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Gus Dapperton / Orca

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Gus Dapperton llegó y venció: cuando algunos apenas sabíamos o recordábamos quién era agotaba localidades no en el local de moda de su barrio, Brooklyn, sino a este lado del Atlántico, por ejemplo en Madrid. La buena acogida de un debut, en su caso aquel ‘Where Ponny People Go to Read’, es algo relativamente fácil de conseguir, pues no parece haber nada más divertido que descubrir nueva música en lugar de antigua; lo duro viene verdaderamente a partir de tu segundo trabajo, es decir, este ‘Orca’ que nos ocupa.

Este 2020 la sal no se le ha derramado a Dapperton y se ha apuntado un viral mayúsculo junto a BENEE llamado ‘Supalonely‘, un éxito multimillonario gracias a TikTok en el que ni siquiera ha querido etiquetarse, pues él prefiere seguir a lo suyo, decisión que le honra. Spike Stent, que ha trabajado lo mismo con Frank Ocean que con Lady Gaga, se ha encargado de mezclar este álbum, pero por lo demás, todo esto va sobre Gus (productor), Gus (letrista) y Gus (compositor).

Es verdad que la cantante mitad filipina mitad australiana Chela colabora en ‘My Say So’, pero su co-autoría en esta letra no es que sea fundamental para el desarrollo de ‘Orca’. Más bien parece un complemento o un capricho de Dapperton, el de dárnosla a conocer. Este segundo álbum del artista gira en torno a sus altibajos emocionales, su preocupación a los 23 años por hacerse mayor o sobre sus adicciones. ‘Medicine’ es para él la canción más importante en el plano lírico con su frase «cada vez que intentan curarme / me vuelvo adicto a la medicina», que según él mismo define todo el disco «explícitamente»: «Es sobre alguien que es autodestructivo para poder drogarse en el proceso de curación. La fase de dolor no le preocupa».

Este sentimiento puede estar retratado en el sonido afligido de ‘Antidote’, pero hay que subrayar que ‘Medicine’ es una canción que logra rebelarse contra su bestia interior. En general, no es que ‘Orca’ sea mucho mejor cuanto más dolor contiene o celebra, pues su principal mérito es el modo en que alterna diversos estilos musicales. Incluso aunque su desarrollo no sea el que esperabas y desemboque en un coro de pitufos, hay un momento en ‘Palms’ en que no sabes si vas a escuchar una bossa nova o una canción de synth-pop. Y ‘Grim’ es la canción de rock que necesita ‘Orca’ en su segunda mitad para no convertirse en un álbum demasiado lánguido.

Sus mejores canciones las has venido conociendo durante los últimos días o semanas: ‘Post Humorous‘, ese relato cercano a la muerte cuyo puente nos hace recordar el concepto de buena canción de New Radicals; esa ‘First Aid’ a la que solo falta que la voz femenina sea la de Halsey para llegar a las listas de éxitos; o esa ‘Bluebird’ que conocíamos el viernes pasado y en la que lo mismo despunta el bajo que el piano, como en un clásico de su admirado Morrissey. A ellas se puede sumar la breve ‘Bottle Opener’, un canto coral a la supervivencia en el que Gus Dapperton no sabe si conseguirá dejar atrás su propio pesimismo («No sé si llegaré a mañana», indica), pero de momento lo hace.

Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘Post Humorous’, ‘First Aid’, ‘Bluebird’, ‘Bottle Opener’
Te gustará si te gusta: Empire of the Sun, Boy Pablo, Dominic Fike, Sean Nicholas Savage
Youtube: vídeo de ‘Post Humorous’ con Miguel

SuperM se llevan todo por delante con la épica pop de ‘One (Monster & Infinity)’

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No todo el k-pop son BTS y BLACKPINK aunque se lo parezca a todo aquel que no siga de cerca este fenómeno musical que también cuenta en su haber con interesantes proyectos como el de LOONA. SuperM, un supergrupo compuesto por siete integrantes procedentes de otras formaciones, estos son, Taemin de SHINee, Baekhyun y Kai de EXO, Taeyong y Mark de NTC 127 y Lucas y Ten de WayV, ha llegado a ser número uno en el Billboard 200 con su mini álbum homónimo de 2019, y hoy publica el largo ‘Super One’.

Si el mundo del k-pop puede ser un laberinto de lanzamientos imposible de seguir por el oyente medio, por no hablar de los rebuscados conceptos que suelen acompañar muchos de sus proyectos, SuperM riza un poco más el rizo con el primer single de ‘Super One’. Como explica la nota de prensa facilitada por Universal, ‘One (Monster & Infinity)’ «anima a los oyentes a superar cualquier dificultad a la que se enfrenten y seguir moviéndose sin mirar atrás y hacía lo más alto, al infinito», lo cual coincide con el mensaje de superación y valentía que el grupo pretende transmitir desde su concepción: «Todos tenemos el poder de cada uno (One) como una existencia (Super) especial, así que superémosla con el poder de uno (One)”.

Sin embargo, lo curioso de ‘One (Monster & Infinity)’ es su misma composición, pues, volviendo al mensaje anterior, el tema ha sido creado combinando otros dos de la banda, ‘Infinity’ y ‘Monster’, los cuales, dentro de la secuencia del álbum, siendo el mencionado single la pista 1, suenan inmediatamente después. Por extraño que parezca, la fusión de ambos cortes funciona, resultando en un tema «intensamente catártico» que recuerda a aquellos singles épicos que solían publicar Backstreet Boys en su mejor época, pero que en cuanto a producción admite sonoridades bastante electro o incluso dubstep -o lo que en 2012 se conocía como dubstep- que remiten a ciertos singles de Skrillex o de Justin Bieber.

El videoclip de ‘One (Monster & Infinity)’, ya entre los más vistos de Youtube España, vuelve a ser una de esas superproducciones futuristas propias del k-pop, sin embargo, en esta ocasión manda cierta estética nuclear presente hasta en el color de pelo de algunos integrantes del grupo. El álbum ya está disponible e incluye los singles ‘Tiger Inside’ y ‘100’, mucho más interesantes de lo que han solido firmar los autores de ‘Dynamite‘.

Sia no abandona el piloto automático en ‘Courage to Change’

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Sia deja a un lado las colaboraciones y firma sola (más o menos) una de las novedades del viernes con ‘Courage to Change’. Se trata del segundo adelanto de su nuevo disco, ‘Music’, que, como hemos ido contando a lo largo de los últimos meses, reúne las canciones que sonarán en la película del mismo nombre que la artista ha dirigido, y que vuelve a tener como protagonista a la joven bailarina Maddie Ziegler.

El primer adelanto de ‘Music’ fue un alegre ‘Together’ publicado el pasado mes de mayo, con el que poca cosa ha pasado. Por su parte, lo que tiene que ofrecer Sia con ‘Courage to Change’ es otra de sus baladas bombásticas… sin ser exactamente nueva: una primera versión interpretada por P!nk ya apareció en su disco ‘How 2B Human’. Aunque escuchándola en boca de Sia, da la sensación de que su único propósito con ella siempre fue escribir una revisión de ‘Dusk ‘Till Dawn’, su exitoso single con Zayn de 2017, que acercándose a los 900 millones de streamings en la plataforma sueca, desde luego no necesitaba una segunda vuelta.

La letra de superación de ‘Courage to Change’ —con diferencias notables respecto a la de P!nk- arranca con una misiva suicida en la que Sia se dirige al mundo para expresar que quiere «abandonarlo en mejores condiciones», añadiendo: «quiero que mi vida valga para algo, pero temo que ya no tengo ningún objetivo aquí». La razón de este sentimiento de desolación es por supuesto la continua sucesión de dramas con los que la población despierta día tras día: «veo las noticias en la televisión, me abandono diariamente, tengo miedo de mostrarte quien soy de verdad», canta la artista. Más adelante, Sia deja que la lluvia «caiga sobe ella» para renovar su espíritu, tras lo cual vuelve a dirigirse al mundo pero esta vez desde la esperanza: «mundo, no estás solo en esto, lo prometo, si nos mantenemos unidos podremos hacer cualquier cosa».

‘Courage to Change’ llega apenas unas semanas después del estreno de ‘Del Mar’, el veraniego single de Ozuna que ha reunido a Doja Cat y a Sia, con esta última cantando en español cosas como «pa’l agua que hace calor». Poco después aterrizaba en las plataformas ‘Let’s Love’ de David Guetta con la participación de la australiana, sorprendiendo con su sonido ochentero, más en la onda de ‘Blinding Lights’ que en la de su exitoso single conjunto ‘Titanium’.

‘El Drogas’: un documental… que deja ganas de serie

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En cierta ocasión, justo después del éxito de ‘Balas blancas’ en 1992, Barricada marcharon a Londres para grabar un nuevo disco que resultó ser ‘La araña’. Pillaron costo, la policía les detuvo y, en comisaría, les bajaron a una salita y les pusieron a hacer «flexiones en pelotas» para hallar alguna otra china. A El Drogas, siempre tan campechano, no se le ocurrió otra cosa que defenderse así: «¡I’m The Drugs, Slash, Guns N’Roses, The Clash!». Le advirtieron que otra como aquella y jamás volvería a UK, y él contaba en Jotdown en 2016 que de todas formas le daba igual, porque Reino Unido no es que «le entusiasme». Eso después de haber iniciado una carrera inspirado por dos cosas: Motörhead y Sex Pistols.

Se echan de menos anécdotas como esta en el documental sobre El Drogas que se estrena hoy, dirigido por el debutante navarro Natxo Leuza, y conformado a partir de entrevistas, imágenes de archivo de televisión, de la banda y también de la historia de España y del mundo. Entre las pocas licencias artísticas que ‘El Drogas’ consiente, junto a un par de escenas más poéticas y psicodélicas, ese arranque de película en el que se nos recuerda qué pasaba en 1959, año de nacimiento de Enrique Villarreal, nuestro personaje. Una persona que lo ha sabido todo sobre el rock duro de nuestro país, sobre lucha obrera, sobre la deriva política española desde la Transición, sobre memoria histórica (se reivindica especialmente su álbum de 2009 ‘La tierra está sorda’), sobre comandos autónomos y bares abertzales, y sobre gente que se acercaba a estos más por «petas, amor libre y esas cosas» que por independentismo. Una persona, en definitiva, que requiere no de un documental de 80 escasos minutos, sino más bien de una serie como la de Los Chunguitos. Aunque solo sea porque «en las cárceles lo que más se oía eran Los Chunguitos, Los Chichos y Barricada».

