Gente escuchando ‘Vogue’ en el avión, hordas de chicos agolpados frente a un puesto de merchandising con camisetas y sudaderas a precio de oro, chicas disfrazadas de Madonna -ahora de ‘Madame X’-, drag queens repartiendo flyers para las after-parties… Las previas de los conciertos de Madonna tienen ese aire de ceremonia que tantas veces ha buscado la autora de ‘Like a Prayer’. Sólo que ahora trasladado a pequeños recintos. Madonna dijo en 2015, durante la promoción de ‘Rebel Heart’, que en un plazo de 10 o 15 años quería hacer una gira por teatros, cansada de la frialdad de pabellones y estadios, donde eres una hormiga para tus fans y por otro lado el público no se aburre de pedirte la sucesión de “greatest hits” que ella se niega a ofrecer. Quizá influida por la muerte de Bowie, y de Prince, y de George Michael, y hasta de Avicii en este lapso -todos ellos mencionados en uno de los bonus tracks de su último disco-, ha decidido pisar el acelerador con estos planes. Como dijo este jueves en su concierto en el Coliseu dos Recreios de Lisboa, no hay que dar nada por hecho en esta vida, “tampoco a ella misma”, ¿así que para qué esperar 10 años por una cosa que te apetece hacer ya? Fotos: Stufish (Brooklyn, Lisboa).
Cuando Björk, Nick Cave o Bruce Springsteen hacen una gira por teatros es para ofrecer música en su expresión más cercana y visceral, pero Madonna está llevando parte de sus ambiciones maximalistas a recintos con capacidad para unas 2000 o 3000 personas, actuando varias veces por ciudad, en el caso de Lisboa hasta en 8 ocasiones con todas las localidades agotadas. Pese a que el concierto cuenta con sus momentos intimistas, Madonna no ha renunciado a los grandes montajes, al show, a las pantallas ni a la estructura del set en varios bloques, como ella misma patentó a finales de los años 80. Además, empeñada en convertirse en monologuista, no ha querido prescindir del humor como para quitar hierro y drama tanto al recinto como al disco que presenta, de marcado carácter político.
Lo mejor de este ‘Madame X Tour’ es su puesta en escena. Las enormes proyecciones de fondo preparadas para la ocasión -no hay tomas de directo, olvidaos de ver primeros planos de Madonna en vivo-, junto con un apañado set minimalista formado por mesas y escalinatas, dan un juego en ocasiones absolutamente espectacular, generando sensaciones de ilusión óptica pocas veces vistas en un show de música pop. Es la verdadera reinvención de un show de móviles confiscados en bolsas (un aciertazo), con partes para ver de pie, y partes para ver sentado. La sensación de profundidad de campo es lo mejor del arranque politizado de las autotuneadas ‘God Control’ y ‘Dark Ballet’, la imagen como de personas cayendo desde las Torres Gemelas en ‘American Life’ es desoladora, y el claro highlight del concierto es ‘Frozen’, con una Madonna totalmente difuminada entre unas proyecciones de su hija Lourdes León bailando la canción. Casi parecía una metáfora sobre cómo su aura de reina del pop se diluye en la lejanía en favor de otros personajes de moda, siempre más jóvenes. Nada que no viéramos hace 70 años en ‘Eva al desnudo’.
‘Madame X’ ha sido un disco que ha producido reacciones encontradas, apareciendo en una decena de publicaciones de lo mejor del año, de MOJO a NME pasando por Idolator o Billboard, pero a su vez produciendo el rechazo frontal del público generalista, dejando -otra vez- las peores ventas de su carrera, y sobre todo la sensación generalizada de que Madonna no está sabiendo “envejecer con dignidad”. En ese sentido, hay que decir que la experiencia de ver esta gira en Lisboa probablemente deforme la realidad de lo que ha tenido que ser este mismo tour en Estados Unidos o lo que será en Londres. Este disco incorpora el sonido de las músicas del mundo, pero se gestó en Portugal, y dudo mucho que en otros países se vea a personas procedentes de Cabo Verde saltando de alegría cuando el nombre del país aparece en pantalla, que la reacción sea igual cuando las batukadeiras suben al escenario desde ambos laterales del público con ‘Batuka’ o cuando llega la sección más portuguesa, africana y latina. No solo es que las versiones de Celeste Rodrigues y Cesaria Evora funcionen, es que el público se levanta en ‘Killers Who Are Partying’ y celebra más esta canción o el final de la colectiva ‘Come Alive’ que la mismísima ‘Medellín’, con Maluma saludando proyectado desde una ventana y con una base corrupta que casi desencadena una buena tragedia.
Independientemente de que “Killers”, ‘Come Alive’ o también ‘Crazy’ no se hayan entendido en otros lugares del mundo como en Portugal, el país donde proporcionalmente mejor ha funcionado el álbum con mucha diferencia (es disco de oro, roza el platino); es innegable que es ese tramo, el central, el de las músicas del mundo, el mejor de todo el set. Cuando simplemente oímos a Madonna cantar, cómoda y relajada. El escenario, recreando las calles de Lisboa, es precioso; la dirección artística, simplemente con algunos figurantes disfrutando de la música, posando, jaleando y bailando, como en las calles de la ciudad, es un 10 absoluto; y el minimalismo de las escalinatas formando un “círculo” y girando sobre sí mismas, durante la preciosa ‘Extreme Occident’ (con Gaspar Varela, bisnieto de Celeste, a la guitarra), no puede ser más elegante. Mención especial también para la “reinvención” de los interludios: ya no necesitamos aburridos vídeos pre-grabados, y el número de los bailarines transportando un ataúd tras ‘American Life’ o repitiendo pasos hasta la extenuación antes de ‘Frozen’ logran que no eches ni un poquito de menos a Madonna mientras se cambia.
¿Qué falla, pues, en el show para que sea perfecto? Madonna está realizando precisamente ahora los conciertos más largos de toda su vida, en torno a las 2 horas y media de duración, y por el camino topa con algún problema de ritmo. El concierto tiene sus más y sus menos en cuanto a humor, a veces algo forzado. Madonna es una frontwoman muy divertida cuando no lo intenta tanto, y por ejemplo ese chiste sobre micropenes que dura un par de minutos ciertamente tuvo gracia… cuando apareció en su foro de Popjustice hace meses. En lo musical, hay partes que no están tan integradas, lo cual es una pena porque el show casi, casi funciona como un musical con principio, desarrollo y final. El remix de ‘Crave’ no casa bien con el concepto del concierto “los artistas están en este mundo para perturbar la paz” (James Baldwin), la versión a capella de ‘Express Yourself’ no funciona de manera tan temprana en el setlist, ’Future’ crece como himno contra el cambio climático pero pierde a piano; y sobre todo no necesitábamos volver a ver a Madonna haciendo el pino en ‘Human Nature’, y menos sabiendo que tiene «dos lesiones«, una en una rodilla, la otra por determinar. Ella misma bromea sobre ello con el público (“how are you? I’m injured”, indica a un seguidor al que vende una Polaroid por 3000 euros por una causa benéfica), lamenta no poder actuar con tacones sino con unas “horribles botas”, y alguna vez incluso cojea. Como si hubiera visto demasiadas veces ‘La vie en rose’, sobre la vida de su admirada Édith Piaf, parece dispuesta a desfallecer en el escenario, a morir en el intento.
Tras un retraso “debido a unas goteras producidas por las lluvias torrenciales de las cinco de la tarde”, aderezado con versiones en vivo de sus clásicos y clásicos del jazz por parte de cuatro de sus músicos, es la 1.15 de la madrugada cuando afrontamos el final del show con ‘Like a Prayer’ y el bis con ’I Rise’. Decían en los mentideros que ‘Like a Prayer’ había de ser el desenlace del set como cénit, pero con la base traumática de Eurovisión la canción no logra el éxtasis total del ‘MDNA Tour’, y contra todo pronóstico, ‘I Rise’ sí es un cierre perfecto. Madonna y sus bailarines levantan el puño en señal de lucha, también lo hace su público, mucho menos gay de lo esperado, con muchísimas chicas, parejas heterosexuales de avanzada edad, también gente muy joven -la poca que puede tener 300 euros de media para una entrada-; y finalmente la cantante se baja del escenario para desaparecer entre el patio de butacas mientras los fans se agolpan a su paso y el equipo de seguridad contiene a las masas muy a duras penas. Madonna vuelve a ofrecer algo muy diferente, por mucho que gran parte del público se haya empeñado en mirar hacia otro lado. 8,5.
‘La otra vida’ se incorpora a ese selecto club de los discos que más tardaron en salir de todos los tiempos. Al menos, seguro, de nuestro país: cerca de 25 años han transcurrido desde que el ya mítico grupo de Granada 091 publicara su antecesor ‘Todo lo que vendrá después’. La banda de los hermanos Lapido, José Antonio García, Tacho González y Jacinto Ríos echaba el cierre sin aparente remisión en 1996, tras tres lustros defendiendo un rock and roll ajeno a modas que apenas –solo en la etapa de ‘Doce canciones sin piedad’ (1989) y ‘El baile de la desesperación’ (1991) un público más masivo les prestó atención– gozó de la suerte que merecía.
Pero, como sabemos, su resurrección de 2016 no se limitó a una larga serie de conciertos por todo el país para reencontrarse con sus fans de siempre (y otros capturados en su ausencia): el comeback del grupo fue muy bien recibido, ellos recobraron la ilusión y, tras sendos discos en solitario de José Ignacio Lapido y el cantante de los cero, José Antonio García, llegó el momento de grabar un octavo disco de la banda con el que ni los más optimistas soñaban.
Grabado con un viejo colaborador del grupo al que han rescatado para la ocasión, el francés Frandol, y la notable presencia en los teclados de Raúl Bernal (Dolorosa, Jean Paul, Grupos de Expertos Solynieve, Loquillo, largo etcétera) ,’La otra vida’ es un trabajo rocoso en su propuesta, coherente y sólido de cabo a rabo. No hay apenas flaquezas en un repertorio de rock de hechuras clásicas –en un sentido cercano al que lo son Bunbury, Loquillo o Quique González–, con The Who, Big Star y Creedence Clearwater Revival como posibles referentes primordiales, hermanado con la traducción poderosa que posteriormente han hecho y hacen coetáneos como The Jayhawks, Matthew Sweet o The Posies.
‘La otra vida’ es un ingenioso título para definir lo que el destino les está devolviendo camino de sus cuatro décadas en la música. Un regreso que, por si alguien necesitaba de una explicación, está sobradamente argumentado en la explícita y potente ‘Vengo a terminar lo que empecé‘. 091 son escrupulosamente fieles a su manera de entender la música y el mundo. Esto se refleja en unas letras poéticas que expresan, con su cuidada lírica –en ese sentido, suena tan ajeno a la modernidad como su música–, la perplejidad ante la deriva del hombre contemporáneo, incorregible en su afán por la autodestrucción. Un discurso que, más veladamente, continúa preguntándose aquello de «¿qué fue del siglo XX?»
