Fiery Furnaces, el dúo de Brooklyn compuesto por los hermanos Eleanor y Matthew Friedberger, vuelve con su primer single en 11 años. Se titula ‘Down at the So and So on Somewhere’ y está disponible desde hoy en las plataformas de streaming y también en un vinilo de 7″ junto a la cara b ‘The Fortune Teller’s Revenge’.
El nuevo tema de Fiery Furnaces es pizpireto, presenta un punto kraut y habla de «tutores de trigonometría», «manchas azules en el espejo», visitas a la «gasolinera» y mañanas en las que uno se despierta «intentando enviar emoticonos y saludos en mayúscula» para después concluir que «todo está bien en el mundo… quizás». Sus autores explican que es una canción llena de «arrepentimiento sobre tener arrepentimientos» y aclaran quién ha tocado qué en ella: «a Matthew le parecía bien usar una batería electrónica soviética, Eleanor prefería tocar baterías reales». Sobre ‘The Fortune Teller’s Revenge’, que solo podrá escucharse en el vinilo, también cuentan que es una «canción triste». Los hermanos Friedberger grabaron ambos temas en febrero de este año.
Una buena noticia para los seguidores de Fiery Furnaces la edición de este single, ya que el último disco del dúo, ‘I’m Going Away’, vio la luz en 2009, haciendo honor a su título. Desde entonces, Eleanor Friedberger ha publicado varios discos en solitario, el último de ellos en 2018, un ‘Rebound‘ que decepcionaba pese a su original concepto inspirado en los orígenes griegos de la artista. Por su parte, Matthew Friedberger ha formado parte de proyectos como Saqqara Mastaba, grupo junto a Bob D’Amico de Sebadoh a través del que, en 2016, lanzaba el disco ‘Libras’.
Duffy ha estrenado una canción nueva en su página de Instagram, la cual vuelve a no estar disponible en las plataformas de streaming habituales, como ya era el caso de una ‘Something Beautiful‘ que la cantante británica decidía simplemente lanzar en un programa de la radio británica, para no ser escuchada nunca más.
La nueva canción de Duffy se titula ‘River in the Sky’ y es una bonita balada a piano en la que la autora de ‘Rockferry’ canta sobre una presencia que le visita por las noches, cuando está «sola en la oscuridad», y le «cubre pacientemente mientras aprende a lidiar con el dolor». «Si me permito volver al pasado, veo la tristeza en sus ojos», canta, «sabía que las lágrimas iban a ir y venir como un río en el cielo».
Duffy ha sido noticia este año por revelar haber sido secuestrada y violada en el pasado, explicando que este ha sido el motivo de su larga ausencia de la industria de la música. Recientemente, la cantante de ‘Mercy’ publicaba un texto llamado ‘The 5th House’ en el que detallaba esta experiencia con pelos y señales, advirtiendo de su dureza. Duffy dedica ‘River in the Sky’ a los «tiempos mejores que se avecinan».
La valenciana Raquel Adalid había dado ya un salto considerable de personalidad y consolidación con ‘Panorama‘ respecto a su álbum debut como Chlöe’s Clue. Pero la pirueta para la que nos ha venido preparando desde hace semanas meses y que tiene su punto culminante mañana viernes es de aupa: al fin se publica ‘Carmín y rubor’, un disco muy valiente que estábamos esperando hace tiempo, en el que se ha entregado a las cadencias de la canción hispanohablante más clásica para hacerla suya y ponerla en total vigencia. Una manera distinta de hacer folclore que tiene una de sus cimas en ‘Quémame’.
Curiosamente, esta canción ya se dio a conocer en una forma más básica y primitiva hace más de un año, antes de que otros singles como ‘Carmín y rubor‘, la descolocante ‘Tango techno’ o ‘Pecados delicados‘ vieran la luz. Pero la forma en que se presenta dentro del álbum es mucho más seductora y poderosa. Completamente remozada y arreglada con ampulosos arreglos, se presenta como una colaboración con el intersantísimo dúo mexicano Daniel, Me Estás Matando, revitalizadores del bolero («bolero-glam», lo llaman ellos) que, sin duda, son perfectos para dar una nueva perspectiva a ‘Quémame’.
Junto a ellos, Adalid se enfunda con comodidad en el papel, a medio camino de una femme fatale y una cupletista, de intérprete apasionada. No podía ser de otra manera para una canción que arranca cantando «sólo sé que quiero ser salvaje y arrancar heridas por placer» y que sobre todo plasma el ansia por «quitarse las ganas de…» Así, dejando en el aire la conclusión de esa frase insinuante. O mejor/peor, siendo más explícita con un «no quieras saber». Y realmente sí, queremos saber, como decía Lobatón. Una interpretación envuelta en el aire de seducción inherente al bolero, que adquiere en manos del insólito trío una capacidad de evocación brutal. Más aún cuando se ve realzada por un estupendo vídeo en el que Raquel, además de presumir de una llamativa colección de mohines que potencian su voz rasgada, luce looks icónicos en escenas poéticas y sórdidas, con especial protagonismo de un histriónico diablo que, entre llamas, simboliza esa pasión desquiciada que irradia la canción.
Por si no fuera suficiente con que la era del streaming haya expandido el acceso del público a la música hasta niveles completamente insospechados e inabarcables, Twitter ha estrenado una nueva herramienta que permite a sus usuarios literalmente tuitear su propia voz. Así, un sinfín de celebridades podrán expresar barbaridades sin miedo a ser malinterpretadas por culpa de la ausencia de tono. ¡Bien! Y quién sabe si otras se animarán a inventar el formato de «álbum tuiteado». Seguro que Charli XCX ya está maquinando posibles proyectos.
De momento, la cantautora estadounidense Liz Phair ha estrenado una meta-cancioncilla sobre esta nueva herramienta en su cuenta de Twitter. La cancioncilla, a voz y guitarra acústica, no tiene título, dura 2 minutos y 19 segundos, es improvisada in situ o lo parece e incluye frases como «la nueva herramienta de Twitter me gusta mucho, y probablemente la usaré demasiado» o «Twitter no debería hacer esto a la gente que no puede mantener sus manos alejada de sus instrumentos ni puede dejar de componer temitas en su cabeza», sin olvidar la meta-frase de rigor: «seguramente me iré a trabajar después de este verso».
Con esa última frase, Liz Phair se puede estar refiriendo a seguir trabajando en su próximo álbum de estudio, ‘Soberish’, que sale este año, una década después del anterior. Entre las fans de esta bobada se encuentran la amiga de Liz Phair, Aimee Mann, a quien Liz ha sugerido versionar la canción la «próxima Navidad».
Vera Lynn, una de las cantantes de pop británicas más longevas y queridas por el público, ha fallecido hoy 18 de junio a los 103 años de edad, ha confirmado su familia tal y como recogen los medios británicos.
Conocida por haber entretenido a las tropas británicas con sus alegres canciones durante la Segunda Guerra Mundial, periodo durante el cual pasó a ser conocida como «la novia de las Fuerzas Armadas» y cantó en lugares como Egipto, India o Birmania, Lynn interpretó el éxito ‘We’ll Meet Again’ -utilizado en una escena inolvidable de ‘Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú’ de Stanley Kubrick- y otros como ‘(There’ll Be Bluebirds Over) The White Cliffs of Dover’, ‘Land of Hope and Glory’, ‘A Nightingale Sang in Berkeley Square’ o ‘There’ll Always Be an England’. Después de la guerra, la popularidad de Lynn no decayó y la cantante apareció en programas de televisión y radio de Reino Unido y Estados Unidos y obtuvo un single número 1 en su país natal con ‘My Son, My Son’, además de conseguir otros éxitos como ‘Auf Wiederseh’n, Sweetheart’.
