto orgánico, materializado sobre todo en el tratamiento de las voces –tanto la propia como las ajenas, en coros y jaleos a veces multitudinarios– y la profundidad sonora, riquísima.

35
Delaporte

‘Como anoche’ narra en sus 8 episodios una historia sentimental que, dicen, puede extenderse a una relación fugaz o a una unión estable durante años: “conocer a una persona, dejarse llevar por la atracción mutua, disfrutar con el cortejo, alcanzar el objetivo, la gran discusión, la ruptura, el luto por la pérdida y la superación de la relación”. Los explícitos y directos textos de Sandra vienen acompañados de unas bases poderosas, intrincadas y poco acomodaticias, pero con aspiraciones de sonar en clubs casi de principio a fin. Tras la directa insinuación de ‘Vamos a la cama’, que escoge no explotar para detenerse en un sofocante ritmo a lo Dâm-Funk, se sucede un “banger” tras otro, desde esa ‘Algo baila en mí’ que plasma la dulce y dolorosa caída en el enamoramiento hasta el empoderamiento y la superación de ‘Ni un beso’, con esa mezcla tan especial de house y merengue, salpicada con cumbia y palmas digitales arrebatadas. Una mezcla no tan fácil de encontrar en el pop contemporáneo, nacional o internacional, y que tenemos la suerte de degustar de primera mano. Somos unos privilegiados.

34
Clairo

“¿Por qué me siento mayor de lo que pedí ser?”, se pregunta Clairo, de tan solo 20 años, en ‘Sinking’, una de las canciones más tristes de su álbum debut, en la que también parece afrontar una depresión. Una depresión que la llevó al extremo de pensar en acabar con su vida, tal y como plasma con espeluznante honestidad en la inicial (y emocionante) ’Alewife’, nombre de la ciudad dormitorio junto a Boston donde vivía con sus padres cuando una noche solo las insistentes llamadas de “una amiga”, que avisó a la policía, evitaron que acabara con su vida. Todo esto contrasta profundamente con la imagen que hasta hace no tanto nos había dado Claire Cottrill, la post-adolescente que se hizo mundialmente conocida con las canciones naif y juguetonas que subía a Youtube desde su habitación. Y es que puede que escuchado a la ligera, ‘Immunity’ parezca un disco pequeño, e incluso algo timorato por momentos. Pero escuchado con reposo y leído en su globalidad, lo que queda es su mensaje, emocionante, poderoso, divertido e inspirador a un tiempo, que, como dice su título, puede servir de protección para los que se sienten frágiles e incomprendidos. Así, Clairo se confirma como una artista incluso más importante de lo que nunca pudo parecer antes.

33
Tinashe

El sonido de R&B alternativo por el que conocimos a Tinashe sigue presente en el hipnótico single ‘Touch & Go’ con 6LACK o en la producción de Kingdom, quien ha trabajado para Kelela o SZA, en ‘Life’s Too Short’, e invita a reflexionar en la deriva de la carrera de esta gran artista. No es solo que ‘Story of Us’ suene a la mejor Mariah Carey, es que el “braggadocio” de ‘Link Up’ sería un hit en el Billboard de haberlo interpretado cualquier “mumble rapper”. Si a Tinashe le falta algo, desde luego no es habilidad para componer las canciones más sexys (‘So Much Better‘ pese al soez verso de su invitado, G-Eazy) o las más susceptibles de hacerte llorar a mares con su mezcla de serenidad y melancolía (la acústica ‘Rememeber When’). Al margen de todas las preguntas que podamos hacernos sobre el éxito de Tinashe, ella sigue prosperando y ‘Songs for You’ quedará como una gran obra de R&B contemporáneo hecha por una artista completa y poseedora de un talento arrollador, demasiado para ser oprimido por las duras cadenas de la industria.

32
Carly Rae Jepsen

Al margen sobre de dónde vienen estas reacciones tan radicales para bien (y a veces para mal) ante la obra de Carly (especialmente sus canciones más eufóricas suelen apasionar a sus fans), lo cierto es que ella parece ajena a todo ello y eso se nota en un disco de pop escapista, elegante y “dedicado” absolutamente al amor que no puede estar más contento de conocerse en muchos sentidos. Y es que si se llama ‘Dedicated’ en base a una canción compuesta para el disco que finalmente se ha descartado; no tardamos en descubrir que es a sí misma a quien Carly dedica muchas de estas canciones. Una de ellas dice “no hay una droga como yo”, otra “yo seré tu chica” y la mejor repite en su estribillo “él me necesita, él me necesita, él me necesita” mientras en otro pasaje declara: “él nunca tendrá suficiente de mi amor”. ‘Dedicated’ vuelve a dignificar la carrera de una artista entregada al pop más “emocional” sin prejuicio alguno y que ha sabido encontrar la fórmula perfecta para que el elemento “cheesy” de sus canciones conviva en perfecta armonía con gustos un poco más alternativos.

31
Bad Bunny

De “la música electrónica no es música” y “el rap no es cantar” hemos llegado a “el reggaeton es basura”. Permanecer ajeno a la realidad de la música popular es abiertamente reaccionario y categorizar que un estilo es enteramente despreciable partiendo de preconcepciones es claramente obtuso. Pero es que además ‘X 100PRE’ se aleja del típico disco de nuestra era construido en un campamento de composición y es –salvo contadas y puntuales excepciones– el propio Benito Antonio Martínez Ocasio el único y principal compositor del álbum. El primer trabajo largo del Conejo Malo pretende ser un abanico de estilos que le alejan de ser otro-tipo-más-haciendo-reggaeton, aunque no renuncie a él, siendo ‘Cuando perriabas’ la muestra más fiel. Pero también tenemos el trip-funk-pop de The Weeknd meets Daft Punk que es ‘Otra noche en Miami’, amagos acústicos (‘Ni bien ni mal’), trap (‘Ser bichote’, ‘¿Quién tu eres?’, ‘Caro’ –con esa insólita outro baladesca en la que cuenta con ¡Ricky Martin!–), interesantes baladas estilo Drake (‘Si estuviésemos juntos’, ‘Como antes’ –“nada de reggaetón, ponme otra canción”, dice en ella–), electro-hop con guitarras a lo Lil Peep (‘Tenemos que hablar’) y hasta experimentación. No puede calificarse de otra manera esa amalgama mutante de bachata, dembow y afrotrap llamada ‘La romana’, en la que, con el dominicano El Alfa como aliado, Bad Bunny se muestra de lo más audaz.

30
Rocío Márquez

No lo tenía nada fácil Rocío Márquez para avanzar y sorprender tras un disco tan cromático, profundo y lleno de emoción como ‘Firmamento’. Y sin embargo, aquí estamos, ante un ‘Visto en El Jueves’ que es, si cabe, más revolucionario que su antecesor… aunque no lo parezca. Y es que el planteamiento instrumental, voz, guitarra española y percusión –ya sean palmas, cajón u otro instrumental–, no podía ser más recurrente en el mundo del flamenco del que proceden y se nutren tanto la cantaora de Huelva, como sus imprescindibles aliados de este trabajo, el tocaor Canito (nombre artístico del catalán José Manuel Suárez) y el percusionista Agustín Diassera. Ahí está la clave: los tres consiguen que un repertorio nutrido de cantes y canciones provenientes de otro tiempo suenen nuevos y libres de atavismos no ya dentro del flamenco sino de cualquier estilo. Coplas, boleros, rumbas y tangos (argentinos) se entreveran con palos históricos en desuso, como marianas, serranas, romances o vidalitas, a las que Rocío y sus colegas quitan el polvo creativo –una imagen que a ella le gusta evocar– del mismo modo que uno limpia y pule un objeto precioso rescatado de un desván o un desgüace, encontrándole aún un uso. Porque, ¿quién iba a decirle a Miguel Hernández sobre ‘Aceituneros’, el poema que inspiró ‘Andaluces de Jaén’, y a Paco Cepero y Fosforito sobre su ‘Andalucía’ que iban a tener un simbolismo político tan potente a punto de entrar en la tercera década del siglo XXI?