Dice Kutxi Romero de Marea en un momento del documental que El Drogas llegó a «la meta demasiado pronto», que «se le hizo corto» el camino, en referencia a lo rápido que llegaron Barricada al éxito y al modo inusual con el que se mantuvieron en la cima durante décadas hasta lo que aquí se denomina como «un final asqueroso«. Al documental le pasa un poco lo mismo. Que se conforma con su destino, el beneplácito y la colaboración del artista, «demasiado pronto». Tanto pudor parece haber aquí a ofenderle o a resultar sensacionalista, que algunos episodios, como el de la adicción a las drogas o la propia fractura con Boni en Barricada, son meras pinceladas. Sorprende porque El Drogas es una persona que cuando hace declaraciones no tiene ningún temor a convertirse en «trending topic». Hace poco dijo a la prensa: «ahora precisamente es cuando soy menos políticamente correcto»; también «lo mío era un rollo más de monja, intentaba reflexionar. No como ahora, que soy partidario de la guillotina»; también «Íñigo Errejón es de extrema derecha«. Y también en No me pierdo ni una: «El rock and roll es transgresión en muchos sentidos y los tiempos que corren son muy buenos para socialmente ir soltando tortazos con la mano abierta a diestro y siniestro». En el documental está demasiado comedido, y ni la ultraderecha, contra la que tantas veces se ha pronunciado, recibe.

Por lo demás, ‘El Drogas’ sí es un entretenido y necesario relato que explica al espectador las condiciones sociopolíticas que permitieron el desarrollo del rock urbano, la conexión entre la Txantrea en Pamplona y Vallecas en Madrid y lo necesitado que estaba el público en estos barrios tan humildes de una voz que cantara sobre sus inquietudes. En ese sentido, es vital que las letras de Barricada se hayan subtitulado. No por dicción en absoluto, sino a modo de subrayado. Tampoco se esquivan las propias contradicciones y complejos de El Drogas. Uno de los momentos más significativos es el análisis de su «sensibilidad femenina» a raíz del feminismo contenido en temas tan tempranos como ‘Mañana será igual’, aunque se reconoce que ha sido su «socia» Mamen Irujo quien crió a sus hijos. Por otra parte, se dedica un tiempo inesperado a alabar la figura de Josetxo Ezponda, «el verdadero glam» para El Drogas. De manera insólita, parece visiblemente traumatizado por no haber parecido una estrella lo suficiente, sobre el escenario, en comparación.

Rosendo, Fito y otros colegas, periodistas e hijos -los dos muy divertidos- ayudan a construir este retrato, por el que también ha aceptado pasar extrañamente Christina Rosenvinge, suponemos que para cumplir algún tipo de cuota femenina en lo que fueron unos años absolutamente sonrojantes para la misma en el rock «de izquierdas» (su aportación es que los grupos vascos le daban «miedo», ahí lo dejo). Un documental ameno, en todo caso, con algún momento glorioso como ese relato del nacer de un amor, que decide alternar imágenes de manifestaciones y mobiliario urbano destrozado con un inocente piano de fondo. Sensibilidad y barricadas, eso es ‘El Drogas’. 7.

Royal Blood vuelven influidos por Daft Punk y Justice

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El dúo Royal Blood fue una de las revelaciones más importantes del rock hace unos años, cuando sacaban su debut homónimo en 2014 y la gente los consideró los nuevos White Stripes, a falta de White Stripes separados hacía tiempo. Lo vendieron todo con su primer álbum, fueron doble platino en Reino Unido y en 2017 repitieron en el número 1 de este país, aunque ya sin igual impacto, con ‘How Did We Get So Dark?‘. Foto: Dean Martindale.

Otros 3 años después están de vuelta con una nueva canción que presenta el disco que se encontraban grabando cuando les sorprendió la pandemia y tuvieron que parar el trabajo dado el gran número de ingenieros involucrados en el proceso de grabación, como han explicado al NME. El caso es que han podido avanzar hacia algún lado y esta semana nos han entregado el primer single de ese nuevo trabajo, ‘Trouble’s Coming’.

El tema suena machacón y familiar, tan deudor de los acordes como del ritmo de batería, pero la canción no rechaza incluir 1) un simpatiquísimo riff electrónico recurrente 2) palmas y 3) unos coros que ni los Arctic Monkeys más abiertos. El resultado es una de sus canciones más bailables, pese al coitus interruptus hacia la mitad, que han explicado en una nota de prensa que podéis leer aquí: «Algo empezó a hacer «clic» cuando empezamos a tocar sobre beats de baile mucho más rígidos. El punto de inflexión fue darnos cuenta de que había un punto en común entre eso y lo que habíamos hecho antes. Es el componente AC/DC, donde la calidad que construye los riffs es tan cortante en verdad gracias al beat».

Añaden: «aunque en la superficie estábamos saliéndonos de lo que habíamos hecho antes, no era algo anti-natural, era como volver a la música que nos encantaba al principio del todo, Daft Punk, Justice y estas cosas orientadas realmente hacia el groove. Todo era el beat. Era algo familiar para nosotros, pero algo que habíamos censurado nosotros mismos».

En la entrevista con el NME, el líder Mike Kerr no puede revelar aún si esta canción es indicativa de lo que encontraremos en el álbum o no, pero sí han dado una pista sobre la temática de esta composición y del disco: «Los temas de esta canción y todo el álbum no se sitúan en ningún sitio físico o localización. Está todo pasando en mi cabeza, es mi propia batalla con mi propio análisis. Toda la canción ‘Trouble’s Coming’ es una sensación, una sensación que conozco bien. Es sobre las pesadillas mentales recurrentes que he tenido. Me siento más cómodo siendo honesto, hablando abiertamente y mostrándome vulnerable, gracias al elevado ritmo de la canción».

Lo mejor:

M.I.A. vuelve a la primera plana con Travis Scott y Young Thug

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Entre las novedades de este viernes, Travis Scott lanza nuevo tema. Situado en la cima de fama mundial sobre todo desde ‘ASTROWORLD’ y últimamente por su acuerdo para un menú McDonald’s, se ha decidido a compartir su nuevo tema junto a Young Thug y M.I.A. La producción contiene una de esas bases monótonas pero martilleantes típicas de Travis Scott.

¿Cómo estamos tan seguros de que este ‘Franchise’ va a ser un nuevo hit mundial? Muy sencillo: a Spotify le ha gustado y lo ha situado en la primera posición de su playlist más seguida, Today’s Top Hits, con 27 millones de «followers». Probablemente, ni la propia M.I.A. esperara ya que un tema pudiera darle la visibilidad de ‘Paper Planes’, pero aquí está. Y también en la primera posición de “RapCaviar” (13 millones de followers), “Get Turnt” (6 millones), «New Music Friday» (4 millones), etcétera, etcétera.

El artista ha explicado que fue M.I.A. quien en principio le contactó para hacer algo de cara al próximo álbum de ella, por lo que se organización en Londres, y terminaron haciendo este tema. ‘Franchise’ es una clara referencia a la citada campaña del restaurante de comida rápida, esa conocida «franquicia», también en el videoclip que acaba de estrenarse y en el que M.I.A. aparece con un aparatoso vestido de flores, más cerca de Björk que de Lana. En cuanto a la portada del single, la ha realizado George Condo, responsable del arte de ‘My Beautiful Dark Twisted Fantasy’ de Kanye West.

Travis se deshace en elogios hacia M.I.A., indicando que solo podía haber terminado esta pista con ella, que le encanta “su energía, la música, los beats, el rap, todo”, concluyendo que “ella es la más enferma de todos los tiempos”. Para bien.

Es bastante curioso porque el protagonismo de Maya es muy secundario y, en sus referencias a los «bangers in the system», hasta se la ve poco deslenguada en comparación a su último tema, un ‘CTRL’ que ni siquiera ha subido a plataformas, quizá para que la gente no se confunda: no es un corte de los que baraja para su disco de regreso, el sucesor del irregular ‘AIM’, sino solo un tema suelto «para el presente», para «el día» en que se editó a principios de este mes.

Llega el «pati-pati»: el sexy-thriller de Maluma y Jennifer Lopez da bastante de sí

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Maluma y Jennifer Lopez han dado la sorpresa esta noche con un doble single conjunto. Para ella, es su regreso, su gran apuesta, después de haber arrasado junto a Shakira en la Super Bowl, logrando por mucho -muchísimo- el récord de visualizaciones en Youtube de toda la historia de este evento. Para él, una nueva gran apuesta también, solo que apenas un mes después de haber presentado su álbum ‘Papi Juancho’, del que ‘Hawái’ se ha convertido en un monstruoso hit mundial capaz de sumar 5 millones de streamings diarios… todos los días.

Lo que nos ofrecen Maluma y Jennifer Lopez está más cerca de ‘Felices los cuatro’ y ‘ADMV’ que de ‘Medellín’, una fantasía ya olvidada en el pasado pero que continúa sonando a futuro al lado de estas dos nuevas canciones, de un corte tan conservador que ni el matrimonio Espinosa de los Monteros-Monasterio. La primera es una canción de reggaetón viejuno que hace de su estribillo forzado su mayor gancho (los «patí – páti» del nombre), y la segunda una balada romántica entre el R&B de los 90 y el trap de 2014, en la que J.Lo le dice a él “yo siempre seré tu negrita del Bronx”. Pero ay, el vídeo para ambas, todo un corto… cómo se lo han currado y cómo puede levantar esto.

Jessy Terrero dirige esta grandilocuente soap-opera en la que J.Lo mueve «miles de millones de dólares», pero tantos «autos y diamantes» solo «tienen precio» si los comparte con Maluma. Vemos a Jennifer Lopez, por momentos como peinada en una peluquería de perros, bailando con unos muchachos en una oficina, deslizándose por una sala a cámara lenta con un escote supercasual, contemplando rascacielos desde una maravillosa azotea… cuando todo se tuerce.

Tras un plot-twist que sorprende a la pareja retozando en la cama a las 5 de la mañana -sobre todo a ella-, el asunto se torna dramático para desarrollar la mencionada balada pimpinelesca en la que ambos dialogan. SPOILER ALERT: A Jennifer Lopez la reclama la justicia, como a Shakira, solo que a ella se la llevan presa, pero tampoco pasa nada porque ahora, en vez de bailar con chicos, baila con chicas, y en definitiva, el vídeo nos esconde una sorpresa final -otra más- que ni aquella temporada de ‘La casa de papel‘. ¿Alguien da más? Pues sí, atentos al discretísimo product placement al principio y al desenlace de esta superproducción, y también durante su desarrollo.