La veterana cantante, conocida también por su labor solidaria, fue la primera mujer en lograr, en la década de los 50, tres éxitos simultáneos en el top 10 de Reino Unido con ‘Forget Me Not’, ‘The Homing Waltz’ y el mencionado ‘Auf Wiederseh’n Sweetheart’. Después, solo Rihanna, Ariana Grande y recientemente Dua Lipa repetirían la hazaña. Además, la artista ha alcanzado varios récords debido a su edad: en 2009 se convirtió en la artista viva más longeva en lograr un álbum número 1 en Reino Unido con el recopilatorio ‘We’ll Meet Again: The Very Best of Vera Lynn’, y en 2017 en la primera centenaria en colocar un álbum en el top 10 de ventas del país con ‘Vera Lynn 100’, el recopilatorio que conmemoraba su cumpleaños número 100.
Jehnny Beth firma el «Disco de la Semana» con ‘TO LOVE IS TO LIVE‘, su primer disco al margen de Savages, y el primero en solitario. Tuvimos oportunidad de charlar con ella sobre este trabajo hace unos meses, al inicio de la cuarentena, y la cantante explicaba entonces que ella y su pareja, Johnny Hostile, también colaborador musical de ella y co-productor del disco, sospechaban haber contraído el COVID-19 («hemos estado enfermos y tenido los síntomas»), pero que ya estaban recuperados. El resultado de esta entrevista es una interesantísima charla sobre la muerte, la oscuridad del ser humano o la importancia de no delimitar la ficción.
¿Qué significa este disco para ti? El título aparece en ‘We Will Sin Together’, el disco contiene momentos sexuales, otros tiernos, otros violentos… ¿en general dirías que celebra el ser uno mismo?
Quería hacer un álbum urgente porque estaba obsesionada con la idea de poder morirme antes de terminarlo (ríe). Para representar la luz necesitas oscuridad… Además, quería hacer un disco que contara un viaje pero sin caer en la trampa de hacer un disco conceptual. Aún así, el disco te lleva a varios lugares y está redondeado, se cierra como un círculo.
¿Por qué son una trampa para ti los discos conceptuales?
No me gusta la idea de un disco conceptual, si lo leyera sobre un disco en el periódico seguramente no querría escucharlo (ríe). Me parece demasiado cerebral y mi disco es muy físico. Yo intento mantener la música todo lo viva posible.
‘I’m the Man’ forma parte de la banda sonora de ‘Peaky Blinders’ y ahora Cillian Murphy recita un interludio en tu disco. ¿Cómo se gesta esta colaboración? Curiosamente Cillian protagonizó ’28 Days Later’, una película que ha sido muy comentada durante la cuarentena. No sé si habéis hablado de esta coincidencia…
Cillian y yo no hemos hablado de ello en concreto, ¡pero me gusta la referencia! ‘I’m the Man’ la escribí con Atticus Ross antes de conocer al director de ‘Peaky Blinders’ en un concierto de IDLES en Londres. Allí, Anthony Byrne y yo charlamos, le dije que había trabajado con Cillian en el disco y me dijo que quería escucharlo, entonces ‘I’m the Man’ le gustó para la serie y después él mismo dirigió el vídeo.
¿El sonido de ‘I’m the Man’ dictó el resto del disco?
No fue una de las primeras canciones que escribí, pero sin duda era una de las más violentas y Atticus la hizo más violenta. Pero antes de ‘I’m the Man’, la parte más extrema del disco ya estaba cubierta (ríe).
¿Qué has aprendido de trabajar con Flood y con Atticus Ross? ¿Cómo describirías tu trabajo en el estudio con cada uno de ellos?
Los dos son maestros y ha sido un enorme placer trabajar con ellos, pero también ha sido duro. Atticus y Flood tienen maneras muy diferentes de trabajar. Atticus no para de crear música hasta que asume finalmente mi visión y hace muchísimas preguntas antes de empezar a trabajar: pasamos 6 meses solo hablando de lo que yo quería hacer. Me mandaba mails con preguntas como «¿qué quieres conseguir con este disco?”, ¿»es una colección de canciones o un disco-disco?”, «¿qué sonido buscas?», ¿»qué estas intentando decir en esta canción?» Nunca hubo señal por su parte de que estaba ahí por las razones equivocadas. Estaba interesado en el resultado artístico de todo esto. Después, Johnny y yo nos mudamos a Los Ángeles por unos meses y Atticus se pasaba de noche por casa después de trabajar con Trent Reznor para escuchar aquello en lo que habíamos estado trabajando. Fue entonces cuando empezamos a componer ‘I Am’ , grabamos capas y capas de cuerdas, guitarras… Fueron horas interminables de trabajo. La canción ya tenía todos sus componentes pero Atticus la hizo 10 veces más grande de lo que era; esto nos hizo llegar a la conclusión de que el disco también iba a ser más grande lo que habíamos imaginado.
«A Flood le importa un pimiento el precio de los estudios, está completamente chiflado en el mejor de los sentidos»
En cuanto a Flood, él llegó hacia el final de la grabación del álbum, un año después de yo trabajar con Atticus. Entonces buscaba a un productor que me ayudara a acabar algunas canciones del disco, como ‘Innocence’ o ‘Heroine’, sobre todo para incorporar baterías reales a la mezcla, ya que por entonces el trabajo con Atticus era muy electrónico. Con Flood trabajé en su estudio de Londres. A Flood le importa un pimiento el precio de los estudios, trabaja de manera muy libre, lo cual puede ser un poco perturbador porque es aficionado a crear un caos enorme en el estudio, está completamente chiflado en el mejor de los sentidos, más incluso que los artistas con los que trabaja. Él tiene la habilidad de empujarte hacia lugares incómodos y de tortura y confusión de cara al trabajo que estés haciendo. Te hace pelear por tus canciones. Con él no existen los intermedios: todo es o blanco o negro, o lo amas o lo odias. Me gustó trabajar con él porque me hizo recordar lo caótico que puede llegar a ser hacer un disco, me hizo rememorar esa sensación de incertidumbre ante un nuevo proyecto, porque muchas veces, si ya sabes lo que estás haciendo, posiblemente vas a volver a un lugar en el que ya has estado.
Has dicho una cosa muy interesante en The Guardian…
No te creas todo lo que lees en The Guardian (ríe).
Has dicho que la temática del álbum puede ser la «multiplicidad y la complejidad de ser humano”. Y en The Guardian has declarado que te gusta «ver la humanidad en los monstruos». ¿Vas por ahí? ¿A qué te refieres exactamente?
Me gusta el concepto de que la musica consista en una sucesión de capas y cortinas que vas descubriendo una por una, puede ser un juego infinito de preguntas y respuestas. Me gusta la música y el arte que nos tira las complejidades del ser humano a la cara, aquello que nos es extraño y familiar. Creo que, en un mundo que constantemente intenta simplificar nuestros sentimientos y lo que significa ser un humano, era importante hacer un disco que no hiciera eso y nos recordara que ante todo somos una galaxia de identidades oscuras. Y que todas esas identidades deben ser reconocidas porque es prometedor.
¿En qué sentido?
Es esperanzador pensar que el ser humano se compone de múltiples seres… La gente no es completamente oscura o completamente positiva. A veces buscamos esas versiones simplificadas de nosotros mismos, y aunque en un mundo ideal habría gente buena en un lado y gente mala en otro, es importante asumir que el mundo en el que vivimos realmente no es así.