En consonancia con ese discurso, sus canciones parecen rescatadas de un limbo ajeno al paso del tiempo, ejercicios de pericia compositiva, coherencia y elegancia que funcionan perfectamente como un todo. De hecho, hay pocas que sobresalgan sobre el resto, aunque diría que mis predilectas son ‘Naves que arden‘, ‘Leerme el pensamiento‘ y ‘Al final‘. Un comeback intachable, al que quizá solo pueda achacársele de cierto exceso de linealidad y, también, de algo más de ese personal arrebato que gritaba «hecho en Granada» en hitos como ‘La calle del viento’, ‘Sigue estando Dios de nuestro lado’, ‘La torre de la vela’ o ‘La vida qué mala es’. Con todo, el vigor de ‘Condenado’ o ‘Dejarlo morir’ les guardan la cara a estas sin arrugarse ni un poco, como seguro demostrarán en futuros directos. 091 arrancan su gira de presentación de ‘La otra vida’ el jueves 23 de enero en la sala Joy Eslava de Madrid, tras haber vendido todo el 24. Con sold-outs ya confirmados también en Sevilla y Granada, también estarán actuando en algún que otro festival como Cooltural Fest 2020 de Almería, con Amaral, Fuel Fandango, Novedades Carminha…
Calificación: 7,4/10 Lo mejor: ‘Naves que arden’, ‘Leerme el pensamiento’, ‘Al final’, ‘Condenado’, ‘Vengo a terminar lo que empecé’ Te gustará si te gustan: Bunbury, Loquillo, Quique González, The Jayhawks, The Posies. Escúchalo:Spotify
Georgia ha pulverizado los números de su debut con los streamings del tema ‘Started Out’, ha aparecido en una infinidad de listas de lo mejor de 2019 con ‘About Work the Dancefloor’ y ahora promociona otro rompepistas al tiempo que su segundo disco, ‘Seeking Thrills’, llega al mercado. Un álbum que es estos días nuestro «Disco de la Semana».
’24 Hours’, que ha tenido una excelente acogida en las plataformas de streaming, es otra canción que va al grano en sus 3 minutos de duración. Las voces de su arranque remiten al tipo de voces sampleadas en la historia de la música electrónicas, pues los clásicos primigenios del house de Chicago y el techno de Detroit son citados por ella misma como influencia en la creación de este disco; mientras la canción se inspira en haber pasado 24 horas seguidas de fiesta en Berghain, como nos contaba la propia Georgia durante una entrevista en la que hablaba también del hecho de haber dejado de beber de manera compulsiva: «Sé que es un cliché, que no soy la primera en darse cuenta, pero estar sobria en estas fiestas supone darte cuenta de lo importante que es todo esto para la gente. Escapar es un fenómeno tan increíble… quiero entender mejor cómo funciona. Por eso la pista de baile es el tema principal de este disco; si hay un tema principal, es ese».
En su sencillo vídeo estrenado hace unos días, somos testigos del “día a día” (o mejor deberíamos decir “noche a noche”) de una serie de personajes, lo que implica a la propia Georgia tocando la batería. Como todo el mundo sabe, ha ejercido de batería de Kate Tempest o Kwes. y en ’24 Hours’ continúa mostrando lo importantísimos que son los ritmos para ella. Georgia actúa en la próxima edición de Warm Up, festival del que JENESAISPOP es medio colaborador.
Pablo und Destruktion, uno de los cantautores -o trovadores- con un discurso más rico del país, vuelve esta semana con un álbum llamado ‘Futuros valores’, en el que deslumbra desde el principio el enorme single de presentación, ‘Gijón’. Los ocho cortes restantes son más calmados, austeros, incluso acústicos, versando sobre el amor y la actualidad política y social. El disco se complementa con un texto promocional escrito por Pablo realmente incendiario, que nos sitúa ya después de un apocalipsis social. En el lodo, pero hambriento por la nueva etapa. El artista me atiende en el Café Pavón de Madrid, por alguna razón que se me escapa totalmente de moda pese a su espantosa acústica para una conversación, y después de comerse una ensaladilla -rusa- en tiempo récord, habla animadamente del auge de VOX, el fin del capitalismo, el modelo económico chino y el trap. Lo peor es que entre sus veloces palabras no hay arrogancia ni intenciones aleccionadoras. Su discurso es relajado y hasta simpático, aunque no comulgues con él. De vez en cuando sonríe y sabe hacer sonreír. Siendo para colmo guapo, desconozco por qué todavía no le han dado un espacio en algún programa televisivo del tipo Al Rojo Vivo o laSexta Noche. Foto: Samuel Fonseca.
¿Te defines como una persona nostálgica? Esta canción de ‘Gijón’ lo es un rato…
Sí, sí. De pequeño tenía esta extraña enfermedad de la «nostalgia por lo no vivido». De los 50, los 60, del siglo XIX por cuadros de asturianos que veía… Desde hace un par de años tengo un tipo de nostalgia nueva. Tengo peor relación con el mundo moderno de la que he tenido jamás y eso me genera otro tipo de nostalgia. Soy consciente de que idealizo el pasado. Las canciones por supuesto no son prospectos o medicamentos, en ellas hago idealizaciones, esperpentos, modificaciones de las cosas para que sean interesantes… pero mi incomodidad con el mundo moderno hace que me refugie más en ese tipo de nostalgia.
¿Seguro de que en el futuro no vas a tener nostalgia de 2019?
Nunca se sabe, siempre se puede ir a peor y las cosas cambian (risas). A ver qué me espera como persona y qué nos espera como sociedad.
«Tengo peor relación con el mundo moderno de la que he tenido jamás»
El disco no es que sea apocalíptico, es que parte de «después del apocalipsis». Has mandado un texto a la prensa con un montón de cosas sobre las que te vas a aburrir de contestar preguntas. Por ejemplo, tienes una visión bastante negativa del presente…
El disco de ‘Predación’ fue un pozo, luego hice el libro de ‘La bestia colmena’, que me ayudó a analizar un problema personal y colectivo. Porque no estoy aislado: intento que sea personal pero inevitablemente al hacerlo es colectivo. Y este disco ya es luminoso porque mira mucho al futuro. En el texto sí que tengo cero esperanza del momento presente de nuestra sociedad occidental, pero el hecho de perder esperanza paradójicamente me hace tener esperanza en lo siguiente. Ya sé que esto no se salva, que es una época de degeneración total: por lo tanto sé que este modelo va a ser sustituido por otro modelo, y tengo ganas de ver ese modelo, que está aquí. Viene de mano de Rusia, de China, de otras sociedades que son prósperas, imperios generadores que están creciendo y que llega un momento en que intervienen en la cultura. Y ahí es cuando más afectarán a la vida de la gente. Ahora están atando cosas en corto, digamos en el mundo real: la producción, las cosas importantes en un primer momento… pero luego afectarán a lo cotidiano y tengo ganas de ver qué ocurre ahí.
«Ya sé que esto no se salva, que es una época de degeneración total, y que este modelo va a ser sustituido por otro que viene de mano de Rusia, de China…»
En el texto promocional creía que estabas criticando internet, pero estás hablando de capitalismo, realmente.
Sí, lo que pasa es que el capitalismo tiene distintas dimensiones. Por eso trato de hablar de todas las dimensiones a la vez. Por eso creo que hay que utilizar un lenguaje más o menos poético para poder analizarlo. Poético y paranoide, porque el capitalismo tiene una fase de ficción y de paranoia, por lo que solo se comprende desde la paranoia y desde la ficción. Tratar de reducirlo a una cuestión política o económica, como muchas veces se hace, a una dicotomía maniquea de izquierda/derecha, buenos/malos, ricos/pobres, es quedarte muy corto porque el capitalismo tiene una envergadura mucho mayor. Es una era de la humanidad, también cada vez con más tintes religiosos. El poder está en peligro, y entonces se enmascara con ficciones pseudoreligiosas. Por eso creo que hay que ser breve, como en ese texto que he escrito. Es más apropiado usar un lenguaje simbólico, poético y breve.
¿Qué crees que nos aguarda esta década?
Yo creo que va a haber un cambio completo de las reglas del juego y de los actores. No sé mucho más, tampoco es algo ni pitoniso ni profético. Es evidente que China tiene cada vez más poder, y es curioso cómo desde la izquierda occidental se ha despreciado China, cuando China es la única de las opciones del socialismo que ha salido adelante, mejor o peor, nos guste o no nos guste. Hay mucha nostalgia de la Unión Soviética, cuando China ha salido adelante, es un imperio en crecimiento, y desde las tradiciones de izquierda, no sé por qué se abraza el maoísmo que la propia China ha superado ya. Se abraza un maoísmo por la vía de mayo del 68, y se desprecia el sistema actual de Xi Jinping, que es el rey filósofo que tenemos ahora en el mundo. Me da curiosidad cómo vamos a salir de los Brexit, de la reconfiguración de la Unión Europea, qué papel tendrá ahí España y lo hispánico… Yo creo que España fue importante en el siglo XX como precursora de la II Guerra Mundial y ahora está siendo precursora de otro tipo de guerras de baja intensidad, guerras económicas y culturales, que en España están siendo muy acusadas y que se verán en otros países de nuestro entorno.
«Es curioso cómo desde la izquierda occidental se ha despreciado China, cuando China es la única de las opciones del socialismo que ha salido adelante, mejor o peor, nos guste o no nos guste»
¿Qué función crees que pinta la religión, que mencionabas?
Las religiones se tienden a ridiculizar y a tomar como supersticiones, pero son mucho más. Están en un nivel más abstracto y complejo de la realidad. Ahora, como estamos en una época de significación permanente de los discursos… Lo primero que perdimos fue la capacidad de pensamiento religioso, y ahora estamos perdiendo la capacidad de pensamiento político, porque está siendo sustituido por el meme, y por el maniqueísmo. Buenos y malos. Feos y guapos. Pero las religiones son el terreno sobre el que luego crecen las políticas, las economías y en especial el arte. Yo sí creo que China ha hecho un buen ejercicio de sacralización, y es el estado el que se encarga de las competencias que antes tenía la religión. Y lo hacen de cara, sin engañar a nadie. En el capitalismo el encargado de hacer ese trasvase de un poder que antes estaba en lo religioso, lo tienen los publicistas. El nuevo clero son los publicistas. En vez de venderte un código de conducta que lleva a la moral china de trabajo, aquí te lleva a un código de conducta que es el consumo. Todo son objetos de consumo, todo son mercancías. Yo creo que estamos traspasando las últimas fronteras que le quedan al capitalismo de transformar cosas que eran libres de mercancía. Creo que la última frontera que le queda es la sexualidad, algo muy de actualidad ahora mismo, y creo que desde ahí no va a dar más de sí. Después vendrán otras sociedades.
«El nuevo clero son los publicistas»
Siempre has sido muy crítico con el consumismo, y siempre te has conformado con poco.
La austeridad me parece de las mejores virtudes que hay, me jode que con la crisis de 2009 se tomara como algo malo la austeridad. Me gusta que haya esferas de mi vida, antes presentes en la vida de todos, en las que no opera el mercado. Son relaciones antieconómicas. La mayor relación antieconómica que hay es el amor. Bueno, la amistad como tipo de amor es todavía más altruista. No es casualidad que en esta época que tenemos, se trate de poner las relaciones de amor como relaciones represivas, de dominación, perversas… En muchos casos no lo son. Ahí es donde está el cambio de escalas, de pasar de una escala mercantil a una escala de verdadera libertad y convivencia fuera de la dominación.
En el disco hay un tema llamado ‘El Cortejo’, una palabra antigua, mal vista.
Me mola que Rodrigo Cuevas la haya usado en su disco ‘Manual del Cortejo’, también ha hecho una canción a Rambal, y también es asturiano. Su cara es más amable. Somos como «poli bueno y poli malo», pero tenemos un discurso parecido (sonríe).
