Inicio Blog Página 687

Así fue la gala 0 de Operación Triunfo 2020: cambiar (un poco) para que no cambie (casi) nada

29

Han vuelto. Han vuelto los lunes con unas ojeras que dibujan en nuestra cara la palabra «culpable». Culpable de haber dormido cinco horas y, peor, de haberlo hecho para ver una gala 0 de Operación Triunfo 2020 que, después de todo, no ha cambiado tanto. Concedo que esta primera emisión es atípica, en tanto que se muestran numerosos vídeos de los concursantes descartados de entre los treinta finalistas del casting y que aún no se entra a juzgar a los dieciocho (dieciséis al final del programa) con la severidad que se espera de un jurado presidido por Nina, escoltada por Natalia Jiménez –algo desubicada–, Javier Cano –tibio– y Portu –que promete dar jueguecillo–.

Pero anoche no. Anoche todo fueron parabienes para el denominado «mejor casting de la historia del programa». Y fueron ímprobos los esfuerzos de todos, jueces, profesores y hasta de Roberto Leal, por exaltar a los chavales y el «nivelazo» de las actuaciones. Pero, después de tantas ediciones y aún con las dos últimas muy recientes, no es fácil manipularnos: no fue para tanto. Sí se puede decir que, pese a la juventud generalizada de los seleccionados –fue impactante que se descartara a una de las favoritas para entrar, Della Du, porque ya no tenía mucho que aprender… ¡con 27 años!–, la soltura sobre las tablas y la afinación –tradicionalmente un desastre– estuvo por encima de la media de otras galas 0. Pero tampoco fue para morirse.

Porque, a la espera de ver qué deparan a partir de la gala 1 los retoques en la mecánica del programa, parece que poco va a cambiar en cuanto al perfil artístico ofrecido: dieciocho años después de la edición que alumbró a Manuel Carrasco, ahí tenemos a Jesús –insulsísimo con una inofensiva ‘Vengo venenoso’– y Javy –aflamencando a Sabina–, una suerte de Zipi y Zape de Barbate que aspiran a cubrir ese target entre los seguidores que sintonizan Cadena 100 con asiduidad. Se lo pondrá difícil Rafa, que interpretó ‘Mi primer día’, una canción terrible, famosa gracias a un anuncio de bollería ultraprocesada y, sí, empalagosa. Con un teórico «buen rollo» insoportable, más bien parecía estar haciendo una prueba de Got Talent (donde la música es lo de menos) o El Club de la Comedia. Incomprensiblemente –salvo por los LOLes–, fue clasificado de manera directa.

El cupo de guaperas carpeteros queda cubierto con Nick –cuya versión acortada de ‘Wrecking Ball’ se hizo hasta larga– y Hugo, que contra todo pronóstico cantó por Leiva. Bruno, un mayumaná cantante, se la jugó con ‘Believer’ de Imagine Dragons y unos falsetes de llorar (de mal). Al final, el profesorado optó por él en detrimento de Adri Acuña, que estuvo ostensiblemente mejor en su interpretación de ‘Me rehúso’. Adiós pop urbano. Así, en este sector masculino, solo Gèrard –que fue de menos a más con su ‘This Is The Last Time’– y sobre todo Flavio –un joven Matt Damon pianista y con una voz gravísima alucinante, que se desmarcó con un tema country– prometen ser la nota discordante y aspirantes a llegar lejos en el programa, cuanto menos. ¿Habemus Orville Peck de la huerta murciana?

Como sucede en el mundo real, las féminas en cambio mostraron perfiles más diversos e interesantes. Aunque Eli, que prometía mucho como ex-rapera, se hizo pequeña ante un clásico del blues como ‘Mustang Sally’, Maialen no convenciera con su papel de fresita –quizá se pasó un poco de rosca escogiendo un tema poco conocido de los colombianos Monsieur Periné–, Valery trajera a la mente otra era de OT con una trasnochada y gritada versión de ‘Titanium’ –quedó fuera de la selección final con justicia– y Anaju se viera superada por ‘Catalina’ en la versión de Rosalía –una apuesta arriesgadísima, la verdad–, el resto de chicas dejaron buena impresión.

Samantha, que de manera increíble solo cuenta con 40% de audición en ambos oídos, logró imponer su bonito timbre vocal a un arreglo horrible de ‘Que tinguem sort’ de Lluis Llach; la jovencísima Anne, viejoven en lo musical y posible gran tapada del programa, convenció pese a ponerse a sí misma la traba de acudir a una canción tan manida como ‘Moon River’; Eva logró, echándole un morro increíble (quizá se pasó de mohínes) y con una voz bonita y rica, poner frescura a ‘Let’s Twist Again’; y Ariadna, pese a escoger un tema tan recurrente como ‘Por la boca vive el pez’ de Fito y Fitipaldis, demostró una voz rotunda sobre un arreglo de piano ideado por ella. Y, sobre todas ellas, Nía despuntó como aspirante a diva pop más completa, marcándose una versión bien cantada, rapeada y bailada de ‘I Like It’ de Cardi B, con gran despliegue escénico. Un espectáculo impropio de la gala inaugural.

Así las cosas, parece que después de todo no vayan a cambiar tantas cosas en el nuevo OT, sino al contrario: las chicas muestran ser más preparadas, arriesgadas y personales que los chicos, mientras que el programa tratará de exprimir el papel del bufón (Rafa) y los guaperas. Además, claro, de las historias personales de cada alumno, convenientemente narradas con imágenes de sus respectivas (y aún cercanas) niñeces en unos vídeos de presentación más propios de GH. Recordemos que venimos de la edición del programa menos vista de su historia, así que se la juegan. Pero también conviene no olvidar que al final esto sigue yendo de cantar y transmitir. Parece que hay buen nivel, sí, pero a estas alturas de la anterior edición decíamos lo mismo y… al final ganó Famous.

Stormzy logra su top 1 en discos en UK pese al «beef» con Wiley por trabajar con Ed Sheeran

1

Entre lo de Rod Stewart y lo de Robbie Williams, el segundo disco de Stormzy no había logrado llegar al puesto número 1 de álbumes en Reino Unido como sí lograba su debut en 2017, ‘Gang Signs & Prayer‘. Parecía que Stormzy tenía que conformarse con el puesto 2, pero todo ha cambiado una vez pasada la fiebre navideña. ‘Own It’, la nueva colaboración del artista con Ed Sheeran y Burna Boy, es por segunda semana consecutiva el top 1 de singles en Reino Unido y en esta coyuntura, Stormzy ha logrado al fin llevar el disco ‘Heavy Is The Head‘ al número 1 de álbumes también, haciendo doblete. La semana pasada vendía otras 23.000 unidades que allanan su camino hacia el platino tras haber rebasado el disco de oro.

Stormzy no se dormía en los laureles y, a la desesperada, rebajaba su disco a 5,99 libras en Google, a 4,99 libras en iTunes, a 4,99 libras tanto en digital como en físico en Amazon, y a 4,99 libras el CD en los grandes almacenes HMV. Pero es que además el artista ha sido noticia en las islas británicas día sí, día también, gracias a su beef con Wiley. En este álbum de Stormzy hay una canción llamada ‘Wiley Flow’ destinada al pionero del grime a modo de homenaje, pero eso no ha sido impedimento para que Wiley saque una canción contra Stormzy en la que viene a decir que Stormzy es «peor que Ed Sheeran».

En el tema llamado ‘Eediyat Skengman (Stormzy Send)’ Wiley indicaba que todos le copian, y que a Stormzy «nunca le ha preocupado el grime», sino que lo ha utilizado para «hacerse famoso». Stormzy respondía con la canción ‘Disappointed’, Wiley con la segunda parte de «Eediyat Skengman», en la que volvía a insistir en que Ed Sheeran no debería verse involucrado en la escena grime; Stormzy contestaba con la pista ‘Still Disappointed’ proclamándose «rey del grime» y preguntando a Wiley «por qué ha mandado a su madre a Chipre»… y así hasta llegar al surrealismo de que Black Midi han sacado otro tema sobre todo esto llamado ‘ded sheeran’.

En la tercera y última parte de la canción de Wiley sobre Stormzy le dice que deje a su madre tranquila, le recuerda que tenía 4 años cuando Dizzee (Rascal) hizo ‘I Luv U’ y le indica que ahora le está ayudando a vender entradas para su gira con toda esta polémica. Aunque llegados a este punto, es cuestionable que estemos ante un debate serio sobre autenticidad, o ante mero oportunismo. Y es que por un lado no sabemos si a Ed Sheeran le van a quedar muchísimas ganas de seguir trabajando con artistas de grime después de todo esto, por mucho número 1 que se haya sumado con ‘Own It’ y con la previa ‘Take Me Back to London’; pero por otro tanto Stormzy como Wiley están sumando millones de reproducciones con esta saga, ganando notoriedad en ambos casos.






Shakira se apoya en otro hit de los 90 para intentar arrasar junto a Anuel AA

35

A tres semanas de actuar en el intermedio de la Super Bowl junto a Jennifer Lopez, Shakira estrena un single ideado para conquistar las listas de éxitos. Se trata de ‘Me gusta’, un dúo con el intérprete de algunos de los mayores hits del mundo latino durante el último par de años, Anuel AA. El artista portorriqueño, que estaba detrás de canciones de streamings tan sumamente millonarios como ‘Secreto’, ‘Amanece’, ‘Verte ir’, ‘Adicto’ con Ozuna y también la colaborativa ‘China’, pondrá algo más que un grano de arena para que ‘Me gusta’ pite.