Dices que es liberador reconocer que somos seres complejos. Algunos artistas dicen estar en contra de etiquetarse porque piensan que eso limita su perspectiva hacia si mismos.
Necesitamos etiquetas para entender la realidad, pero a mí me interesa mucho más la ficción, prefiero escribir historias antes que ensayos, por ejemplo. Contar historias con sus mitologías, sus héroes… es más impactante porque la sociedad, tal y como la conocemos, es real pero también es una ficción: el capitalismo es una ficción, el racismo es una ficción, la sexualidad es una ficción, y para luchar contra la ficción se necesita ficción. La imaginación juega un papel muy importante en todo esto.
«En un mundo que constantemente intenta simplificar nuestros sentimientos, me parecía importante hacer un disco que recordara que ante todo somos una galaxia de identidades oscuras»
En la ficción no existen los límites, y en un libro de ficción erótica que acabas de publicar incluyes una historia sobre canibalismo. Justo en The Guardian has declarado que es la historia que más “te pone” del libro.
Si puedes leer el libro y formar una opinión propia sobre el mismo, hazlo, porque el ángulo que la periodista de The Guardian (NdE: Laura Snapes) ha tomado en su artículo no me ha parecido correcto. La historia sobre canibalismo del libro se llama ‘Raw’ y es una metáfora sobre la adicción sexual. Narra la historia de una persona que se come a sus parejas y termina comiéndose a sí misma. Es una metáfora sobre el lugar oscuro que la lujuria puede crear cuando se convierte en una adicción. Hay un libro muy interesante sobre este tema llamado ‘The Demon’, de Hubert Selby Jr., un autor que escribió varias novelas, como ‘Last Exit to Brooklyn’. ‘The Demon’ es una historia sobre ese mismo descenso lento hacia los infiernos.
No se entendió muy bien lo querías decir en aquella entrevista…
Lo que intentaba explicar a la periodista de The Guardian es que no quiero leer ese tipo de historias a través de las prisiones que representan las ideas morales y políticas de hoy en día, porque las fantasías deberían estar liberadas de ese yugo. De otro modo existirían fantasías buenas y fantasías malas, y no creo que se deba limitar la mente de esta manera. La mente es el único lugar en el que la sociedad no debería entrometerse, y creo que la sexualidad debería poder ser ejercida más allá de esas limitaciones que la sociedad imagina por nosotros.
¿Cómo ha sido colaborar con Romy de The xx?
Romy y yo nos conocimos allá por 2014, después de un concierto de Savages en Coachella. Yo no esperaba que ella fuera fan del grupo pero lo era y después de conocernos formamos una amistad. Y cuanto más amigas nos hacíamos, más veces me decía “hay lados de ti que conozco que no veo representados en la música de Savages”. Decía “si vas a a hacer un disco personal, quiero ver ese lado más vulnerable de ti, y me encantaría que la gente viera eso”. Su contribución en el disco ha sido de amiga, pero tiene más mérito que el que ella se da, porque ha contribuido ideas de producción, de estructura de las canciones… Cuando venía al estudio aportaba siempre ideas sensatas. Por otro lado, hemos pasado mucho tiempo escribiendo juntas, lo cual me ha permitido explorar una manera diferente de trabajar. Ella por entonces estaba de gira con ‘I See You’ e íbamos de un lado a otro… Una noche en Londres salimos y ella no paraba de anotar todo lo que decía todo el rato en su teléfono, que es una cosa que muchos productores hacen. Parecíamos una cita de lo más cutre (ríe). Y ya por la mañana venía con todo ese material que posiblemente convertir en canciones.
¿Cuál es tu canción o disco favorito de The xx?
Me gustan mucho sus tres discos por diferentes razones: el primero me encantó cuando salió; el segundo me pareció muy valiente, muy minimalista; y el tercero tenía canciones muy diferentes. Mi canción favorita de The xx puede ser ser ‘Brave for You’ porque ROMY la escribió a partir de conversaciones que habíamos mantenido juntas.
«La mente es el único lugar en el que la sociedad no debería entrometerse, y creo que la sexualidad debería poder ser ejercida más allá de esas limitaciones que la sociedad imagina por nosotros»
Volviendo al tema de la mortalidad sobre el que hablabas al principio de la entrevista, ‘Blackstar’ de David Bowie ha sido una influencia fundamental en el álbum porque decías que lo has compuesto como si tu fueras a morir pronto.
La noche que Bowie murió fue la primera vez que me prometí a mí misma sacar este disco. Cuando mueres, tu trabajo no muere contigo, y algo que has escrito hace tiempo puede ser profético. Creo que el arte es una manera de suspender en en nuestra conciencia la vulnerabilidad que sentimos ante el hecho de que vamos a morir. Es una manera vanidosa de intentar mantenerse viva. Con este disco quería mantener viva la densidad misma de la existencia. La mortalidad es lo que da valor a la vida, pero pasamos toda la vida olvidando que vamos a morir, y cuando nos enfrentamos de verdad a la muerte, de repente la bondad de la gente sale a relucir y ya no hay tiempo para actuar como un gilipollas. Bowie me hizo pensar esto con mayor precisión.
Musicalmente, ‘Blackstar’ es una mezcla muy interesante de géneros y ha sido un disco muy importante para mí por la libertad que desprende. También ‘To Pimp a Butterfly’ de Kendrick Lamar, ‘BEYONCÉ’ de Beyoncé y ‘Double Negative’ de Low lo han sido por su valentía y por su manera de trascender géneros.
J Cole es uno de los raperos más exitosos de Estados Unidos gracias a la gran repercusión de singles como ‘MIDDLE CHILD’ o ‘No Role Modelz’. Ahora, el artista es noticia por haber publicado un nuevo single que está siendo objeto de controversia en redes sociales, pues en él parece dirigirse a la rapera Noname, quien recientemente ha lanzado un mensaje en Twitter en contra de los raperos comercialmente más exitosos que no se están pronunciando sobre el movimiento Black Lives Matter. El público da por hecho que la autora de ‘Room 25’ se ha referido a artistas como Kendrick Lamar o el propio J Cole, y este se ha dado por aludido, tras lo cual ha publicado una canción en la que comparte su punto de vista.
«Algunos piensan que soy inteligente o profundo porque tengo un título universitario, pero mi cociente intelectual entra dentro de la media», arranca el tema antes de seguir: «miré su perfil en las redes y empecé a leer, ella está cabreada con los capitalistas, con los policías asesinos, con mis colegas, con nuestra ignorancia, con las celebridades, y en el fondo pienso que habla sobre mí, y yo no soy un tontaina que se cree por encima de las críticas, pero hay algo en su tono de superioridad que me molesta, porque ella me parece una persona que ha sido afortunada de crecer en un entorno consciente, con padres que conocen la lucha por la liberación, y que le han proporcionado una perspectiva sobre el sistema y la injusticia que les aflige». La canción llega a concluir: «solo porque estés enterada de los problemas del mundo y yo no, no significa que tengas que hablar como si fuera mejor que yo».
Noname, una de las raperas más prestigiosas de Estados Unidos actualmente gracias a la aceptación crítica de sus discos ‘Room 25’ (el disco mejor valorado de 2018 según Metacritic) y ‘Telefone’, ha contestado a la canción con un simple mensaje: «reina del tono». Mientras, las redes se debaten entre las críticas a J Cole por su «misoginia», así como por su poco tacto al «controlar el tono» del activismo de esta artista que ha iniciado su propio de lectura para recomendar libros que ayuden a entender la causa del movimiento; y entre quienes le defienden por haber querido dar un paso atrás a pesar de su popularidad, y dejar que una persona más preparada que él lidere las protestas contra el racismo.