29
Caroline Polachek

“Va a ser una tortura / antes de que sea sublime”. Con esta frase se abre una de las canciones fundamentales del primer disco que la cantante de los desaparecidos Chairlift ha querido firmar con su nombre real, tras haber trabajado con el de Ramona Lisa. Si los autores de canciones tan importantes para el pop de nuestro siglo como ‘Bruises’, ‘Moth to the Flame’, ‘Crying In Public’ o ‘Met Before’ se reconocían por algo era por su pop desenfadado, sintético y de voces moduladas. En su colaboración con los también desaparecidos Delorean, ‘Unhold’, Polachek se puso las botas respecto a esto último, como ahora en su single ‘Ocean of Tears’ y en otros maravillosos puntos del disco. De alguna manera, ‘Pang’ parece la continuación natural de ‘Path’. Seguimos asistiendo a una aproximación muy siglo XXI al synth-pop, con varias pistas sonando como Haim producidas por Charli XCX (de hecho Danny L Harle y A.G. Cook son co-autores y co-productores de algunas de las pistas), pero dejando espacio abierto para otros ritmos. El R&B continúa en la lista de géneros favoritos de Polachek tras haberse colado en los créditos de ‘Beyoncé’, e incluso la new age es una referencia en el cierre de cada cara. “De vuelta en la ciudad, solo soy otra chica con jersey”, dice en un momento. Y ahí, tras sus agridulces rifirrafes con Nueva York a causa de una ruptura, es imposible no imaginarla como una Audrey Hepburn del siglo XXI.

28
Jessica Pratt

En un mundo sobrecargado de información, en el que cada semana salen decenas de discos interesantes muchos de los cuales jamás llegaremos a escuchar, se agradece que artistas como Jessica Pratt busquen ir despacio. En su tercer álbum, de revelador título, ‘Quiet Signs’, la cantautora de San Francisco se mantiene fiel a su estilo en el que voz y guitarra acústica son los principales protagonistas, pero esta vez redondeando sus composiciones más que nunca y grabándolas por primera vez en un estudio profesional, aunque sin abandonar su característico elemento lo-fi. Por suerte, le ha sentado de lujo pasar de su casa al estudio y si por momentos las composiciones resultan demasiado opacas, la cantante lo compensa nutriendo sus temas con otras sonoridades. Por ejemplo, el cruce de guitarras de ‘Here My Love’ crea un precioso tapiz de sonido, mientras algunos temas, como el hipnótico ‘Aeroplane’, efectivamente escrito desde el cielo, incluye un seductor organillo. No es ninguna sorpresa que Pratt componga canciones tan bonitas, y en ‘Quiet Signs’ ha dado con su colección más sólida: su sello dice que estas canciones “parecen la culminación de su estilo”, y no lo parecen: claramente lo son.

27
Fuerza nueva

La selección de canciones en el disco de Fuerza nueva y su peculiar manera de lanzarlo (desgranando determinadas canciones en fechas de singular significado, con su imaginería estética y con los interesantes puntos de vista sobre cada tema ofrecidos por Pedro G. Romero) tiene la voluntad de hacernos reflexionar, y no se trata de un ardid para captar atención mediática (que también). Porque si alguien ve una provocación en versionar el himno de la patria catalana, ‘Els segadors’, transformándolo (devolviéndolo a su origen, en realidad) en un auténtico canto de orgullo de la clase trabajadora (dejando caer, de paso, que el actual movimiento independentista tiene más de artimaña de las oligarquías que un verdadero sentido popular), o por destacar el enorme gancho pop del himno de la controvertida Legión española, el problema está sobre todo en la mente del oyente y sus prejuicios. Al fin y al cabo, son nada más (y nada menos) que canciones. Y como tal debería uno aproximarse a ellas. Por todo eso, ‘Fuerza nueva’ no es sólo un disco conjunto de Los Planetas y Niño de Elche, sino un pequeño gran hito en la cultura popular de España –esa idea/palabra que podría ser de un uso frecuente de todos, no sólo de unos pocos–.

26
Tyler, the Creator

Kanye West aparece de varias maneras en ‘IGOR’, pero no es suficiente para reflejar el sonido multidireccional del disco. El espíritu fuera de los cánones de los últimos trabajos de Solange –presente en varios de los cortes como corista–, o el rap-rock de Childish Gambino –en buena medida, ‘WHAT’S GOOD’ recuerda a ‘This Is America’, sobre todo en la segunda parte, en la que colabora el británico slowthai– sirven como referentes del nuevo Tyler, the Creator. En todo caso, como coetáneo de todos ellos, esa conexión es recíproca: a nadie se le escapa a estas alturas que el que fuera cabeza visible de Odd Future ha influenciado muchísimo también a todos ellos, lírica, musical y estéticamente. Y eso tiene que ver también con la vocación universal, sumaria, que presenta este trabajo de Okonma, con unos samples que albergan homenajes claros (Erykah Badu, RUN-D.M.C., la figura del city pop Tatsuro Yamashita, el ex Smith Westerns Cullen Omori o el citado Al Green) y una cohorte de colaboradores que, de manera nada aleatoria, alterna eclécticos como Santigold y Jack White con raperos como Lil Uzi Vert y Playboi Carti y soul men como Cee Lo Green y el veterano Jessy Wilson. No hay duda de que Tyler, The Creator está ya a la altura creativa (y también comercial, tras lograr su primer número 1 en EEUU) de los grandes referentes contemporáneos mencionados.

25
Purple Mountains

Antes de morir, David Berman volvía con un disco en el que recupera su carrera justo cuando la dejó, solo que sin miedo –o esa impresión da– a que se le reconozca como un gran cantautor. ‘Purple Mountains’ expone sin ambages los graves episodios de una depresión crónica (y “sin tratamiento posible”, asegura) que le llevan a afirmar que, en estos 10 años, ha tenido al menos 100 noches de las que estaba convencido no despertaría. Pero Berman no es un “plañideras” cualquiera, y en su discurso es primordial un sentido del humor negro y lo suficientemente autoparódico como para que gocemos de su propio patetismo. Para no dejar dudas, ahí está la introductoria ‘That’s Just the Way That I Feel’, un animoso número de country rock en el que nos hace un resumen de sus penurias personales en esta década de ausencia (incluido “casi perder los genitales por culpa de un hormiguero”, literalmente), con la frase-estrella “cuando intento ahogar mis pensamientos en ginebra / descubro que los peores han aprendido a nadar”.

24
La Bien Querida

El mundo musical nacional –la escena– es muy diferente a aquel 2009 en que La Bien Querida debutaba con ‘Romancero‘. En aquellos tiempos en que perdíamos el tiempo decidiendo si la versión final de ‘9.6’ era mejor que la maqueta o “demasiado electrónica” (esto existió, lo juramos), habríamos flipado si supiéramos que Ana Fernández-Villaverde iba a hacer un disco en el que cabría como influencia lo mismo Manuel Alejandro que My Bloody Valentine, lo mismo Shakira que Broadcast, lo mismo Lana del Rey que Miguel Bosé, lo mismo unos Cigarettes After Sex que un grupo de Eurovisión que nadie recordaría, The Common Linnets. Con lo fácil que hubiera sido citar en su lugar a alguien anterior a estos últimos, como Nancy & Lee o She & Him, habrá alguien lo suficientemente retorcido como para pensar que La Bien Querida está pasando el rato de boutade en boutade. Pero lo cierto es que en 2019 hay artistas haciendo carrera de su transversalidad, y aquí los diversos estilos se unen para reincidir en su fórmula melódica, ahora con la producción de René de Axolotes Mexicanos, con un trasfondo conceptual. En concreto, un disco-hechizo en el que cada canción se corresponde con un hechizo, influido por las prácticas ocultistas que realizaba su padre cuando era pequeña.