Pero lo más llamativo en este tema desde el segundo uno es que Shakira tararea sin rubor otro hit de los 90. Tras el éxito de ‘Ritmo’ de Black Eyed Peas y ‘Con calma’ de Daddy Yankee, la nueva «víctima» es ‘Sweat (A La La La La Long)’, el archiconocido éxito de los jamaicanos Inner Circle en 1992. Ian Lewis está apropiadamente acreditado en las plataformas de streaming, y es en base a su idea que Shakira y Anuel AA han elaborado un nuevo intento de ‘Despacito’. En este caso, una canción de corte romántico sobre un amor en decadencia, incluso tristona pese a su título: «Antes me llenabas la casa de rosas / Y ahora solo vive llena de tus cosas / Te perfumabas cuando iba a visitarte / Y ahora ni compras la cuchilla pa’ afeitarte».

Detrás de ‘Me gusta’ también están Chris Jeday, quien ha trabajado con Daddy Yankee, Don Omar y Ozuna; Edgar Barrera, la conocida mano derecha de Maluma; o Alex AC Castillo, quien ha trabajado con Kesha, Ciara y Selena Gomez. No han faltado manos, como veis, para intentar levantar esto. Ahora solo falta comprobar si el público responderá.

Celeste, ganadora de BBC Sound of 2020, para el tiempo con ‘Strange’

0

A finales de la pasada semana se fallaba la votación de BBC Sound of 2020, que otrora ganaran artistas como Adele, Ellie Goulding, Michael Kiwanuka o Sam Smith. La triunfadora en este caso, y que por tanto sucede al rapero Octavian, ha sido la cantante Celeste, que ya iba con ventaja pues había sido recipiente del premio Rising Star de los BRIT y también del BBC Music Introducing Artist of the Year.

¿Correrá Celeste la suerte de Adele, al menos la de Kiwanuka o más bien igualará el destino de ganadores recientes del sondeo como Ray BLK o Sigrid? Es demasiado pronto para saberlo, pero de momento la cantante británica ha celebrado su victoria en el certamen con el estreno de una canción nueva en las plataformas de streaming, que además puede ser la más uptempo de su carrera hasta el momento. Con su ritmillo breakbeat y su energía épica, ‘Stop This Flame’ recuerda a ‘Heaven’ de Emeli Sandé, aunque su fórmula es mucho más clásica y jazzy, como demuestra la insistente melodía de piano en la que se sustenta la canción.

Es mucho más sentimental el repertorio de esta muchacha nacida en Los Ángeles pero criada en Brighton que creció escuchando a artistas de jazz y soul clásicos como Ella Fitzgerald, Otis Redding, Billie Holiday o Aretha Franklin, y que también podría ser fan de Amy Winehouse, pues a ella suena totalmente el single ‘Lately’. Sin embargo, la canción más popular de Celeste hasta el momento es una oscura y sobria balada a piano llamada ‘Strange’, que, con el acompañamiento adicional de unas cuerdas, es capaz de parar el tiempo con su apesadumbrado y decadente estribillo. Es hoy nuestra «Canción del Día». El añejo neo soul de ‘Coco Blood’ y ‘Father’s Son’ también ha dado alegrías a esta prometedora artista que ya había publicado el EP ‘Compilation 1.1’, en 2019.

Entre los artistas que se han quedado fuera del top 5 de BBC Sound of 2020 se encuentran Georgia, que acaba de editar el Disco Recomendado ‘Seeking Thrills‘, y Arlo Parks, autora del EP ‘Sophie‘.




Todos los «Revelación o Timo»

Operación Triunfo cambia en su edición 2020, ¿buscando el talento o simplemente más show?

3

Esta noche regresa a La 1 de TVE, tras un año de barbecho, Operación Triunfo. Y lo hace con cambios que van bastante más allá de la anunciada sustitución de varios profesores –entre los que destaca la artista independiente Zahara– y la renovación completa de un jurado presidido por Nina –directora de la academia de OT en sus primeras ediciones. Tras algunas filtraciones, el viernes el programa celebró una rueda de prensa de casi hora y media en el que explicó los cambios en la dinámica del concurso, que se antojan importantes.

Para empezar, llama la atención que en OT 2020 los nominados de cada semana no serán siempre dos de los cuatro seleccionados por el jurado. En este caso, no habrá límite en cuanto a número –si en alguna edición ya se llegó a decir «hoy deberíais estar nominados todos», ahora podrán cumplir ese sueño húmedo–. Además, el equipo de profesores de la academia podrá renunciar a salvar a uno de los alumnos como venía haciendo por norma hasta ahora. Y, para más inri, el favorito del público no tendrá inmunidad, como hasta ahora, aunque sí un privilegio que será diferente cada semana, desde «cantar en solitario, escoger pareja, elegir repertorio o salvar a alguien nominado».

Estas decisiones, explicó el equipo con Tinet Rubira al frente, tienen como objetivo dinamizar el programa, mejorar la competitividad de todos los concursantes y evitar que se adocenen –en referencia a algunos episodios de la anterior edición, en los que los concursantes se rebelaron contra los horarios de trabajo del programa–. Además hay otra novedad, que no es baladí: tras la ruptura con Universal Music, no habrá un acuerdo único con una compañía discográfica para desarrollar la carrera de los concursantes.

Aunque Sony Music publicará los discos de las galas, cada triunfito «encauzará su futuro según su perfil y público potencial» y se incluirá en la academia la figura de un consejero en cuestiones de management que ejercerá de orientador. Además, se les permitirá, si llega el caso, interpretar temas propios e incluso publicarlos como singles durante su estancia en la disciplina del programa. En ese sentido, se incluirá en los deberes de los alumnos una clase de composición, por la que les asesorarán Chiqui de la Línea –mentor de Rosalía en su formación académica sobre flamenco–, Pancho Varona, Leti Sala, Rozalén o David Otero, por ejemplo.

Se diría que el objetivo de todas estas novedades es mejorar en el hallazgo de talento que, tras la carambola de la edición 2017 –la de Amaia, Aitana, Ana Guerra, Lola Indigo, Alfred, etcétera– sufrió un bajón notable en 2018 –en la que apenas Natalia Lacunza y Alba Reche han dado muestras de poder asentarse–. Pero no nos engañemos: también hay una intención manifiesta por dar más espectáculo televisivo… más allá de la música. Así se explicaría la decisión de eliminar el tradicional pasillo de despedida para granhermanizar el adiós del expulsado: el programa terminará de inmediato y, en el post, Noemí Galera se llevará a aquel a un set cerrado donde le invitará a llorar a moco tendido y le permitirá escoger al único compañero del que le dejarán despedirse.

A todo esto, la clave de un talent-show estará en el casting y, en ese plano, todo suena un poco a que se buscará ya más la repercusión en las redes sociales que una buena voz o una personalidad única. Como si Paquita Salas formara parte del equipo, dijeron buscar «artistas demandados por el consumidor, con un perfil 360 y una imagen, un discurso y una motivación definidos» –esto es real– entre los 30 candidatos del casting final que optan a entrar a la academia.

El programa ha dicho de él que es el «mejor casting de la historia de OT». Si nos atenemos a las actuaciones que hay en el canal oficial de Youtube, entre versiones de The Cranberries (‘Zombie’, tampoco vayáis a esperar una cara B), Springsteen, Alejandro Sanz y Mecano, no parece que haya cambiado tanto el perfil. De entre ellos, si nos atenemos a las cifras, se intuye que Della Du, Sandra Groove, Hugo, Eli, Anaju, Flavio y Nick pueden ser de los que tengan más tirón. En unas horas, sabremos quién acumula más likes, independientemente de lo bien que interpreten. Y, más importante, si estamos ante una edición de bisbales y amaias, o una de vicenteseguís y mariosálvarez.

‘Rambalín’ de Rodrigo Cuevas recuerda a un icono ultralocal que no debería ser olvidado

3

La casualidad ha querido que, este año, dos artistas asturianos hayan publicado sendas canciones dedicadas a Rambal, el transformista de Cimavilla que fue asesinado a puñaladas en 1976 y que se ha convertido en un icono de Gijón. La primera la firmaba hace poco más de un mes Pablo und Destruktion, que en su canción ‘Gijón’ cantaba: “en el puerto de Gijón ahí andaba Rambal / por las noches de hembra, por el día chaval / Bromas, sexo y delito, verdadera bondad / Mucho más que un marica, un héroe nacional”.

La segunda es tan reciente que ha visto luz a mediados de diciembre, dentro del debut oficial del artista de cabaret y cantante asturiano Rodrigo Cuevas. La penúltima canción del Disco Recomendado ‘Manual de Cortejo’ -hecho mano a mano con Raül Refree- lleva directamente el nombre de ‘Rambalín’ y es una emotiva balada con mucha historia dentro de su composición, pues cuenta con la participación del Coro Minero de Turón e integra el testimonio sobre Rambal de La Tarabica -otro personaje muy querido en la ciudad- extraído del Archivo de Fuentes Orales para la Historia Social de Asturias. En la canción, La Tarabica cuenta que Alberto Alonso Blanco era «una cosa mítica en Gijón, porque en aquel tiempo a los maricones los censuraban mucho y los insultaban» -estamos en pleno franquismo-, y habla sobre el modo en que fue asesinado: ya con Franco muerto, cree que fue un «ricachón» quien le mató, le quemó y después prendió fuego a su casa para que no quedara ninguna prueba, y que por este motivo el caso nunca ha sido resuelto.