Darkstar, el dúo de música electrónica británico formado por James Young y Aiden Whalley -no, no estamos hablando de Darkside– publica nuevo disco el 19 de junio, el primero en un lustro. Se trata de un ‘Civic Jams’ que el grupo ya ha presentado con dos singles tan interesantes como ‘Jam’ y ‘Wolf’, dos temas oscuros que mantienen ese equilibrio entre atmósfera y sensibilidad pop que tanto define el trabajo de los autores de ‘Amplified Ease’.
El tercer adelanto de ‘Civic Jams’ es aún más popero e incorpora el sonido de una caja registradora, aunque en este caso de manera mucho más ambiental que en ‘Paper Planes’ de M.I.A., y a su vez dentro de una base rítmica atmosférica y etérea más próxima al «chill-out» o al «downtempo» que al tecno de discotecas.
En un mensaje, Darkstar han comunicado su incomodidad por publicar un disco en medio de una pandemia, y han explicado su significado: «Este disco se enfoca en el espacio tangible, va sobre recibir el último aviso de una factura de impuestos e irte de fiesta. Se resigna a tomarse una copa mientas el Brexit suena de fondo a toda pastilla. Va sobre poder disfrutar de tomar el sol cuando al mismo tiempo un número desconocido llama a tu móvil por alguna razón. Queríamos poner el foco en estos momentos en los que buscas un equilibrio entre el puto caos que es tu vida y a la vez buscas formar parte de una comunidad con la que te identificas, y que te libera de toda esa carga».
Nueva edición de nuestra Sesión de Control, sección dedicada a repasar las novedades más destacadas del panorama alternativo de nuestro país y Latinoamérica. Al final del artículo encontrarás la playlist de Spotify de esta sección que se renueva quincenalmente. [Foto exterior: Bejo, por Álvar Alonso; foto interior: Aiko El Grupo, por Raquel Calvo.]
Las dos últimas semanas ha sido más o menos reposada en cuanto al lanzamiento de discos en el ámbito estatal. A ‘Descanso en poder‘ de Dellafuente y ‘Chachichacho’ de Bejo, se han sumado sobre todo miniálbumes y EPs de Monterrosa (que no se titula ‘Canción ligera’ por mera casualidad), Perapertú, Boyanka Kostova, beGun, VVV [Trippin’ You] & Luz Futuro o Valdivia (joven cantautora madrileña que dio sus primeros pasos con versiones de C. Tangana y Sticky M.A.).
Pero lo más gordo llega en los próximos días, con trabajos de Cariño, Chucho, Paranormales, Cómo Vivir En El Campo, Betacam, Chlöe’s Clue o Carlos Sadness, entre otros. Y lo que vendrá después: Nueva Vulcano, Gepe, Burrito Panza, Kiwis, Junco y Mimbre (nuevo supergrupo con miembros de Germà Aire, Wood o Furguson, producido por Núria Graham), Kings of the Beach, El Grajo, Ana Muñoz o Mon Laferte, que mientras termina la grabación de su próximo disco ha lanzado una versión beatlesca de ‘Love’ de Zoé.
Aunque quizá lo más jugoso de estos días es la buena cantidad de pepinazos que tenemos en materia de singles sueltos (o que al menos aún no sabemos si forman parte de lanzamientos más extensos): La Habitación Roja, Pavvla, Mediapunta, Ms Nina & Soto Asa, Lauren Nine (con una preciosa canción dedicada a su abuelo fallecido), DORA (producida por Pional, una vez más), Pedro LaDroga, Alien Tango, Maximiliano Calvo & Aron (Piper) & Soleá Morente, Colectivo Da Silva (producidos por Chico Blanco), Liz Forte…
Y muchos de ellos, por parte de nuevos nombres como Malamute, Aiko El Grupo, Moneo (cantaor que habitualmente acompaña a Dellafuente), Le Nais, Mentira, Pablo Wilson, Kids from Mars, interrogación amor, La Claridad (ojo a ellos, fans de La Buena Vida), Ralphie Choo… que dan fe de que, pese a las extremas dificultades, el panorama alternativo está más vivo que nunca.
Yohan, integrante de la banda de k-pop TST, ha muerto a los 28 años de edad, informan varios medios anglosajones haciéndose eco de la información del medio especializado en pop surcoreano AllKPop, el cual a su vez cita la noticia exclusiva de Naver, el principal portal de internet de Corea del Sur. La agencia de TST, KJ Music Entertainment, ha confirmado la noticia en el siguiente comunicado: «Nos entristece comunicar la noticia más desafortunada. El pasado día 16 de junio, el integrante de TST Yohan partió de este mundo. La familia de Yohan se encuentra de luto. La familia ha pedido a los medios que, por respeto, se abstengan de publicar artículos en los que se especule sobre la causa de su muerte».
Nacido en 1992, Yohan empezó su carrera en la música como parte del grupo NOM (No Other Man) y en 2017 pasó a formar parte de TST («top secret»). La causa de la muerte del cantante, que era activo en las redes sociales y recientemente había celebrado su cumpleaños, no ha sido revelada a los medios por deseo expreso de la familia.
La muerte de estrellas del k-pop a edades muy tempranas se ha convertido en uno de los mayores lacras de esta lucrativa industria del entretenimiento coreano. Solo el año pasado, en margen de solo un mes, las jóvenes Sulli y Goo Hara se suicidaban como respuesta al acoso que habían sufrido en las redes sociales, y el popular Kim Jong-hyun conmocionaba a los fans del k-pop en 2017 cuando decidía también quitarse la vida, sumido en una depresión.
En estos instantes Pablo Alborán es trending topic en España por un vídeo de más de tres minutos que ha subido a Instagram en el que hace público abiertamente que es homosexual. Algo que no debería ser noticia –»mucha gente lo supone, lo sabe o simplemente le da igual»–, salvo por algo que explica él mismo. El malagueño asegura que siempre ha sido apoyado por su familia en todo y que en su trabajo o con sus amigos jamás se ha sentido discriminado por «ser yo». «Pero, desgraciadamente, hay mucha gente que no lo vive así. Y por eso hoy, sin miedo, también espero que este mensaje le haga el camino más fácil a alguien. Pero sobre todo esto lo hago por mí», continuaba.
«Siempre he escrito canciones que hablan sobre mí y sobre ti, sobre lo que sucede alrededor. Siempre he pensado que se puede sentir identificado cualquiera con mis letras, sin importar el género, la edad o incluso el idioma, porque para mí la música es libre. Y quiero sentirme tan libre como mis canciones», ha dicho en uno de los fragmentos más emotivos. «Quiero ser consecuente, coherente y lo más responsable posible conmigo mismo», añadía antes de hablar de un nuevo trabajo, la continuación de ‘Prometo’, que será «muy especial».
El vídeo de Alborán ha provocado reacciones sobre todo de apoyo en redes sociales, con mensajes de compañeros más o menos próximos como Malú, India Martínez o Manuel Carrasco, y otros menos predecibles como Alizzz o Lola Indigo, además de muchos tuits por parte de otros miembros de la comunidad LGTBI que han agradecido la visibilidad a días de comenzar las celebraciones del Orgullo LGTB 2020.
Todos deseamos que llegue un momento en el que no sean necesarios estos gestos. Pero como aún lo son, creo que esto de @pabloalboran puede ayudar a muchos jóvenes.