Tú eres el poli malo.
Sí. A veces soy más cortante. ¡Pero a lo mejor no!
«Me gusta que una canción conmueva, no que imponga. Para conmover no hacen falta medios»
Has hablado de austeridad, y el disco no puede ser más austero, musicalmente.
Sí, tenía distintas opciones en producción, podía escoger… pero la sobrecarga de arreglos y el barroquismo tiene que ver con el signo de los tiempos: que se note que hay dinero, que haya máquinas, presupuesto para vídeos, para músicos… Y eso no tiene nada que ver con hacer una buena canción. Soy de la escuela de Paco Ibáñez que se negó a meter orquestaciones porque decía que las orquestaciones son la anti-música, desde el punto de vista del folclore. De lo que se trata es de conmover. Que intérprete y oyente conecten con determinadas fibras sensibles. Me gusta que una canción conmueva, no que imponga. No quiero epatar. En otra época sí lo quería, pero ahora no. Para conmover no hacen falta medios. Lo que más me gusta son las grabaciones de campo, las primeras grabaciones de Violeta Parra, ella sola, son realmente conmovedoras. No pretende conmover, conmueve. Quería hacer eso, no sé si lo habré conseguido, pero era el objetivo.
Has hablado del amor, el disco termina con un tema de amor llamado ‘Bastante’, y dice «Nunca he tenido tanto amor, ni tanta alegría». Pero no lo parece por el tono…
Es el contraste que quería crear, que tuviera una melodía de fondo más o menos triste, y ver el rayo de luz que viene de la propia trayectoria. Quería que estuviera presente esa luz que viene, pero porque ya estaba antes.
Hay partes en las letras donde no se sabe si estás siendo irónico o no. En ‘Soy Profesor’ parece que quieres transmitir conocimientos, pero ahora que el paternalismo es visto como algo tan negativo, no sé si te estás cachondeando de eso.
Me cachondeo de la posibilidad de hacer eso en un momento como el actual, de creer en valores como los del profesorado antiguo y ponerlos en el presente. Es como traer un cavernícola y ponerlo aquí. Realmente la educación tiene que ver con el futuro de la nación, tiene que ver con elevarse sobre nuestra miserable condición de partida. Yo no creo que el niño tenga una virtud de por sí. Creo que nos formamos con el paso del tiempo, lo que implica la intervención de otras personas y de la sociedad organizada, vía estatal, de una educación pública. Quería llevar al extremo esa situación, para así generar algo de ironía y de ridículo sin perder la verdad. El estar hablando en serio. El tipo de humor que uso siempre es hablar tan, tan, tan en serio que provoque risa.
«El tipo de humor que uso siempre es hablar tan, tan, tan en serio que provoque risa»
¿Crees, como se dice, que la nueva generación que viene es la más tolerante?
Para nada. Para nada. A la vista están los datos. Acabo de oír en RNE que entre los menores de 18 años se ha incrementado un 60% la violencia. Hay mucho mito. No hay nada nuevo bajo el sol. No tengo una visión ni utópica ni distópica de la juventud en concreto porque todavía están a medio cocer. Ya se verá cuando se desarrolle. Esas imágenes utopistas del presente, la juventud y el progreso… la cara oculta es que están denostando el pasado. Y ser desagradecido con los ancestros me parece bastante chungo.
¿Cómo llegaste a la historia de Rambal?
Hace tiempo porque forma parte de la cultura de Gijón. Él era pintor, todavía quedan bares antiguos. Pocos. Pero algunos son cuadros suyos, autorretratos… y llamaban mucho la atención. Mi tío era pianista, tocaba en Cimadevilla, lo conocía, había tocado con él y me llamaba mucho la atención por la valentía. Bueno, una valentía que le llevó a su propia muerte.
«Se ha creado una ruptura social que lleva casi inevitablemente a ideologías reaccionarias»
¿Ni siquiera eres optimista con el avance en cuestión de género no binario, «fluid»…? Si vas a una fiesta de trap con gente joven, sí parece que se ha avanzado mucho en el terreno de los roles de género, por ejemplo.
Hay gente más tolerante, pero todavía hay gente mucho más intolerante. Hemos pecado de onanismo, de creer que el mundo ha nacido con nosotros, cuando la historia de la humanidad es larga y han pasado muchas cosas. Y también hemos pecado de falta de previsión, vivimos en el presente absoluto. Y eso, pese a lo que digan los gurús del new-age, es pésimo. Las acciones tienen reacción. Hay acciones que son tolerantes pero acaban generando una intolerancia mayor que la tolerancia conseguida en un corto período de tiempo. Por eso el auge de todos los movimientos reaccionarios en Occidente, que se llaman ultraderecha, pero es muy difícil definirlos como ultraderecha políticamente porque es una ultraderecha sociológica, cultural, que es una reacción a ciertas aperturas, implícita al tipo de apertura creada. No se corresponde con algo sólido tipo: «hemos superado un problema y ya está». Ahí se ha pecado de ambición y de falta de previsión, sobre todo política. No los chavales que están en una fiesta provocando, y además creo que la juventud tiene que provocar. Sino los políticos que se han aprovechado de esos fenómenos sociales. El rock’n’roll provocaba, el cabaret provocaba, el cuplé… ¿habrá género más provocador, más transformista, y que más cuestione los roles de género que el cuplé? Pero no. Hemos creído que ha llegado un mundo nuevo que lo cambia todo, cuando no, solo ha cogido cosas que ya existían de generaciones previas. Y se ha creado un clima de utilización política de enfrentamiento, de ruptura social. Insisto, no los chavales, sino los políticos. Y se ha creado una ruptura que lleva casi inevitablemente a ideologías reaccionarias. Parece que hay una apertura, vía «transecofeminismo,» resumiendo mucho, y luego acaba gobernando Trump, Boris Johnson, Marine Le Pen que está cerca, VOX creciendo… Cuando uno lanza un pelotazo, tiene que prever cuál es el contraataque. Y cuando uno lanza un puñetazo a uno mucho más fuerte que él, es infantil. Eso lo hacen los niños con la esperanza de que no te lo devuelvan. Pero cuando somos adultos, los puñetazos se devuelven.
¿Tú te esperabas, entonces, el auge de VOX?
Totalmente, lo llevo diciendo mucho tiempo. Sobre todo desde que se hizo una utilización política con la Manada. Ahí me metí en un berenjenal, pero es que por lo que se estaba diciendo, por lógica dialéctica, lo siguiente es una reacción. El fenómenos Manada fue seguido de una supuesta crisis migratoria, todo desde un capitalismo de ficción, una deformación de la realidad para utilizarla por intereses políticos, y después VOX lo peta en Andalucía, luego tenemos lo de Cataluña también deformado mediáticamente, y al final VOX lo peta en las generales. ¿Qué está ocurriendo en el caso español? La soberanía popular de los estados y la posibilidad de aplicar políticas de izquierda reales, lo que planteaba Podemos al principio, en un momento en que a mí realmente me ilusionaban, cuando planteaban negociar con la UE, aplicar medidas realmente de izquierda, realmente sociales… eso solo se puede hacer desde el Estado. Y los estados sociales se atacan por un lado, desde arriba, con estructuras supraestatales, con ideologías globalistas, y con organizaciones como la Unión Europea, Fondo Monetario. Y por otro lado, por problemas infraestatales, independentismo, Guerras Civiles…. En España tenemos las dos cosas. Estaba ocurriendo en otros países con el mismo procedimiento.
¿Tú estás seguro de que tu lugar está en la música?
No (risas).
Tienes un discurso intenso…
Pero se tiene que hacer desde la música. Tiene que haber música que hable de trabajo. Parece que todo el mundo tiene trabajos maravillosos con esa cultura del petarlo. Me gustan las canciones que hablan de anhelos de trabajo. También he escrito un poquito.
El disco no transmite tanto esto como ‘Resituación’ de Nacho Vegas.
Es muy obvio. Una cosa es una entrevista y otra las canciones.
Pero es que tu discurso político, económico, aniquila totalmente el disco. Se quejaba Nacho Vegas de que le ponen titulares políticos, pero es que con este discurso, no me apetece tanto preguntarte por el disco.
Puede ser (risas) Para mí el discurso que yo puedo tener es más filosófico que político y es una filosofía popular, no basada en los textos. Hay mucho problema de academicismo en la política y en la filosofía es necesario, pero también hace falta la figura del filósofo popular, y eso han sido los trovadores, que por un lado cantan y por otro hablan. Por eso yo en los conciertos hablo mucho, y después, y antes (risas). Las canciones son una excusa para que yo reflexione, y en el mejor de los casos, que también reflexione el oyente.
En el texto promocional mencionas las «putas y camellos que salen en los vídeos».
Toda la cultura popular contemporánea está basada en el arquetipo de la diosa sexual.
¿Pero estamos hablando solo de música?
De MTV, en cualquier momento. Hay distintos arquetipos que funcionan en el mapa simbólico actual. Son bastante eternos, por eso son arquetipos, y se utilizan. Y hay artistas que los utilizan con mucha inteligencia porque esos arquetipos tienen poder. El arquetipo de la afrodita y el del macarra, que es el mismo arquetipo que el del vaquero, el del hombre emancipado… funciona muy bien en la lógica ultraliberal. Si no se usan desde el victimismo, especialmente el de la mujer, funcionan muy bien con el capitalismo en el que estamos. El trap juega con ese arquetipo permanentemente, las mujeres son «bitches» y se lo atribuyen. Y me parece muy interesante ese discurso. Me pasa con La Zowi lo que tú dices que pasa conmigo, no me gustan sus canciones pero sí sus entrevistas. Con Yvng Beef, igual. Puedo escuchar dos canciones suyas, no más, pero me mola el discurso que mete. Usa unas armas que el propio sistema le da. Las usa contra el propio sistema, pero desde dentro.
«El trap es interesante porque juega mucho con la mentira, el «fake it until you make it», por eso representa tanto el momento presente, de apariencias, de mentiras y de ficciones, pero yo, como aborrezco tanto el momento presente, no puedo hacer esa música»
¿A nivel musical, no te interesa del trap la creación de ganchos, cómo la canción se está reestructurando un poco, a nivel «hooks»…?
Sí. A nivel producción y estructural hay elementos que me gustan, pero están muy condicionados por la tecnología que los pare. El medio es el mensaje y de determinados polvos surgen unos lodos concretos y no otros. Es muy difícil salir y conmover con este tipo de canción, aunque a veces ocurre. Por ejemplo me mola One Path. ‘Koala’ me parece una obra maestra, de algo tan cotidiano como estar en la cama con que tu pareja ha hecho una canción, y a partir de ahí hace otra cosa. Yo no me puedo poner a hacer trap porque sería mentira. El trap es interesante porque juega mucho con la mentira, el «fake it until you make it», por eso representa tanto el momento presente, de apariencias, de mentiras y de ficciones, pero yo, como aborrezco tanto el momento presente, no puedo hacer esa música (risas).
Se me ocurre que tienes en común con ellos el gusto por la austeridad sonora.
Tienen un rollo «do it yourself», como el disco de ‘Ama de casa’ de La Zowi, que está hecho en casa. Me mola. Me siento más cercano a la escena trapera que a la indie, aunque musicalmente sea más cercano a lo indie. Pero ideológicamente podría tener mejores conversaciones con esa escenilla.