En ‘Rambalín’, Cuevas narra la historia y el trágico final del transformista con mucha poesía, recordando el modo en que deslumbraba al barrio con su arte y con su «ostentación de libertad» acompañado, a su vez, por el sonido de una guitarra eléctrica y de un acordeón. Tal era la buena fama de Rambal en Cimavilla que era su madre, Concha la Guapa, quien salía a la calle a «anunciar la función» del artista, provocando el «alboroto» de la ciudad. Cuando en este momento entra el Coro Minero de Turón los pelos de punta están asegurados. El ánimo de la canción cambia lógicamente cuando llega el momento de la muerte del transformista («nun hai cosa más valiosa y difícil d’algamar, con cuchillitos de plata te la fueron a robar») pero la interrupción de La Tarabica, en lugar de entorpecer la composición, no hace sino enriquecerla. Y lo que hace Cuevas con ‘Rambalín’ es lo mismo, enriquecer con ‘Rambalín’ un poquito el pop español gracias a una historia que merece ser escuchada y que no debería ser olvidada.

Lo mejor del mes:

Así está Dua Lipa convirtiendo ‘Don’t Start Now’ en un clásico

29

Dua Lipa sigue arrasando con ‘Don’t Start Now’, lo cual no es ninguna sorpresa. Cuando la canción salió el pasado noviembre, la identificamos al momento como una de las mejores canciones de 2019. Nunca ha habido duda de que su éxito fuera a alargarse hasta bien entrado el nuevo año.

De hecho, ya entonces augurábamos que su impacto iba a producirse a largo plazo. Y es que aunque el número 1 en Reino Unido se le ha resistido por el momento, el tema, reciente top 1 en JENESAISPOP, está manteniendo cifras fantásticas. Actualmente es top 8 en la lista global de Spotify, mientras tras la Navidad ha subido del 14 al 3 en Reino Unido y del 31 al 21 en Estados Unidos. En la plataforma sueca lleva 251.557.314 millones de streamings.

La conclusión ante estos datos es que Dua Lipa parece estar consagrándose definitivamente con ‘Don’t Start Now’ tras el éxito de su debut. Y sobre todo del single ‘New Rules’, que fue a escala global y de una envergadura ya muy posible de igualar por la propia artista. Por suerte, esta vez Dua Lipa no va a tener que esperar a lanzar un séptimo single para triunfar. Pero en este caso tampoco puede decirse que deba el éxito de ‘Don’t Start Now’ a la suerte.

La promoción de ‘Don’t Start Now’ está siendo de las más disciplinadas y perseverantes que se han visto en el pop reciente. Porque al margen de que la canción estuviera funcionando en las listas por cuenta propia, Dua la está defendiendo como merece. Por ejemplo, con diversas estrategias centradas en su calidad musical y no en ventas rápidas y desesperadas. Su última idea ha sido realizar una versión en directo de ella acompañada por una banda de 19 músicos. Por si había duda de que esta eufórica composición de música disco resistiera una interpretación con instrumentos en directo como en los viejos tiempos, la versión lo confirma.

El 10 de enero sale también en streaming un surtido de 5 remixes de ‘Don’t Start Now’ que muchas pistas de baile recibirán con los brazos abiertos. Y antes que todo esto, Dua Lipa se ha currado la promoción del single principal de ‘Future Nostalgia’ de otra manera. Esto es, matándose a presentarla en vivo por todas partes. Tras estrenarla en directo en los MTV Europe Music Awards, Dua ha realizado presentaciones parecidas en diversas galas. Premios y programas de televisión de Australia a Japón le han dado la bienvenida. Y en la mayoría de casos ha sido con actuaciones muy cuidadas y televisivas, con bailarinas, coreografías y llamativas puestas en escena, que se han prestado a repetidos visionados. ¿Cuánto hacía que un artista pop defendía un primer single de esta manera? Aunque se le termine escapando el ansiado top 1 en Reino Unido, no cabe duda que Dua Lipa se está encargando de convertir esta canción en un clásico.











Las Mejores Películas de 2019

46

‘Parásitos», ‘Erase una vez en… Hollywood’ de Tarantino o en España ‘Dolor y gloria’ han certificado un año estupendo para el cine. En este artículo, JENESAISPOP repasa cuáles han sido las 20 mejores películas de 2019, al tiempo que os invita a repasar los especiales de años anteriores:

1.- Parásitos, Bong Joon-ho

Desde su estreno en Cannes, donde se llevó la Palma de Oro, no ha parado de ganar premios (el último, el Globo de Oro), vender entradas (va camino de convertirse en la tercera película de habla no inglesa más taquillera de la historia tras ‘La vida es bella’ y ‘Tigre y Dragón’) y recibir elogios (rara es la lista del año donde no salga). Nosotros no vamos a ser una excepción. ‘Parásitos’ es la mejor película estrenada en 2019. ¿Cómo describirla? ¿Es una comedia de enredos para toda la familia? A nadie en su sano juicio se le ocurriría decir eso tras verla, pero es cierto que, por momentos, podría decirse que lo es. ¿Es una comedia negra? Se acerca más, pero no. ¿Es un drama? ¿Es un thriller? ¿Es una radiografía social? ¿Es terror? ¿Es sátira política? ¡¿Es un slasher?! La respuesta a todas estas preguntas es “sí” y “no” a la vez. No es que ‘Parásitos’ sea “una mezcla de géneros”, es que juega con ellos como si fuese el muñeco de Flubber, pero presentando no un ser deforme y viscoso, sino un perfecto puzzle. Uno de esos que dan envidia de lo bien hechos que están.

2.- Érase una vez en… Hollywood, Quentin Tarantino

La mejor película de Tarantino en mucho tiempo también llegó directamente desde Cannes (menudo año ha tenido el festival). ‘Érase una vez en… Hollywood’ es una celebración del cine y de su cine; un viaje por el Hollywood de la época, en donde no faltan las largas escenas con diálogos ingeniosos y brillantes marca de la casa, pero también reside en ella una sensibilidad pocas veces contemplada en el cine de Tarantino, y que le sienta de maravilla. Es la primera película en la que está tan presente el amor que siente hacia sus personajes. El resultado es un auténtico disfrute de película que nos recuerda por qué es uno de los cineastas americanos más importantes en la cultura pop desde hace más de dos décadas. Esperemos que cambie de opinión y su carrera no termine con su –próxima– décima película.

3.- Dolor y gloria, Pedro Almodóvar

Pues sí, otra de Cannes. Y si no llega a ser por las dos anteriores, la última de Almodóvar podría ser considerada la mejor película de 2019. Para aquellos que llevamos toda la vida creciendo con su cine, esta cinta es un verdadero regalo. Primero porque durante todo el metraje aparecen temas, personajes y frases que conectan con su filmografía sin que sientas que ya te lo han contado. Y, segundo porque, junto a ‘Hable con ella’, esta la historia más virtuosa narrativamente que jamás ha contado Pedro. Una donde conviven sin necesidad de sus clásicos carteles explicativos distintos espacios temporales y distintos planos de realidad y ficción. Que todos estos capítulos parezcan el mismo demuestra un dominio de la narración al alcance de muy pocos. Que lo consiga desde la sinceridad total, con Almodóvar atreviéndose incluso a mostrar la dirección real en la que vive actualmente en Madrid, ya es un verdadero milagro.

4.- Joker, Todd Phillips

‘Joker’ es uno de los grandes títulos de 2019, y lo es no solo por su calidad como película, sino por todo lo que significa. Por todas las cosas que puede significar, por todas las reacciones que va a despertar y por todo lo que es capaz de representar, sea o no intencionado. Y, por supuesto, por el duelo interpretativo entre Joaquin Phoenix y Robert de Niro, que nos da una de las mejores secuencias del año. Es una cinta que hay que ver, aunque luego te encante o te horrorice. Pero también avisamos: se ve venir de lejos que es esa película con la que sus mayores defensores, o parte de ellos (“not all men”) va a ser insufrible. Y vais a escuchar eso de “si no te gusta, es que no la has entendido”. Aunque les reconozco que aquí tiene sentido. You wouldn’t get it.

5.- Historia de un matrimonio, Noah Baumbach

La mejor película de Netlix de 2019 es también el mejor trabajo en la carrera de Noah Baumbach. El director se apoya en su excelente reparto, donde no sólo brillan Driver y Johansson, sino también todos los secundarios, especialmente una grandiosa Laura Dern que además cuenta con uno de los mejores momentos de la película: un hilarante monólogo sobre la Virgen María. Sus más de dos horas transcurren con ligereza pese a su intensidad; es una obra hecha en estado de gracia, de esas en la que todo fluye, de las que camuflan su complejidad con simpleza. ‘Historia de un matrimonio’ no es una historia sobre el desamor. Es una historia de amor entre dos personas que ya no quieren estar juntas: de lo que fue y de lo que queda. Su final, tan agridulce como lleno de ternura, supone el broche perfecto a dos personajes que perdurarán en la memoria cinéfila.