Como no tengo ni idea de cómo sentirán mis hijos en su momento, le voy dando las gracias de forma preventiva. https://t.co/oj2diWfm15
Que en España la tendencia de ‘Chromatica‘ y sus singles en las listas de streaming esté a la baja, no quita que el nuevo disco de Lady Gaga sea una gran obra de pop. Y entre sus temas, desde el principio destacaba ‘Sour Candy‘, el single que alía a Germanotta con el girl-group surcoreano BLACKPINK. Ahora se lanza un lyric-video –lo cual hace sospechar que no habrá un vídeo en condiciones protagonizado por sus intérpretes– para esta canción que, aunque es bastante espectacular en lo visual, no cumple su cometido: apenas se lee la letra, los dichosos «lyrics».
Se trata de un trabajo del artista 3D Sam Rolfes, que ha hecho clips musicales en el pasado para Matthew Dear, Dawn Richard o Danny L Harle y Caroline Polachek, entre otros. Para Gaga y el grupo femenino de K-pop, ha emulado un videojuego en el que cada una de ellas dirige una especie de nave de combate con aspecto de hada. Una buena idea, la verdad. La letra que canta cada vocalista aparece en un visor lateral digital, al estilo de un juego online, y fijarse en ellos es posible, pero dificulta su lectura simultánea mientras se sigue la acción del vídeo, que además es algo confusa con sus movimientos de cámara. La confusión que ha generado esa opción ha desatado una ola de memes bastante graciosillos que se centraban en su poco tino como lyric-video, pese a lo espectacular del clip.
A todo esto, a casi un mes del comienzo de la gira The Chromatica Ball Tour en París, las fechas permanecen en pie y no hay noticias de su cancelación, pese a las restricciones que las autoridades europeas han impuesto a este tipo de eventos por la Covid-19. Quizá en los próximos días haya noticias… o no.
Poco le ha durado a Rosalía y Travis la alegría de ver cómo su single conjunto ‘TKN‘ entraba directo al número 1 de la lista de singles española: Anuel AA y Bad Bunny han destronado al tema con ‘Hasta que Dios quiera’, la misma canción que hace un par de semanas hacía que Twitter llamara a la cancelación de los dos puertorriqueños por el verso que dice «ella es mi Lady Gaga, yo su Bradley Cooper / ella se lo traga y luego me lo escupe». Así somos. Culmina así la invasión que comenzó una semana atrás con la publicación de su nuevo disco ‘Emmanuel’. Esta semana hay «nada más» ocho canciones de este trabajo, menos que las quince de una semana atrás. Aunque, si contamos todas aquellas en las que colabora, la lista de canciones de Anuel AA en los primeros 100 puestos de la lista asciende a 19. La friolera de casi un 20%.
Hay pocas entradas reseñables, en cambio. ‘Eso que tú me das‘ de Jarabe de Palo entra al puesto 28, impulsada lamentablemente por la muerte de Pau Donés. Sus hits más conocidos, han vuelto a la lista: ‘La flaca’, al puesto número 40; ‘Agua’, al 52; ‘El lado oscuro’, al 74; ‘Grita’, al 76; y ‘Depende’ al 86. Varias de ellas son ya disco de platino y oro. ‘Carita de Inocente (Remix)’ de Prince Royce & Myke Towers (46), ‘Pa que no te duermas’ de Dellafuente y Rels B (47) y ‘Qué mal te fue’ de Natti Natasha (94) son de las escasas nuevas incorporaciones en el top de Promusicae.
Por lo demás, llama la atención el desplome de ‘Rain On Me‘ de Lady Gaga, que del puesto 8 de hace dos semanas cae al 42. En cambio el último single de Don Patricio, ‘Pa toda la vida’ ft. Mozart La Para, que no entró en el top 100 en la semana de su lanzamiento, lo consigue en la segunda subiendo al 70.
‘Love and Squalor’ es el debut en formato largo del proyecto en solitario de Jaime Cristóbal, en los 2000 conocido por formar el dúo Souvenir, una de las primeras bandas relevantes que conocimos en Jabalina Música, y últimamente cada vez más por ser un prescriptor musical original y diferente -como lo han sido John Peel, Everett True o Bob Stanley- a través de Popcasting o Hit de Ayer. Quien ya le conozca sabe lo que se va a encontrar aquí, dada su devoción por The Go-Betweens, Los Bichos, el pop francés, etcétera.
Quien no sepa de qué hablamos se encontrará una pequeña cápsula del tiempo devota de la canción clásica: el pop de los 50, el indie pop de los 80 que revisitaba melódicamente los 60, el cancionero americano y algo que igual ya no hallaríamos en un álbum de Richard Hawley, un tímido toque electrónico. Algo que no va a ser ninguna sorpresa para quienes recuerden cuán lejos llegaron Souvenir apretando las tuercas del synth-pop (a Patricia De La Fuente le sentaban tan bien las boas de plumas como a Sarah Cracknell), si bien ‘700,000 Records’, el single principal junto a Françoiz Breut, icono del rock underground francés de finales de los 90, opta más bien por un kraut pop torturado.
La elección del sencillo parece una estrategia para despertar curiosidad en torno al álbum, pues con la excepción de la dream pop y cincuentera al tiempo -a lo Lynch/Badalamenti- ‘Put Your Lips’, el largo busca más el clasicismo que el laberinto de unos Stereolab. Así lo atestiguan las guitarras de temas como ‘Lonewolf’ o ‘Summery Pop Feeling’. Como vocalista, Cristóbal está más en la escuela mundana de Lou Reed que en las alharacas de Roy Orbison, por lo que se beneficia de la intervención puntual de Patricia, que era quien cantaba en Souvenir al fin y al cabo, fomentando el efecto Nancy & Lee o Johnny & June, de vez en cuando. La atormentada ‘Tell Me Not To Weep’ es una estupenda muestra, y es un divertimento que, en la canción más country, más de la América profunda de todo el álbum, se hayan puesto a recuperar el francés (‘Toutes les femmes et aucune’).
‘Love and Squalor’ ha sido compuesto a lo largo de muchos años, por lo que lo fácil es imaginar que retrata las turbulencias de la relación de pareja entre ambos artistas a lo largo del tiempo, como así es. Las estrofas de la mejor composición del álbum, ‘Second Best’, que habla de amor, desamor y poliamor, han sido escritas en décadas distintas. Pero también hay otros temas: uno de los cortes en que cantan a medias, ‘Right Behind Your Heart’, sólo puede estar dedicado al desaparecido Roberto C. Meyer, figura emblemática de la escena de Pamplona, cuando habla de un «dulce príncipe con traje blanco, demasiado «cool» para unas botas militares». Además, Charly de Los Bichos ha podido añadir una guitarra en ‘Sydney Creeps’, en homenaje a otro ídolo que dejó la ciudad antes de tiempo, Josetxo Ezponda.
Pese a que ‘Real Change’, la canción más larga y en partes, rompe un poco la dinámica de la «cara B», ‘Love and Squalor’ es un disco rico en detalles, que ofrece una visión personal de un autor interesante, capaz de dar bien de comer a los melómanos. Si en el single ‘700,000 Records’ Breut aparece haciendo un «name dropping» como el de aquel disco de Mylo, aquí con protagonistas como Pet Shop Boys y Radio Futura, atentos a los guiños que despiden el álbum. En cada cara del vinilo, el penúltimo tema es un instrumental, y el último de todos, ‘From Rhinestone To Limestone’ tiene una letra que es pura aceptación del paso del tiempo a través de sus rimas alternando lo personal y lo que todos conocemos: «From Starman to Blackstar / From temporary ex to millenial sex (…) From Bitter to Glitter / From stranger to stronger (…) From Vince Clarke to Gene Clark / I miss Meyer more than ever».