23
Jamila Woods

Cada corte de este trabajo lleva el nombre de una figura más o menos popular y más o menos erudita, según el caso. Héroes literarios –James Baldwin, Zora Neale Hurston, Nikki Giovanni–, musicales –Eartha Kitt, Miles Davis, Muddy Waters, Sun Ra, Betty Davis– o artísticos –Basquiat, Frida Kahlo– que no solo son referentes para Jamila por sus obras sino por sus respectivos ideales o actitudes ante la vida, como desgrana en esta entrevista imprescindible para ahondar en el disco. A través de esos nombres Woods construye un tejido de textos dedicados a empoderar sobre todo a las mujeres negras, que no solo han de vencer el racismo sino además el machismo imperante en todas las esferas sociales. Por eso ha elegido sobre todo a mujeres fuertes que vivieron contra las convenciones sociales y políticas –un linaje, palabra que emplea reiteradamente, del que se siente continuadora–. Y ha traducido sus posturas a un lenguaje contemporáneo –en buena medida, su trabajo como profesora en una escuela sin ánimo de lucro de Chicago para jóvenes autores se traslada a muchas de estas piezas–.

22
Los Punsetes

Se diluyen para siempre las fronteras entre indie y mainstream. Qué bien, nuestra cuadriculez mental ha debido de evolucionar algo. Pero esto no nos ha eximido de toda nuestra gilipollez, así que larga vida a Los Punsetes. El grupo madrileño llega a su sexto disco con el mismo espíritu crítico del primero, si bien cada vez más interesado en la sátira social y en la autocrítica que en la reivindicación de ‘Dos policías’. El éxito espontáneo de canciones como ‘Tu puto grupo’ y muy especialmente ‘Opinión de mierda‘ parece haber influido consciente e inconscientemente en Los Punsetes y los mejores momentos de este ‘Aniquilación’ son aquellos en los que se ríen de la sociedad y también de sí mismos. Y al margen de los singles encontramos la sonora conclusión nihilista de ‘Miguel de Molinos’ («nada hay más hermoso que la nada»); esa ‘Gran Bestia’ que recuerda que, como La Bien Querida, vieron ‘La Bola de Cristal’ («no tengo trabajo pero hago mis hechizos») o la final ‘Estela plateada’, de final trotón. ¿Alguna vez piensan sacar un mal disco? ¿Y regulero?

21
Vicente Navarro

‘Casi tierra’ es el disco de un cantautor influido por el folclore patrio, que parece haber disfrutado tanto de Pablo Alborán y Miguel Poveda, como de cantautores alternativos como Javier Álvarez y Espaldamaceta. La influencia del flamenco es un poso, nada más, si bien evidente en momentos puntuales del álbum, y obras como ‘Lágrimas negras’ o ‘La leyenda del tiempo’ flotan tan sólo en espíritu, más por la calidad de las melodías que por desgarro. Vicente Navarro no ha querido apuntar tan alto y en principio este es un disco sutil, contenido y deliberadamente austero, en el que ha querido dejar el protagonismo a las letras, a su bonita voz en primer plano y a algún arreglo de guitarra. El inicio de álbum con ‘En el río’ nos hace pensar en un disco centrado en el mundo del amor, con letras como “Qué bonito que vinieras / qué bonito que ya estés aquí / Qué bonito que cuando hables de amor te refieras a mí” o “Cómo brillas cuando dices mi nombre”; pero después aparecen varios matices, ya no tan cercanos a un cantante melódico superventas de nuestro país. La homosexualidad y la Guerra Civil son otros temas destacados en un álbum que tampoco teme a los guiños urban o electrónicos, aplicados con excelente gusto.

20
Nick Cave & The Bad Seeds

Quizá arrastrados por la emoción –no necesariamente de alegría–, alguno quiso ver en ‘Skeleton Tree’ un álbum de duelo de Nick Cave por la muerte de su hijo adolescente Arthur, cuando aquellas letras estaban escritas –de forma terriblemente profética, eso sí– antes de la tragedia. Había en él dolor y hasta rabia –musicalmente era uno de sus discos más hoscos–, pero sus letras no hablaban de Arthur ni de su muerte todavía. En cambio, todos los textos de su sorpresivo nuevo álbum ‘Ghosteen’ –un fantasma adolescente que, esta vez sí, no alude a otro que al chico–, fueron escritos por Cave a partir de 2017 en su casa familiar de Brighton –normalmente lo hacía en una oficina alquilada a la que acudía diariamente de manera rigurosa–. Y, ahora sí, expía en ellos la profunda pena de su pérdida, a la vez que celebra su recuerdo. Aunque más amable que ‘Skeleton Tree’, ‘Ghosteen’ es un disco arduo, casi tanto por su vasto contenido –casi 70 minutos– como por una construcción musical que, pese a contar con momentos vagamente melódicos y hasta cantables, requiere de ser atendida con el mismo cariño y cuidado por los detalles que, a todas luces, han empleado Nick Cave y sus Bad Seeds para crearla. No es un disco para escuchar a la ligera, por toda la espiritualidad y trascendencia vital que contiene. Porque, de hecho, es una certeza que en algún momento de nuestras vidas podrá servirnos de asidero y consuelo.

19
Solange

Solange ha dicho que si en ‘A Seat at the Table’ tenía “mucho que contar”, en ‘When I Get Home’ tenía “mucho que sentir”, por lo que esta vez es la música y no las letras las que cobran mayor importancia en el álbum. Sin un single al que agarrarse, es difícil valorar ‘When I Get Home’ en un principio, pues con él Solange ha transgredido todas las expectativas que el público pudiera haberse formado sobre la continuación de ‘A Seat at the Table’. El álbum choca porque opera dentro de sus propias reglas de lo que puede ser un álbum pop en general y un álbum de R&B en particular, y porque busca la escucha completa hasta un punto que parece evitar los singles de manera intencionada. En el transcurso del álbum, Solange demuestra que no es una experta en la técnica de la repetición como lo pudo haber sido Alice Coltrane, pero también que puede llegar a resultar interesante y emocionante sin acomodarse a lo que se espera de ella. Mientras la artista busca su próximo Grammy, está bien que nos quiera entretener con otras cosas, ahora poniéndonoslo un poco -solo un poco- más difícil.

18
Tove Lo

¿Qué separa a Tove Lo del éxito masivo? ¿Qué tiene que hacer, si tres discos de pop bailable y ecléctico tan notables como ‘Queen Of The Clouds’, ‘Lady Wood’ y ‘Blue Lips’ no la han convertido ya en una superestrella? Hay quien la acusa de ausencia de carisma, de ese halo estelar que sí tienen, por citar ejemplos generacionales y no lejanos en estilo, Ariana Grande, Charli XCX o Carly Rae Jepsen. Yo lo llamaría “marketing”, pero entiendo lo que quieren decir. De hecho, precisamente su gran encanto está en esa naturalidad de la que carecen esas otras compañeras de la sueca, que le permite decir y hacer las cosas como ella quiere sin importar lo controvertido que pueda ser. La honestidad no vende discos, pero sí construye carreras. Y‘Sunshine Kitty’, en su modestia, es otro capítulo más de esa línea de discos que hacen de la sueca casi una cantautora que hace pop. Otra colección de canciones personales que sí, presumen de una producción sumamente elegante y atrevida, rabiosamente contemporánea pero que no trata de marcar el futuro, sino asentarse en el presente –en esta ocasión con especial protagonismo de guitarras–: el dúo The Struts, con aportaciones puntuales de Shellback, Jack & Coke, Mattman & Robin e Ian Fitzpatrick, sigue siendo fundamental en ese plano, y de hecho recuerda más a su debut que a su doble trabajo posterior. Pero al fin y al cabo, decía, son canciones personales e íntimas, como páginas de un diario.