¿Quién está detrás de esta maravilla? Si las canciones están producidas simplemente por el habitual de Maluma Édgar Barrera y Jon Leone en el caso de la reggaetonera ‘Pa ti’ y los también habituales The Rude Boyz en el caso de ‘Lonely’; a Jessy Terrero hay que acreditar por decenas y decenas y decenas y decenas de videoclips de la historia del reggaetón y la llamada música urbana. El mismo ‘Felices los 4’, una referencia clara en este caso, es suyo: no se puede decir que todos juntos no hayan ido a lo seguro. Esta gente sabe lo que se hace…

El rock desafía a la música de moda entre las novedades del día

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Puede que las novedades más mediáticas del día sean los dos temas de Maluma con Jennifer Lopez, o el de Travis Scott con M.I.A. y Young Thug, pero no todos los días encontramos algo nuevo que decir de artistas de rock como Bob Mould, IDLES, Thurston Moore, Royal Blood, Deftones, Pixies o Will Butler de Arcade Fire. Como si la guitarra pudiera estar creciéndose como reacción a la monotonía de lo que nos ofrece «Today’s Top Hits», el rock planta cara a la llegada del otoño… aunque no gracias a Smashing Pumpkins, que continúan su senda electropop en dos nuevas canciones. Todo ello podéis encontrarlo en nuestra playlist de novedades semanal «Ready for the Weekend».

Esta noche se han publicado nuevos álbumes de Sufjan Stevens, un ‘The Ascension‘ que ya hemos reseñado y que es nuestro «Disco de la Semana»; Ginebras, Action Bronson, Bob Mould, Cayucas, Deftones, IDLES, Sylvan Esso, Thurston Moore, The Yearning, Joji y Will Butler. Hay EP nuevo o edición deluxe de su último álbum, como prefiráis, de Melanie Martinez. Finalmente, lo nuevo de Róisín Murphy sale la semana que viene. Ha salido con motivo de la llegada del otoño, y directamente, el nuevo disco de Fleet Foxes; se han anunciado los nuevos lanzamientos de Oneohtrix Point Never y Herman Düne, y continúan presentando sus nuevos discos Swae Lee, Kevin Morby y Bruce Springsteen. Mientras Machine Gun Kelly y Halsey, juntos, juegan a ser Blink 182, Sia avanza al fin su proyecto ‘Music’ con una balada orquestada que se transforma en medio tiempo, ‘Courage to Change’.

En días pasados hemos destacado lo nuevo de Kylie pero hay más grandes nombres. Pixies publican un single llamado ‘Hear Me Out’, salido de las sesiones de ‘Beneath the Eyrie’, junto a un vídeo arty de estética Western. El 12” tendrá una versión de T-Rex. También hay nuevo vídeo de The Shins, dos canciones muy jugosas de boy pablo y avance del tercer álbum de Royal Blood. Presentamos nuevas canciones de Zayn, OneRepublic, Tim Burgess, Bastille, Alice Glass, Toro y Moi adentrado en el trap, Starrah con James Blake y Tune-Yards. Orville Peck junto a Paul Cauthen sacan -como The Unrighteous Brothers- unas versiones de Righteous Brothers, incluida ‘Unchained Melody’.

Entre las novedades nacionales o en castellano están Yung Beef con Pochi, María José Llergo, Ruiseñora, Anne Lukin, Chloral, Carla Morrison o Elle Belga, destacando el potencial del tema de Goa con LocoAlien. Pablo Alborán ha sacado una canción electrónica y Ana Guerra su tema para la peli de Raffaella Carrá que sale la semana que viene. ¿Te falta alguna novedad? ¿Tienes alguna favorita? ¿Qué canción te gustaría que fuera «Canción del Día» o pasara por Veredicto? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!

Michael Kiwanuka, ganador del Mercury Prize 2020

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Michael Kiwanuka se ha proclamado ganador del Mercury Prize 2020 gracias a su último álbum, el excelente ‘Kiwanuka’, a todas luces uno de los mejores discos de 2019. Así se ha anunciado en la televisión británica, tras revelarse durante la tarde de ayer una serie de actuaciones de algunos de los artistas nominados. Desde el principio Michael Kiwanuka encabezó las apuestas, seguido de Laura Marling y Moses Boyd, por lo que este año no ha habido sorpresa tamaño Speech Debelle.

Se abre por tanto una nueva vida para el disco que contenía el tema ‘You Ain’t the Problem’, así como maravillas que degustar en el largo plazo como ‘Piano Joint’. Nuestro compañero Jordi Bardají elogiaba en su crítica el sonido del álbum, su inspiración clásica y que el disco fluyera «sin que en ningún momento parezca que su autor esté intentando emitir declaración alguna más que las que presentan sus textos preocupados por la identidad (‘You Ain’t the Problem‘), el racismo (‘Hero’), la ecología (‘Final Days’) o el hallazgo de un amor capaz de salvarte la vida (‘Hard to Say Goodbye’)».

Michael Kiwanuka interpretaba anoche para la BBC 4 ‘You Ain’t the Problem’, pero tal vídeo al menos de momento no ha aparecido en Youtube a diferencia de otros de dicha ceremonia que, con este pequeño paso, se abría a lo universal. Durante años, para los espectadores fuera de Reino Unido, era simplemente imposible seguir la ceremonia con actuaciones. Es como si este premio, que tiene uno de los palmarés más chulos de la historia, de Portishead a Arctic Monkeys pasando por Primal Scream, The xx, Antony & The Johnsons y un largo etcétera, evitara su universalidad. Y en plena pandemia, han decidido redimirse. Y algunos vídeos eran muy reseñables.

En los vídeos, podemos ver a Charli XCX comenzando ‘Visions’ a piano desde su casa de Los Ángeles, pero luego tirándose a la piscina y quitándose la camiseta, en un gran celebración de su disco de confinamiento ‘how i’m feeling now’; a Georgia a la batería y voces de la genial ‘About Work the Dancefloor’; a Porridge Radio hacer una interpretación agitada de ‘Sweet’; a Laura Marling interpretar ‘Song for Our Daughter’; y a Anna Meredith ofrecer una trepidante actuación experimental por la que ya solo toda esta idea mereció la pena, entre otros. Aunque algunos como Stormzy, Dua Lipa y Kano no participaron y se programaron vídeos suyos en su lugar durante el especial, una manera de que el hype por el premio dure 2 días en lugar de 1.




Oneohtrix Point Never presenta su disco sobre la radio con una «suite» y Caroline Polachek

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Oneohtrix Point Never anuncia hoy que el 30 de octubre será el día de lanzamiento de su nuevo álbum, llamado ‘Magic Oneohtrix Point Never’, sucediendo a obras como ‘Replica‘ (2011), ‘R Plus Seven‘ (2013), ‘Garden Of Delete‘ (2015) y ‘Age Of‘ (2018). Desafiando las leyes de la promoción clásica, el disco se presenta con una «suite» con los tres primeros temas del disco. Se llama la «Drive Time Suite» e incluye las canciones llamadas ‘Cross Talk I’, ‘Auto & Allo’ y ‘Long Road Home’, la última de las cuales incluye en la segunda mitad la voz invitada e inconfundible de Caroline Polachek, muy querida en el mundo del pop por sus trabajos con Chairlift y después por su álbum del año pasado, ‘Pang‘.

El sello de Daniel Lopatin nos da las claves sobre este álbum, cuyo título es una referencia a un juego de palabras mal escuchado en una radio de Boston llamada «Magic», pues la estructura del álbum seguirá la emisión lógica de los programas de radio, desde la mañana a la noche. Esto lo comprenderéis enseguida en cuanto escuchéis bajo estas líneas la «suite» que se ha compartido con el público.

Su estudio de la radio incluirá cambios de dial, modo aleatorio, los tiempos de la easy listening y la new age, etcétera. También habrá guiños publicitarios, definiendo entre todo «la cultura americana». Eso sí, también estamos ante un disco «nostálgico y autorreferencial de los que definen una carrera, compartiendo a modo de collage pop barroco maximalista y brillo atmosférico». Se va más allá llamando este disco «autobiográfico». Este será el tracklist:

01. Cross Talk I
02. Auto & Allo
03. Long Road Home
04. Cross Talk II
05. I Don’t Love Me Anymore
06. Bow Ecco
07. The Whether Channel
08. No Nightmares
09. Cross Talk III
10. Tales From The Trash Stratum
11. Answering Machine
12. Imago
13. Cross Talk IV / Radio Lonelys
14. Lost But Never Alone
15. Shifting
16. Wave Idea
17. Nothing’s Special


Sufjan Stevens / The Ascension

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Hay mucha gente que no es fan de Sufjan Stevens y sí lo es de ‘Carrie & Lowell’; gente que probablemente torcerá el gesto ante ‘The Ascension’: no hay folk, no hay delicadeza acústica ni confesiones. Aquí la electrónica domina todo. El disco con el que se más puede relacionar es ‘The Age of ADZ’, aun con matices. ‘The Ascension’ es menos barroco, más contenido y, como conjunto, resulta mucho más regular… aunque en el cómputo de canciones absolutamente-memorables está por debajo de ‘The Age of ADZ’ (no busquen equivalentes a ‘Vesuvius’ o ‘Impossible Soul’). Sufjan también ha recuperado, de manera bastante modesta, su inclinación hacia los quiebros en las canciones; ese punto en que rompe la estructura inicial del tema para convertirlo en otra cosa, característica que en ‘Carrie & Lowell’, entregado a estructuras cerradas, se había perdido. En el apartado lírico, las letras también suponen un regreso a las metáforas, a las referencias religiosas, históricas y populares. En ellas Sufjan trata de reflejar su visión sobre la deriva del mundo actual, con mucha crítica política y social camuflada entre versos crípticos.

‘The Ascension’ tampoco es un disco de dance pop, como nos hizo creer ‘Video Game’. Su escucha no es ligera; puede llegar a ser agotadora, de hecho. Se trata de 15 cortes en 80 minutos, fabricados prácticamente por Sufjan en su totalidad con sintetizadores y cajas de ritmo (aunque hay un par de colaboradores añadiendo guitarras. Incluso Bryce Dessner asoma en el primer tema). Las canciones de ‘The Ascension’ oscilan entre el deseo de ser piezas de techno-pop o R&B más livianas y la inclinación natural de Stevens por el ambient y el abigarramiento. La influencia de Janet Jackson es mucho menos evidente de lo que el propio Sufjan proclama en las entrevistas: algo hay de New Jack Swing y pop-de-diva noventero, pero es una influencia más dentro de la multitud que parece convocar aquí: prog, kraut, industrial, acid house, Kraftwerk, synthpop, Prince… Y, como siempre, tampoco puedes adscribirlo a nada en concreto. Si a todo esto le sumas, por encima de todo, el infalible instinto melódico de Stevens, se convierte en otra cosa: en «sufjanismo» en estado puro.