Calificación: 7,3/10 Lo mejor: ‘Second Best’, ‘Tell Me Not to Weep’, ‘Put Your Lips’, ‘700,000 Records’ Te gustará si te gusta: Los Bichos, Richard Hawley, The Go-Betweens, R.E.M., Madrid Popfest Youtube:audio de ‘Second Best’
De manera digna de destacar, Dellafuente ha logrado colarse con su nuevo disco ‘Descanso en poder‘ en el puesto 5 de los discos más escuchados en streaming en España (recordemos que la lista que incluye ventas físicas sigue suspendida, por razones harto sabidas) entre los reyes del reggaeton. Anuel AAsigue coronando la lista con ‘Emmanuel’, por delante de los dos discos de Bad Bunny, ‘Colores’ de J Balvin y el disco del granadino. El puesto más alto que alcanzó su anterior trabajo en solitario, ‘Ansia viva’, fue el 74, mientras que su experimento con el rock progresivo Taifa Yallah llegaba al 16 a principios de este mismo año.
Destaca también la nueva subida de ‘Tragas o escupes’, el disco de Jarabe de Palo publicado días antes de la muerte de Pau Donés. Y no es la única referencia del querido músico catalán que figura en la lista: una caja recopilatoria titulada ‘En la vida conocí mujer igual a la Flaca’ (en serio, se llama así) entra al 49 y un disco llamado ‘Jarabe Filarmónico’, firmado por Jarabe de Palo y la Orquesta Filarmónica de Costa Rica, al puesto 91. Son, junto a la de Dellafuente, de las pocas entradas nuevas en la lista esta semana. La otra es ‘La Tour Liffee’, EP del rapero originario del barrio malagueño de El Palo, Delaossa.
‘Chromatica‘, que entraba la pasada semana al puesto número 3, cae siete días después hasta el número 8, un par de puestos por encima de ‘Future Nostalgia’ de Dua Lipa, que cierra el top 10 tras once semanas en la lista. Todo apunta a que Germanotta seguirá con su particular maldición en nuestro país y tampoco este disco será número 1. Otro disco recién entrado en la lista que cae de forma notable es ‘Posible‘ de Bunbury, que entró al 16 y esta semana baja al puesto 38. También está a la baja, aunque menos, ‘Golden Hour’ de Kygo. Y una de las sorpresas es que ‘Rare’ de Selena Gomez, de forma un poco inopinada, puesto que no ha lanzado single o vídeo alguno ni ha sido noticia por nada reseñable, vuelve a entrar en la lista 18 semanas después, al puesto 99.
Como sabemos, The Killers pospusieron la publicación de ‘Imploding the Miracle‘, inicialmente prevista para el pasado 29 de mayo. El sexto disco de estudio del ahora trío de Las Vegas no tiene aún fecha de edición concreta, pero hoy mismo se publica un tercer single extraído del mismo, por lo que, después de todo, podría no quedar muy lejos. Se trata de ‘My Own Soul’s Warning’, la canción que abre el álbum, y que por eso deja patente la impronta sonora que tendrá el disco, ya presente en el primer avance, ‘Caution‘.
Firmada en solitario por Brandon Flowers (curiosamente, es la única canción del disco que lo hace: en el resto intervienen, además de sus compañeros de banda Ronnie Vannucci Jr. y Mark Stoerner, colaboradores como Jonathan Rado de Foxygen, Weyes Blood, el australiano Alex Cameron o Ariel Rechtshaid), ‘My Own Soul’s Warning’ vuelve a tener algo de pastiche. Con el Bruce Springsteen de finales de los 70 y primeros 80 como evidente influencia –y la que este ha ejercido en grupos de generaciones posteriores como The War On Drugs; no casualmente Adam Granduciel participa en el disco–, esta vez The Killers sazonan la mezcla con un glorioso giro final que remite sin rubor a New Order y que redobla el poder de este tema.
La cuestión es que, por recurrentes que sean los referentes, en esta ocasión la cosa funciona como un reloj. Perfecta no solo para abrir el álbum sino también los conciertos de su vasta gira (ya pospuesta a 2021 y que les hará recalar en Bilbao BBK Live), se basa –como ‘Dancing In the Dark’, ‘Born to Run’, ‘Hungry Heart’– en el enorme gancho de su riff inicial, luego recuperado en el estribillo. Un sintetizador reconocible que irrumpe con ímpetu tras casi un minuto de intro, y que resuena a lo largo de toda la canción, como ese «sonido enmarañado que siguió vibrando durante mis días» tras caer al suelo en un poético vuelo fallido, tal y como canta Flowers. Una historia de remordimientos por desoír a los instintos sobre lo que está bien y mal, con una retórica con tendencia a la épica que le va como anillo al dedo a la música.
Como decíamos, este es el tercer single (y quizá el mejor) del sucesor de ‘Wonderful Wonderful‘ tras la funky ‘Fire In Bone‘ (con participación de Stuart Price) y ‘Caution’, que recientemente era objeto de remixes a cargo de, entre otros, los británicos Clean Bandit. Además, Ronnie y Brandon han presentado en televisión durante la cuarentena una versión acústica de otro tema del disco, ‘Blowback‘.
Joe Crepúsculo sigue avanzándonos canciones de su próximo disco, ‘Supercrepus II’. Después de sorprendernos con ‘Discoteca en ruinas‘, en la que apostaba por un jangle pop a lo The Drums, ahora lo hace presentando una insólita e inesperada versión de Roxette. Se trata de ‘No sé si es amor’, la adaptación al español de su hit ‘It Must Have Been Love’ (esa que, de cuando en cuando, vuelve a resonar con alguna de los periódicos pases televisivos de ‘Pretty Woman’) que fue también así todo un exitazo en nuestro país, encabezando aquel ‘Baladas en español’.
Si bien esta elección podría descolocar un tanto en manos de otro artista, no lo hace tanto si viene de parte de Joel Iriarte. Tampoco que, con la ayuda del ínclito Tomasito –que además de jalear con lemas como «vamos, que esto crece», canta una estrofa– y Víctor Iniesta (guitarrista flamenco habitual de discos y directos de Soleá Morente), la haya convertido en una sabrosa rumbita que apetece arrancarse a bailar y cantar en esta sosísima primevera, tan condicionada por la pandemia. La canción se presenta con un apropiado lyric-video estilo karaoke, con la silueta de dos caballos salvajes trotando ante un crepuscular horizonte fucsia.
La recuperación de Joe Crepúsculo de esta canción nos lleva a recordar la triste pérdida de Marie Fredrikson, mitad de Roxette, a finales del pasado año. Per Gessle, su compañero en el grupo, ha comisariado la edición de una caja que recopila material inédito del dúo sueco, habiéndose avanzado ya una versión de ‘Help!’ de The Beatles grabada en los mismos estudios de Abbey Road.
‘Rain On Me’ continúa en el número 1 de lo más votado de JNSP, con el top 5 enteramente copado por Gaga y Dua Lipa. Esta semana solo 3 temas llegan al top 40: se trata de lo nuevo de La Bien Querida, BENEE y Travis. Por otra parte, es momento de despedirse de los hits de Rina Sawayama y Róisín Murphy, ya con más de 10 semanas en lista y en la mitad baja de la tabla. Podéis escuchar nuestra última lista de novedades y votar por vuestras canciones favoritas, aquí.