«A mí el mercado me la suda. Me importa qué consigues con la canción, y aquí hay otro problema filosófico de nuestra época, que es confundir riqueza con dinero»
El indie no sé si está desapareciendo…
Las cosas desaparecen cuando dicen mentiras, por eso estoy obsesionado con la mentira. Cuando el indie deja de ser independiente, no tiene sentido y desaparece. Desde que el indie no es indie, desaparece. Me sigue gustando mucho el rollo «do it yourself» y por eso comulgo con Yvng Beef. Se puede explicar mejor que en la famosa charla del Primavera con C. Tangana y Bad Gyal, pero la importancia del «do it yourself» sobre todo es espiritual, no es económica. A mí el mercado me la suda. Me importa qué consigues con la canción, y aquí hay otro problema filosófico de nuestra época, que es confundir riqueza con dinero. Poder no es lo mismo que dinero: Italia tiene más PiB que Rusia, pero todos sabemos que Rusia es más poderosa. Y así pasa con los artistas y con las personas. Por eso el trap no me acaba de convencer, porque está demasiado dentro del dinero como para poder criticarlo desde fuera. Por eso me interesa tanto ver qué ocurrirá en la siguiente pantalla.
En las letras del disco salen el Valle de los Caídos, Nôtre Dame… ¿no tienes esta tentación de sacar las canciones según las escribes, por miedo a que pierdan vigencia?
Sí, pero también me mola que las canciones tengan vida fuera de internet. ‘Gijón’ la toqué en verano de 2018 en Gijón, en la Plaza Mayor, y hubo versiones de esa canción antes de que se publicara. Me mola que no todo opere por medio de internet.
Si tuviste versiones sería porque alguien la subió a Youtube, y Youtube también es internet…
No, fue de gente que la escuchó de Gijón, de mi círculo. No amigos, aunque con Mario fui al instituto, sino de mi círculo.
«Se le estaba dando al Valle de los Caídos más poder del que tenía, y se puede volver en contra del que pretende exorcizar»
La mención al Valle de los Caídos de una de las nuevas letras, ¿parte de algo de admiración por la majestuosidad del sitio?
No… era mentar un poco al demonio para ponerlo en su lugar. Esas lógicas exorcistas están muy presentes hoy en día. Y tú cuando quieres exorcizar a un demonio, tienes que hacerlo más pequeñito, no hacerlo más grande. Si haces al demonio más grande, te come. Y como había tanto ejercicio de necromancia, de profanación… se ha hecho la mayor invocación del maligno que se puede hacer, y del miedo. Y queriendo utilizarlo. Además, como todas mis canciones tienen parte de verdad, tengo unos amigos que cantaron en la Escolanía del Valle de los Caídos, en el Angelorum, un coro de niños que cantaba en el Valle. Y fui a pillarme el CD: Rufino y Víctor Herrero, que toca con Josephine Foster, están ahí. Y Rufino sale con una camiseta de Public Enemy. Eso también es el Valle de los Caídos. Creo se le estaba dando más poder del que tenía, y que se puede volver en contra del que pretende exorcizar.
Finalmente, antes de empezar la entrevista, me has dicho que estabas trabajando de profesor de técnico de sonido. A nivel de masterización, se están haciendo muchos vinilos que suenan muy mal, incluso en equipos de alta fidelidad muy buenos. Se debería hacer una masterización especial para vinilo, ¿pero no se está haciendo, verdad?
Muchas veces no, el problema con el vinilo es que si todo el proceso es digital, al pasarlo a un soporte analógico en realidad hay pérdida de calidad. Tiene sentido desde el punto de vista de fetichismo de la mercancía del vinilo, pero desde lo técnico, no. Los vinilos suenan «mejor» que lo digital, entre comillas, cuando el proceso ha sido analógico. Y aunque lo hagas digital, hace falta un corte distinto de la masterización para vinilo, que normalmente tiene que estar menos comprimido. Ahora mismo está todo muy comprimido, para competir en radios y demás. Es otra de mis luchas. Por eso mi disco está poco comprimido, aunque eso exige una responsabilidad en el oyente. Pero si mi oyente no tiene paciencia ni para subir el volumen del tocadiscos… Para vinilo hay que mandarlo lo menos comprimido posible, y que el oyente después suba el volumen de su tocadiscos como él quiera.
‘Manic’ de Halsey es el lanzamiento destacado de la semana (al margen de la sorpresa de Eminem). ¿Qué curiosidades presenta su tracklist? Varias. Aparte de las anunciadas colaboraciones -materializadas en interludios- de Alanis Morissette (que parece haber aportado un audio de WhatsApp en ‘Alanis’ Interlude’), SUGA de BTS y el cantante y rapero Dominic Fike -este último en un tema que suena en realidad inspirado en los Beach Boys-, ‘Manic’ reúne en una misma canción a Ed Sheeran y a Romy Madley Croft de The xx. Sí, esto ha ocurrido. La pista en cuestión está más cerca de él que de ella y es por supuesto una de las más comerciales: ‘Still Learning’. Además, Chad Smith de Red Hot Chili Peppers toca la batería en ‘3AM’, que promete ser el siguiente hit del disco; FINNEAS es co-autor de ‘I HATE EVERYBODY’ y John Mayer aporta un interludio escondido previo a ‘Without Me’ en el que felicita a Halsey por el éxito de esta canción, el mayor de su carrera. Por otro lado, ‘Ashley’ samplea un fragmento de la película ‘Eternal Sunshine of the Spotless Mind’ y ‘killing boys’ otro de ‘Jennifer’s Body’.
Las primeras impresiones sobre ‘Manic’ dejadas en la red concuerdan en que el sucesor de ‘hopeless fountain kingdom‘ es interesante, si bien irregular. Y es una impresión que puede darse perfectamente tras una primera escucha. El disco arranca con ‘Ashley’ y ‘clementine’, dos canciones que no suenan a «apertura» precisamente, pues más bien parecen pistas menores que ocuparían una pista 7 u 8. Y aunque ‘Graveyard‘ ha sido un acierto claro y puede contarse ya entre los mejores singles de la carrera de la cantante estadounidense, la calidad de ‘You should be sad‘, pista 4 nada menos, está siendo más discutida. En nuestros foros está gustando, pero en otros se dice que a la canción le falta algo para ser buena de verdad. En general, sí hay voces que apuntan que ‘Manic’ es el mejor disco de Halsey, sobre todo en cuanto a la variedad de estilos abordada en él y a las letras, destacando además pistas como ‘killing boys’, pero no hay unanimidad al respecto en absoluto.
De hecho, ‘Manic’ también está recibiendo palos en redes y foros. Aunque los singles oficiales y promocionales están siendo muy bien valorados en general, especialmente el acústico ‘Finally / beautiful stranger’, que ya había cautivado a la audiencia gracias a su preciosa melodía posiblemente inspirada en ‘Yoü and I’ de Lady Gaga; el disco es para algunos «muy malo» y el «peor» de su carrera. Se esgrimen motivos varios, como su «desastroso» tracklist, que no acusaría dirección artística clara al juntar temas comerciales «seguros» (compuestos para triunfar) con otros más interesantes en su huida de la composición pop tradicional; o la calidad de algunas composiciones que parecen «esbozos», integradas sobre todo en la segunda mitad del álbum (¿no estábamos en la era de la post-canción?). Y si el tema estrella de ‘Manic’ aparte de los singles está siendo ‘3AM’, la gran ausente es por supuesto ‘Nightmare’, el gran himno emo-rock que Halsey publicaba la pasada primavera, y que no aparecerá en las ediciones deluxe del disco.
La fiesta queer de Futuroa Sarao Drag vuelve a la sala Apolo de Barcelona por primera vez este 2020. Como recuerda su organización, Futuroa Sarao Drag es «una «drag race» que huye de estándares y cuestiona siempre el género y sus caducas delimitaciones», pero también «una fiesta, la celebración de lo queer y un momento de amor entre glitter, cuerpos y euforia convertida en grito».
El viernes 24 de enero es la cita para este evento tan divertido como reivindicativo que contará con varios nombres de la escena drag de Barcelona. Estarán House of Pluma, la mítica «House» de voguing de las Amazonas de Barcelona; el «dúo de drag patético» Last Bizarras, ganador del último Sarao; Kara Mel, participante precisamente de aquel evento que no pasó a la final, pero cuya actuación fue suficientemente bien valorada por la audiencia como para haber incitado su regreso, que se producirá con espectáculo propio; la cantante, compositora y performer KNIGHT; la artista y activista Virginia Ice, y la animadora Conxxa Vitoy.
En esta edición de Futuroa Sarao Drag, Apolo pondrá a la venta parte de su merchandising oficial y la totalidad de los fondos recaudados con la venta irán a Fundació Surt, que trabaja para el empoderamiento personal, económico y comunitario de la mujer. Este merch oficial -que incluye camisetas, gorras o pins- se basa en reclamos que responden a temas de género, mujer y respeto con el objetivo de crear una pista de baile segura e inclusiva. Hace dos años que Apolo forma parte del protocolo anti-agresiones y acoso sexual No Callem, impartido por el Ayuntamiento de Barcelona y dedicado a concienciar y educar sobre incidentes de este tipo que pueden tener lugar en entornos de ocio nocturno.
Christina Rosenvinge ofreció anoche en Barcelona el penúltimo concierto de la gira de ‘Un hombre rubio‘, que esta noche concluye en Madrid. La autora de ‘La distancia adecuada’ ha vivido un año pletórico gracias a este disco que se cuenta entre los mejores de toda su carrera, una trayectoria que abarca décadas y decenas de discos que no ha hecho más que conocer nuevas cumbres creativas sobre todo desde el lanzamiento, en 2008, de ‘Tu labio superior‘, y que a finales de 2018 valía a la cantautora madrileña el prestigioso Premio Nacional de las Músicas Actuales otorgado por el Ministerio de Cultura y Deporte.
El primer concierto de la gira de ‘Un hombre rubio’ -como la propia Rosenvinge recordó anoche pocos minutos después de aparecer en el escenario de Sala Apolo- tuvo lugar en una fecha tan señalada como el 8 de marzo de 2018, el día de la histórica manifestación feminista que Rosenvinge aprovechó, no para cancelar su presentación, programada desde hacía meses, sino para convertirla precisamente en un lugar de reivindicación. Poco más de un año después puede decirse que parte de ese discurso de ‘Un hombre rubio’ que cuestiona el género desde una perspectiva feminista ha llegado al Gobierno, pero en el show de Rosenvinge solo hubo espacio para la reivindicación explícita en temas como ‘Alguien tendrá la culpa’ o ‘Berta Multiplicada’. Tampoco se echó en falta porque el concepto de ‘Un hombre rubio’ obviamente no ha perdido vigencia poco más de un año después de su lanzamiento, al abogar por la necesidad de una figura masculina en nuestra sociedad capaz de expresar sus emociones, y que a consecuencia de ello sea también mejor amigo, pareja o padre. Porque aunque Rosenvinge considera que esa figura masculina pertenece a «otras generaciones» (palabras expresadas por ella durante el directo), no deja de apuntar que su rol «nos ha influido mucho» y que aún existen «hombres rubios» incluso en las generaciones actuales, los cuales pueden ser nuestros propios padres o incluso nosotros mismos, pero también mujeres.