El inicio no puede ser más arrollador: ‘Make Me an Offer I Cannot Refuse’ es esa canción que siempre esperas en los discos de Sufjan Stevens, esa que te agarra bien y que no te suelta. Una fuerza de pop casi industrial, con Sufjan entonando el título de la canción enajenado, con los coros duplicados cayendo en cascada y un final marcial que machaca neuronas. No puedo evitar compararlo con Björk, porque funciona como presentación tan bien como lo hacía ‘Jóga’ en ‘Homogenic’. Esta saturación, por eso, no es la tónica general de todo el álbum. Las siguientes 4 canciones son dulces. En ellas Sufjan susurra en su registro más tierno. ‘Run Away with Me’ recuerda a baladas sedosas ochenteras como ‘Take My Breath Away’. ‘Video Game’ es lo más cerca a un número dance pop que ha estado nunca Sufjan: pegadiza a la vez que melancólica, su letra celebra el valor de uno mismo frente a una sociedad que exige exhibicionismo para ser apreciado. ‘Lamentations’ parece venir de los primeros 90, con esos insertos de voces a lo Coldcut, pero con una emocionante melodía. ‘Tell Me You Love Me’ es otra muestra de súplica amorosa suave, sedosa y triste, con versos que rompen el corazón (“My love, I wish I was a photograph / Perfect and lovely in a frame”) hasta su crescendo de power-ballad ochentera.

La tendencia de esta primera parte parece romperse partir de ‘I Wanna Die Happy’ (tremendo título), oscura e industrial. Pero entonces aparecen las piezas más R&B del disco como respiro: ‘Ursa Major’, neosoul de dormitorio tremendamente sexy que sí puedes imaginar cantada por Janet Jackson o Prince. Y ‘Landslide’, la mejor canción del disco, aunque de entrada no lo pueda parecer. Como si fuera la pieza más sutil del ‘Post’ de Björk, su delicadeza, su suavidad es un bálsamo entre tanta electrónica sofocante. Una preciosa melodía, un estribillo alegre, un delicioso solo de guitarra… todo aquí rebosa alegría, a pesar de que Sufjan afirme estarse derrumbando.

Tras un pequeño tramo que sí que resulta denso, antipático incluso, las tornas se trocan de nuevo en ‘Goodbye to All That’, que despliega una alegría comunal similar a la del tramo jubiloso de ‘Impossible Soul’ (¡juraría que hasta asoma alguna de sus líneas de bajo!) y donde Sufjan nos devuelve la fe en la humanidad. El arrebato ‘Kid A’ de ‘Sugar’ pide a gritos una remezcla que potencie su vocación himno para la pista de baile. ‘The Ascension’ es mística, abre con unos versos tremebundos: “When I am dead and the light leaves my breast», pero va subiendo, iluminándose, emocionando, mientras Sufjan entona una letra que resume el sentido de la ascensión que propugna: el cesar de preocuparse por todo, el buscar la luz en nuestro interior, el arreglar lo que está en nuestra mano arreglar. Y sería un estupendísimo broche final para el álbum… si no fuera porque este acaba con ‘America’. Funciona muy bien en inicio, con esos hechizantes “Don’t do to me what you did to America”, pero finaliza con una coda ambiental que aporta poco y la alarga innecesariamente. Sin embargo, sirve como resumen de las contradicciones de Stevens: un artista excesivo, generalmente para lo bueno, pero a veces (escasas) también para lo malo.

Los discos de Sufjan Stevens tienen la capacidad de obsesionarme, generarme la necesidad de hacer una escucha compulsiva. ‘The Ascension’, aunque a priori parecía que se me iba a resistir, a pesar de que sea el menos “bueno” desde ‘Michigan’, no es una excepción. Siempre hay algo inefable e inasible en la música del artista; un misterio que no acabamos nunca de descifrar y que nos atrae irresistiblemente.

Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Make me an Offer I Cannot Refuse’, ‘Video Game’, ‘Lamentations’, ‘Landslide’, ‘Goodbye to All That’, ‘The Ascension’
Te gustará si te gusta: Björk, Coldcut, ‘The Age of ADZ’

‘Nunca, casi nunca, a veces, siempre’, un emocionante retrato del aborto adolescente

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Tras labrarse un nombre en el cine independiente americano con películas como ‘It Felt Like Love’ o ‘Beach Rats’, Eliza Hittman se consolida como una directora prometedora con su tercera película ‘Nunca, casi nunca, a veces, siempre’, ganadora del Gran Premio del Jurado en Berlín y el Premio especial del Jurado en Sundance) . La cinta nos presenta a Autumn, una introvertida adolescente de 17 años que, además de ir al instituto, trabaja como cajera en un supermercado en una ciudad pequeña de Pensilvania. Ella tiene la sospecha de que está embarazada y al acudir a la clínica se lo confirman. A partir de ese momento comienza una auténtica odisea que le hará ir de su estado –donde el aborto para las menores de 18 solo se puede realizar con el permiso de sus padres o un tutor legal- a la ciudad de Nueva York con el objetivo de abortar. Todo esto acompañada por su prima y amiga Skylar, y por supuesto, sin que nadie más se entere.

Uno de los grandes retos que Hittman tenía era no caer en los tópicos de un tema tan manido en el cine como es el embarazo no deseado. Hay cientos de películas que retratan este proceso, algunas de manera más frívola que otras, y desde diferentes perspectivas. Aquí la directora se decide por un tono profundamente dramático, realizando así un retrato psicológico de su protagonista en el que se nos deja ver el desamparo y rechazo social al que se tiene que enfrentar una adolescente en una situación así. Sin embargo, también indaga en la sororidad que se crea entre las mujeres cuando esto pasa, y Hittman posee una sensibilidad especial para retratar estos momentos, especialmente entre Autumn y Skylar, pero también con las trabajadoras de la clínica a la que la protagonista acude en la gran ciudad. ‘Nunca, casi nunca, a veces, siempre’ es una película hecha por mujeres y sobre mujeres, que además aborda un tema que necesitaba ser tratado desde una voz femenina. Puede que no siempre sea todo lo sutil que pretende ser, pero hay momentos genuinamente conmovedores. Y, sobre todo, cuenta con una de las grandes escenas del cine de 2020, que da título a la película y resuelve con una enorme potencia y elegancia en un plano fijo, sin apenas diálogos y gracias a una espectacular interpretación de Sidney Flanigan, todo el núcleo dramático.

Otro de los aspectos que la directora esquiva con inteligencia es el uso de la música. En lugar de utilizarla para subrayar clímax dramáticos, las atmosféricas y hermosas melodías de Julia Holter suenan reforzando las sensaciones que percibimos, pero siempre de manera orgánica y nada invasiva.

Hittman crea un ambiente tan triste y gris como profundamente realista. La película es deudora del neorrealismo, en esa concepción del tempo dramático, y sobre todo, en la representación cuasi documental con la que abarca un tema conflictivo en nuestra sociedad. Trabajar con actores poco conocidos también ayuda a aportar ese realismo buscado, esa sensación de que estamos viendo un fragmento de la vida de alguien y no una película adornada con escenas improbables y caras bonitas. Además, Sharon Van Etten, en un papel muy breve, debuta de manera convincente en la pantalla grande (en TV la vimos en ‘The OA’), como una madre cariñosa pero ajena al universo adolescente de su hija, sin saber bien cómo acercarse a ella. La cantautora también reserva una bonita canción escrita para la película que aparece en los créditos llamada ‘Staring at a Mountain‘.

‘Nunca, casi nunca, a veces, siempre’ es una de esas películas pequeñas y discretas, que de repente, se sienten como una especie de revolución. Hittman, atenta siempre a los pequeños detalles, a gestos, a una mano estrechando otra, construye un relato duro, pausado y finalmente emocionante. 7,7.

‘Magic’ es el prometido «disco maduro» de Kylie, retro y clásico

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Kylie ha estrenado el segundo single de su nuevo álbum llamado ‘DISCO’, y horas después su vídeo. Los que esperaran un rompepistas para este jueves por parte de Kylie pueden volver a casa quedarse en casa decepcionados. ‘Magic’ contiene más bien una melodía melancólica, como recordando el día en que de hecho las pistas de baile estaban abiertas, mientras la letra nos ofrece la fantasía de que los amantes de la música disco puedan volver a desmadrarse «esta noche»: «Bailar juntos / no hay nada que pueda ser mejor / El mañana no importa / haremos que la noche dure para siempre».

La gran baza de la canción está en su melodía y en sus arreglos clásicos. En cuanto a lo primero, el tipo de acordes de piano, más que a Chic, nos lleva al Nueva York de unos años atrás, al Brill Building, a Carpenters o a Carole King y Gerry Goffin; en cuanto a lo segundo, el desarrollo del tema, al que se van incorporando vientos y cuerdas de soul-disco, apunta más bien al sonido Philadelphia.

Hay quien puede hablar de Daft Punk, Modjo e incluso de ‘Chained to the Rhythm’ de Katy Perry, pero la inspiración de Kylie Minogue aquí es ultra clásica. Co-producen el finés Teemu Brunila (algunos temas de Guetta y Mika, pero no sus mayores hits) y PhD, mientras en la co-autoría encontramos a su hombre de confianza Daniel Heløy Davidsen (‘Get Outta My Way’). El vídeo muestra a la mayor de las hermanas Minogue como reina de la pista, con todo el cuerpo de baile que permite la pandemia.

La expectación en cuanto al tema era máxima pues ha sido habitual en el siglo XXI que el segundo single de Kylie sea mejor o más comercial que el primero: de ‘WOW’ a ‘Stop Me From Falling’ (aunque no pasara nada con lo de Gente de Zona, el potencial estaba ahí), pasando por la sobresaliente ‘Get Outta My Way’, su mejor canción de los últimos tiempos. ‘Magic’ no es esa canción tan contundente que esperábamos, pero ofrece algo que la cantante no había hecho antes: exactamente el «disco maduro» que hace unos meses prometió.

‘DISCO’ era antes presentado por un single llamado ‘Say Something’ que ha gustado mucho entre nuestros lectores pero solo ha sido puesto 82 en Reino Unido, contenido por su bajo streaming. En las listas de ventas británicas en sí y también en las de radio le ha ido bastante mejor dada su recurrente promoción mediante Radio 2, directos y remixes, tan apañados como estos con los que os dejamos, el «Syn Cole Remix» y la presentación en Jimmy Fallon.

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Lo mejor del mes:

Las mejores canciones del momento: septiembre 2020

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Renovamos nuestra playlist mensual con lo mejor de las últimas semanas, que viene a ser una recopilación de las últimas «canciones del día», «discos recomendados» y «veredictos» interesantes, además de un par de los artistas que han pasado por «Revelación o Timo«. Entre los «Discos Recomendados» del final de este verano, hemos hablado del EP de Troye Sivan, la joya perdida que supone el álbum de Dan Croll, lo nuevo de The Killers, Belako o Disclosure. No han sido «DR», pero casi, los últimos largos de Kelly Lee Owens y Yelle. También recuperamos cortes de «discos recomendados» pasados de Taylor Swift, tras una gran presentación televisiva (sí, se pueden hacer), y Bob Dylan, cuya carrera ha sido repasada en el site recientemente por Jaime Cristóbal.