17
Madonna

Pasar dos años en Lisboa empapándose de su cultura musical es lo mejor que le ha pasado a Madonna en esta década, dando lugar a otra de sus conocidas «reinvenciones»: un 14º álbum muy diferente a casi todo lo que había editado hasta la fecha, en el que en lugar de sumarse a las modas, se ha llevado a su terreno los múltiples estilos que aparecen. Portugal fue fundamental en la ruta del comercio de esclavos y así Cabo Verde o Brasil son también una influencia en este álbum, de marcado carácter político. La cantante nos explicaba durante una entrevista cómo había conseguido que el álbum sonara cohesionado pese a contener estilos tan inconexos como el reggae, el fado, el funk brasileño, el disco o la batuka, todos ellos por cierto vinculados de una manera o de otra a la reivindicación social. Su solución ha sido unir unas canciones a otras a través de un beat, un instrumento, un idioma, una palabra o un ritmo. Es un divertimento averiguar qué va conectando tan variadas y aventureras canciones entre sí, en el que resulta uno de los discos más orgánicos de la artista, con el que además ha querido dejar un mensaje de esperanza con la final ‘I Rise’. ¿Cuántas veces en 35 años de carrera habrá de probar que es capaz de levantarse?

16
Big Thief

Tras tres álbumes caracterizados por un folk íntimo –si bien el celebrado ‘U.F.O.F.’ tenía un punto más cósmico–, este álbum hermano del que está siendo destacado en varias listas que resumen lo mejor del año supone una palpable –que no radical– variación de su discurso artístico. Un rock más afilado y eléctrico invade buena parte de sus canciones. Y no ocurre solo en temas más acerados, sino que ese carácter crudo y físico también emerge en composiciones más tranquilas rítmicamente, como el encantador vals ‘Rock and Sing’ que abre el disco. En este ‘Two Hands’ el grupo de Adrienne Lenker toma una dirección nueva, excitante, que está un peldaño por encima de sus anteriores obras. Y que, de ser perseguida, puede propulsarles a nuevos espacios creativos. Y de paso, a nuevos públicos. Cabe celebrarlo, aunque quizá lo mejor de Big Thief esté aún por llegar.

15
Carolina Durante

La crítica evidente a ‘Carolina Durante’ es que, al prescindir de ‘Cayetano’ o ‘Perdona (ahora sí que sí)’, que ojo, sí venía incluida como flexidisc en la primera edición del vinilo, tenía que ofrecer canciones igual de buenas o mejores. No está tan claro que sea el caso, pero por otro lado el disco contiene muestras de la habilidad de la banda para dar con la tecla musicalmente y la de Diego Ibáñez en cuanto a la creación de las letras. Si ‘Cuando niño’ sonaba como una canción de ‘Barrio Sésamo’, puede que por temática fuera aposta, pero en cualquier caso la coda final que grita “lo lamento” ha sido otro “highlight” de sus conciertos. En general, el grupo maneja como quiere tanto el humor como el drama, desde la cita al hombre del tiempo Martín Barreiro de ‘El año’ (“se viene la hostia del año como no nos estemos quietos”, bromean, jugando con fuego) al lirismo contenido en ‘El perro de tu señorío’, en la que Ibáñez suplica: “quiero que me mires como miras los desastres que se emiten por la tele y que finges que te importan”. No cabe más ternura y retrato de la modernidad en una frase.

14
The Chemical Brothers

Los prejuicios contra la música electrónica pueden llegar tan lejos como para considerar a Tom Rowlands y Ed Simons simplemente productores o DJ’s antes que autores de canciones. Los discos de Chemical Brothers arrasaron y básicamente el dúo le gustaba a todo el mundo, pero pocos podrían haber adivinado que se desarrollarían como artistas mucho más que toda la generación Brit-pop o casi, entregando discazo tras discazo con muy pocas manchas a lo largo de toda su carrera. El último recibe el nombre de ‘No Geography’, y su portada inspirada en Godley & Creme parece mandarnos un mensaje de evasión ante los males del mundo de los últimos años, que han sido muchos y variados. En ese contexto el tema titular, excelente en su búsqueda de la comunión colectiva, es totalmente escapista, eufórico; y la final ‘Catch Me I’m Falling’, por la que Moby mataría ahora mismo, deja un sabor agridulce en su texto aterrorizado ante la idea de perder a alguien, pero cuyo tono parece esperanzado. Con un buen balance entre los primeros minutos del álbum, que se suceden sin tregua para el oyente, y esa otra parte más espiritual (esta es su entrega más “soul”), The Chemical Brothers logran mantenerse en su noveno álbum como otros artistas solo pueden soñar.


Tiene mérito que viniendo sus integrantes de mundos en principio tan diferentes como el trap (el barcelonés Pimp Flaco) y el pop más experimental y delirado (los canarios Solo Astra), Cupido hayan logrado dar forma a un proyecto que posea personalidad propia, aún sin apartarse radicalmente de todos esos ámbitos. Precisamente son todas esas influencias las que dan personalidad a Cupido y ‘Préstame un sentimiento’ no deja de beber de otros estilos como el vaporwave o el R&B, e incluso da pie a referencias tan improbables en principio, pero reconocidas por el propio grupo, como Bad Bunny, cuyas letras llenas de verborrea parecen una influencia clara en los textos de este disco, por otro lado tan románticos y cursis como a Cupido le ha dado buenamente la gana que sean. Cuesta imaginar que a quien le guste este disco, no se lo vaya a poner siempre entero: el grupo ha hecho 8 buenas canciones que pueden llegar a crear adicción. Y sobre todo se han impuesto a sus influencias, demostrando que, de entre todos los artistas lo-fi pop que se te puedan ocurrir, ellos están haciendo las canciones más emocionantes.


‘The Book of Traps and Lessons’ nos habla de cómo 7.000 millones de personas en el mundo caemos una y otra vez en los mismos errores, así como del racismo y otros males de la sociedad actual, la cual Kate Tempest afirma que no es que haya “progresado” demasiado en los “últimos 500 años”. La monarquía parlamentaria de Reino Unido está en el punto de mira en la portada del disco, pero podría ser cualquier sitio. ¿Acaso hemos evolucionado algo si un hombre ha de correr (huir) sin haber hecho nada como sucede en ‘Brown Eyed Man’? ¿Si se sigue “matando por dinero” y encima se hace “tras una bandera en la que aparece la palabra “LIBERTAD”? Las producciones de Kate Tempest son austeras y la labor de acercarse a su música puede ser a veces demasiado ardua. Sin embargo, como artista de “spoken word” que “no rapea ni canta”, sí es lo suficientemente expresiva para impactar al oyente con su voz. El modo en como pronuncia lo sumamente “desesperados por ternura” que estamos en el tema inicial ‘Thristy’, frases con tanta fuerza dramática como “me ofreció una paz que mi guerra no quiso” o ese desenlace en “anduvimos hacia casa y no nos besamos” no pueden dejar indiferente.

11
Sharon van Etten

‘Remind Me Tomorrow’ es un disco valiente, que suena grande y poderoso, en su mayoría. Y que, cuando no es así, resulta emocionante. En sus mejores momentos, suceden ambas cosas simultáneamente, como en ‘Seventeen’, el gran clásico que nos deja este disco. En una línea similar se sitúa ‘No One’s Easy to Love’ que, con la Sharon de siempre envuelta en sonidos sintéticos, parece dar cuenta del final de aquella relación de la que nos hablaba en una entrevista, truncada por su decisión de no abandonar la música. ‘Comeback Kid’ y ‘Jupiter 4’, los dos primeros adelantos del 5º disco oficial de la artista de Nueva Jersey, son polos opuestos de ese mismo espíritu: la primera, iracunda y bailable (!), retrata la mezcla de cariño y rabia de volver al hogar familiar de la infancia y sentirse como un niño de nuevo; la segunda suena como un salvavidas en una tormenta desoladora. Se agradece además la sabia mano de Congleton (productor entre otros de St Vincent, cuya figura emerge a veces como referente aquí), contribuyendo a un gran trabajo de una artista más poliédrica de lo que jamás imaginamos. Hemos perdido a una cantautora; no pasa nada, tenemos más. Pero hemos ganado a una artista más completa y audaz; y de esto no vamos tan sobrados.