Como ya se barruntaba cuando, semanas atrás, presentaban ‘Mr. Motivator‘, IDLES tienen ya listo su esperado tercer álbum. Fue grabado en París con Nick Launay (Nick Cave, Yeah Yeah Yeahs, Arcade Fire) y Adam Greenspan (Anna Calvi, Cut Copy) en la producción, incluyendo arreglos electrónicos de Kenny Beats (FKA Twigs, DaBaby, Vince Staples). También cuenta con colaboraciones de Jehnny Beth –su debut en solitario, ‘TO LOVE IS TO LIVE‘, es precisamente nuestro Disco de la Semana–, el Bad Seed Warren Ellis, David Yow de The Jesus Lizard y, sorprendentemente, Jamie Cullum. A todo esto, el disco se publica el 25 de septiembre y se titula ‘Ultra Mono’.
Aunque ese nombre en castellano tenga connotaciones cuquis (más bien todo juntito, «ultramono»), huelga decir que para nada suena así. Y como muestra, el nuevo adelanto del disco que se presenta con este anuncio, ‘Grounds’. Se trata de una canción incluso más afilada que su anterior single, aunque con una cadencia kraut que termina haciéndose tan memorable como su lema «do you hear that thunder?» En ella, el grupo quería “escribir una canción encarnara la autoconfianza, y nos diera autoconfianza», según su vocalista y portavoz Joe Talbot. «Un contraataque hacia todas las dudas que construimos en el ruido en el que tan fácilmente nos sumergimos. Queríamos hacer el sonido de nuestros propios corazones como una banda de marcha, armados con un martillo neumático y una sonrisa. Queríamos hacer el sonido de nuestro motor arrancando. Y lo hicimos», resume.
Tracklist de ‘Ultra Mono’:
1. War
2. Grounds
3. Mr. Motivator
4. Anxiety
5. Kill Them With Kindness
6. Model Village
7. Ne Touche Pas Moi (feat. Jehnny Beth)
8. Carcinogenic
9. Reigns
10. The Lover
11. A Hymn
12. Danke
Días después de que Primavera Sound 2021 completara su cartel y, apenas horas más tarde, colgara un virtual «no hay billetes» para su próxima edición, su promotora nos da una grata sorpresa. Shellac, la banda de post-hardcore comandada por el célebre Steve Albini, anuncia una nueva gira por España más allá de los límites del Fòrum barcelonés.
En junio, inmediatamente después de su decimocuarta actuación en el festival –donde tocan prácticamente en cada edición de manera ininterrumpida, siendo a menudo su único concierto del año en todo el mundo– el trío realizarán una gira de cuatro fechas en salas pequeñas: empezará en la misma Barcelona (6 de junio, La Nau; en horario compatible con los conciertos del domingo de Primavera Sound) y seguirá por Zaragoza (7 de junio, Las Armas), Donosti (8 de junio, Dabadaba) y Oviedo (9 de junio, La Salvaje). Los franceses Decibelles serán sus teloneros y las entradas están ya a la venta a un precio de 18 euros. Esa ruta culminará en Oporto, donde tocarán en NOS Primavera Sound Porto 2021, que acaba de anunciar su cartel encabezado por Tyler, the Creator, Tame Impala, Gorillaz, FKA twigs, Bad Bunny, Beck y Doja Cat.
Esta gira de Shellac es la primera que realiza el grupo en nuestro país desde el año 2014, poco antes de publicar el que hasta ahora había sido su último álbum de estudio, ‘Dude Incredible’. Así que, por más que la nota de prensa de Primavera Sound diga que el trío no atiende al recurrente ciclo «disco-gira, disco-gira», cabe fantasear con la idea de que esa visita sea la coartada perfecta para lanzar su sexto disco de estudio en más de 25 años de carrera. El año pasado recopilaban sus Peel Sessions en directo en el volumen ‘The End of Radio‘.
Hace poco más de un año que Tricky y la cantante Martina Topley-Bird, con la que tantas canciones ha grabado y vocalista también para Massive Attack, Diplo o Gorillaz, comunicaban el fallecimiento de su hija Mina. Al parecer la joven, de 24 años y que ya daba sus primeros pasos en la música en el colectivo 404 Guild, se quitó la vida. Y, como prometió su padre en una sentida carta, meses después hacía que sus canciones permanecieran para siempre, grabando ‘Makes Me Wonder‘, la última que había compuesto, para el recopilatorio ‘Test Of Time‘. Foto exterior: Erik Weiss.
Aunque parece imposible pasar página de algo así, el músico y productor de Bristol ha seguido trabajando como una táctica de distracción, aunque también ha sido «un periodo de reflexión y replanteamiento», según su nota de prensa. «Abatido por el dolor, tuvo que preguntarse a sí mismo una pregunta: «¿lucho o me hundo con el barco?»», prosigue la nota de False Idols. «Tienes que levantarte y luchar», pone en palabras de Andrew Thaws. «Ahora estoy en modo lucha. Y eso me hace sentir realmente bien», añade. Por eso, tras haber publicado este año su autobiografía ‘Hell Is Round The Corner’ y el EP ‘20,20‘, acaba de anunciar su primer álbum desde que en 2017 lanzara ‘Ununiform’.
Se titula ‘Fall to Pieces’ y Tricky dice de él que es un disco esquivo, en tanto que se compone de «temas cortos, que acaban abruptamente y pasan al siguiente sin aviso», y habla de «letras oscuras y densas». Lo cual es paradójico, porque su primer adelanto ‘Fall Please’ es realmente uptempo y atractiva, lo más cerca que puede estar de la música pop, reconoce. En ella de nuevo (ya cantó la citada canción de Mina, y también ‘Hate This Pain‘ en su citado último EP) escuchamos la voz de su nueva aliada musical: Marta Złakowska, una vocalista a la que conoció por accidente al quedarse sin cantante en la primera noche de su última gira y que «lo salvó del desastre». “Sé distinguir cuando alguien es humilde y con los pies en la Tierra». «A Marta no le importa ser famosa, ella sólo quiere cantar».
Tracklist de ‘Fall To Pieces’:
1. Thinking Of
2. Close Now
3. Running Off
4. I’m In The Doorway
5. Hate This Pain
6. Chills Me To The Bone
7. Fall Please
8. Take Me Shopping
9.Like A Stone
10. Throws Me Around
11. Vietnam
«Nunca pidas permiso, pide perdón», es la primera frase que escuchamos en la ‘Intro’ de ‘Ungodly Hour’, el segundo álbum oficial de las hermanas Chloe x Halle. Esto las define como artistas, en cuanto a que –como explican en las entrevistas– desde los 10 años han perseguido un apoyo por parte de autores y productores que siempre se les negó por su juventud. Hasta que lograron llamar la atención de nada menos que Beyoncé, que sí supo ver su potencial y las fichó para su sello. Eso obviamente les ha abierto puertas y les ha dotado de un inmejorable altavoz, pero es un error menospreciar su talento y personalidad por ello. Algo que queda plasmado muy claramente en este sucesor de ‘The Kids Are Alright’, que curiosamente se midió en los Grammy 2019 al disco de su patrona y marido, The Carters, como mejor álbum de música urbana contemporánea (categoría a extinguirse). Ganó la jefa.
Como en su debut, y aunque en este caso hayan contado con aportaciones de productores de renombre, ellas han mantenido el control de la obra. Especialmente Chloe, que ha participado en la producción de todos los temas, pero también Halle, como asistente de ingeniería de sonido y firmando la producción de tres cortes. El disco se grabó en el garaje de casa de sus padres (que las animaron a aprender a grabar y producir sus temas, ante la cerrazón de la industria) acondicionado como estudio. Y las Bailey firman también la composición de todos los temas, sin aportaciones externas significativas más allá de Nija Charles (The Carters, Cardi B, ‘Rain On Me’) y Victoria Monét (Ariana Grande). ‘Ungodly Hour’ es pues, pese a las apariencias, un disco de R&B de autor. Autoras, en este caso.