6.- Lo que arde, Oliver Laxe

El tercer largometraje de Oliver Laxe, un drama intimista ambientado en la Galicia rural sobre un hombre que sale de la cárcel tras cumplir condena por haber incendiado el bosque cercano a su aldea, confirma al director gallego como un cineasta imprescindible en el cine español. La película es una muestra excelente de slow cinema –un término que algunos teóricos han utilizado para referirse a cierto cine de planos largos y tramas mínimas–, un filme que se apoya casi al completo en lo meramente visual logrando crear imágenes que trascienden mucho más allá de lo estético. En Cannes le han programado (y premiado) las tres veces en secciones paralelas. Su salto a la sección oficial de este o cualquier festival de renombre debería llegar a la próxima, pues con su escueta filmografía ya ha dejado evidencia de sobra de su tremendo talento.

7.- La favorita, Yorgos Lanthimos

Entre la masturbación que abre la película y la que la cierra, Lanthimos narra la historia de un triángulo sentimental formado por dos consejeras reales, las “favoritas” de la reina (estupendas Rachel Weisz y Emma Stone), que se disputan con uñas y dientes el favor de la monarca británica (fabulosa Olivia Colman). El resultado de esta pelea es una irresistible tragicomedia sobre los rituales de sumisión y dominación, filmada por medio de recursos estilísticos sorprendentes –lentes deformadas, grandes angulares–, la inclusión de música y bailes anacrónicos, y la utilización de (viperinos) diálogos llenos de modismos actuales (“fuck, fuck, fuck”). A través de esta mirada contemporánea, el director retuerce los rígidos códigos genéricos del cine histórico para crear una obra que deforma el pasado para dialogar con el presente.

8.- Ad Astra, James Gray

‘Ad Astra’ puede entenderse como una especie de mosaico en el que su autor explora con minuciosidad cada detalle de un guion ambiciosísimo a niveles temáticos; fiel a sus tiempos y sin intención de ser un mero pasatiempo para un espectador pasivo. Es una obra exigente y difícil pero en la que, a menudo, es sencillo perderse gracias a una dirección sobresaliente que saca el máximo partido posible al impresionante apartado visual –la fotografía de Hoyte Van Hoytema merece, como mínimo, una nominación al Oscar–, y también al sonoro, con un uso modélico de la preciosa partitura de Max Richter. Por otro lado, Brad Pitt, en una interpretación muy contenida, pocas veces ha estado tan expresivo. En sus ojos están la esperanza y la desesperanza del mundo cada vez más deshumanizado en el que vive su personaje.

9.- Retrato de una mujer en llamas, Céline Sciamma

Una de las mayores sensaciones de la sección oficial de Cannes de este año fue la última película de la interesante directora francesa Céline Sciamma, quien acabó llevándose el premio al mejor guion. Con ella, aporta un nuevo capítulo en su ecléctica obra siempre interesada en explorar la feminidad desde distintos puntos de vista. El agradable viaje amoroso y el juego de espejos y miradas que propone Sciamma con su visionado, compensa las deficiencias que pueda tener. Por aquí preferimos los diamantes en bruto y con todas sus asperezas como lo era ‘Bande de filles’ a la búsqueda de la perfección académica, pero ‘Retrato de una mujer en llamas’ es otra obra interesante de una cineasta que se niega a encasillarse y cuya sensibilidad está siempre impresa en cada plano de cada una de sus películas, por diferentes que sean entre sí.

10.- Midsommar, Ari Aster

Con apenas dos películas, Aster ha logrado crear un estilo claramente identificable, tratando temas que parecen obsesionarle como lo son la familia como entidad vulnerable y la pérdida de seres queridos desde una perspectiva cruda y siniestra. Esta nueva obra se distancia en muchos aspectos de la oscura ‘Hereditary’, aquí todo es luz y colores vivos pero sin embargo comparten ese componente macabro que lentamente se va gestando a lo largo de ambas cintas. A primera vista, lo que más llama la atención en ‘Midsommar’ es que todo sucede a plena luz del día. Pero el corazón de la película no puede ser más lúgubre. Aster ha confesado que fue una ruptura amorosa lo que le llevó a escribir este guion, y es que en el fondo el filme nos habla de la horrible sensación que deja un desengaño amoroso; de cómo pensamos que no va a haber nada más después y nunca podremos superarlo.

11.- El irlandés, Martin Scorsese

Es prácticamente imposible decir algo malo de ‘El irlandés’. Es sin lugar a dudas la obra de un maestro. Técnicamente es espectacular. Scorsese dirige con una precisión y un dominio de los espacios y de los tempos narrativos admirables. Lleva años haciéndolo, y en esta ocasión cuenta con un guion muy potente (y denso: lleno de detalles y subtramas sobre la mafia en las que es fácil perderse). Y en el aspecto visual la cuidadísima fotografía de Rodrigo Prieto destaca –tanto en digital como en 35mm– retratando las texturas de ese mundo turbio en el que se mueven sus personajes. Todo resulta épico y clásico. Y eso que la película no escatima en utilizar recursos narrativos postmodernos. Lo más interesante es la visión crepuscular de su autor expuesta en sus últimos minutos, donde realmente se ve la reflexión que busca y la profundidad de la película.

12.- Nación salvaje, Sam Levinson

‘Nación salvaje’ está llena de ira y de odio, y quizá por eso, es una de las radiografías más certeras sobre nuestra sociedad que se han visto en tiempo. Es una cinta que narra desde la perspectiva de una generación que se ha criado con las redes sociales. Y plasma de maravilla ese contraste que se genera entre lo positivo que es tener toda la información a tu alcance, que deriva en una mayor conciencia de movimientos como el feminismo, en ser más tolerantes con lo diferente o en tuitear sin pensarse dos veces que “los hombres que no comen coño hoy en día son unos sociópatas”; y el riesgo que conlleva estar expuesto continuamente, que tus datos lleguen a la persona equivocada o lo peligroso que es que las fotos que ves de cuerpos “perfectos” en Instagram sean tu modelo a seguir. Una de esas películas que generarán amores y odios a partes iguales, pero desde aquí reivindicamos esta caza de brujas contemporánea como una de esas experiencias cinematográficas que, por única, merece la pena vivir.

13.- Sauvage, Camille Vidal-Naquet

‘Sauvage’ fue una de las revelaciones del año pasado en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes (de hecho, este año el poster de esta sección era una fotografía de su protagonista) y, quizá, uno de los debuts franceses más interesantes de los últimos años. La ópera prima de Camille Vidal-Naquet se adentra en el mundo de la prostitución masculina a través de la piel de Léo, un chico de veintidós años que se gana la vida vendiendo su cuerpo en las calles. La cámara se mueve nerviosa en las escenas en exteriores, como en un intento de arrojar al espectador a la extrema realidad de su antihéroe, del que no se despega ni un segundo. Hay una sensación de inmediatez en la manera en la que está rodada que favorece a ofrecer esa crónica descarnada de la prostitución callejera que quiere ser, y que recuerda al arrebato con el que filmaba el primer Gus Van Sant.

14.- La casa de Jack, Lars von Trier

Lars von Trier consigue muchas cosas con esta historia de un asesino en serie contada en primera persona. A estas alturas muchas de ellas no haría falta mencionarlas en una reseña si se conoce bien su trayectoria, como la capacidad para conseguir que 100 personas se piren en mitad de la película en Cannes… pero aquí llegan a su punto máximo. Está claro que una película de von Trier no es precisamente la que llevarías a alguien a ver en una primera cita (o sí), pero las bestialidades de ‘La casa de Jack’ llegan a superar a las de ‘Anticristo’ –y si no lo hacen será solo por unas proporciones de humor negro ausentes en aquella–, y desde luego el horror y el mal cuerpo alcanza con cierta escena, el “Tercer Incidente”, el nivel del final de ‘Bailar en la oscuridad’. Solo que en el film de Björk aquello era al final, y aquí dicha escena se ubica hacia la mitad del metraje, de forma que el perverso danés juega un rato más con las mentes de sus espectadores.

15.- La hija de un ladrón, Belén Funes

Muchas críticas describen ‘La hija de un ladrón’ como “una historia de superación”, pero NO es una historia de superación; en todo caso, es la historia de alguien que se ve superada. Sara se ve superada por las circunstancias, y se ve superada porque toda su vida en sí sean las circunstancias. El “nadie va a quitarme esta pena” que canta Albany en una de las escenas iniciales es premonitorio del resto de lo que veremos, y el toque dardenniano de la película ayuda a sentirnos allí y a sentir el desasosiego de Sara. Domina el naturalismo, y no hay secuencias dramáticas sino drama en todas las secuencias. Esto no es un juego de palabras: la mirada de Funes intenta ser lo más neutra posible, casi rayando el documental, para mostrarnos a esa “persona normal” que Sara dice ser (y esa “familia normal” que anhela tener).

16.- Vivir deprisa amar despacio, Christophe Honoré

Cuando todo parecía indicar que Honoré se iba a convertir en algo así como el Julio Medem del cine francés, el año pasado regresó al festival de Cannes por la puerta grande. ‘Vivir deprisa, amar despacio’, cursilona traducción del original ‘Plaire, aimer et courir vite’ (cuyo título internacional es ‘Sorry Angel’, como la canción de Gainsbourg), compitió en la sección oficial. La película, ambientada en los primeros noventa, sigue la estela de títulos recientes como ‘Theo y Hugo: París 5:59’ (2015) o ‘120 pulsaciones por minuto’ (2017). De hecho, se podría ver como el reverso íntimo, poético y libertario de esta última, con toques de ‘Call Me by Your Name’ (2017). El director, que era un veinteañero en esa época, parte de sus propios recuerdos para construir una historia de amor marcada por la distancia –geográfica, generacional, emocional-, la fatalidad y la urgencia.