10
Vampire Weekend

El africanismo de Vampire Weekend no ha desaparecido del todo, aunque sea en espíritu: su ya decano debut subyace de manera más serena y pulcra en ’This Life’, ‘Bambina’ o ‘Stranger’. Pero, en una evolución directa del camino emprendido en su anterior trabajo, ‘Father of the Bride’ es un tapiz tan diverso y rico como la nómina de colaboraciones de lujo que esconden sus créditos: Mark Ronson, Jenny Lewis, Dave Longstreth (Dirty Projectors), BloodPop®, Dave1 (Chromeo), Lüdwig Goransson, DJ Dahi, Buddy Ross (Frank Ocean) o Hans Zimmer (a través del sampler del coro malasio de la BSO de ‘La delgada línea roja’ que suena en ‘Hold You Now’) pululan por ahí como si nada. Unas colaboraciones que no aportan el relumbrón de sus nombres sino que reman junto a Koenig en aras de una idea musical ecléctica, en la que tradición y futuro van de la mano en el presente. El grupo enarbola la bandera de la libertad y el amor con este disco que, en su efervescencia disparada en múltiples direcciones, esconde una riqueza duradera que va más allá de lo meramente estético.

9
Ariana Grande

Como si los seis meses transcurridos desde que se publicara ‘Sweetener’ y la aparición de su inmediato sucesor hubieran sido un aprendizaje a contrarreloj, ‘thank u, next’ es todo aquello que en buena medida era aquel pero mejorado. Completamente cohesionado de principio a fin en lo musical y lo lírico, profundamente personal –tanto en la lectura emocional de la palabra como en la acepción “singular”–, ‘thank u, next’ es lo que queríamos que fuera aquel disco tras dos singles descomunales como ‘No Tears Left To Cry’ y ‘God Is A Woman’. Tienen sentido las comparaciones con ‘Beyoncé’ de Beyoncé y ‘ANTI’ de Rihanna que ya se leen por ahí, porque Ariana se posiciona estilísticamente más próxima que nunca al hip hop –¿será una suerte de homenaje a Miller?–. Pero en su caso Grande no parece demasiado preocupada por ser especialmente original, transgredir ni sonar avanzada, sino por ser honestamente contemporánea y, sobre todo, más auténtica y personal de lo que nunca fue. En el primer aspecto, lo logra: si hay un disco publicado en las primeras semanas de 2019 que defina en sí el sonido del pop de hoy, ese es ‘thank u, next’. Y en el segundo, también: con esta pirueta mercadotécnica aparentemente imposible, escondida tras esa apariencia frágil y vulnerable –o gracias a ella–, Ari Chan se consolida como una de las artistas pop con más magnetismo y fuerza de estos tiempos.

8
Michael Kiwanuka

Cual rey de Uganda aparece Michael Kiwanuka retratado en la portada de su nuevo álbum, ‘KIWANUKA’. La pintura es obra de Markeidric Walker y es significativa de lo que supone este tercer trabajo en la carrera del artista, tanto como que su apellido lo titule y además lo haga en mayúsculas. Porque Kiwanuka puede seguir siendo un hombre tímido y a veces inseguro, pero ya no va a dejar que esos sentimientos le guíen. Ese “hombre negro en un mundo de blancos” que repudiaba su apellido y se odiaba a sí mismo se ha transformado. Este álbum fluye orgánicamente de hecho como una película, y no extraña que el artista haya asegurado que le gustaría componer bandas sonoras. La instrumentación del disco puede ser muy visual y su autor hace uso en él de algún que otro sample para enriquecer lo que nos quiere contar, como el de la voz del activista por los derechos civiles John Lewis, o el sonido de un disparo en ‘Another Human Being’, una de las pistas del álbum que reflexionan sobre el racismo. Al final, el detalle sirve para engrandecer unas canciones excelentes gracias a los contrastes. Tanto el interludio de ‘Hero‘ como la canción homónima, que promete convertirse en un himno de Kiwanuka, evocan un sentimiento de abatimiento ante el que el artista se levanta heroico y triunfal, y que solo puede considerarse un emblema absoluto de este escultural y magnífico disco.

7
Weyes Blood

‘Titanic Rising’ establece un paralelismo entre el hundimiento del famoso barco y el hundimiento de la sociedad actual (sobre todo de los países del tercer mundo) por medio del cambio climático y el capitalismo, entre otros temas como la tecnología. En el alegre single ‘Everyday’, que suena como una colaboración no-tan-imposible entre The Beach Boys y Karen Carpenter, y cuyo vídeo inspirado en el cine “slasher” no tenéis que dejar de ver, Blood parece hablar sobre la necesidad del contacto real frente a las aplicaciones tipo Tinder y se atreve a declarar: “el amor de verdad está volviendo”. ‘Titanic Rising’ no es del todo un álbum triste pese a su temática, sino que siempre parece buscar el pequeño rayo de luz en un abismo de oscuridad, aunque sea en forma de humor. La cantautora quiere que sonrías en el apocalipsis y no deja de tener cierta gracia que el álbum termine con una revisión de 1 minuto de ‘Nearer, My God, to Thee’, supuestamente la última canción que tocó la banda del Titanic antes de que el barco se hundiera por completo, una historia que, pese a su absoluto desamparo, evoca una sensación de absurdo tal que solo puede hacerte sonreír.

6
La Casa Azul

Las nuevas canciones de Milkyway hablan del “fin del amor”, lo que en el universo de La Casa Azul equivale al fin del mundo. Así, la euforia y subidón de serotonina que siempre ha caracterizado al proyecto se contamina con unas letras llenas de angustia por el final de ese amor idealizado, propio del “Shangri-La”, que ahora da paso a la “rutina”, a “semanas y semanas de letargo feroz” y al descubrimiento de cierta “ineptitud” ante los problemas o de una tendencia a huir de ellos a través de la música o el trabajo. El caos vital descrito en ‘La Gran Esfera’ llega a una conclusión feliz por suerte, cuando en el tema titular Milkyway describe que por fin ha visto “la luz del alba”, dejando en esta por otro lado conmovedora canción cierto poso de tranquilidad que hace sonar menos irónica una de las primerísimas frases que escuchamos en el disco, cerrando así círculo: “qué bonita es la felicidad”. Coqueteando con el trap, el electro robotizado, el j-pop y la rumba, el álbum suena bien acabado pese a surgir de varios proyectos distintos y cierra esa trilogía de álbumes de la que ha hablado Milkyway en las entrevistas con firmeza. No es redondo como esa “esfera” representada en la portada del disco, pero se le acerca mucho.

5

Incluyendo la versión de ‘Doin’ Time’, además por mucho el tema más popular de este álbum, y alguna canción de relleno hacia la mitad, Lana del Rey ha renunciado a ofrecer una obra tan sólida y atemporal en su visión retro como un ‘Back to Black‘. Sin embargo, nunca había estado tan claro que Lana tenía un clásico dentro de ella como en este trabajo que ha sido capaz de darnos composiciones tan sobresalientes como ‘Venice Bitch’ o ‘Mariners Apartment Complex’. Ambas arman la base del sonido de ‘Norman Fucking Rockwell!’. Hay un poco de Brill Building, un poco de surf-rock, un poco de balada clásica tipo Neil Young, Carpenters… y otras cosas en este trabajo producido por un Antonoff que ha conseguido que Del Rey suene especialmente cercana y honesta a pesar -o gracias a- sus personales trucos de producción. Antonoff dobla la voz de Del Rey varias veces a lo largo del disco, de manera especialmente brillante en la outro de ‘The greatest’, mientras la presencia en el largo de arreglos orquestales, que se imponen desde el principio con el maravilloso tema de apertura, que titula el álbum; guitarras, pianos y una especie de teremín sintetizado; y, por el contrario, la casi total ausencia en el disco de beats electrónicos propios del trap o el hip-hop (tampoco hay “featurings”) aportan unidad a un conjunto que se acerca a ser su gran clásico. Otro importante capítulo en la carrera de uno de los mayores iconos pop del siglo, con algunas cumbres brillantes, cuando no simplemente insuperables.