El concierto alternó momentos de carga emocional con otros más amenos. ‘Pesa la palabra’ sirvió a Rosenvinge precisamente para volver a introducir el concepto de ‘Un hombre rubio’, pero ‘Lo nuestro‘ -un disco igual de reivindicable’- dio pie a instantes divertidos como el «petit respingo» de ‘Romeo y los demás’ o ‘La muy puta’, dedicado a un «affair» que la artista mantuvo con un chico «escandalosamente más joven» que ella. Como explicó al público, Rosenvinge juró al chico que él moriría antes que ella porque ella siempre llega tarde a los sitios y, por tanto, nunca habrá manera que la muerte la pille. Sin embargo, entre recuerdos necesarios a sus momentos más disonantes (‘Mi vida bajo el agua’, ‘La tejedora’) tanto como a los más alegres (‘Ana y los pájaros’) o incluso a esas canciones que desaparecerán del repertorio tristemente (no todas «sobreviven», algunas «mueren» o «dejan de tener sentido»), se siguieron imponiendo los episodios clave de ‘Un hombre rubio’. Por un lado, la visión de futuro de esa ‘La flor entre la vía’ interpretada por un niño que, ajeno a dictámenes antiguos de género, «merece ser el primero de su estirpe» en representar un rol masculino que no niegue la feminidad; y por otro, ‘Romance de la plata’. La madrileña contó durante el concierto que «debía» esta canción a su padre y que la compuso después que el fantasma de este se le apareciera ante ella mientras escuchaba sus viejos vinilos. Su reflexión final en torno a esta composición fue que es «una bonita manera de reciclar nuestros peores traumas esto de hacer canciones», pero el público no fue tan modesto aplaudiéndola con el fervor que merece. Aunque en el caso de Rosenvinge, es una reflexión del todo acertada que se aplica a gran parte de su carrera.
Aunque haya pasado un año de aquello, pocos seguidores del programa habían olvidado la primera aparición de La Zowi en La Resistencia. Una entrevista que indignó casi por igual a los fans de la rapera y cantante –que entendían que David Broncano había sido paternalista con ella y la había despreciado– que a los del programa de #Cero –que cuestionaban los méritos de la granadina para estar allí–. Contra todo pronóstico, anoche volvía al mismo plató.
Ellos, aparentemente, no entendían por qué había sido tan polémica aquella entrevista, que ellos recuerdan de lo más normal. Creen que se malinterpretó tanto al entrevistador como a La Zowi y a su amiga La Goony Chonga, que la acompañó entonces. Tras coincidir en que todo fue guay en aquella ocasión, se enzarzan en una entrevista igualmente absurda en la que el momento culminante es cuando la intérprete de ‘Bitch Mode‘, ‘Putas‘, ‘Mi chulo‘ y ‘Pussy Poppin’ entrega a Broncano su tarjeta de presentación, en la que por una cara se lee «La Zowi» y su página web, y por otra el cargo: «Puta».
Entre otras comprometidas preguntas sobre pago de impuestos, sexo y «leer a Borges vs comer culo», lo que acudía a promocionar Zoe Jeanneau es su nueva mixtape, ‘Élite’, publicada hoy mismo. Se trata de su primer largo duración tras el «EP» del año pasado ‘Ama de casa‘, e incluye numerosas colaboraciones, incluyendo a Mark Luva –productor que acompañaba anoche a la rapera y se animó a hablar de software musical con Broncano–, el chileno Pablo Chill-E o el prestigioso Jam City, conocido por sus trabajos para Perfume Genius, Troye Sivan, Kelela y Bad Gyal. Os dejamos con el vídeo de la entrevista, el oficial del single ‘Boss’ y el audio completo de ‘Élite’.
Quizá sea casual que ocurra cuando cumplen 35 años de carrera, pero es lo de menos: lo importante es que Los Enemigos, uno de los grupos más libres y eclécticos del rock nacional, vuelven. Y lo hacen con un nuevo álbum titulado ‘Bestieza’, que se publica el próximo 6 de marzo a través de su propio sello, Alkilo Discos. Es su primer trabajo conjunto desde que hace seis años se publicara ‘Vida inteligente‘, su primer disco post-reunión –se separaron en 2002–. Un tiempo en el que además de varios trabajos en solitario de Josele Santiago, compositor principal, voz y guitarra, ha debutado también por su cuenta Fino Oyonarte. Con ellos continúa a la batería Chema «Animal» Pérez y se incorpora a la guitarra, como bovedad, David Krahe. [Foto exterior: fragmento de esta imagen de Óscar Carriquí.]
Y el regreso del grupo madrileño no podía anunciarse de mejor manera que con ‘Siete mil canciones’, primer avance del álbum. Un vigoroso tema de power pop, al más puro estilo Bob Mould –como reconoce su nota de prensa–, que sirve de colchón para una melodía incisiva y prodigiosa, repleta de giros y ganchos maravillosos que culminan en su inmediato estribillo. La letra de Josele, además, es una consecución de versos preciosos y precisos en los que se mezclan el amor y los sueños, asideros a la vida cuando uno se siente un marciano en un presente (y en consecuencia el futuro) que se le hace incomprensible. Incluye una certera referencia, además, a uno de los ripios más memorables de uno de los gigantes del cine español, José Luis López Vázquez.
Trasladando ese concepto a imágenes, el realizador Óscar Carriquí dirige su artesano vídeo oficial. Parte de una idea de Josele Santiago, en la que un hombre del medievo trata de desenvolverse en el centro del Madrid actual, acertando al plasmarlo como si se tratase de una clásica comedia del cine mudo, aquellas maravillas de Buster Keaton y Harold Lloyd. Los Enemigos presentarán ‘Bestieza’ en el festival WARM UP 2020 de Murcia.
La gran Patti Smith era una de las artistas confirmadas, el pasado mes de octubre, en el festival Azkena Rock de Bilbao, donde la autora de ‘Horses’ actuará el sábado 20 de junio. Junto a ella están confirmados nombres tan importantes como John Fogerty o Brian Wilson.
Pero el paso de Smith por España no se quedará en Bilbao y la músico y autora de libros como ‘Year of the Monkey’ ha anunciado un par de citas más en nuestro país. La primera tendrá lugar en el Festival Jardins de Pedralbes de Barcelona el jueves 18 de junio, y después de Azkena, Smith actuará en el Teatro Real de Madrid el sábado 23 de junio, dentro de la programación de Universal Music Festival.
En sus directos, Patti Smith estará acompañada por una banda a la que sus seguidores conocen de sobra, compuesta por Lenny Kaye, Tony Shanahan y Jay Dee Daugherty, a los que se ha sumado además su hijo Jackson. Ya estaban a la venta las entradas para el Azkena Rock Festival y hoy mismo saldrán las del Festival Jardins de Pedralbes. Para hacerse con las del Universal Music Festival habrá que esperar aún hasta el 21 de enero.
Jueves 18 de junio – Barcelona – Festival Jardins de Pedralbes
Sábado 20 de junio – Vitoria-Gasteiz – Azkena Rock Festival
Martes 23 de junio – Madrid – Teatro Real, Universal Music Festival
‘Dolor y gloria‘ ha sido la gran ganadora en la última edición de los Premios Feroz, que han tenido lugar esta noche en el Teatro Auditorio Ciudad de Alcobendas. Como es sabido, los Premios Feroz reconocen las mejores películas y series del año a modo de antesala de los Goya, y por tanto suelen ser comparados con los Globos de Oro.
La última cinta de Pedro Almodóvar, que aspira a un Oscar a Mejor película extranjera, ha arrasado llevándose seis galardones, entre ellos los de Mejor película dramática, Mejor dirección, Mejor actor protagonista (Antonio Banderas también aspira a un Oscar por este papel) y Mejor guion. Por su parte, ‘Ventajas de viajar en tren’ ha sido reconocida como Mejor película de comedia, y entre los actores y actrices galardonados se encuentra Belén Cuesta por ‘La trinchera infinita‘.
En cuanto a las series, ‘Hierro‘ ha sido la gran triunfadora de la noche al llevarse el Feroz a Mejor serie dramática, y por ella Candela Peña el premio a Mejor actriz protagonista. ‘Vida perfecta‘ ha sido galardonada como Mejor serie de comedia y su autora, Leticia Dolera, ha sido otra de las protagonistas de la noche gracias a su aplaudido discurso de agradecimiento, en el que ha resaltado la necesidad de crear «una cultura más crítica, más libre, más sensible y más empática» que responda a la «cultura del odio y la intolerancia» que actualmente «está cogiendo peso».
En el mencionado discurso, Dolera ha recordado que su madre «decidió ser madre soltera en los 80» y que por ello «hubo de aguantar de todo», y ha subrayado la importancia de contar «historias con niños LGTBI que no se sientan solos» o de «crear espacios donde las personas de comunidades diversas nos enseñen su punto de vista» o «donde las mujeres no seamos siempre víctimas» sino «protagonistas de nuestras vidas». Y ha apostillado con un dardo a Vox: «La cultura vertebra nuestra sociedad y construye nuestro imaginario. ¡Frente a la cultura del pin parental, cultura antifascista!».
CINE
Mejor película dramática
Dolor y gloria. El Primer Deseo A.I.E. y El Deseo D.A.S.L.U.
Mejor película de comedia
Ventajas de viajar en tren. Morena Films, Señor y Señora, S.L.
Mejor dirección
Pedro Almodóvar por Dolor y gloria
Premio Feroz L’Oréal Professionnel a la mejor actriz protagonista de una película
Belén Cuesta por La trinchera infinita
Mejor actor protagonista de una película
Antonio Banderas por Dolor y gloria
Mejor actriz de reparto de una película
Julieta Serrano por Dolor y gloria
Mejor actor de reparto en una película
Enric Auquer por Quien a hierro mata
Mejor guion
Pedro Almodóvar por Dolor y gloria
Mejor música original
Alberto Iglesias por Dolor y gloria
Mejor tráiler
Miguel Angel Trudu por el tráiler de Adiós
Premio Feroz FlixOlé al mejor cartel
Miguel Navia por el cartel de El crack cero
Mejor documental
La ciudad oculta. El Viaje Producciones
Premio Especial
Sordo. La Caña Brothers
SERIES
Mejor serie dramática
Hierro. Movistar +
Mejor serie de comedia
Vida perfecta. Movistar +
Mejor actriz protagonista de una serie
Candela Peña por Hierro
Mejor actor protagonista de una serie
Javier Cámara por Vota Juan
Mejor actriz de reparto de una serie
Yolanda Ramos por Paquita Salas
Mejor actor de reparto de una serie
Enric Auquer por Vida perfecta
Premio Feroz de Honor
Julia Gutiérrez Caba y Emilio Gutiérrez Caba
Eminem ha lanzado nuevo disco, el undécimo de su carrera, por sorpresa, como ya hiciera en 2018 con el exitoso ‘Kamikaze’. El nuevo trabajo de Slim Shady lleva el gráfico título de ‘Music to Be Murdered By’ y presenta hasta 20 pistas y colaboraciones con Ed Sheeran, Anderson .Paak o el fallecido Juice WRLD.
El single escogido para presentar ‘Music to Be Murdered By’ es ‘Darkness’, un tema de hip-hop sombrío que integra la melodía de ‘The Sound of Silence’ de Simon & Garfunkel y expresa un mensaje contra la violencia de armas, en denuncia de los tiroteos masivos que han acontecido en Estados Unidos en los últimos tiempos. El vídeo de hecho representa el tiroteo de Las Vegas de 2018 -el mayor de la historia del país, con 58 muertos- desde la perspectiva del asesino, y termina con una llamada al voto y dejando una serie de enlaces a varias organizaciones que luchan contra la violencia de armas.