Entre las revelaciones más excitantes, Rigoberta Bandini, que ha emocionado con sus vítores hacia Mónica Naranjo… a la propia Mónica Naranjo; a Syd Silvair, también salida del JNSP Song Contest de nuestros foros; Joesef, para amantes de Amy Winehouse; y Blackpanda con esa composición sobre el fin del verano que se nos acaba de ir.

En el plano nacional también hemos hablado de DORA (que acaba de ser incluida en una playlist de Pitchfork), Monterrosa con Miqui Brightside, Delaporte y lo de Cariño con Natalia Lacunza. Carlos Sadness ha sacado un gran vídeo con Lyona, hemos estrenado el vídeo de un buen tema de Colectivo da Silva, también el corte de Chef Creador con Malamute, y hemos recomendado un tema que no ha sido single pero debería, de Varry Brava.

Entre las leyendas que no decepcionan, Indochine, The Smashing Pumpkins… ¿y podemos ir incluyendo en este último grupo a Avalanches? Completamos la playlist con el proyecto colaborativo de Kamasi Washington en ‘Dinner Party’, BLACKPINK con Selena Gomez, Nathy Peluso, Shy Girl y Aluna.

Troye Sivan / IN A DREAM
Roosevelt / Echoes
Rigoberta Bandini / In Spain We Call It Soledad
DORA / Oxena
Yelle / J’veux un chien
Monterrosa, Miqui Brightside / Calor
Syd Silvair / Maraschino
Kelly Lee Owens / Arpeggi
Shygirl / FREAK
Delaporte / Las montañas

The Killers / Dying Breed
Indochine / Nos célébrations
The Smashing Pumpkins / Cyr
The Avalanches / Music Makes Me High
Terrace Martin, Robert Glasper, 9th Wonder, Kamasi Washington / Freeze Tag
Joesef, Loyle Carner / I Wonder Why
Disclosure, Kehlani, Syd / Birthday
Blackpanda, Mabbi / Antes de que acabe el verano
Cariño, Natalia Lacunza / Modo avión
BLACKPINK, Selena Gomez / Ice Cream

Shygirl / FREAK
Nathy Peluso / SANA SANA
Dan Croll / Coldblooded
beabadoobee / Worth It
Belako / All Nerve
Chef Creador, Malamute / Tan felices
Taylor Swift / betty
Bob Dylan / My Own Version of You
Aluna, Princess Nokia, Jada Kingdom, AlunaGeorge / Get Paid
Carlos Sadness / Me desamaste
Colectivo Da Silva / Bolitas
Varry Brava / Ritos exóticos
Troye Sivan / STUD

Sufjan Stevens / Seven Swans

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Ensombrecidos por su obra maestra ‘Sufjan Stevens Invites You To: Come On Feel the ILLINOISE‘ (2005), los cuatro álbumes anteriores de Sufjan Stevens a veces dan la sensación de no existir. Sin embargo, y teniendo en cuenta la longitud de «Illinoise», y el detalle de la historia del estado de Illinois que oculta, todavía ‘Seven Swans’ (2004) es una buena manera de acercarte a este artista. Quizá incluso la mejor. Sobre todo si nunca has reparado en su discografía o si te da igual cuáles sean sus mejores discos, y lo que necesites saber es cuál es el más accesible. Sin ser un álbum de pop, ‘Seven Swans’ puede ser una respuesta por su concisión, por la resplandeciente belleza de un par de sus canciones, y a su vez por el antecedente clarísimo que es de ‘Illinoise’ en más de un sentido. Mucho se habla de que existió un disco de Sufjan Stevens dedicado a un estado, el de ‘Michigan’ (2003), antes de ‘Illinoise’, pero poco de cómo ‘Seven Swans’ también estaba relacionado en su grado de documentación o incluso musicalmente.

Antes de que llegaran ‘Carrie & Lowell‘, el complejo ‘The Age of Adz’, la banda sonora de ‘Call Me By Your Name‘ y otros hitos como el cabreo de Tonya Harding (poca broma), ‘Seven Swans’ contenía las que podían ser las dos canciones de Sufjan Stevens más importantes hasta aquella fecha: ‘To Be Alone With You’ y la propia ‘Seven Swans’.

La primera es una de sus pistas más populares, una de esas canciones de este disco en las que, como apuntaba nuestra compañera Mireia Pería hace unos años, no sabes si Stevens está hablando de su amor por Jesucristo o por otra persona. De sacrificio o placer. «Nunca he conocido a un hombre que me quiera», era la última frase de este tema que deja muy claro qué vio Luca Guadagnino en Sufjan. Son 3 minutos de sobria canción de hoguera en la escuela de Nick Drake, lo que nos lleva a la canción titular del álbum y a este ensayo de «teología y cultura» en el que el autor Andy Barnes vinculaba ‘Pink Moon’ de Nick Drake y ‘Seven Swans’, pese a estar separados por más de 30 años, por su relación con el apocalipsis.

El número 7 es por excelencia el número bíblico y religioso, y esta persona notaba que Sufjan se dispone a repetir la frase «Cause He is the Lord» 7 veces, «pero cuando llega la 5ª, nota que no puede más y empieza a incorporar el coro «seven swans, seven swans, seven swans», presentando «al juez y al destructor a un lado y a los 7 cisnes y al creador en el otro, complementándose, pues el terror se complica con la belleza y la belleza se complica con el terror».

La composición está sostenida por un banjo rasgueado, al que se van incorporando un piano y los coros de Megan Smith acariciando muy en segundo plano, hasta que se despliega el clímax del minuto y medio final, con el citado contraste en tono de los dos coros: el angelical y el turbio. Si los 6 minutos de ‘Seven Swans’ se hacen cortos, lo mismo podemos decir de los 6 minutos de ‘Sister’, que no son precisamente una travesía por el desierto. La canción está dividida en dos mitades, y es la primera e instrumental la más excitante, un viaje en el que la brisa probablemente remita a algún recuerdo infantil, pues esta es una composición efectivamente dedicada a una de sus hermanas. Una cometa, un sombrero, una referencia a una cicatriz están entre los recuerdos citados que cualquiera podemos entender.

‘The Transfiguration’ juega con el pop de cámara, el folk anglosajón británico de los últimos años 60 y el punto teatral de Anthony Newley que tan importante fue para el primer y desconocido David Bowie. La canción ni más ni menos que avanza la melodía de ‘Chicago’, la gran obra maestra de Sufjan Stevens, que saldría un año después. En sintonía con el final de los citados 60 en ocasiones emergen unos teclados psicodélicos, como en ‘We Won’t Need Legs to Stand’, en ‘A Good Man Is Hard to Find’, que se pone en la boca de un asesino inspirada por ‘Un hombre bueno no es fácil de encontrar’ de la escritora Flannery O’Connor, o la menos interesante ‘He Woke Me Up Again’.

Las referencias bíblicas son en cambio las más habituales, de manera tan evidente como en el sobrio corte llamado tan sólo ‘Abraham’ o en la primera pista, ‘All the Trees of the Field Clap Their Hands’, en cita a un pasaje del libro de Isaías en el que se nos habla de música. «Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso» decía el texto bíblico, logrando esta composición absolutamente celestial servirle de muy digno homenaje: hasta el ateo sucumbe ante su enorme belleza formal. ¿Todo un bosque al ritmo de una canción de Sufjan Stevens? Sí, por favor.

Belleza que aparece expuesta de manera sencilla en canciones como ‘The Dress Looks Nice on You’ o la susurrada ‘Size too Small’, esta última sobre una vieja amiga, una boda y alguien que no cabe en un esmoquin demasiado pequeño; y de manera más rica en ‘In the Devil’s Territory’, otra de las canciones clave de la era pre-‘Illinoise’. Sobre una secuencia de dos inquietos acordes que parecen huir en zigzag, Sufjan nos habla de «dragones» y «brujas», mientras el estribillo representa la liberación, la señal de que podemos derrotar a todas esas «bestias». «No tengo miedo a morir con tal de verte, encontrarte, verte al fin», canta triunfal mientras algo parecido a un theremin y el crescendo nos elevan. A él, su fe. A nosotros, su música.

Clasificación: 8,5/10
Lo mejor: ‘Seven Swans’, ‘To Be Alone With You’, ‘In the Devil’s Territory’, ‘Sister’, ‘All the Trees of the Field Will Clap Their Hands’
Te gustará si te gusta: Nick Drake, Elliott Smith, Arthur Russell
Youtube: ‘To Be Alone with You’

Anne Lukin busca otra carrera cocinada a fuego «Lento»

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Dos tipos de artistas hemos visto salir adelante -dejemos a un lado los que no han dado pie con bola- en las últimas ediciones de Operación Triunfo. Sin necesidad de enfrentar a unos a otros, porque es posible que te gusten todos por igual, están los que buscan ser número 1 de Los 40 Principales, entrar en las playlists de moda y ser estrellas del pop de manera inmediata; y los que han abierto sus brazos al underground, han trabajado con nombres que desconocían sus padres y están haciéndose un nombre en festivales de verano habidos o por haber. En el primer grupo, claramente la reina del regreso de OT presenciado en los últimos tres años sería Aitana. En el segundo, están Amaia o Natalia Lacunza, la cual ha podido actuar esta semana al fin en Tomavistas Extra para 600 personas sentadas y organizadas, recordando que la «Cultura es Segura«.

Anne Lukin, del último OT, pertenecería claramente al segundo grupo. Este verano publicaba un single llamado ‘Volver a mí’, algo más folkie, silbido y cuerdas incluidos, tras su debut con ‘Salté’ producido por Manu Guix de la Academia; y ahora vuelve con un tema nuevo, más decidido. Ya no es que tenga «ganas de sacar lo que tiene dentro de sí», como decía una letra que desde hoy suena antigua, sino que lo empieza a sacar de verdad. En ‘Lento’, título y vídeo -este último grabado en plano secuencia en el acantilado de Mora en Tarragona- alardean de no tener ninguna prisa por llegar al estrellato. Se presenta como «el primer tema debut de su proyecto discográfico» (sic), es decir, suponemos que es el primer tema de una nueva era, que deja el pasado atrás.