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Charli XCX

¿A qué suena el siglo XXI? ¿Y el pop de nuestra década? Hay quien hablará de la explosión latina y urban, otros de la mezcla definitiva de infinitos géneros musicales, habrá quien argumente que lo retro y lo clásico siempre prevalecerá con las cifras de Adele sobre la mesa, y hay quien entiende que el sonido del presente y el futuro es el mismo que se entendía a finales de los años 70 y principios de los 80, los tiempos de Kraftwerk y ‘Blade Runner’. Los del synth-pop, de la máquina, también del pop deliberadamente prefabricado y bien manufacturado. Charli XCX, como “90’s girl”, se crió entre hitazos de Spice Girls, luego Britney Spears y luego t.A.T.u., pero siempre ha tenido en consideración a los artistas de décadas remotas. En los inicios de su carrera dijo que quería ser tan camaleónica como David Bowie y Madonna, no hay playlist de canciones favoritas suyas en la que no haya incluido a The Cure (que seguramente influyeron en su oscuro y misteriosamente olvidado debut), e incluso se ha interesado por las diversas etapas, clásicas y experimentales, de Serge Gainsbourg. Con un buen equilibrio de autenticidad y artificio, Charli no se ha quedado en la mímesis o en el revival de los 80 como antes La Roux o Frankmusik, sino que se ha ido dejando seducir por toda la maquinaria del sello PC Music y el sonido de SOPHIE para hacer suyo su discurso. ‘Charli’ se llama así porque es la culminación de su sonido.


El primer disco de Billie Eilish está inspirado en las pesadillas, en la parálisis del sueño y en los sueños lúcidos, en ese mundo de nuestro subconsciente que existe entre el sueño y la vigilia, y si algo consigue la producción del álbum es evocar una sensación de ansiedad y desorientación absolutas que podríamos asociar a esos estados, en particular por el modo en que las canciones emplean la distorsión como parte de su tejido sonoro (‘all the good girls go to hell’), para transgredir expectativas (en ‘listen before i go’ el efecto es realmente extraño, intrusivo, pues suena como si no debiera estar ahí) o manipulan la voz de Eilish de manera que la hace sonar como una especie de espectro digital (‘xanny’). La producción, haciendo uso de estas ideas, es absolutamente exquisita en todas las canciones, aunque lo es especialmente en una ‘ilomilo’ en la que Eilish habla sobre esos “amigos a los que he tenido enterrar” que la mantienen “despierta por la noche”, y que no puede sonar más llena de desasosiego, como si fuera a estallar en lágrimas en cualquier momento. ‘WHEN WE ALL FALL ASLEEP, WHERE DO WE GO?’ es reflejo de una compositora completa, capaz tanto de volarte los sesos como de encogerte el corazón, y que por suerte tiene margen de sobra para seguir refinándose. Su debut no puede ser un mejor inicio para ello.

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Angel Olsen

‘All Mirrors’ es brillante, apasionado e irónico. Pleno de referencias y, a la vez, terriblemente personal. Porque Angel Olsen juega con nuestras percepciones y prejuicios. Usa su voz, su aspecto aparentemente desamparado y el formato de torch song, para crear una obra de absoluta reafirmación. No es un lamento por el amor perdido; es un grito de júbilo por la individualidad recuperada. Aquí, Olsen ha primado la atmósfera por encima de las canciones individuales: estamos ante un disco que requiere complicidad, no ante una playlist de lujo. Como Lana del Rey, Olsen necesita, quiere, que la escuchemos de cabo a rabo. Que nos sentemos y que degustemos su gran álbum de música atemporal. Con Ben Babbitt (que co-escribe la música de algunas piezas), Olsen recoge toda la tradición de la gran canción americana de los años 20-40: Cole Porter, George Gershwin, Irving Berlin. Como ellos, logra compaginar el glamour y el sentimentalismo con bastante ironía. Estas composiciones próximas al musical clásico contienen también mucho regusto del trip hop de los 90’s, en esa cualidad cinematográfica, envolvente, y melodramática que recuperaban Portishead o los Massive Attack de ‘Blue Lines’. Todo al servicio de unas canciones sobre el desamor, su padecimiento… Pero también sobre la liberación que este desamor supone.

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FKA twigs

El significado de ‘MAGDALENE’, que habla de alienación, rupturas, feminidad y sexo, es interesante, pero secundario, porque la imaginación de la que pueda carecer en los textos FKA twigs la suple con creces con su voz y con ideas de producción. Los juegos vocales son absolutamente espectaculares desde que el disco se abre con ‘thousand eyes’, un tema que habría pegado en ‘Medúlla’ de Björk, uno de los mejores estudios sobre voces en un álbum que se hayan hecho jamás. Pero es que además la canción tiene la calidez de la new-age: también puede interesar a los seguidores de Enya. Los coros casi religiosos de la segunda parte de ‘sad day’ generan la inquietud que buscan. Y el momento de los falsos niños cantando unos segundos de ‘fallen alien’ es una pequeña maravilla. En ocasiones, FKA twigs repite frases, pero es que el giro melódico que aporta en ellas no puede ser más expresivo. La artista sabe bordar un R&B clásico, como sucede en partes de ‘holy terrain’ (el tema que ha querido contar con el contrapunto masculino de Future), transformarse en Beth Gibbons en ‘fallen alien’; y a la vez tener su propia personalidad. Desesperado como el corazón, pero pensado con el cerebro, ‘MAGDALENE’ sí es la entregada obra humana que desde lo estético, en ocasiones y quizá abrumada, FKA twigs había querido evitar.

‘Tú y yo’ confirma que la fuente de Mujeres para crear pelotazos punk pop está lejos de secarse

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Ayer publicábamos nuestra lista con las Mejores Canciones de 2019 para la redacción de JENESAISPOP y en ella, entre todas las múltiples cosas que nos dicen que faltan (no digamos ya las que sobran), no se podían incluir a Mujeres. El trío barcelonés se posicionaba en un meritorio puesto 52 de 100 con ‘Romance romántico‘, tema que daba título a su fantástico último EP. Cuatro canciones con fulgurantes melodías ejecutadas en su estilo de punk pop garajero ejecutado a toda pastilla. ¿Pero alguna vez se les va a secar la fuente de la inspiración? A tenor de su nuevo single ‘Tú y yo’, no hay más vueltas: de momento, NO.

Y es que esta canción publicada hace unas horas, adelanto del álbum que sucederá al notable ‘Un sentimiento importante‘, es una nueva llamada de arrebato por parte de Yago Alcover, Arnau Sanz y Pol Rodellar. Si acaso, diría que su sonido es incluso más poderoso que de costumbre, con batería, guitarra y bajo tronando al unísono desde su arranque, solo dando un breve respiro cuando se entona su estribillo. Un estribillo que supone un leve giro melódico que evoca los 60 –los de Los Saicos o The Sonics, no los de Fórmula V o Los Sírex– y que ahonda en esa lírica sentimental que tan bien maneja el grupo barcelonés: en este caso, un canto de amor exacerbado e idealizado hasta extremos casi enfermizos («en tu puerta escribiré 100 veces que te quiero… y luego lo limpiaré para que no me odies»). Mención aparte para su sencillo pero curioso vídeo: alejado del sentido de la letra (o eso me parece), el power trío muestra la vida en la carretera, comiendo comida basura y viajando en furgoneta, con destino a dar un concierto en… tenéis que verlo.