En cuanto a los productores acreditados de ‘Music to Be Murdered By’, no puede hablarse de sorpresa: Eminem sigue fiel a sus colaboradores habituales, entre los que se encuentran Dr. Dre, Luis Resto, Mr. Porter, The Alchemist o Dawaun Parker. Entre las curiosidades del disco en cuanto a co-autorías cabe mencionar la presencia del fallecido guitarrista argentino Luis Alberto Spinetta en la pista 12, ‘Stepdad’.
Bombay Bicycle Club podían haber sido uno de esos grupos que consigue ser nominado al prestigioso Mercury Prize y luego cae en el olvido. Como sus colegas de The Maccabees, ya separados. Mientras nos preguntamos por el porvenir de algunas de las bandas con las que Bombay Bicycle Club eran comparadas, como Fleet Foxes (por el timbre de la voz) y Passion Pit (por algunos sonidos), el grupo de Jack Steadman ha vuelto tras 6 años de parón en los que han estado separados de facto. Solo que no quisieron enviar un comunicado oficial por si se desdecían y decidían volver, cosa que a la postre ha sucedido.
Es difícil retomar una carrera después de más de un lustro en la industria musical de hoy, y no es que sea un gran momento ni para las bandas en general ni mucho menos para el estilo de Bombay Bicycle Club en particular. Sin embargo, ajenos a los imperativos estéticos de Radio 1, la banda se entrega en ‘Everything Else Has Gone Wrong’ a un «art pop» accesible, algo así como la versión más amable de los igualmente extintos -esto es un sálvese quien pueda- Wild Beasts. O como una banda que entiende el sonido de The Postal Service como pura atemporalidad.
Cuenta la banda en una entrevista que publicaremos próximamente que en este lapso han estado escuchando más jazz que indie y eso es algo que se percibe en el arranque del disco con ‘Get Up’. Pero aquí lo que realmente perdurará en el tiempo es cuánto han acertado con una serie de canciones que ocupan la primera mitad del álbum. ‘Is It Real’ es una composición un tanto surfera, animada pero melancólica, casi navideña. El corte titular es sencillamente una de las mejores producciones de su carrera, totalmente cautivadora en su juego de teclados y melodías paralelas en la segunda mitad, mientras la letra habla justamente de vivir una «segunda oportunidad». ‘Eat, Sleep, Wake (Nothing But You)’ era un muy adecuado single de presentación, ligeramente kraut pop. Y ‘Good Day’ quedará como la gran joya perdida de este álbum: puro desencanto indie pop sobre alguien que «dejaría su trabajo si tuviera un trabajo».
‘Everything Else Has Gone Wrong’ habla sobre el modo en que la música sirve de refugio en los momentos en que alguien se siente mal, o está teniendo un mal día, y en estas canciones y en ‘I Can Hardly Speak’ lo logra con creces. Arropados por la acertada producción de John Congleton (de currículum de vértigo, incluido un Grammy por su trabajo con St Vincent), los temas presentan una excelente balanza de ritmos y tristeza, de samples turbios y momentos de luz. Congleton les ha presionado para no dar muchas vueltas a los arreglos, y seguramente por eso este disco suena tan fresco como si fuera un renacer.
La segunda parte del álbum, «la cara B», es algo menos impactante, con esa ‘Do You Feel Loved?’ que pudo ser la primera canción que terminaron para este largo, pero no la piedra seminal del mismo. Pero sí mantienen cierto lustre la obsesiva canción de amor que supone la viajera ‘I Worry Bout You’ y el sample femenino de ‘Let You Go’. El disco decide cerrarse con la balada ‘Racing Stripes’, un tanto Owen Pallett en su pizzicato, y cuya letra viene a resumir en gran medida el sentir agridulce de los últimos Bombay Bicycle Club. «Esta luz me seguirá guiando / y ni siquiera sé adónde iré». Por suerte, aún un gran número de seguidores querrá acompañarles por ese camino. Bombay Bicycle Club ofrecerán su único concierto en España este año en San San 2020.
Calificación: 7,6/10 Lo mejor: ‘Everything Else Has Gone Wrong’, ‘Eat, Sleep, Wake (Nothing But You)’, ‘Good Day’, ‘Is It Real’ Te gustará si te gustan: The Postal Service, o querías unos Wild Beasts y unos Sigur Rós más pop. Escúchalo:Spotify
Tras meses de misterio e información un poco aleatoria ofrecida con cuentagotas en su emisora de radio –así supimos hace semanas los nombres de Bikini Kill, Kim Gordon, Chromatics o Maria del Mar Bonet, a los que luego sumaron Yo La Tengo y Paloma Mami, entre otros–, a las 10:00h de esta mañana debía haberse anunciado ceremoniosamente el demorado cartel completo de Primavera Sound 2020. Sin embargo, algo se torció: a los primeros confirmados de esta edición, Pavement (parece que este y el del PS Oporto serán sus únicos conciertos del año, por cierto), se les iba la olla y filtraban el cartel en Facebook casi 12 horas antes de lo previsto. Así, de prisa y corriendo, el festival dirigido por Gabi Ruiz se veía obligado a lanzar la comunicación deprisa y corriendo –aunque la venta de abonos, que estaba suspendida, no se ha reactivado hasta la hora prevista– y sorprendía a todo el mundo.
El cartel es, pese a lo que algunas voces proclaman, magnífico, teniendo en cuenta cuál es la idiosincrasia de la industria en estos momentos. De acuerdo que se echa en falta a Frank Ocean, especialmente tras haber confirmado su presencia en Coachella y considerando la deuda moral que tiene con el Primavera Sound tras su cancelación de hace tres años. Quizá algún golpe de efecto tipo el de Mad Cool con Taylor Swift y Billie Eilish, pero… ¿cuál podría ser esa opción? ¿Beyoncé, tras haber llenado dos veces el Estadi Olímpic en años previos? ¿Kanye West y su Sunday Service, quizá? ¿Está el público del PS preparado para abrazar a un Calvin Harris, unos Rage Against The Machine o unos Red Hot Chili Peppers?
En mi opinión el line-up está a la altura de la conmemoración de los primeros 20 años del festival, y que la organización refleja en el hashtag #bestfestivalforever, que juega con otro de anteriores ediciones, #bestfestivalever. La propuesta artística es coherente con la idea de hacer un festival cada vez más transversal y equilibrado –así se explicaría las chocantes tipografías a gran tamaño para algunos artistas como C. Tangana o Brockhampton–. Una idea que ya comenzó el año pasado con aquello de #TheNewNormal, equilibrando pasado –Iggy Pop, Mavis Staples, Bauhaus, Massive Attack, Beck, The Strokes, The National– y presente –Lana Del Rey, Tyler, the Creator, Kacey Musgraves, Young Thug, Fontaines D.C.– comercialidad –Bad Bunny, Amaia, Carolina Durante, PNL (estrellas del rap en la cercana Francia), Kim Petras– y refinamiento –Bill Callahan, Caribou, Weyes Blood, Jamila Woods, King Krule, Jessica Pratt, Earl Sweatshirt–. Y solo por citar una pequeña porción –en torno a un 10% de los 211 artistas que actúan– del cartel.
De hecho, si uno se fija bien en este cartel tan decepcionante para algunos, el #bestfestivalforever podría transformarse en #worstdramaever, el mayor drama de coincidencias en los 20 años de Primavera Sound. Porque en el cartel que por error subió Pavement se podía observar la distribución por días de los artistas. Quizá no sea definitiva –que va a ser que sí–, pero basta un vistazo a la parte alta para entender lo que digo: el jueves se agrupan Massive Attack, Pavement, The National y Young Thug, con C. Tangana, King Princess, DJ Shadow, Dinosaur Jr, Kim Gordon, Bill Callahan, Bad Gyal…; el viernes, se alinean en lo alto The Strokes (con nuevo disco, recordemos) y Lana Del Rey, con Beck, Brockhampton, Bikini Kill, Kacey Musgraves y Caribou rondando el «prime-time» festivalero; y por último el sábado, coinciden en estatus Tyler, the Creator, Bad Bunny, Disclosure, Bauhaus, Iggy Pop, King Krule, Chromatics… ¿Somos conscientes de que, por cuestiones temporales y físicas (y sin tener en cuenta la merma de energía hacia el final), un humano medio apenas podrá ver a la mitad de los citados, en el mejor de los casos?
Eso por no hablar que los conciertos gratuitos de Primavera a la Ciutat –desde el lunes previo hasta la jornada de puertas abiertas en el Fòrum el miércoles– incluyen este año nombres como The Jesus And Mary Chain (tocando ‘Darklands’), Metronomy, Les Savy Fav, Roosevelt, HEALTH, Rolling Coastal Blackout Fevers… ¿Quién puede pedirse una semana de vacaciones a primeros de junio y además, si no vive en Barcelona, costearse un alojamiento absurdamente caro durante todo ese tiempo? ¿No tiene pinta de empachar esa destartalada tarta (valga la redundancia) que sirve de imagen este año? ¿No es el regalo de 20 cumpleaños de Primavera Sound el mayor drama de su historia también?
El viernes 17 de enero llega cargado de novedades y, de hecho, solo este miércoles ha salido al menos una treintena de singles nuevos, a los que se sumarán los diversos editados esta madrugada. Puede decirse que 2020 ha empezado oficialmente a nivel musical, tras el lanzamiento temprano de álbumes de pop como el de Selena Gomez.
Este jueves avanzábamos ya nuestra playlist de novedades con algunos de los singles lanzados en los últimos días u horas, destacando el nuevo electro-bolero de Bunbury o el doble single de Tove Lo producido por FINNEAS. También cabe resaltar los nuevos lanzamientos de Mahmood, que vuelve con un baladón electrónico tras la sorpresa de ‘Barrio’; Real Estate, que se reinventan con ‘Paper Cup’ junto a Amelia Meath de Sylvan Esso; Soccer Mommy, que suena a la primera Avril Lavigne en ‘circle the drain’; Mandy Moore, que por fin editará su primer disco en 15 años y acaba de presentarlo con ‘Save A Little for Yourself’; el guiño 90s en el dueto entre Shakira y Anuel AA o Thundercat, que ha anunciado su nuevo trabajo con una divertida portada.
Y ya este viernes podemos escuchar el exultante regreso de Los Enemigos –anticipo de su nuevo disco, seis años después de ‘Vida inteligente‘– junto a nuevos temas de The 1975 –que han retrasado ‘Notes on a Conditional Form’ hasta el 24 de abril–, Best Coast, Green Day, King Krule, Rina Sawayama, Josef Salvat, Luke Haines & Peter Buck (!), Ella Eyre, Recycled J & Selecta (avance del debut largo del segundo), Sam Sparro, Jonas Brothers, BTS, Meghan Trainor, Lauv, Mandy Moore, Lee Fields & The Expressions, Andy Shauf y un larguísimo etcétera que, como mayor curiosidad, nos deja un single de Gloria Trevi con Mónica Naranjo. También hemos querido destacar los nuevos temas de dos prometedores nombres del underground nacional: Adiós Amores y Pantocrator.