La propia cantante presenta esta canción de la siguiente manera: «es un viaje: imaginaba un cielo lleno de nubes, la brisa rozándome la cara, el silencio… Quería hablar sobre la necesidad que tenía de madurar, sobre lo rápido que va todo, las prisas que nos envuelven. Lento es un comienzo, habla sobre escuchar mi voz y aprender a no dejarme llevar, sobre lo mucho que esta decisión me está cambiando”.

El tema ha sido grabado este verano en los míticos estudios de La Casa Murada de Tarragona, conocidos por acoger a decenas de artistas de nuestro país, del tamaño de Christina Rosenvinge, y últimamente por ser objeto de una canción preciosa de _juno, el proyecto colaborativo entre Zahara y Martí Perarnau IV. No en vano, este último junto a Ricky Falkner aparecen en los créditos de esta modesta pero bonita canción, que brilla en los agudos de la interpretación vocal y también en el uso de elementos fantasmagóricos. Según cuenta la leyenda, La Casa Murada era una «casa encantada», si bien últimamente han exterminado a los fantasmas. Perarnau nos contaba sobre estos estudios cuando entrevistábamos a _juno que «la CasaMurada tiene dos pozos para hacer reverbs, como la sala de eco de Abbey Road, pero en plan natural», por lo que seguramente se han buscado allí también efectos parecidos en este caso.

Anne Lukin no ha fichado por ninguna multi, y según la nota de prensa, autoeditará su disco a principios de 2021 de forma independiente con el apoyo de su management, Sweet Bird. El álbum al completo, escrito en confinamiento cuando la accidentada edición de Operación Triunfo no había acabado, ha sido producido por Ricky Falkner (Love of Lesbian, Quique, Gonzalez, The New Raemon…) y Martí Perarnau (Mucho). Contará con colaboraciones como Zahara y otros grandes nombres por revelar.

Alicia Keys / ALICIA

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Alicia Keys ha sido capaz de escribir baladas históricas como ‘Fallin’, ‘You Don’t Know My Name’, ‘If I Ain’t Got You’, ‘Like You’ll Never See Me Again’ o ‘Unthinkable (I’m Ready)’, pero también de entregarse al R&B y soul más genérico imaginable en una serie de discos mediocres que nunca han igualado la calidad de los dos primeros. Ni siquiera ‘Here‘ fue el cambio de dirección que pareció en un principio.

‘ALICIA’, el séptimo álbum de Alicia Keys, vuelve a ser un disco comercial ante todo, pero rara vez suena desesperado. Repito: rara vez. ‘Underdog’, la típica canción que una artista de éxito dedica a la gente de a pie para hacerse la cercana, desprende el mismo optimismo condescendiente que muchas canciones de Ed Sheeran, lo cual cobra todo el sentido del mundo cuando descubres que Edward Christopher es uno de sus autores. Casi se le puede oír a él cantar eso de «canto una canción para las putas que negocian en la estación de bus, para las madres solteras y para los jóvenes profesores», pues parece más una frase de él que de ella. De hecho, ‘Underdog’ es la canción más exitosa de Alicia Keys desde ‘Girl on Fire’: recurrir a la superestrella «relatable» por excelencia ha funcionado.

Peor es el soul-pop de ‘Love Looks Better’, otra producción pretendidamente edificante de Ryan Tedder de OneRepublic que su colega Adele habría rechazado, y que suena a la peor Beyoncé. Sin embargo, ‘ALICIA’ también tiene sus aciertos, y sí, estos vuelven a ser los que presentan producciones un poco más alternativas de lo habitual. El mensaje de superación ‘Time Machine’, que aboga por dejar ir los traumas del pasado porque «una vez liberas tu mente, ves belleza en todas partes», no puede estar más sobado, pero su sonido de disco-funk orgánico recuerda al mejor Leon Bridges, y con unos pocos elementos de percusión electrónica, casi sci-fi, ‘3 Hour Drive’ descubre un espacio enorme a través del que Alicia y su compañero de viaje, el cantante británico Sampha, viajan «hacia ninguna parte» pero siempre «en busca del amor». Es la producción más evocadora de todo el disco y una de las más exquisitas junto a ‘Me x 7’ con Tierra Whack, otra pizpireta producción de R&B minimalista que sienta como un guante a la neoyorquina.

‘ALICIA’ se abre con ‘Truth without Love’, una bonita canción de soul celestial que consigue recordar a la vez a Marvin Gaye, a Aretha Franklin y a Nine Simone, pero cuyo drama no termina de conmover como pretende. Alicia lo consigue de otras maneras a lo largo del disco sin esforzarse demasiado: en el atmosférico medio tiempo ‘Authors of Forever’ suena comodísima sin renunciar a la comercialidad, llegando a poner los pelos de punta por momentos con su actuación vocal (esa cascada en «cloudy skies»); y exactamente lo mismo sucede en el húmedo reggae de ‘Wasted Energy’ con Diamond Platnumz. Más adelante, la balada a la guitarra ‘Show Me Love‘ con Miguel se confirma como una de esas bonitas canciones que ganan dentro del contexto del disco que las acoge, y en un estilo más crudo, la folky ‘Gramercy Park’, en la que Alicia vuelve a reflexionar sobre su identidad, suena familiar y acogedora a la vez.

Por si no ha quedado claro, ‘ALICIA’ es principalmente un disco de baladas, lo cual, en el caso de Alicia Keys, nunca es lo peor que puede pasar. La artista se pasa de conservadora en las composiciones a piano, mientras tampoco su visión del neo-soul es especialmente original en una grabación con Jill Scott que ha decidido llamar ‘Jill Scott’; pero musicalmente el álbum sí tiene algo de interés dentro de que obviamente ha buscado un sonido lo más pulido, accesible y comercial posible. Ya que las letras, por personales que sean, vuelven a estar llenas de clichés, al menos ‘ALICIA’ sí sale ganando por otros lugares.

Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Authors of Forever’, ‘Wasted Energy’, ‘3 Hour Drive’, ‘Show Me Love’, ‘Gramercy Park’
Te gustará si te gusta: Leon Bridges, Adele, John Legend, Jill Scott
Youtube: vídeo de ‘Show Me Love’ con Miguel

Post Malone «vende» 5 millones de ‘Hollywood’s Bleeding’; 6ix9ine se hunde en la 2ª semana

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Hits


Post Malone ya arrasó en 2019 con ‘Hollywood’s Bleeding‘, siendo el 6º disco más vendido de todo el mundo el año pasado según las estimaciones de Mediatraffic. Este 2020 su popularidad no se ha ido a ningún sitio, ‘Circles’ ha seguido sonando hasta alcanzar los 1.000 millones de reproducciones en Spotify como muchas otras de sus canciones, entre ellas otras de este mismo disco que nos ocupa como ‘Sunflower’ de la banda sonora de ‘Spider-Man’ y ‘Wow’. Cuando se ha cumplido un año de la edición del álbum este mismo mes de septiembre, ‘Hollywood’s Bleeding’ continúa en el top 10 en Estados Unidos y en el top 25 de Reino Unido. Sus streamings son tan monstruosos como para equivaler a la venta de 5 millones de unidades a nivel global, de nuevo según las estimaciones de Mediatraffic. Una burrada para los tiempos que corren, ahora mismo solo a la altura de Billie Eilish, ni siquiera de Taylor Swift.

De alguna manera ‘Circles’ y ‘Sunflower’ han seguido y siguen tan bien posicionadas en las listas de lo más escuchado de todo el mundo que el álbum no ha necesitado más promoción, ni más singles, ni videoclips de alto presupuesto que no se podían rodar por la covid-19. El álbum ha funcionado solo en su totalidad, pues sin haber sido singles oficialmente, ‘Hollywood’s Bleeding’, ‘Saint-Tropez’ o ‘Die for Me’ con Halsey rondan los 200 millones de streamings ya solo en Spotify. Hay quien afirmará que al no constituir ventas reales, el éxito futuro de Post Malone pende de un hilo, pero lo cierto es que lo logrado por el anterior disco del cantante, ‘Beerbongs & Bentleys‘, ya equivale a los 7 millones de copias, así que la fidelidad que despierta es muy elevada.

Y cada vez más universal. Por supuesto Estados Unidos, su país, y Reino Unido, son sus principales bastiones, pero este álbum que nos ocupa también ha sido triple platino en Brasil, doble platino en Canadá, Dinamarca y Nueva Zelanda, platino en Australia y oro en dos países tan complicados para la música en inglés como Francia e Italia. En España permanece a día de hoy en el puesto 85, beneficiado porque la nueva lista es de ventas más streaming, aún sin certificación, eso sí, lo que seguro tampoco es que le quite el sueño…

Flops


Los de arriba son los números que esperábamos encontrar en el hypeado disco de 6ix9ine después de haber salido de la cárcel. Sobre todo después de contemplar cómo subía con cada vídeo que sacaba con y sin Nicki Minaj en Youtube. Pero nada que ver. Ni la entrevista con The New York Times en la que hablaba sin tapujos sobre su paso por la cárcel y sus delitos, y recordaba que él no había sido jamás acusado de violación; ni tampoco las cualidades de ‘TattleTales’ han servido para nada y el álbum está teniendo un paso muy mediocre por las listas de éxitos.

TattleTales‘ se perdía el número 1 en Estados Unidos en contra de lo que indicaban los primeros pronósticos, entrando finalmente en el puesto 4 del Billboard 200. Más sorprendente ha sido su humillante caída de la segunda semana, en la que ha pasado al número 60 como si fuera un disco de una vieja gloria perjudicada por el streaming, del tipo Metallica o Bon Jovi. Hasta Katy Perry, que se lleva todos los palos mediáticamente por su «flop», ha resistido en su segunda semana mejor, contando con sus «bundles» por igual.

En Europa no nos preocupamos tanto por Tekashi (puesto 43 en Francia, puesto 39 en Alemania), pero la segunda semana ha sido también nefasta. El álbum pasaba del puesto 27 en Reino Unido de la primera semana al número 97 en la segunda. Según las midweeks, y como es lógico con esta tendencia, desaparecerá de todo el top 100 en la tercera. En España ha pasado del 45 al 89 en su segunda y probablemente última semana en lista: le ha llevado unos pocos días terminar por debajo de Post Malone, un año después del disco de este. ¿Cómo logrará 6ix9ine salir de aquí?

Fat White Family opinan que IDLES representan «todo lo que va mal en la política cultural contemporánea»

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IDLES es una de las bandas de rock más populares de la actualidad en Reino Unido. Sus dos discos ‘Brutalism’ y ‘Joy as an Act of Resistance‘ han fascinado a la crítica, el segundo incluso alcanzó el top 5 de ventas en las islas, y su próximo trabajo, ‘Grounds’, está llamado a consolidarlo gracias a la pegada de singles como el reciente ‘Model Village‘.