17.- Los hermanos Sisters, Jacques Audiard

Joaquin Phoenix no solo ha realizado una interpretación de Oscar en un filme estrenado en 2019, sino dos. La otra es la de Charlie Sisters, uno de los dos hermanos (el otro, John C. Reilly, también está de Oscar) que protagonizan esta fabulosa adaptación de la también excelente novela de Patrick deWitt (publicada en Anagrama). ‘Los hermanos Sisters’, primera película dirigida en inglés por el francés Jacques Audiard (‘Un profeta’, ‘De óxido y hueso’, ‘Dheepan’), es un western violento y melancólico, que respeta (con cariño, no con veneración) los códigos estéticos y narrativos del género, a la vez que juega con sus arquetipos y se aleja de la mitología asociada a él. Un relato sobre el salvaje oeste ambientado en plena fiebre del oro, que se transforma en una hermosa y emotiva historia de amor fraterno.

18.- La trinchera infinita, Jon Garaño, Aitor Arregui, José Mari Goenaga

Higinio y Rosa son un matrimonio de un pueblo andaluz cuya relación, como las de tantas otras parejas, se rompió por la Guerra Civil. Solo que, en este caso, el motivo no es que ejecuten o hagan prisionero a uno de los dos… o, en cierto modo, sí: uno de los dos se convierte en prisionero en su propia casa. Los directores debieron pensar en todo el potencial que escondían las historias de los llamados “topos” de la posguerra de cara a su nuevo proyecto tras los éxitos con ‘Loreak‘ y ‘Handia‘. Así, ‘La Trinchera Infinita’ nos presenta primero cómo el estallido de la guerra sorprende a la pareja, con una especie de prólogo en el que Higinio intenta escapar para, finalmente, volver a su casa y esconderse “temporalmente” bajo el suelo de ella, hasta que se calmen las aguas. Lo que ni él ni ella saben es que las aguas no se van a calmar y que ese “temporalmente” va a durar más de 30 años.

19.- ¿Podrás perdonarme algún día?, Marielle Heller

‘¿Podrás perdonarme algún día?’ continúa esa tradición tan estadounidense de los retratos de perdedores. El personaje que interpreta McCarthy no estaría muy lejos de otros fracasados célebres como el Ray Milland de ‘Días sin huella’, el Stacy Keach de ‘Fat City, ciudad dorada’ o el Nicolas Cage de ‘Leaving Las Vegas’. Aunque en este caso, la directora no se olvida de subrayar un importante matiz: Lee Israel era un mujer, y su amigo, el también nominado Richard E. Grant, un hombre homosexual en el Nueva York asolado por el sida de los noventa. La relación de amistad entre estos dos losers es la base dramática en la que se sustenta una estimulante trama delictiva que es presentada como una melancólica reflexión sobre la soledad, el miedo al fracaso y, en un giro de lo más revelador, como una versión esquinada del “sueño americano”. Ya lo dice la propia protagonista en el juicio: sus años como delincuente fueron los más felices y exitosos de su vida.

20.- La virgen de agosto, Jonás Trueba

Madrid en agosto puede verse desde dos perspectivas: como un lugar difícil de soportar debido al calor que hace o como una manera distinta de disfrutar de la ciudad, sin tantas aglomeraciones de gente y a un ritmo menos acelerado que el de costumbre. La mirada de Jonás Trueba sin duda recae en la segunda opción. La película narra la vida de una treintañera madrileña buscándose a sí misma durante la primera quincena de este mes. La acompañamos durante todo el metraje mediante episodios en los que se reencontrará con antiguos amigos y amores frustrados, y también conocerá a nuevos que marcarán su verano. Jonás Trueba es fiel a su estilo y continúa haciendo un cine intrínsecamente madrileño, con diálogos tan intelectuales como elevados, pero esta vez deja la grata sensación de que detrás de todo esto hay un cineasta valioso al que tener en cuenta.

Rat Boy / GOVERNMENT VACATION

1

No tanta gente explora los caminos en común entre indie y rap, hasta el punto de que extrañaba un poco ver emerger una propuesta como recientemente en España la de los post-punk ANTIFAN presentando canción con C. Tangana. El británico Rat Boy, proyecto del joven Jordan Cardy, lleva 2 discos apostando por esta opción, arrimándose tan pronto a los Strokes (‘Sign On’) como a The Go! Team (‘Laidback’), y siempre sin abandonar su rapeado.

2020 lo ha comenzado publicando un EP de 6 canciones que, en general, expresan su decepción por el sistema que nos ha tocado vivir, como proclama el single principal ‘Victim of a System’, desde ya una de sus producciones fundamentales gracias a sus vientos revitalizantes y a su letra sobre cambio climático y lucha social. A continuación, ‘Time On My Mind’, sobre un «desastre nuclear» y un «futuro» apocalíptico, puede ser un tema próximo al hip-hop pero sin prescindir de las guitarras tarantinescas, la psicodelia de Primal Scream y cierta querencia jamaicana que surge de vez en cuando en otras pistas de este ‘GOVERNMENT VACATION’. Como por ejemplo en su última pista y titular, cercana a los territorios de M.I.A., que concluye muy lejos de lo políticamente correcto: «He dicho lo que tenía que decir / ¿no escucháis? / voy a matar a ese político / me aseguraré de que desaparezca su cuerpo / sí, tengo un problema mental».

Pese a semejante jardín, estamos ante un EP de marcado carácter festivo, en sintonía con el espíritu del famoso himno de los Beastie Boys, con la excepción de la balada ‘Rewind’, una canción de amor construida como con una acústica de Dolores O’Riordan, el espíritu de Eminem y una melodía de Linkin Park. Un tema algo más desafortunado que abre una segunda mitad ya más plana, tras una primera que se completaba con la estupenda ‘Truth of the Youth’. Otra composición reivindicativa sobre la censura en los medios de comunicación, que cuenta con otro estribillo machacado pero para enmarcar, bastante simpático. «Somos los chicos sobre los que te advirtieron tus padres». Chicos que crecerán en la era Boris Johnson, pero que ahora habrán de hacerse oír más que nunca, como en los 80 se hicieron oír los Smiths y Public Enemy.

Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Victim of a System’, ‘Time On My Mind’, ‘Truth of the Youth’
Te gustará si te gusta: Beastie Boys, The Go! Team, Kasabian, Gorillaz
Escúchalo: el single en Youtube

Ni FKA twigs, ni Charli XCX, ni ninguna otra mujer opta al Álbum del año en los premios BRIT 2020

12

Esta tarde de sábado la industria discográfica británica ha anunciado las nominaciones a sus premios, los BRIT. Y llama la atención sobremanera que, en un año como 2019 en el que el pop mundial ha estado dominado por mujeres, no haya ni una sola que pueda optar al siempre especial Álbum del año, que el año pasado fue para The 1975.

Ni FKA twigs con ‘MAGDALENE‘, álbum que ha sido destacado como uno de los mejores de la pasada temporada por numerosos medios -incluido, modestamente, el nuestro-, ni Charli XCX, con el tan valiente como divertido ‘Charli‘, han sido merecedores de tal honor para la Industria Fonográfica Británica. No hablemos ya de propuestas mucho más minoritarias como Kate Tempest, Marika Hackman o Nilüfer Yanya. Michael Kiwanuka con ‘KIWANUKA‘, Stormzy con ‘Heavy Is the Head‘, los debuts de Dave y de Lewis Capaldi y ‘Fine Line‘ de Harry Styles son los discos nominados.

Pero no sólo llama la atención la escasa presencia de féminas en esa categoría, sino de una manera general, como si la existencia de un premio a la mejor artista femenina británica fuera suficiente. Allí sí encontramos a Charli y Tahliah Barnett, junto a Freya Ridings, Mahalia y Mabel. De hecho, la hija de Neneh Cherry es una de las artistas que más nominaciones acumula, con tres: opta también a artista revelación y a mejor canción por ‘Don’t Call Me Up‘. Y en ese área compite con nueve temas, todos interpretados por hombres (apenas se cuelan Normani y Sam Smith, además de Miley Cyrus como colaboradora de Mark Ronson). Lana del Rey, Billie Eilish, Post Malone, Bruce Springsteen o Tyler, the Creator se cuentan entre los nominados en apartados internacionales. Los BRITs se fallarán en la gala que se celebra el día 18 de febrero.

Los baterías de Metallica y Nirvana rinden tributo a su maestro Neil Peart de Rush

4

Tal y como confirmaron a última hora de ayer sus dos ex-compañeros de banda, Geddy Lee y Alex Lifeson, el que fuera batería de Rush durante décadas, Neil Peart, fallecía el día 7 de enero. Tenía 67 años y ha sido víctima de un cáncer cerebral contra el que llevaba batallando desde hace tres años y medio, según revela el texto de sus colegas. «Descansa en paz, hermano», termina su escueto texto en el que piden respeto a la privacidad de su familia. [Foto de la web de Neil Peart.]