Pero sobre todo hoy llega un descomunal aluvión de nuevos álbumes: los de Halsey, Bombay Bicycle Club (atentos a nuestras páginas, pronto publicaremos entrevista con ellos), Mura Masa, Eminem, of Montreal, La Zowi (mixtape repleta de colaboraciones, incluida una de Jam City), Lina & Raül Refree, Pablo Und Destruktion, 070 Shake, Capitán Sunrise, Algiers, A Girl Called Eddy –Elefant Records publica su segundo disco, ¡15 años después del primero!–, Holy Fuck, Francisca Valenzuela, …And You Will Know Us By The Trail Of Death, Bill Fay, Gabrielle Aplin, Havoc, Courteeners, Pinegrove, los sevillanos Vera Fauna, Theophilus London, The Innocence Mission, EPs de Hayley Kiyoko y Rodrigo & Gabriela, y un disco póstumo de Mac Miller ven la luz hoy.
Steve Martin Caro, cantante de la banda de pop barroco de los años 60 The Left Banke, ha fallecido a los 71 años. La página de fans oficial de la banda en Facebook ha confirmado la noticia en un comunicado: «Con gran pesar debo informaros que Steve falleció anoche. Otra gran voz nos ha sido arrebatada demasiado pronto. Le echaremos de menos a él y todo lo que dio a The Left Banke». La causa de su muerte no ha trascendido.
Hijo de la guitarrista flamenca Sarita Heredia, Steve Martin Caro se llamaba en realidad Carmelo Esteban Martin Caro. Sin embargo, en los años 80 añadió «Caro» a su nombre artístico para evitar confusiones con el actor cómico del mismo nombre.
Formada en 1965 en Nueva York, The Left Banke triunfó con su recordado single ‘Walk Away Renée’, que alcanzó el top 5 en Estados Unidos, y más tarde con ‘Pretty Ballerina’, que fue top 15. Estos dos títulos dieron nombre al debut oficial del grupo, editado en 1967. Es el único disco de The Left Banke compuesto por sus cinco miembros originales, pues la banda sufrió diversos cambios de formación en años posteriores, llegando a editar solo dos álbumes más, ‘The Left Banke Too’ en 1968, y ‘Strangers on a Train’ en 1986.
Aunque The Left Banke nunca fue un grupo superventas, su primer disco es considerado un ejemplo emblemático del pop barroco de los años 60, que integraba armonías vocales suculentas y grandes arreglos de cuerda inspirados en el trabajo de los Beatles o los Zombies. El álbum ha sido admirado por grupos como Belle and Sebastian o Jens Lekman, quien sampleó ‘I’ve Got Something on My Mind’ en su tema de 2003 ‘Black Cab’, mientras Alice Cooper o The Eels se cuentan entre los artistas que han versionado al grupo.
Anoche La 1 de TVE estrenaba una de sus mayores apuestas de ficción de esta temporada televisiva: ‘Néboa‘. Se trata de una ficción policíaca ambientada en la Galicia rural, concretamente en la pequeña isla (ficticia, por cierto) de Néboa, situada hipotéticamente en la costa coruñesa. Allí, una joven es asesinada durante la noche del entroido –el carnaval tradicional gallego– en circunstancias misteriosas que aluden a otros crímenes cometidos allí en el pasado, que los habitantes del aislado territorio relacionan con una criatura mágica, el Urco. La teniente de la UCO Mónica Ortiz (Emma Suárez) es enviada a la isla para esclarecer el caso, viéndose obligada a ser acompañada por su hija (interpretada por Alba Galocha; normal que os suene, porque puso actuó y cantó en el hit de Novedades Carminha ‘Te quiero igual‘). Allí, se ve inmersa en un mundo aislado en el que la tradición y la superstición lo llenan todo.
Seguramente el anterior párrafo ya te haya hecho sentir un ligero déjà vu, y no te equivocas. Porque, a todas luces, el argumento de la serie recuerda muchísimo al de la Trilogía del Baztán de Dolores Redondo –bastante bien trasladado al cine, además–. Alguien debió pensar en el ente público que eso, trasladado al mundo de las meigas y combinado con la fiel ambientación y producción de ‘Fariña‘ y un toquecito de flashbacks de la finada por cortesía de la era digital, era una jugada claramente ganadora. Pues bien, no lo es tanto. Porque a su falta originalidad se suma que falla torpemente en algo fundamental: lo narrativo. Como mínimo, en su primer episodio.
La serie es una creación de Alberto Guntín, Xosé Morais y Victoriano Sierra Ferreiro, conocidos por series para Televisión de Galicia como ‘Matalobos’, ‘Serramoura’ o ‘Viradeira’. Un tándem tan experimentado que lo grueso de su desempeño sorprende aún más: el carácter de los personajes está apenas esbozado, sin profundidad alguna, resultando poco más que figurantes… lo cual sería razonable si no implicara también a algunos de los protagonistas. Solo el interpretado por la estupenda Isabel Naveira –Carmela, una guardia civil local que tiene una triple relación con el caso– parece más nítido, obligados por el propio guión. El casting es en cualquier caso magnífico, lleno de buenos actores gallegos (Antonio Durán «Morris», María Vázquez, Denis Gómez) que dan mayor credibilidad al asunto con sus ademanes y su acento –misteriosamente, Nancho Novo lo va perdiendo a medida que avanzan los minutos– y sus ademanes a la ambientación… Aunque, claro, lo verdaderamente creíble hubiera sido, ya que hablamos de un lugar aislado, que como poco se hablara galego en la intimidad.
Parece evidente que esas faltas se derivan de un claro esfuerzo por dejar que mande la intriga, una historia que avance vertiginosa y no dé respiro. Podrían pasarse por alto si así fuera, pero lo cierto es que en ese afán también hay una falta de finura que va pasando por las escenas atropelladamente, dejando tantos clichés como cabos sueltos. Algo necesario en un whodunit, sí, pero son tantos que deja serias dudas de que puedan atarlos todos en sus ocho capítulos. Y así se desarrolla todo el primer capítulo hasta que, ya al final, nos sueltan un giro de guión de campeonato que cercena el que parecía uno de los pilares de la historia, abriendo más incertidumbre y casi obligando a volver a ver ‘Néboa’ la semana que viene (que es de lo que se trata, al final).
Pero, tan importante como ese inesperado cliffhanger es el aspecto técnico de la serie. Un fabuloso trabajo de fotografía, realización (esos espectaculares planos cenitales son claramente deudores de ‘La isla mínima‘ y el ‘True Detective’ de Fukunaga) y ambientación –aspecto al que también contribuye la banda sonora, obra de un viejo conocido en esta web, Remate– que hacen que el visionado de ‘Néboa’ sí merezca la pena. Por eso cabe no tirar la toalla con este thriller rural y aguantar como poco a su segundo episodio. No sería la primera serie que, tras un piloto imperfecto, consigue remontar. 6,5.
Según reporta Entertainment Weekly, Netflix ha puesto en suspenso una (¿la única?) de sus series más aclamadas, ‘Mindhunter‘, creada y dirigida por David Fincher (‘La red social’, ‘Perdida’, ‘Zodiac’, ‘Seven’, largo etcétera), basada en la novela de idéntico título. Según este medio, un portavoz de la plataforma televisiva ha confirmado que, debido a una serie de proyectos de Fincher –entre ellos, una película sobre el guionista Herman J. Mankiewicz, ‘Mank’, y la segunda temporada de la serie de animación ‘Love, Death and Robots’, ambas para Netflix–, la nueva tanda de capítulos de la serie policíaca no tiene una fecha de regreso clara.
La decisión sorprende enormemente, puesto que ‘Mindhunter’ es actualmente una de las pocas series de la plataforma de VOD que contaba tanto con el beneplácito de la crítica como del público, ante el creciente e imparable avance de HBO y Prime Video, cuyas series hicieron irse poco menos que de vacío a Netflix en la reciente entrega de los Globos de Oro, por ejemplo. El citado portavoz recuerda que, aunque Fincher tenía en mente el concepto de esa temporada para «llevar la historia un paso más allá», entre su primera y segunda temporada transcurrió un año y medio. Sin embargo, los contratos del equipo de la serie que estaban en vigor, incluidos los de sus actores, han sido cancelados. ¿Habrá, valga la redundancia, cancelación?
Así lo temen muchos usuarios de redes sociales, que esta mañana han convertido el título de la serie y su director en trending topic mundial, especulando con que todo esto podría derivar en la cancelación definitiva de la serie, lo cual sería terrible. De confirmarse ese extremo, puede que la próxima nominación que obtenga Netflix como cadena sea la de «peor drama».
Medias: Mindhunter isn't cancelled, just on intermission. Everybody who knows their shit: That's done! It will never come back. pic.twitter.com/oxUqUe967v
When you see #Mindhunter is trending & you about lose your damn mind seeing that season 3 is on hold…..this is one of the best shows on television people!!!! Don’t let us down FINCHER…we need you!!!!!! 😫😫😫😫😫
WARM UP se ha revelado como una de las propuestas festivaleras más diversas y desacomplejadas del panorama español. Celebrado en el recinto de La Fica, Murcia, su edición 2020 nos había sorprendido ya al aunar nombres tan diversos como Kraftwerk, Hot Chip, Leiva, Johnny Marr, Los Enemigos, Georgia, Triángulo de Amor Bizarro, Dorian Electra… Pero la cosa no se detiene y hoy se anuncian seis nuevos nombres que apuntalan esa singular línea artística.
Destacan Digitalism, dúo alemán de electrónica con más de 15 años de carrera a sus espaldas. Presentarán ‘JPEG’, su cuarto álbum de estudio, publicado hace poco más de un mes. También estarán Moon Duo, proyecto de psicodelia-espacial-electrónica de Ripley Johnson (Wooden Shjps) y Sanae Yamada, que el pasado septiembre lanzaba en Sacred Bones el casi popero ‘Stars Are the Light’. Y no son el último dúo de esta tanda: los ínclitos Ojete Calor vuelven al festival tras arrasar en la primera edición del festival. Junto a ellos, se suman al cartel nuevos talentos nacionales en plena eclosión, como Blanco Palamera, Confeti de Odio y Kuve.
WARM UP anuncia que sus abonos comunes (también hay VIP) continúan a la venta aquí al precio de 48 euros más gastos. Pero eso será solo hasta esta noche a las 23:59h, cuando subirán de precio. La entrada para OPEN, la jornada de bienvenida del festival el jueves 30 de abril (con Leiva), puede adquirirse aparte a un precio especial de 20€.
Ahora sabemos qué quería decir Bunbury cuando hablaba, hace tan solo unos días, de su nuevo disco tras el rockero y heterogéneo ‘Expectativas‘ como uno «tremendamente personal». Porque desde ya podemos disfrutar de ‘Deseos de usar y tirar’, primer avance de ese disco que es considerablemente sorprendente. En realidad, no nos sorprendería escucharle interpretar una suerte de bolero, porque ya desde sus primeros discos post-Héroes del Silencio había mostrado su cariño por el folclore, tanto europeo como latinoamericano –’Pequeño’, por cierto, acaba de vivir una mastodóntica reedición por su XX aniversario–. Ni verle atajar hacia la electrónica, porque ya fue pionero en su debut de 1997, ‘Radical Sonora’. Pero sí lo hace ver que aúna ambas cosas en una sola.
Es lo que sucede en esta ‘Deseos de usar y tirar’, una canción que pone en contraste sinuosos ambientes electrónicos con los sonidos orgánicos de pianos, vientos y cuerdas, que engalanan la nostalgia que empapa una canción que bien podrían haber interpretado clásicos como Olga Guillot o Lucho Gatica… salvo por la cita a Nick Cave, claro. El ambiente se va volviendo turbulento hasta un final en el que las percusiones se vuelven asfixiantes, como esa letra que alude a «estos tiempos en los que todo es tan fugaz».