Sin embargo, la banda de Joe Talbot también cuenta con detractores entre quienes perciben cierta pose y artificialidad en el componente social de sus letras. Por ejemplo, Jason Williamson de Sleaford Mords ha acusado al grupo de «apropiarse de las voces de la clase obrera» y Fat White Family ha ido tan lejos de declarar que «lo último que necesita nuestra cultura, cada vez más puritana, es a un grupo de bobos auto-castrados de clase media diciéndonos que nos portemos bien con los inmigrantes» (en referencia probablemente al éxito de IDLES de 2017 ‘Danny Nedelko’).

The Guardian acaba de entrevistar a Joe Talbot y este se ha defendido de las críticas en el medio británico, diciendo que no está «amonestando a nadie» con su música ni «escondiéndose detrás de mierdas surrealistas», sino simplemente poniendo sobre la mesa todo aquello en lo que cree. «Creo que nuestro mensaje no se entiende del todo bien. La gente piensa: idos a la mierda, bastardos sentimentalistas. La gente tiene que vernos en directo para creernos. Tú vienes a nuestro concierto y nos crees». Ahora, Lias Saoudi de Fat White Family ha aprovechado las declaraciones de Talbot pare reincidir en su desprecio a IDLES en un extenso artículo publicado en The Social en el que afirma que IDLES «representan todo aquello que está mal en la política cultural contemporánea».

En el texto, Saoudi indica que «de alguna manera estoy agradecido a IDLES, ya que ningún otro fenómeno musical reciente ha sido capaz de poner sobre la mesa de manera tan clara las descaradas consistencias presentes en las actitudes de justicia social -importadas de Estados Unidos- que han impregnado cada aspecto de nuestra cultura». Y añade: «Cuando te crías bajo circunstancias económicas opresivas en un mundo que te ofrece oportunidades cada vez peores, un mundo en el que la violencia y el abuso son la norma, tarde o temprano es muy posible que la desesperación que sientes termine convertida en odio. Llamar a la gente a la que le sucede esto «basura» no es progresivo, es decadente. Voy tan lejos de decir que es parecido a culpar a los esclavos por sus cadenas».

El artista continúa: «(IDLES) es una banda que se las da de no tolerar prejuicios de ningún tipo, pero que cree necesario atacar a todo aquel que viene de un pueblo pequeño y que no ha podido adoptar su misma visión de clase media metropolitana. Después de crecer en un pueblo donde he sufrido palizas y he sufrido abusos racistas, puedo confirmar de primera mano que este lugar sigue siendo muy intolerante, ¿pero quién es Joe Talbot para apuntar a esta gente con el dedo y juzgarla? El sonido de IDLES es el de la solidaridad invertida, una que se deleita juzgando a la gente que no ha alcanzado su posición sin ofrecer una alternativa válida». El artista asegura que «las letras de IDLES parecen generadas por un algoritmo de The Guardian» porque, en ellas, la banda «habla sistemáticamente de todos los asuntos importantes del momento de la manera más predecible posible».

Anabel Lee van a por todas con el punk-pop comercial de ‘Sobran defectos’

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Anabel Lee (pronúnciese «lee» como presente singular del verbo leer) es una banda de Tarrasa, Barcelona que acaba de publicar su segundo single original después de darse a conocer con ‘Canción del fin del mundo’ y también con sus versiones de ‘Comprada’ de Marisol y ‘Enchochado de ti’ de Don Patricio. No es de extrañar que a las bandas de punk-pop les esté dando por llevar a su terreno hits de aquella música que ha solido llamarse «urbana»: si Cariño triunfaban con su adaptación de ‘Llorando en la limo’ de C. Tangana y The Parrots conseguían con su cover de ‘Soy peor’ de Bad Bunny su canción más reproducida en las plataformas de streaming, Anabel Lee han logrado igual hazaña con su versión de ‘Enchochado de ti’, que con 16.500 escuchas en la plataforma sueca es también su grabación más popular hasta la fecha.

Esta circunstancia puede cambiar con ‘Sobran defectos’, el nuevo single de Anabel Lee, y no es un decir, porque ahora que una canción de punk-pop que suena a Pignoise es top 5 en la lista de singles española, no es tan descabellado pensar que pueda triunfar también una composición como que esta que suena a los Carolina Durante más comerciales. Y decimos esto recurriendo a la referencia más cercana, porque el tema remite sobre todo a los tiempos en que triunfaban en Los 40 Principales aquellos éxitos de El Canto del Loco, los mismos Pignoise o Despistaos que creías haber dejado atrás. Puede haber sido a propósito o no, pero ‘Canción del fin del mundo’, ‘Comprada’ y ‘Enchochado de ti’ sonaban mucho más punk, desde luego no tan abiertamente comerciales como este estribillazo que describe la insatisfacción que se puede sentir en la edad adulta: «desde luego nunca fuimos perfectos, la verdad es que nos sobran defectos, tanto tiempo caminando derechos, vemos fallos que parecen aciertos». A Victor, cantante de Anabel Lee, acompaña en la canción haciendo coros Sandra García de la banda de Ponferrada, Juniper Moon, grupo referencia para la formación barcelonesa.

Como indica la nota de prensa, ‘Sobran defectos’ está dedicado a «aquellos que solo juzgan por las apariencias y están llenos de prejuicios» y con él, Anabel Lee quiere reivindicar «la importancia de hacer autocrítica y de aceptarse a uno mismo». Añaden: “Lo nuestro es escupir la rabia acumulada como si fuera veneno al mismo tiempo que nos reímos de nosotros mismos. Podíamos expresar esta y las otras historias del disco con un bate de béisbol o con guitarrazos y melodías coreables. Lo primero nos parece el camino fácil, hemos preferido el amor antes que el odio, por eso esta canción es una de las mejores cartas de presentación que tenemos.

La canción fue grabada a principios del año pasado, como explica Anabel Lee a JENESAISPOP, pero su lanzamiento fue pospuesto debido a la pandemia. «A principios de año ya teníamos la maqueta lista, pero estalló el planeta y decidimos no tocar las canciones hasta que volviera la normalidad. Fue cuando nos pusimos con las versiones del confinamiento. Unos meses después, entre las publicaciones de ‘Comprada’ y ‘Enchochado de Ti’, entramos al estudio de Carlos Hernández y con él terminamos de estructurar la canción. La letra era pura rabia y Carlos propuso armonizar el tema con unas segundas voces muy coreables. A partir de ahí Sandra García de Juniper Moon tuvo libertad total para componer las segundas voces y nos envió un montón de propuestas, todas buenísimas. A nosotros nos costaba creer lo que estaba pasando».

Para la banda, ‘Sobran defectos’ es especialmente representativa de su sonido, y el tema es el primer adelanto oficial de su primer disco, que verá luz a través de Arctic. De hecho, ‘Sobran defectos’ se está dando a conocer como el «primer single oficial» de su carrera. «Cuando lo compusimos no lo vimos como uno de los temas importantes, o el más representativo, pero enseguida fue ganando fuerza», añade la banda. «La sentimos como una canción que define bastante bien lo que somos. Después ha venido la colaboración con Sandra y al ser el primer adelanto del disco y el primer tema propio que estrenamos con Artica es aún más especial». Os dejamos con el colorido videoclip de ‘Sobran defectos’:

Rolling Stone actualiza su lista de los 500 mejores discos de todos los tiempos

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Rolling Stone ha vuelto a ser noticia al publicar una de sus mediáticas listas de los mejores discos de la historia. Un total de 500 trabajos conforman el resumen actualizado de la publicación estadounidense, que ha tenido en cuenta clásicos conocidos por todo el mundo y otros más recientes, pero que ni por esas se ha quitado de armar un top 20 bastante conservador, a excepción quizá de la inclusión en el top 15 de ‘It Takes a Nation of Millions to Hold Us Back‘ de Public Enemy, que no ha solido aparecer tan arriba en este tipo de clasificaciones (en la lista análoga de Rolling Stone publicada en 2003 fue número 48). El número 1, quizá por lo relevante que sigue resultando a día de hoy, especialmente este año, es ‘What’s Going On’ de Marvin Gaye. Han participado en la elaboración del ránking no solo periodistas y expertos, sino también artistas como Beyoncé, Taylor Swift, Billie Eilish, varios miembros de U2, Juanes o desde España, Hinds.

Top 20:
01 Marvin Gaye / What’s Going On
02 The Beach Boys / Pet Sounds
03 Joni Mitchell / Blue
04 Stevie Wonder / Songs in the Key of Life
05 The Beatles / Abbey Road
06 Nirvana / Nevermind
07 Fleetwood Mac / Rumors
08 Prince / Purple Rain
09 Bob Dylan / Blood On the Tracks
10 Lauryn Hill / The Miseducation of Lauryn Hill
11 The Beatles / Revolver
12 Michael Jackson / Thriller
13 Aretha Franklin / I Never Loved a Man the Way I Loved You
14 The Rolling Stones / Exile on Main Street
15 Public Enemy / It Takes a Nation of Millions to Hold Us Back
16 The Clash / London Calling
17 Kanye West / My Beautiful Dark Twisted Fantasy
18 Bob Dylan / Highway 61 Revisited
19 Kendrick Lamar / To Pimp a Butterfly
20 Radiohead / Kid A

Entre las sorpresas que presenta la lista hay que hablar de la inclusión, en el número 491, de ‘Fine Line’ de Harry Styles, pero también de ‘Barrio fino’ de Daddy Yankee en el número 473 y de ‘X 100PRE‘ de Bad Bunny en el número 447: lejos quedan los días en que el reggaetón no era ni siquiera tenido en cuenta en este tipo de resúmenes anglocentristas (este lo es) probablemente debido a la barrera cultural y lingüística. En cuanto a música comercial latina, la revista reivindica ‘¿Dónde están los ladrones?’ de Shakira (496) y ‘Amor prohibido’ de Selena (479). ¿Haría cosquillas aquella interesante lista de mejores discos hechos por mujeres de NPR? Más sorpresas: Lady Gaga coloca ‘Born this Way‘ en el número 484, My Chemical Romance ‘The Black Parade’ en el 361 y Drake su mixtape ‘If You’re Reading This It’s Too Late‘ en el 367.

Volviendo a ‘Fine Line’, este ni siquiera es el lanzamiento más reciente listado: ‘Norman Fucking Rockwell!‘ de Lana Del Rey saluda desde el número 321, claro que este al menos fue un éxito absoluto de crítica, llegando a optar a un Grammy a Álbum del año. Más extraña es la aparición en el número 442 de ‘Beauty Behind the Madness‘ de The Weeknd, ni de lejos el mejor disco del canadiense; mientras el debut superventas de Billie Eilish aparece en el puesto 397. Otras obras recientes presentes en la lista con ‘Ctrl‘ de SZA (472), ‘Melodrama‘ de Lorde (460), ‘Currents‘ de Tame Impala (382), ‘El mal querer‘ de Rosalía (315), ‘Golden Hour‘ de Kacey Musgraves (270), ‘Red‘ de Taylor Swift (99) o ‘Lemonade‘ de Beyoncé (32).