En ese sentido, más que conexiones con la visión del soul contemporáneo de Knowles (que las hay: por un instante casi se diría que el puente de ‘Catch Up’ lo canta la propia Bey), encontramos una perspectiva heterogénea y propia semejante a la de Janelle Monáe. Sobre todo cuando juega a ser Prince (‘Wonder What She Thinks of Me‘, con su adorable instrumentación acústica) o Al Green (‘Don’t Make It Harder On Me’, elegantísima y luminosa). Pero también en números menos ortodoxos, como la angulosa y divertida ‘Tipsy’ o las aspiraciones épicas de ‘ROYL‘.
En todo caso, más allá de similitudes, lo que destaca de ‘Ungodly Hour’ es la capacidad de Chloe x Halle para escapar de las convenciones dentro de unos estilos musicales que hoy día inspiran experimentos interesantísimos pero que con frecuencia caen en lugares comunes. Las hermanas Bailey equilibran ambas facetas con asombrosa pericia, marcándose auténticos numerazos dentro de los cánones, como las irresistibles ‘Do It‘, ‘Busy Boy‘ o una ‘Forgive Me’ que muestra cómo un medio tiempo R&B puede ser apasionado y a la vez poco predecible. Incluso son capaces de tomar el post-UK Garage de Disclosure, co-productores del corte titular, y trasladarlo a un espacio propio. Aunque dudo si es más asombroso eso o que logren sacar de la intrascendencia, con su sutileza y el maravilloso empaste de sus voces perfectamente armonizadas, cortes más predecibles como ‘Baby Girl’ o ‘Catch Up’, single que escapa de la vulgaridad del hip-pop-contemporáneo-con-rapero (Swae Lee).
Quizá el punto más débil (sin ser en absoluto terrible) de ‘Ungodly Hour’ sean unas letras que sorprenden un poco menos, pese a su elogiable discurso sobre autoafirmación, amarse a sí mismas como son y apartarse de relaciones tóxicas con machirulos y traidores (la pillada al «chico ocupado» que envía demasiada fotopolla tiene bastante gracia, eso sí). Pero es algo asumible, dada la juventud (tienen 22 y 20 años, respectivamente) de unas vidas de cierta comodidad en una familia afroamericana de clase media. No me cabe duda que sus experiencias futuras y otras vivencias las procurarán nuevas perspectivas e inspirarán contenidos a las que podrán sacar petróleo. Y que eso las hará crecer como artistas que, desde ya, apuntan muy alto.
Calificación: 7,8/10 Lo mejor: ‘Do It’, ‘Forgive Me’, ‘Busy Boy’, ‘Ungodly Hour’, ‘ROYL’, ‘Wonder What She Thinks of Me’ Te gustará si te gusta: Janelle Monáe, Beyoncé, Ella Mai Youtube:vídeo de ‘Forgive Me’
Sonorama Ribera anuncia oficialmente el aplazamiento de su edición de este año a 2021 «por compromiso y responsabilidad» y para «garantizar el bienestar de artistas, trabajadores y público». El festival tendrá lugar del 11 al 15 de agosto del año que viene. Por otro lado, las entradas adquiridas para la edición de este año serán válidas automáticamente para la nueva fecha y tendrán ventajas especiales para esta. Aquellas personas que quieran la devolución del importe lo podrán solicitar a partir del miércoles 17 de junio hasta el 1 de julio a través del operador por el que la hayan comprado. El plazo y lugar de la devolución de las entradas físicas en Aranda de Duero se comunicará próximamente.
De momento, el festival comunica que la «práctica totalidad» de los artistas confirmados en el cartel de 2020 estarán presentes en el del año que viene, y anuncia en él la presencia de Amaia, Él Mató a un policía motorizado, Anni B Sweet, Guitarricadelafuente, Los Enemigos y Rodrigo Cuevas. Confirmados de nuevo quedan pues Amaral, La Casa Azul, León Benavente, Cariño, Delaporte, Cala Vento, Javiera Mena, Coque Malla, Vega, Def Con Dos, Manel, Belako, Derby Motoreta’s Burrito Kachimba y muchos otros. Por otro lado, el festival anuncia que próximamente desvelará un nuevo cabeza de cartel nacional.
Para quitarse el mal sabor de boca que deja su aplazamiento, Sonorama Ribera celebrará una edición «muy especial» los días 14 y 15 del próximo mes de agosto «como homenaje a todos aquellos colectivos que nos han cuidado en estos tiempos tan difíciles». El evento será retransmitido en streaming.
Parte de la redacción evalúa ‘TROLLZ’, el nuevo éxito de 6ix9ine y Nicki Minaj.
«Que 6ix9ine sea repulsivo en lo moral supone un problema que realmente debería hacernos cuestionarnos muchas cosas: mucho se habla desde ciertos sectores de lo terribles que son «los ofendiditos» con su moralidad extrema rayana, dicen, en el fascismo; pero me juego una mascarilla higiénica a que son los mismos que repudian al rapero-trapero Daniel Hernandez. Lo peor es que no lo harán por haber reconocido un delito sexual contra una menor o por pertenencia a banda armada y estar implicado en un asesinato, sino por su imagen y por considerar que hace «inframúsica». Pues precisamente en esa parcela, aunque no sea el colmo de elaborada, hay que señalar que ‘TROLLZ’ es un tema terriblemente magnético, con una instrumentación bastante sugerente y un interesante tratamiento de la voz, jugando con el contraste de dulzura y rudeza del propio Tekashi. A Nicki hay que echarle de comer aparte a varios niveles, pero sobre todo en unos versos rotundos, que recuerdan por qué ha sido la reina de esto durante mucho tiempo. Aunque, en su simpleza, se adivina que ‘TROLLZ’, como esas chuches de las que se atiborra la pareja, promete ser un estímulo pasajero, fugaz». Raúl Guillén.
«6ix9ine produce tal aversión que hay quien ni se molesta en escucharle. Sin embargo, es difícil que los medios de comunicación podamos pasar por alto su repercusión: ‘TROLLZ’ ha cumplido totalmente su cometido y lleva 5 días entre lo más visto de Youtube incluso en España, donde el cantante no es tan conocido. Ciñéndome a lo musical y dejando para la justicia lo demás, donde ya lo tienen bien fichado como incluso se ve en este videoclip cuando 6ix9ine se coloca su pulsera de libertad condicional, no hay nada en ‘TROLLZ’ que la haga destacar entre otros cientos de canciones de trap. Es como esas canciones de EDM que siguen triunfando aunque hasta Calvin Harris haya decidido pasar hace ya 3 años a otras cosas: pueden tener su público masivo, pero presumimos a los culos más inquietos del género pasando página. ¿Os imagináis que Rihanna vuelve con algo como esto?». Sebas E. Alonso.
«¿Es posible disfrutar de una canción de 6ix9ine? No sin cierto poso de culpa por estar apoyando económicamente a una persona con semejante historial delictivo… y que ni como rapero es especialmente bueno. Asumida está culpa, reconozco que estoy enganchado a ‘TROLLZ’ por sus muchas virtudes: la base, que combina percusiones tipo xilófono y teclados espaciales, es efectiva; el verso de 6ix9ine es especialmente adictivo desde que pasa a cantar su propio nombre, aportando una gota melódica muy bienvenida; y la presencia de Nicki eleva la canción en un 90% como de costumbre. Su «flow» sigue siendo el mejor de todos y la genial frase «somebody usher this n**** into a clinic / my flow’s still sick, ain’t talking a pandemic» me hace poner definitivamente la canción en bucle». Jordi Bardají