Mujeres, cuyo debut homónimo ha cumplido 10 años hace unos meses, publicarán pues su quinto álbum de estudio de nuevo en Sonido Muchacho en algún momento de la primera mitad de 2020, puesto que han prometido presentarlo durante su actuación en el festival madrileño Tomavistas, donde compartirán cartel con Jarvis Cocker, León Benavente, Austra, Boy Pablo, Novedades Carminha, Maika Makovski y un largo etcétera.

Lo Mejor del Mes:

Pet Shop Boys, nuevos cabezas de cartel del Mallorca Live Festival 2020

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Mallorca Festival sigue desvelando los nombres que conforman el cartel de su próxima edición, y hoy anuncia su gran cabeza de cartel: Pet Shop Boys. El dúo formado por Neil Tennant y Chris Lowe actuará en el festival el día 16 de mayo dentro de su gira ‘Dreamworld: the Greatest Hits Live’ pese a que de hecho publica nuevo disco, ‘Hotspot‘, el próximo 24 de enero. Ya estaban presentes en la programación Crystal Fighters, Leiva, Michael Kiwanuka, Miles Kane, Kate Tempest, Temples, Kase.O, León Benavente o Carolina Durante.

Entre las nuevas confirmaciones de Mallorca Live Festival se encuentran también Monarchy, Shinova y Ginebras para el jueves 14 y a Miss Caffeina y Peligro para el viernes 15 de mayo. Además anuncia el rebautizo de su escenario electrónico con el nombre Tròpic Stage y la incorporación a su cartel de &ME, Mano Le Tough, Cooper Saver y Frink, para el sábado. Todos ellos se suman a los ya anunciados Marcel Dettmann, Red Axes o Ángeles Marqueño, entre otros.

Las entradas para el Mallorca Live Festival se pueden comprar por 75 euros + gastos de gestión para el abono de 2 días (viernes y sábado) y por 90 euros + gastos de gestión el abono de 3 días (jueves, viernes y sábado) en la web del festival www.mallorcalivefestival.com.

PP y Ciudadanos estudian cancelar el próximo concierto de Los Chikos del Maíz en Salamanca

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Los Chikos del Maíz actúan en Salamanca el próximo 10 de enero. Las entradas para el concierto ya están agotadas, pero el Ayuntamiento de Salamanca, gobernado por Partido Popular en coalición con Ciudadanos, se encuentra estudiando su cancelación por considerar que va en contra de sus «valores de concordia».

Según informan varios medios que han contactado al Ayuntamiento, este ha explicado que algunas letras de Los Chikos del Maíz -el grupo de rap liderado por Nega y Toni Mejías- son «violentas» y que «atacan a las víctimas de terrorismo», del que hacen «apología». Por esta razón, el Gobierno de Salamanca cree oportuno que el concierto finalmente no tenga lugar pese a haberse agotado ya todos los accesos. En manos de los servicios jurídicos municipales se encuentra ahora la rescisión del contrato del grupo, que de efectuarse, probablemente obligaría al Ayuntamiento a pagar a los raperos una indemnización.

Noticias de este tipo no han sido raras en 2019: los cambios de gobierno autonómicos han afectado este año a conciertos de Luis Pastor, Def Con Dos o Rayden. En el caso de los segundos también se hablaba de «enaltecimiento del terrorismo». Especialmente sonada fue la cancelación de un concierto de C. Tangana en Bilbao por sus letras «machistas» aunque en este caso las denuncias venían de Podemos, y el rapero respondió realizando dos conciertos gratuitos en la ciudad para protestar contra la «censura institucional».

Hits & Flops: Harry Styles arrasa en Estados Unidos, Coldplay se pegan un buen hostión

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Hits


Harry Styles ha de renunciar definitivamente al número 1 en su propio país, Reino Unido, en favor de Rod Stewart. Según las últimas «midweeks» es este quien está al mando de las ventas físicas prenavideñas por mucha diferencia y ‘Fine Line‘ debutará este viernes tan sólo en el número 2 o quizá incluso en el número 3 por detrás de Stormzy en las islas. En cualquier caso, el buen funcionamiento de ‘Adore You’, rozando el top 10 de singles en plena Navidad, garantiza el curso futuro del segundo disco del ex One Direction mejor avenido. Pero hay mejores noticias para Harry Styles: le está yendo mucho mejor incluso en un país que no es el suyo, y es importante: Estados Unidos.

‘Fine Line’ será muy holgadamente número 1 en Estados Unidos en su primera semana con lo equivalente a 450.000 o incluso 475.000 unidades, es decir, en estos tiempos que corren, podría ser disco de oro en tan sólo una semana. Es verdad que sus cifras están infladas por un «ticket bundle» (de esos con los días contados), pero también lo es que otros artistas no las han alcanzado con acuerdos similares. Además, lo más importante en este caso es que sin el «ticket bundle», tan sólo con los puntos de streaming, Harry Styles sería igualmente número 1 del Billboard 200 la semana que viene, pues sumaría hasta 110.000 puntos por las canciones «digitales» sueltas.

Eso garantiza que este no será un disco de número 1 fugaz, sino de enorme longevidad: las 12 canciones del disco permanecen en el top 100 de Spotify USA incluso cinco días después. Sin duda, el disco está calando y promete tener vida en 2020 cuando el artista realice una gira mundial. En España y en otros países aún no se conocen ni midweeks ni datos oficiales (la semana acaba hoy), pero al menos esta vez sabemos que nos visitará de gira: será el 18 de mayo en Madrid y solo quedan entradas de grada.

Flops


Pese a haber aparecido en el mercado muy oportunamente para el Black Friday y cosechar algunas de las mejores críticas de su carrera, ‘Everyday Life’ va a ser uno de los discos peor vendidos de Coldplay, si no el peor. El disco ha logrado buenos datos en Europa, incluidos los números 1 de Reino Unido (donde se mantiene fuerte en el top 5), Noruega, Francia u Holanda, aunque con peores cifras que en otras ocasiones. El top 3 de Italia y España y el top 4 de Alemania no están mal, pero donde de verdad han sonado las alarmas ha sido en Estados Unidos.

Pese a ser británicos, Coldplay nunca han tenido precisamente los problemas de Blur para conquistar América. Todos sus discos han sido platino o multiplatino hasta ahora, alcanzando el número 1 del Billboard 200 hasta en cuatro ocasiones. ‘Viva la Vida’ vendía más de 720.000 unidades en su primera semana tan sólo dentro de Estados Unidos, reafirmando su posición de “nuevos U2”.

Pero ya ‘A Head Full of Dreams’ se quedó en el puesto 2 en este lugar y ‘Everyday Life’ ha tenido que conformarse con un humillante puesto 7. ¿Se debe a que estamos en fechas muy competitivas? Puede, pero nadie veía venir lo que ha sucedido después: el disco bajaba al puesto 52 en su segunda semana, y después al puesto 121 en la tercera. El disco está siendo por supuesto víctima de las penúltimas normas del Billboard, que favorecen el streaming… pero es que Coldplay no habían tenido hasta ahora ningún problema con el streaming: de hecho, las reproducciones de sus canciones en Spotify son monstruosas. Las de otros discos, eso sí.

A falta de averiguar si la cosa puede resucitar de alguna manera en 2020, estamos ante el mayor batacazo sufrido por un disco de Coldplay en el plano comercial. ¿A qué se debe? Algunos expertos en UKMix apuntan al carácter «experimental» del disco, ¿pero de verdad es tan experimental? A toro pasado su estrategia de lanzamiento «sorpresa sí pero no» no ha parecido la más acertada, e igualmente la deriva EDM de los últimos años del grupo, jugando a los chupetes con The Chainsmokers, puede haberles hecho perder algo de credibilidad. La falta de plan de gira por razones ecológicas no suma, ni tampoco el perfil bajo que han mostrado vídeos como ‘Daddy’. Una pena, pues definitivamente estamos ante uno de los mejores álbumes de su carrera.