En cuanto a clásicos, vuelven a ser reivindicados, en los 200 primeros puestos, ‘Slanted and Enchanted’ de Pavement (199), el debut de The B-52’s (198), ‘Forever Changes’ de Love (180), ‘In Utero’ de Nirvana (173), ‘Bridge Over Troubled Water’ de Simon & Garfunkel (172), ‘Violator‘ de Depeche Mode (167), ‘Rid of Me‘ de PJ Harvey (153), ‘Nebraska’ de Bruce Springsteen (150), ‘Dummy‘ de Portishead (131), ‘Disintegration’ de The Cure (116), ‘Transformation’ de Lou Red (109), ‘Supa Dupa Fly‘ de Missy Elliot (93), ‘Loveless’ de My Bloody Valentine (73), ‘Hounds of Love‘ de Kate Bush (68), ‘Graceland’ de Paul Simon (46), ‘OK Computer’ de Radiohead (42), ‘Ziggy Stardust‘ de David Bowie (40), ‘Back to Black‘ de Amy Winehouse (33) o varios trabajos de los Beatles, Bob Dylan, Sade, Outkast, Joy Division, Kanye West o Pink Floyd.

PtaZeta y Juacko pueden triunfar más allá de ‘Mami’

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Esta semana, la rapera canaria PtaZeta coloca su single ‘Mami’ en el número 7 de la lista de singles española después de que el tema, publicado en diciembre del año pasado y producido por el también canario Juacko, haya conseguido escalar hasta el número 5 de los más escuchados en todo el top 50 de Spotify España, siendo ahora mismo top 4 en la mencionada tabla. Sin prisa pero sin pausa, ‘Mami’ ha ido ganando popularidad hasta superar actualmente las 15 millones de escuchas en la plataforma sueca gracias a su disfrutable sonido de dancehall post-veraniego, y a un estribillo que se clava a fuego en el cerebro tras una primera escucha: «mami, esto es por ti, no quiero Grammys, que estás por mí, lo sé, y yo por ti, estoy haciendo cash pa’ volar de aquí».

‘Mami’, que aterrizaba en la lista de singles española exactamente el día 18 de agosto para no dejar de alcanzar nuevos máximos desde entonces, ya es disco de oro en nuestro país, un hito absoluto para esta joven de 21 años que apenas el año pasado empezó a publicar sus primeras canciones a través de vídeos cortos de Instagram… para después conseguir en Twitter un éxito viral con el adelanto de 55 segundos de ‘Mensaje enviado’, uno de sus singles más hip-hoperos y agresivos y cuyo gancho melódico es el sonido de una flauta sintetizada tocada como mal.

El secreto del éxito de PtaZeta es claramente su estupendo «flow», así como su carisma, con el que la artista se merienda totalmente la cámara, pero también hay que hablar del trabajo a la producción de su compañero de juego, Juacko. Su producción en el dancehall tropical de ‘Mami’, burbujeante y lustrosa, hace pensar en la mejor Bad Gyal… pero también en Kali Uchis, mientras el reciente single ‘Ayer la vi’, lanzado el pasado mes de agosto, tampoco va corto de potencial internacional haciendo uso de ritmos propios de la soca caribeña… y melódicamente de ese «mama-say-mama-sa» que tantas veces ha sido fusilado en la música pop. Es un tema pensado, mimado y hecho para triunfar.

Como decimos, ‘Mami’ es actualmente top 4 en el top 50 de Spotify España: apenas le adelantan ‘Hawái‘ de Maluma, el remix de ‘Relación‘ de Sech con Daddy Yankee, J Balvin, Rosalía y Farruko y el remix de ‘Ayer me llamó mi ex’ de KHEA con Lenny Santos, todos ellos publicados por artistas consolidados desde hace rato en las listas de éxito españolas. Superando por muchísimo las escuchas de otros dignos singles como el melancólico ‘Déjate ser’ guitarrita mediante, o el trap convertido en champeta de ‘Be Yourself’, es claramente uno de los hitazos del momento a pesar de venir de una artista emergente que hasta ahora no puede decirse sea demasiado conocida por el gran público. ¿O ya sí?

Escucha los «Revelación o Timo»






Ozuna sube al número 1 de álbumes en España con ‘ENOC’; entran Marwan, Feid, Marilyn Manson…

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Ozuna sube esta semana finalmente al número 1 de la lista de ventas española ‘ENOC‘. Al cantante portorriqueño, la primera posición de la tabla se le resistió la semana pasada debido a la sorpresa dada por la banda madrileña Sidecars con su nuevo disco ‘Ruido de fondo’, que entraba directa al número 1 gracias probablemente a la suma de sus buenas ventas físicas y cifras en streaming. ‘ENOC’, sin copia física en el mercado, se confirma por tanto como el disco más reproducido de la semana, lo cual era de esperar dado el éxito de singles como ‘Caramelo’ o ‘Una locura’ con J Balvin y Chencho Corleone, que acaba de entrar en el top 10 de su respectiva lista.

A las puertas del número 1, solo bloqueado, de hecho, por los dos gigantes del reggaetón, Ozuna y Anuel AA, entra el rapero y poeta madrileño Marwan con su nuevo trabajo, ‘El viejo boxeador’, que ha de quedarse en un nada desdeñable tercer puesto. Por su parte, el cantante David DeMaría coloca su nuevo disco ‘Capricornio’ en el número 4, y la reedición de ‘Escapadas’ de Antonio Vega, que contenía las participaciones de Amaral, Elefantes, Jarabe de Palo o Ketama, debuta en el número 4. Finalmente, completa la tanda de nuevas entradas dentro del top 10 de la lista de ventas española ‘WE ARE CHAOS‘, el nuevo álbum de Marilyn Manson. El dato comercial de ‘WE ARE CHAOS’ ha sido similar en Estados Unidos (top 8) y Reino Unido (top 7). En España, ‘Heaven Upside Down‘ alcanzó el número 6, mejorando por mucho los datos obtenidos por ‘The Pale Emperor‘ (15) y ‘Born Villain‘ (28). A modo de apunte, el disco de Marilyn Manson que mejor dato ha registrado en nuestro país es el editado en 2003, ‘The Golden Age of Grotesque’: un top 5.

Las dos curiosidades de la lista de ventas esta semana las protagonizan Lady Gaga y Bradley Cooper por un lado, y Miss Caffeina por el otro. La banda sonora de ‘A Star is Born‘ registra la subida más fuerte de los últimos siete días, escalando del 68 al 44… más las que probablemente subirá la semana que viene ya que la propia película ‘Ha nacido una estrella’ acaba de ser emitida en La 1. Y en el número 33 entra, por primera vez, ‘Imposibilidad del fenómeno’, el primer disco de Miss Caffeina. La banda liderada por Alberto Jiménez ha sido número 1 con su último disco, pero, como veis, con el primero jamás logró entrar en lista hasta este momento. ‘Imposibilidad del fenómeno’ vio la luz en el año 2010.

Finalmente, en el número 37 entra ‘Bahía ducati’ de Feid, exitosísimo cantante de reggaetón colombiano que ha triunfado gracias a éxitos como ‘PORFA’ -remezclado después con la participación de, ojo, Maluma, J Balvin, Nicky Jam, Sech y Justin Quiles-; y en el 43, el rapero gallego Hard GZ coloca su álbum ‘Siempre’ auspiciado por el éxito en streaming de los singles ‘Mortales’ y ‘Dime cuánto’.

Chavales / Tu foto en el techo

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Dos «chavales» aparecen en la portada de la primera edición física del dúo formado por Javier Paredes y Daniel Rodríguez y llamado así, Chavales. Uno escucha música con los cascos delante de su teclado y una colección de CD’s y vinilos -no muchos-. El otro prefiere jugar con la Switch pasando un poco de su gato, mientras se echa un cigarro y se toma un pequeño refrigerio. Se nos están dando tantas pistas sobre cuáles son las inquietudes de Chavales como en la portada del primero de Oasis los hermanos Gallagher nos mostraban que lo más importante para ellos era el pop de los años 60 y el fútbol.

Lo de Chavales son los teclados. A ellos deben el gancho principal de la gran canción con que los conocíamos hace unos meses. ‘Las plantas de la terraza’ era una de esas composiciones que parecían capaces de predecir una pandemia («Hoy me ha gritado que el fin está cerca / Un señor en el andén»), pero que puede sobrevivir a la misma por la gracia con que despliega un par de líneas de teclado, y también su estribillo. ¿Qué discos podemos imaginar que son los que aparecen en dicha cubierta? Seguramente muchos de su sello, Elefant, desde Family a Papa Topo pasando por casi todo lo que ha habido en medio: La Casa Azul, La Monja Enana, Ultranol… Y también algo de los 80. Hay alguna sección de acordes que remite a los Smiths (esa guitarra de la portada) y de teclados a OMD, lo cual es lo mismo que decir que Chavales te gustarán si te gustan grupos algo más recientes como The Tough Alliance.

De esta manera, ‘Ey, que estoy aquí’, sobre la admiración de alguien que no nos hace ni caso en clase, podría ser el nuevo ‘Hoy me has dicho hola por primera vez’, pero su jangle pop nos remite más bien a The Drums. Su frase «joder, qué descontrol» nos hace pensar en un pop carpetero en la onda de Objetivo Birmania, lo cual incluso pasa cuando las canciones hablan de verdaderos desastres y caraduras, como ‘Ernesto’. Eso sí, el mini álbum de 9 canciones en 26 minutos tiene tiempo de darnos alguna sorpresa: ‘No me lo creo’ incorpora un ritmo de reggaetón al modo en que Joe Crepúsculo chillaría uno, ‘Me conformo’ una intención algo más cósmica y melancólica, y ‘Dame veneno’ un estribillo pasado por un vocoder que ni Daft Punk. Todas juntas construyen un mini LP bastante simpático de target muy definido en el mundo del pop, ese rincón en el que importa más el DIY, la naturalidad y los infortunios de la cotidianidad que las clases de canto y la poesía: «Te propongo / aunque me cueste un montón / que no me escribas al móvil / cuando estés de botellón».

Clasificación: 7/10
Lo mejor: ‘Las plantas de la terraza’, ‘Dame veneno’, ‘Ey, que estoy aquí’, ‘Tercera cita’
Te gustará si te gusta: Ultranol, The Tough Alliance, Cariño
Youtube: vídeo de ‘Las plantas de la terraza’