Tanto como la atención merece la pena ver el clip que ha dirigido Jose Girl, que además de una reputada fotógrafa es pareja de Enrique desde hace muchos años. La ambientación de cabaret, con la actriz transgénero Jessica Hogan como camarera, tiene algo de lynchiano. Y es de manera abiertamente intencionada, porque el clip cuenta con un fetiche del universo ‘Twin Peaks‘: nada menos que Sherilyn Fenn, la actriz que encarnaba a Audrey Horne, hace su famoso «baile de Audrey» al son que marca Bunbury.
Javier Castellanos emprendió su propio camino más allá de la banda de Algora allá por 2013, adoptando el nombre de una canción de Mercromina, Salvador Tóxico. Tanto su debut ‘Animales’ –producido, por cierto, por el hoy solicitadísimo Carlos René– como ‘Catálogo de planetas’ eran esforzados aunque algo apocados ejercicios de indie pop con toques electrónica que pasaron más o menos desapercibidos. Ahora regresa con su tercer disco ‘Canciones de laboratorio’, autoeditado (pese a que se anunció a bombo y platillo su fichaje por el sello Limbo Starr) pero reforzado con cuatro manos expertas: Chema Ruiz, ex-bajista de El Canto del Loco, y Javier León, experimentado músico y productor.
Algo de culpa deben tener sus nuevos socios en el mayor empaque y confianza que se aprecia en sus nuevas composiciones. Ya en verano nos cautivaba el poderío pop de ‘CsOH H2‘ y su ingenioso «rapto» de Raffaella Carrá, un pelotazo de indiepop electrónico que bien podrían haber firmado Ellos en la cúspide de su carrera. Y algo parecido se puede decir de ‘El gran volcán‘, un dueto con La Bien Querida que, más allá del sexo de su lírica, impacta por lo rotundo de su crescendo de pop rock oscuro, épica bien entendida. En un tercer vértice, los preciosos arreglos semi-acústicos de ‘Serpiente terciopelo‘ en contraste con su base electrónica establecen el espacio en el que se mueve todo este ‘Canciones de laboratorio’. El problema está en que todo lo que queda englobado dentro de ese espacio, queda algo menos lustroso.
Cierto es que encontramos canciones bastante pintonas, como ‘La llave universal’, ‘Cielo dorado’ y ‘Bajo candado’ (muy especialmente esta, con sus guiños a Mecano), que quieren aproximarse a ese fulgor del arranque del álbum. Sin embargo, quizá por un tratamiento sonoro algo predecible y falto de brillo (los teclados de ‘Tritón’, quizá buscando sonar a Family, resultan más bien trasnochados), el disco avanza con formas exageradamente canónicas de un indie pop que hemos escuchado demasiadas veces, tendiendo al apocamiento de sus trabajos previos, atenuando el impacto del intimismo de sus letras. Quizá por sacarnos de esa linealidad destaquen la breve balada acústica ‘La ciudad de al lado’ (pese a que por un momento parezca que se vaya a arrancar con ‘Love Is All Around’) y el medio tiempo ‘Laboratorio espacial‘: la voz de Marta Quintana de Nos Miran, como la de La Bien Querida, realza la de Javier con sus contrapuntos, mostrando una buena línea que ojalá siga desarrollando el ahora trío en el futuro. De seguir así, podrían salir del semianonimato más pronto que tarde. Salvador Tóxico presentan ‘Canciones de laboratorio’ este sábado 18 de enero en Madrid. Será en Costello Club, junto a Fominder.
Calificación: 6,9/10 Lo mejor: ‘CsOH H2’, ‘El gran volcán’, ‘Serpiente de terciopelo’, ‘Bajo candado’ Te gustará si te gustan: Capitán Sunrise, Algora, Ellos, Mercromina. Escúchalo:Spotify, Bandcamp
De no haber sido filtrado de manera ¿desafortunada? el cartel del Primavera Sound, este jueves 16 de enero nos hubiéramos encontrado con dos de los festivales de música de Barcelona más importantes y conocidos mundialmente presentando simultáneamente sus respectivas programaciones completas. Porque Sónar Festival acaba de presentar el cartel completo de su edición 2020, que vuelve a sus fechas habituales tras haberse trasladado ocasionalmente al mes de julio el pasado año: el festival de música electrónica y otras disciplinas artísticas avanzadas se celebrará en la Fira de Montjuïc los próximos días 18, 19 y 20 de junio.
Sónar 2020 contará con más de 100 shows, entre los que destacan estrellas como The Chemical Brothers –presentando ‘No Geography‘, uno de los mejores discos del año pasado–, Arca –con un disco nuevo entre mano, presumiblemente–, The Blaze –que acaban de avanzar single con Octavian–, Carl Cox, Mura Masa –mañana se publica su segundo largo, ‘Raw Youth Collage’–, Eric Prydz, Richie Hawtin, AJ Tracey, Laurent Garnier, The Black Madonna, Charlotte De Witte, Princess Nokia, Telefon Tel Aviv, el nuevo fenómeno británico Dave y DESPACIO, el proyecto de clubbing circular y sonido de alta fidelidad (con James Murphy y 2manydjs), por primera vez en Sónar de Noche.
Además, el festival anuncia que acogerá estrenos de lo más interesantes: Seth Troxler con su nuevo proyecto cósmico Lost Souls Of Saturn, Niño de Elche explorando la obra de Val del Omar o el debut en la electrónica de Maria Arnal y Marcel Bagés. Otros estrenos o exclusivas serán el retorno de TNGHT (con Hudson Mohawake y Lunice), así como los nuevos shows de Battles, Howling o Giant Swan.
El escenario SonarXS crece y se reubica con el fin de fomentar la difusión de la escena nacional más emergente con las actuaciones de Morad, Kaydy Cain, Chenta Tsai-BaoBae –es decir, nuevo proyecto de Putochinomaricón– o Califato 3/4, entre muchos otros. Además, la diversidad sonora global estará bien representada por los latinoamericanos Lechuga Zafiro, Badsista o Kelman Duran y por los africanos Nihiloxica, MC Yallah & Debmaster o Lous and The Yakuza.
Como novedad este año, a partir de hoy 16 de enero, el Abono Sónar 2020, con un precio de 170 euros más gastos, podrá adquirirse hasta en 3 plazos. También sale hoy a la venta la Entrada 2 Noches VIP, al precio de 195 euros. Los Abonos y Abonos VIP cambiarán de precio el 6 de febrero. Todas las modalidades de entrada están ya disponibles en www.sonar.es. Os dejamos con el vídeo-naturaleza muerta que sirve para presentar su extenso cartel.
Primavera Sound ha sorprendido desvelando esta noche, por sorpresa, el cartel completo de su próxima edición, que tendrá lugar en el Parc del Fòrum de Barcelona del 3 al 7 de junio. Y el cartel destaca por presentar un número bastante generoso de nombres destacados en grande, en lugar de los tres o cuatro habituales.
Y es que a nombres ya anunciados como Bikini Kill, Chromatics, Lorena Álvarez, Pavement o Caroline Polachek se suman los verdaderos pesos pesados de esta edición, que son Lana Del Rey, Massive Attack, The Strokes, Kacey Musgraves, Bad Bunny, Caribou, The National, Brittany Howard, Tyler, the Creator, Bauhaus o Mavis Staples, además de DJ Shadow, The Jesus and Mary Chain, C. Tangana, Beck, Kim Gordon, Freddie Gibbs & Madlib, Disclosure, Brockhampton, King Princess, Iggy Pop o Young Thug.
El cartel, como de costumbre, es inabarcable, pero incluye también nombres destacados como los de Weyes Blood, PNL, Maggie Rogers, Bad Gyal, Fontaines D.C., Mabel, Cigarettes After Sex, Napalm Death, Little Simz, Georgia (autora de nuestro disco de las semana), Helado Negro, Kim Petras, Metronomy, Girl in Red, Jessica Pratt o Hannah Diamond. También Einstürzende Neubauten, Floating Points, Paloma Mami, Bill Callahan, María del Mar Bonet, Earl Sweatshirt, Kurt Vile, Rina Sawayama o Pabllo Vittar han sido confirmados en el festival barcelonés, entre otros muchos artistas que pueden ser consultados en el vídeo oficial.
El Hormiguero fue este martes una vez más lo más visto del día gracias a la visita de Soy Una Pringada junto a Nuria Roca, ambas presentando su improbable programa juntas: una serie llamada ‘Road Trip’ donde narran su viaje por Estados Unidos. Y este miércoles 15 de enero Alaska volvía al programa de Pablo Motos para recordar que está a la venta el disco de versiones hechas por Fangoria ‘Extrapolaciones y dos respuestas 2001-2019‘, que a pesar de la decepción que ha supuesto en general para sus seguidores, resiste en torno al puesto 40 en la lista de ventas de la mismísima semana de Reyes.
Olvido como (casi) siempre estuvo simpatiquísima y consistente en sus argumentaciones. No dudó en mojarse políticamente cuando Cristina Pardo y Pablo Motos le preguntaron por la actualidad política, y si bien defendió, hablando del cambio de opinión de Pablo Iglesias sobre Dolores Delgado tras su nombramiento como Fiscal General del Estado, que un pacto implica ciertas concesiones para todas las partes; se pronunció en contra de que en el nuevo Ministerio de Igualdad no vaya a haber hombres en los puestos más relevantes. También se mostró segura de que todos los políticos del país han visto ‘House of Cards’ y ‘El ala oeste de la Casa Blanca’.
Según el texto promocional oficial de Antena 3 sobre El Hormiguero, Alaska también acudía al programa para promocionar su espectáculo teatral ‘La última tourné’, pero finalmente no hubo lugar o momento. Salvo una mención a un libreto indeterminado, todo lo que promocionó Gara estaba relacionado con su último disco y el sencillo ‘Un boomerang’: tuvo palabras de elogio hacia su co-autor Guille Milkyway y participó en un concurso para tratar de adivinar quién era la voz única masculina de un coro entonando dicho tema. Al final resultó ser la de su marido.
En cualquier caso, ‘La última tourné’ es la comedia del autor y director Félix Sabroso, quien co-dirigiera o co-escribiera ‘Chuecatown’, ‘Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí’, ‘Descongélate’ y la serie ‘Mujeres’ siempre junto a Dunia Ayoso, hasta el fallecimiento de esta. En este nuevo espectáculo que recorre desde el otoño todo el país participan además de Alaska, Bibiana Fernández, Mario Vaquerizo, Manuel Bandera, Marisol Muriel y Cayetano Fernández, entre otros. El argumento es el siguiente: «Norberto Pinti (Manuel Bandera) es un director, autor y productor que regenta una pequeña compañía portátil de variedades que se gana la vida por los pueblos de España en giras lustrosas y populares. Tras veinte años de éxitos viviendo en el faranduleo nómada, descubren que los géneros que tocan empiezan a desfasarse». Alaska interpreta a Paca Castellón, «una vedette cómica que después de muchos disgustos ha perdido la gracia». Tras algunas fechas el pasado otoño por Valencia, Almería, Donosti o Valladolid, ‘La última tourné’ continuará de gira por toda España este invierno. En las próximas semanas hay fechas previstas en Palma, Murcia, Bilbao, Zaragoza, Sevilla, Málaga y Córdoba, y se espera que en octubre llegue a Madrid.