KAYTRANADA / BUBBA

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KAYTRANADA no se ha metido prisa en dar continuación a su debut de 2016, ‘99,9%‘, un disco tan bien valorado por la crítica en su momento que incluso lograba hacerse con el prestigioso premio Polaris, el Mercury canadiense. Por contra, Louis Kevin Celestin ha trabajado en su segundo disco a su ritmo, sin las presiones de una industria que ha solicitado constantemente sus servicios, ya fuera como productor o como remixer. Y de la noche a la mañana, con unos pocos días de aviso, ha llegado su segundo largo, ‘BUBBA’.

Si KAYTRANADA ha querido hacer un álbum diferente al anterior -y de hecho ha llegado a desechar un álbum entero porque se parecía demasiado al primero- sin duda lo ha conseguido. ‘BUBBA’, que recibe su título del nombre de un tipo de cannabis, es más relajado que ‘99,9%’, e incluso podría decirse que algo más discreto en cuanto a sus posibles hits, pero el enfoque de KAYTRANADA como productor sigue siendo el mismo para muy bien. El artista rescata samples con el esmero de un arqueólogo, construye beats con la maestría de un artesano y logra sonar tan analógico, orgánico y humano como contemporáneo. Su visión del funk, el R&B, la música disco y otros sonidos se sustenta en la fusión, pero a la vez el artista es capaz de reducir géneros hasta dejarlos prácticamente irreconocibles. En ‘BUBBA’ las producciones están hechas con supremo gusto y sus 51 minutos están muy bien medidos, pues incluso las mismas canciones incluyen cambios internos. El disco rara vez cae en el tedio, y al no contener silencios entre sus pistas, está hecho para sonar como una sesión, arrastrando al oyente en el océano de «grooves» que contiene.

Dice mucho de ‘BUBBA’ que ‘Midsection’, la colaboración del álbum con Pharrell Williams, no sea de lo mejor que este ofrece (de hecho es el tema final). En realidad, el uso de KAYTRANADA de sus artistas invitados, a los que rara vez llega a ver en persona porque él trabaja de manera remota y en solitario, es meramente funcional a lo largo de todo el álbum, que es un trabajo exquisito de producción ante todo. Por ejemplo, no se puede decir que el trabajo vocal de Estelle en la africanista ‘Oh No’ sea esencial, como tampoco que los cantantes de R&B Teedra Moses y Durand Bernarr, que cantan en ‘XO’ y en ‘Freefall’, respectivamente, posean el timbre ultra reconocible de una SZA o un Leon Bridges. Todos ellos son instrumentos al servicio de la visión de KAYTRANADA, y están presentes para llevar estas canciones a nuevos y más interesantes lugares a los que de otra forma no habrían llegado, pero nunca para hacerlas sonar como propias.

Esto no significa que el trabajo de, por ejemplo, el rapero GoldLink en el dancehall de ‘Vex Oh’ no sea estupendo, o que Tinashe no logre elevar la disco ‘The Worst in Me’ a un nivel espectacular como solo ella sabe, pero KAYTRANADA no se ha rodeado de intérpretes que fueran a comerle la merienda en su propio disco. En ‘BUBBA’, la sofisticación de sus beats sigue mandando por encima de todo. El «groove» de ‘Gray Area’, por ejemplo, tiene una presencia brutal pero también un elemento extraño, y el punto justo de distorsión de ‘Puff Lah’ da lugar a una pequeña maravilla. ‘Do It’, la canción que abre el disco, samplea un viejo tema de funk psicodélico brasileño (su inestable percusión procede de ahí) para hacerlo sonar envolvente, subacuático y cálido, mientras el 90s house de ‘Taste’ con VanJess está abordado con una clase absoluta. El canadiense incluso parece dar con un pequeño clásico en la disco-funk ‘2 the Music’ con Iman Omari, que concluye con un fragmento más sintético… sin prepararte para el aparente sample de ‘Smalltown Boy‘ de Bronski Beat que aparece en ‘Need It’, el pegadizo dancehall con Mesego que capta toda tu atención hacia la mitad del disco.

Si los «grooves» de ‘BUBBA’ son en todos los casos fantásticos ejercicios de estilo, una lección tras otra de producción sonora «DIY» al servicio de los sonidos que todos conocemos, el disco incluye temas con potencial para convertirse en hits verdaderos de KAYTRANADA: está el pegadizo número disco de ‘10%‘ con Kali Uchis, que samplea las cuerdas del ‘Love Thang‘ de First Choice; la también bailable ‘The Worst in Me’ con Tinashe o el cálido dancehall de ‘Vex Oh’ con GoldLink, Eight9fly y Ari Pensmith. Con homenajes al house latino (‘What You Need’) o incluso al future funk (‘Scared to Death’), BUBBA es una banquete continuo para los oídos, tanto que al final lo que digan las letras es lo de menos: entre ánimos a ser uno mismo y entregarse a la música, todo lo que cuentan estas canciones con palabras lo desprende ya la música sin necesidad de ellas. Que no haya malentendidos: ‘BUBBA’ no sería mejor sin sus colaboradores, pero como manifesto del sonido de KAYTRANADA, es un triunfo.

Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘2 the Music’, ‘10%’, ‘Vex Oh’, ‘Puff Lah’, ‘Taste’, ‘The Worst in Me’
Te gustará si te gusta: Caribou, Hot Chip, Thundercat, The Avalanches
Escúchalo: Spotify

Camila Cabello se disculpa por el uso de lenguaje racista en su Tumblr antiguo

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Camila Cabello es noticia después que una antigua cuenta de Tumblr que utilizaba cuando era adolescente -previamente a su participación en X Factor y al debut de Fifth Harmony- haya salido a relucir. En ella, la cantante utilizaba lenguaje racista y reproducía GIFs u otras publicaciones de esta misma naturaleza. Un hilo de Twitter que recogía varios de estos posts ha propiciado el cierre de la cuenta en cuestión, que permanecía abierta hasta ahora.

En sus redes, Camila ha confirmado la veracidad de estas acusaciones y ha pedido perdón por el lenguaje usado en aquellos mensajes: «Cuando era más joven utilicé un lenguaje del que me siento profundamente avergonzada y del que me arrepentiré por siempre. Era una persona ignorante, sin educación, y cuando me informé sobre la historia, el peso y el verdadero significado que se encontraba detrás de este lenguaje tan horrible y dañino, me sentí profundamente abochornada de haberlo utilizado en primer lugar». La cantante añade: «Me disculpé en su momento y lo vuelvo a hacer ahora. Jamás haría daño a nadie de manera intencionada y me arrepiento desde lo más profundo de mi corazón. Por mucho que desearía poder hacerlo, no puedo regresar atrás en el tiempo y cambiar las cosas que dije en el pasado. Pero cuando aprendes a hacer mejor las cosas, simplemente las haces mejor».

En un segundo texto publicado a la vez, Camila escribe: «Ahora tengo 22 años, soy una persona adulta, he madurado y aprendido y soy consciente de la historia y el dolor que este lenguaje conlleva de un modo que antes no lo era. Aquellos errores no representan a la persona que soy ni a la que siempre he sido. Yo siempre he defendido y siempre defenderé el amor y la inclusividad, y mi corazón nunca, ni siquiera entonces, ha poseído una pizca de odio o de ánimo discriminatorio. Lo cierto es que fui profundamente ignorante e inconsciente. Utilizo mi plataforma para denunciar la injusticia y la desigualdad y lo seguiré haciendo. Las palabras no son suficientes para expresar la vergüenza profunda que siento y lo mucho que lo siento, y vuelvo a disculparme desde lo más profundo de mi corazón».