Peart no solo está considerado como uno de los mejores y más influyentes baterías de rock de todos los tiempos, sino que además, y de manera bastante atípica, fue letrista de la mayor parte de las canciones de Rush. Así fue desde su segundo álbum, el icónico ‘Flight by Night’ de 1975 –Peart sustituía un año antes a John Rutney, baterista en el debut homónimo de los canadienses–, hasta el último gran tour del grupo de rock progresivo, en 2016. De hecho, en su vida publicó numerosos libros de ficción (incluido ‘Clockwork Angels’, que inspiró el último disco de estudio de Rush, en 2012) y sobre todo de no-ficción, volúmenes en los que narraba sus viajes por carretera tanto con el grupo como en motocicleta.

Peart está considerado un modelo de técnica y precisión para muchos baterías de rock, y su descomunal set de platos, aéreos y percusiones varias es una imagen absolutamente impresionante. Por tanto, no es de extrañar que, además de personalidades como el actor Adam Sandler y músicos coetáneos como Geezer Butler de Black Sabbath, Paul Stanley de Kiss o Judas Priest, algunos de los bateristas más reconocidos de la actualidad le hayan rendido tributo. Lo ha hecho Lars Ulrich, reconocido batería de Metallica, que le ha agradecido su «inspiración y sus consejos durante el camino, especialmente en los primeros días en que te tomaste la molestia de hablar con un joven y verde batería danés sobre grabación, equipamiento y las posibilidades que había por delante».

Y, aun más emotivamente, Dave Grohl, batería más recordado de Nirvana y luego líder de Foo Fighters. Grohl fue el artista que en 2013 presentó a Rush cuando fueron inscritos en el Rock and Roll Hall of Fame, y ha publicado una bonita nota: “Una inspiración para millones con un inconfundible sonido que instigó a generaciones de músicos (como yo mismo) a coger dos baquetas y perseguir un sueño. Un amable, reflexivo y brillante hombre que dominó nuestras radios y reproductores de discos no solo con su batería, sino también con sus bellas palabras». Su compañero a la baquetas en Foo Fighters, Taylor Hawkins, lo resumía de una manera más contundente: «Neil Peart tenía las manos de Dios. Fin de la historia».

No te pierdas… J Balvin sigue «viendo la vida en colores» con Takashi Murakami en ‘Morado’

4

Si te preguntaste por qué narices esa canción que J Balvin publicaba el pasado noviembre se llamaba ‘Blanco’, la respuesta –más o menos– llegaba ayer con el lanzamiento de un nuevo single. Se titula ‘Morado’, sin que el color tenga, en principio, relación alguna con su letra, desvelándose que a lo largo de los próximos meses publicará una serie de singles llamada ‘Seeing Life in Colours’, quien sabe si con destino un nuevo álbum que suceda al gran ‘Vibras‘.

El tema, producido por su colaborador habitual Sky, es esta vez un tema de reggaeton pop menos afilado, más amable, con un gancho inapelable: ese que dice «yo pedí un trago y ella la botella / abusa siempre que estoy con ella», dedicada a una mujer que supera las mejores expectativas del colombiano. No nos extrañaría que, mientras sigue funcionando su alianza con Black Eyed Peas en ‘Ritmo‘, esto se convierta en un nuevo hit del «niño ‘e Medellín».

El proyecto ‘Seeing Life In Colours’ no es solo musical sino también visual y, como Blanco, cuenta con un vídeo bastante espectacular dirigido por el reputado Colin Tilley (Kendrick Lamar, Iggy Azalea, Britney Spears), lleno de estilismos coloridos –con predominio del morado, obvio–, animales virtuales –incluidos un tigre albino y hasta un dragón– y mujeres perriando. Pero quizá es más llamativo que toda la dirección artística viene de la mano del artista nipón Takashi Murakami, que ya se había relacionado con el mundo del pop en vídeos de Billie Eilish, Kanye West o Pharrell. De hecho, es el diseñador de esa margarita sonriente que figura en las portadas de esta serie de singles y que parece íntimamente relacionada con el espectacular y surrealista diseño escénico que Balvin exhibió en su Arcoiris Tour de 2019.

J Balvin opta este año a un premio Grammy que, contra todo pronóstico, no es por ‘Con altura’, su monster-hit junto a Rosalía de 2019. Sino que, cruelmente, compite contra ‘El mal querer’ de la catalana en el premio a «Mejor álbum latino de rock, urban o alternativo». Lo hace con su estupendo disco colaborativo con Bad Bunny, ‘Oasis‘. En un par de semanas, cuando se celebre una gala en la que actúan Billie Eilish, Lizzo y Lil Nas X, conoceremos si alguno de los dos se alza con este premio o no.

Delaporte dan una vuelta de tuerca emocional y visual a su pop futurista con ‘Clap Clap’

1

Delaporte, formado por Sandra Delaporte y Sergio Salvi, se ha consagrado a lo grande en el pasado 2019. Tras despuntar en 2018 con su segundo EP ‘Uno’ y el single ‘Un jardín’, el dúo ítalo-español afincado en Madrid daba un puñetazo en la mesa con su primer largo, ‘Como anoche‘, un disco de pop electrónico tan ambicioso como hedonista repleto de canciones con madera de hit más allá del ámbito alternativo como ‘Ni un beso’, ‘Superman’ y ‘No te vas a olvidar’. Por supuesto, se han colado en nuestra selección de mejores canciones y discos de 2019.

Y ahora, tras un breve descanso de sus directos –en los que también han dado una idea de su capacidad para dar espectáculo y (con)mover al público–, no van a dejar de dar batalla en 2020. Con un segundo disco ya en el horizonte –han anunciado YA su fecha de presentación el 27 de noviembre en La Riviera de Madrid–, por lo pronto han presentado un nuevo single que, de nuevo, da en la diana de esa transversalidad pop que han venido demostrando. Se trata de ‘Clap Clap’, una canción que de nuevo da muestra de su gran capacidad para equilibrar audacia en la producción con el magnetismo en sus melodías, yendo de cierto minimalismo (con Sandra casi susurrando su gancho) hasta una explosión bailable (con Sandra brillando como nunca con su voz, en claro crecimiento).

En eso cambian poco estos Delaporte de los que conocíamos. Pero sí que se aprecia cierto giro en el plano emocional de la canción, entonando una letra que, incluso con frases tan WTF como «yo mato el aire con pan», se revuelve contra la opresión de los que pretenden maniatarnos («quieres hacerme callar, yo te quiero cantar») y coartar nuestra libertad (incluso se diría que ofrece cierta lectura político-social). Pero ofrece un mensaje positivo, de orgullo ante la reacción: «construyo con lo que me dais / y bailo en tu cara». En ese sentido, la estupenda cara B del single funciona también así en el aspecto lírico, puesto que ‘No’ muestra la fragilidad de alguien que está hundido y reclama su derecho a no estar bien, que tantas veces se nos niega.

El single viene acompañado de un estupendo videoclip con hechuras de cortometraje. Dirigido por Ines de León y Larry Balboa, en él Sandra se inspira en un personaje como el de Uma Thurman en ‘Kill Bill’, que pasa de estar destruida a coger fuerzas para luchar por la vida y la luz, superando obstáculos hasta que consigues matar –literalmente, aunque dando su propio toque al rollo gore– todo aquello que te ha hecho ser una miserable. Como la película de Tarantino, no está exenta de un punto de humor en su final, en el que ‘No’ suena de fondo, precisamente. Es, en suma, otra admirable vuelta de tuerca de Delaporte.

Además de formar parte del cartel de los festivales SanSan y Cooltural Fest, Delaporte realizará su primera presentación en directo de 2020 el próximo 7 de febrero en Valencia, en la sala El Club.

Lo mejor del mes:

¿Por qué ha tenido tanto éxito el ‘Drácula’ de Netflix si todos estamos ya un poco hartos del personaje?

24

Mark Gatiss y Steven Moffat han construido gran parte de su obra televisiva sobre los cimientos del pastiche posmoderno, recreando con ironía, espíritu lúdico y expresividad manierista clásicos de la literatura popular británica. Tras ‘Jekyll’ (Moffat, 2007), ‘Agatha Christie: Poirot’ (Gatiss, 2008) y la exitosa ‘Sherlock’ (2010), la primera que escribieron juntos, la pareja regresa con ‘Drácula’, la enésima adaptación –hace unos años hubo otro pequeño revival con la mediocre serie ‘Drácula’ (2013) y la olvidable película ‘Drácula, la leyenda jamás contada’ (2014), sin olvidar la estupenda ‘Penny Dreadful’ (2014)– de la inmortal creación de Bram Stoker.

¿Qué tiene de especial esta nueva versión para que haya tenido este éxito? En realidad, no demasiado. Tras las más de trescientas adaptaciones, entre cortos, largos y series, que contabiliza IMDB, poco nuevo se puede decir del personaje. El conde (re)creado por Gatiss y Moffat es un compendio de los anteriores: la elegancia de Bela Lugosi (la serie incluye un guiño explícito con la célebre frase “Nunca bebo… vino”), la animalidad de Christopher Lee (al que más se parece, con esos ojos inyectados en sangre), la capacidad de seducción de Frank Langella en la olvidada versión de 1979, el romanticismo de Gary Oldman e, incluso, ya fuera de Drácula, el homoerotismo de ‘El retrato de Dorian Gray’ (atención a cómo se refleja el vampiro en los espejos) o de ‘Entrevista con el vampiro’.

Las libertades que se toman con la trama y los demás personajes tampoco son ninguna novedad. Películas como ‘Dracula: Pages From a Virgin’s Diary’ (2002), ‘Van Helsing’ (2004) o la mencionada ‘Drácula, la leyenda jamás contada’, han mordido y chupado la sangre al original de Stoker hasta casi dejarlo irreconocible. La serie es más o menos fiel a la estructura de la novela, aunque juega con bastante gracia con su temporalidad. Como ejemplo –y sin destripar nada–, hay un pasaje que en el libro apenas dura unas páginas, y que aquí está estirado como si fuera un whodunit de Agatha Christie. Los personajes –aparecen todos: Jonathan Harker, Mina, Lucy, Renfield, el doctor Seward…– también están reinterpretados con ingenio. Sobre todo uno: Van Helsing.

Transformar al célebre cazavampiros en una monja más irreverente, sarcástica y atea que las de ‘Entre tinieblas’ (1983) es uno de los grandes aciertos de esta serie (monja basada en la muy secundaria Ágata de la novela). Y articular la historia a través del enfrentamiento, físico y sobre todo dialéctico, entre el vampiro y la religiosa, es el otro. ‘Drácula’ no sería más que otro divertimento-homenaje, otro juego posmoderno de códigos, referencias y piruetas visuales (aquí se utiliza una estética a medio camino entre el goticismo clásico y pop barroco), si no fuera por la partida de ajedrez que juegan estos dos personajes. La ironía del conde transilvano (interpretado con cierto encanto retro por el danés Claes Bang) es más afilada que sus colmillos. Y las réplicas de la hermana Agatha Van Helsing (estupenda Dolly Wells) más certeras que una estaca en el corazón.

Este duelo sostiene los dos primeros capítulos de los tres que componen la serie. De hecho, cuando ninguno de los personajes está en escena, ‘Drácula’ pierde sangre como un cuerpo decapitado. Hay subtramas, como la de Lucy y Seward o las de algunos tripulantes del Deméter, que tienen muy poco interés. En cambio, cuando los dos protagonistas aparecen, inyectan vida a la trama como una transfusión de sangre. Pero, ¿qué pasa con el tercer capítulo? Que no hay sangre en el mundo que lo reviva. Su salto narrativo y visual –que no voy a desvelar– es tan atrevido como invitar a Drácula a tu casa; pero su desarrollo y, sobre todo, su resolución, es tan fallida como intentar matarle con una pistola. Un final con reflujo a ajo que, sin embargo, no debería hacernos olvidar que empezó con un banquete regado con… vino. 7.

Robbie Williams vende otro medio millón de copias; ‘Jesus Is Born’ pasa desapercibido

14
Hits


Terminada la Navidad es inevitable preguntarse qué discos de temporada han ido bien y cuáles han ido mal. Además de los álbumes recurrentes de Mariah Carey y Michael Bublé, hay que destacar en positivo el caso de Robbie Williams. Robbie quería hacer un disco navideño para competir precisamente con Bublé y aunque sin sus cifras millonarias y globales (¡¡¡’Christmas’ ha vendido 13 millones de copias!!!), lo cierto es que lo ha conseguido.

The Christmas Present’ ha sido nº1 en Australia, Austria, Alemania, Suiza y Reino Unido, además de número 2 en Italia y Nueva Zelanda. Si no te has enterado es porque España ha sido uno de los países grandes más fríos con este proyecto (top 30), junto con Francia (top 53), pero lo importante es que su acogida ha sido tan sólida en lugares como Reino Unido o Alemania que de nuevo el disco superaba el medio millón de copias según Mediatraffic, y en tan solo 5 semanas. En los tiempos que corren y recordando que Williams nunca triunfó en América, ni tan mal.

A estas alturas nadie es tan siniestro como para ponerse algo llamado ‘Merry Xmas Everybody’, pero es que a Robbie Williams le fue tan bien durante las últimas semanas del año que ‘The Christmas Present’ ha llegado a ser el 12º álbum más vendido de todo 2019 en Reino Unido, el 5º de Austria o el 28º de Alemania. Es platino en Austria, oro en Reino Unido y además puede ser un disco recurrente en Navidades próximas. Da la impresión de que el artista no ha exprimido temas como ‘Idlewild’ o ‘Darkest Night’ todo lo que pudiera, por lo que quizá le veamos en la tele dentro de 11 meses defendiendo alguno de ellos.

Flops


Kanye West sacaba disco por Navidad, como prometía, el 25 de diciembre, quizá demasiado tarde para que algo llamado ‘Jesus Is Born‘ tuviera algún tipo de impacto comercial. Los discos de Navidad se suelen trabajar desde noviembre, y en días sucesivos a Nochebuena, la gente pasa a otras cosas. Curiosamente, las críticas de ‘Jesus Is Born’ no han sido malas, pero sí escasas: la prensa musical prepara las reseñas de este tipo de álbumes antes de Nochebuena, no después; encontrar una reseña de un disco así titulado en los mensuales de enero o febrero va a ser de lo más peregrino, y a todas luces el álbum ha pasado desapercibido. En su mercado principal, Estados Unidos, ha sido tan sólo número 73 en el Billboard 200, pasando sin pena ni gloria por todos los demás países, Canadá incluido.

El álbum está firmado por el Sunday Service Choir, lo cual es un suicidio comercial mayor que el de firmar algo como The Carters, y al fin y al cabo, no está cantado por Kanye West. Sin embargo, es inevitable pensar en el irregular funcionamiento de su álbum gemelo, ‘Jesus Is King‘, y preguntarse por las metas de Kanye: si quería que su mensaje fuera escuchado, no ha optado por el mejor camino. Uno se imagina a los ejecutivos de Universal desesperados e impotentes ante la imposibilidad de trabajar apropiadamente al artista. ‘Jesus Is Born’ está editado por «INC», pero ‘Jesus Is King’ no deja de ser una edición de Def Jam. ¿Quedará aún alguien implicado en esta era de Kanye?

En diagonal: ‘Rare’ de Selena Gomez no es tan «raro»

33

Estrenamos sección donde recopilamos algunas primeras impresiones disponibles en internet sobre un lanzamiento destacado, en este caso ‘Rare‘ de Selena Gomez.

En nuestros foros, el nuevo disco de Selena Gomez está gustando más o menos. El usuario el_maguan opina que es un «discazo», mientras RicBreaker entra a valorar el «sonido íntimo en todo el disco» y sus «instrumentos», que «van bien a la voz de Selena». Sin embargo, cree que «llega un punto en que todas las canciones son un rollo y suenan igual». En concreto, jaycc destaca la canción titular, que le da «Bad Liar vibes». El vídeo para esta composición, muy onírico y surrealista, se ha estrenado este viernes.

‘Rare’ también está generando opiniones tibias o directamente negativas en nuestro foro tras unas pocas horas de lanzamiento. AitorRS opina que «no está mal», pero que le ha terminado pareciendo «un poco repetitivo» y que, en ese sentido, le ha recordado a ‘Glory‘ de Britney Spears (varios usuarios salen en defensa de este álbum). Por su parte, homesicklucas destaca la producción del disco, pero argumenta que «fuera de eso es la nada misma», y añade que es «una lástima que Selena no se haya apropiado del minimalismo onda Hands to Myself/Good For You», pues era lo único que encajaba bien con su voz». Cofi incluso comparte una reseña «canción por canción» del disco, pero aguanta hasta la pista 7. Y JonPGz dice que «tiene cosas chulas» pero que le parece «muy blandito».

Para encontrar valoraciones ultra positivas sobre ‘Rare’ no hay que ir más allá que a Twitter, donde Selena y su nuevo disco son uno de los temas más comentados del día. Ni cabe decir que a sus fans les está encantando. Entre las pistas mejor valoradas de momento se encuentran ‘Dance Again’ y ‘Vulnerable’. Sin embargo, en foros anglosajones como el de Popjustice está gustando menos y la opinión generalizada parece ser que al «inofensivo» disco le falta algún hit, mientras el trabajo vocal de Gomez tampoco sale muy bien parado. Pronto, nuestra valoración.

Bilbao BBK Live confirma a Placebo y anuncia cambio de precio a partir del 15 de enero

0

Bilbao BBK Live ha confirmado a Placebo. Han pasado ya seis años desde que la banda de Brian Molko publicara ‘Loud Like Love‘, su último trabajo hasta la fecha, pero el grupo no ha parado de tocar en todo este tiempo para presentar su recopilatorio ‘A Place For Us to Dream – 20 Years of Placebo’ y además se encuentra preparando su nuevo disco.

Las entradas para esta jornada y para las del viernes y el sábado, así como los bonos para todo el festival, están disponibles y pueden adquirirse a precio promocional hasta el próximo miércoles 15 de enero a las 23:59h. El bono estándar tiene un precio de 140 euros + gastos y el bono + camping, de 158 euros + gastos, mientas las entradas de día están disponibles a un precio de 60 euros + gastos. El pago de los bonos puede efectuarse a plazos. El festival tendrá lugar en Kobetamendi, Bilbao, los días 9, 10 y 11 de julio de 2020.

Placebo se suma a los ya anunciados Kendrick Lamar, Pet Shop Boys, FKA twigs, Bad Bunny, Perfume Genius, Caribou, Supergrass y The Rapture, algunos de los nombres más esperados de cartel a nivel internacional. En el apartado estatal cabe destacar la presencia de nombres consagrados como León Benavente, La Bien Querida, El Columpio Asesino o Triángulo de Amor Bizarro, y de tan prometedores como los de Califato ¾, María José Llergo, Omago o Erik Urano.

No te pierdas el homenaje de Halsey a Xtina, Gaga, Shania… en el vídeo de ‘You should be sad’

18

Halsey era una de las primeras artistas que publicaban disco en 2020, y su nuevo trabajo, ‘Manic’, llega el próximo 17 de enero, es decir, la semana que viene. Y aunque el «hype» entorno a él tras el monstruoso éxito de ‘Without Me’ se ha disipado un poco, pues ninguno de los sencillos posteriores a este se ha acercado a igualar su impacto -‘Graveyard’ a lo sumo’-, el sucesor de ‘hopeless fountain kingdom‘ es uno de los discos de pop más esperados del año.

Las últimas pistas de ‘Manic’ estrenadas en las plataformas habían sido ‘Finally // beautiful stranger’ y ‘SUGA interlude’, y a ellas se suma ahora una canción que puede ser la más interesante de las tres a nivel musical. En el estilo country de la primera, ‘You should be sad’ es en realidad bailable, casi «honky tonk», pero su fusión de guitarras acústicas con guitarras eléctricas sucias y sirenas en la entrada del estribillo no es exactamente habitual en el género.

Para esta curiosa canción, Halsey ha querido hacer un vídeo de inspiración country que además homenajeara a algunas de sus artistas femeninas favoritas. En concreto, las artistas y estéticas referenciadas son Christina Aguilera en ‘Dirrty’, Carrie Underwood en ‘Before He Cheats’, Lady Gaga en ‘American Horror Story’ y Shania Twain en ‘That Don’t Impress Me Much’. Halsey ha confirmado las inspiraciones en su cuenta de Twitter.


‘La Isla de las Tentaciones’ de Mónica Naranjo: sin tetas y con inocencia, no hay paraíso

26

Presume Mónica Naranjo de que, aunque ‘La Isla de las Tentaciones‘ recuerde al legendario ‘Confianza ciega‘ (obvio: básicamente, es el mismo formato con su nombre original), este nuevo reality que presenta para Mediaset se diferencia de aquel de Antena 3 en que «todo es verdad». Y lo dice como si esto fuera bueno. Personalmente tengo mis dudas, si esa verdad implica ser consciente de que el objetivo primordial de todos los participantes –no solo las parejas que se ponen a prueba, sino también los y las que aspiran a romper aquellas– es labrarse un camino en la caja tonta sin más mérito que su palmito o su capacidad para extender el caos. Al fin y al cabo, la aspiración de estos es prácticamente la misma que la de aquellos modelos y actores de aquel delirante show. Me atrevo a decir, sin miedo a equivocarme mucho, que por entonces incluso se les pagaría más y mejor.

Porque ‘La Isla de las Tentaciones’ parece, de entrada, una especie de ‘Mujeres Hombres y Viceversa’ en versión paradisíaca y deluxe (se desarrolla en un resort de la República Dominicana). Más aún con la granhermanización que hará Telecinco de él ante la justísima caída en desgracia del formato por el escándalo de Carlota Prado: habrá dos emisiones por semana repartidas entre Cuatro y Telecinco, y hasta un debate presentado por Sandra Barneda. Al margen, asumimos, de la previsible retroalimentación de contenidos para otros programas que se sucederá a su término. Esta por ver si no acabarán atufando un concepto de telerrealidad, ya conocido, tan atractivo como perverso: cinco parejas consolidadas (todo lo consolidada que pueda estar una pareja de 5 meses, como sucede en algún caso) se separan por género en dos casas totalmente aisladas la una de la otra, y en ellas convivirán con diez mujeres y diez hombres respectivamente, que en teoría buscan el amor.

Lo cierto es que, pese a todo, la idea funciona incluso después de tantos años. Con una Mónica Naranjo bastante más comedida de lo que ‘Mónica y el sexo‘ nos hizo esperar –aunque, poco a poco, se va asentando en su papel de echar leña al fuego–, el magnetismo de vislumbrar las dudas, los celos y las broncas del futuro resulta apasionante. Tanto como contemplar el rostro de cemento armado que exhiben chicos y chicas al hacer en solitario exactamente lo contrario de lo que predican ante sus parejas. Mohines y congoja lastimera por un lado, y seducción descarada por otro. Fascinante. La cantidad de escenarios existentes se presta, además, a un ritmo de realización que no da respiro. Desde luego, no hay duda que ‘La Isla de las Tentaciones’ engancha.

Sin embargo, si hay que buscar una auténtica diferencia con ‘Confianza ciega’, esa es la pérdida total de inocencia televisiva en nuestra sociedad. Y es abismal comparada con la candidez que, pese a que estuviera más o menos orquestado o guionizado, exhibía aquel programa. Aquí no solo es palpable que hay varios participantes cuya aspiración vital es salir en televisión por su cara bonita y vivir de ello sea como sea. Sino que, además, hay un par de parejas que han pasado más horas en platós de la cadena que muchos focos, cables y puertas: Susana Molina, ganadora de GH14, acude con su pareja, el gemelo sevillano Gonzalo Montoya –de la misma edición del reality–, mientras que Álex y Fiama se conocieron en ‘MYHYV’, y Andrea e Ismael en ‘First Dates‘. Esto, claramente, le resta encanto y credibilidad, en tanto que resultará difícil saber qué actuación será genuina y cual pura pose de cara a la cámara.

Pero, a la inversa, el espectador de 2020 también puede presumir de esa pérdida de inocencia es la misma que también llega por parte del espectador. Un espectador que, aparte de no terminar de creerse a ninguno de los proto-tronistas que por allí pululan, se pregunta por qué a nadie en la productora o la cadena se le ha ocurrido incluir entre los treinta participantes a ni una sola persona de orientación sexual no heteronormativa, o a mujeres, hombres (y viceversa) que no se dediquen a esconder sus inseguridades con retoques estéticos y/o horas y horas de gimnasio. Es decir, que tengan una apariencia normal. O más (y peor) aún, que se pregunte si un programa que romantiza los celos y las relaciones posesivas sigue teniendo sitio en el prime-time de una sociedad asfixiada por la violencia machista. La respuesta está clara: una emisión sobre relaciones tolerantes, abiertas y sanas, triste y difícilmente se emitiría en esa franja horaria y alcanzaría un 23% de share en cuota de pantalla. Es cierto que es un entretenimiento, sí, pero programas como ‘¿Quién quiere casarse con mi hijo?‘ o ‘Granjero busca esposa’ también lo eran y conseguían evitar ambas cuestiones con naturalidad y humor. Algo que se echa tanto en falta como la inocencia en esa isla, un supuesto paraíso. 5.

Mad Cool confirma a Kali Uchis, Placebo, Clairo, Parcels, Glass Animals, Sam Fender, Cala Vento…

0

Mad Cool ha desvelado una nueva tanda de nombres que se suman al cartel de su próxima edición, muy esperada por la presencia en él de cabezas de cartel confirmados como Taylor Swift, Billie Eilish, The Killers, Twenty One Pilots, Kings of Leon o Faith No More.

La nueva tanda de confirmaciones de Mad Cool consiste en una treintena de nombres nada menos, entre los que destaca Placebo, que además acaban de ser confirmados en otros dos festivales españoles, Bilbao BBK Live y Cruïlla. La banda de Brian Molko sigue trabajando en su octavo álbum de estudio, que en palabras de Molko será, por sonido, «próximo a un suicidio comercial». El bajista Stefan Olsdal ha dicho que el disco será «experimental» mientras trabaja en él «con prisa pero sin pausa».

También se suman a la programación de Mad Cool Kali Uchis, que acaba de editar el single ‘Solita’, y Clairo, autora de uno de los mejores discos de 2019. La revelación del pop británico Sam Fender también se encuentra entre los confirmados, así como Glass Animals, que han vuelto tras un parón de tres años con el single ‘Tokyo Drifting’; The Struts, Parcels, Cala Vento, Black Pumas, The Comet is Coming o Presumido.

Completan la tanda de nombres LIL GZ, Frank Carter, SCARYPOOLPARTY, Stephan Bodzin, City and Colour, Two Feet, DJ Anna, Hayden James, Goodbye June, Paula Temple, Sleep Token, Angel McMahon, Dinosaur Pile-Up, Elure, Gong Li, The Levitants, Meridian, Zaidbreak y SweetEme. El festival se celebra los días 8, 9, 10 y 11 de julio en el recinto de Ifema-Valdebebas.

Morrissey estrena la sorprendente (y larga) ‘Bobby, Don’t You Think They Know?’

25

Apenas unos meses después de publicar el álbum de versiones ‘California Son‘ Morrissey aseguraba que tenía a punto un disco “demasiado bueno para ser verdad, demasiado verdadero para ser considerado bueno”. Y no mentía –en lo de que lo tenía a punto, al menos–, puesto que hoy mismo anuncia la publicación de ese trabajo.

Se trata de ‘I Am Not a Dog On a Chain’, un álbum producido de nuevo por Joe Cicharelli, y verá la luz el 20 de marzo. Según NME, el veterano productor asegura que se trata de su disco «más valiente y aventurado hasta la fecha». Lo cierto es que podría ser un cliché, si no fuera porque sin duda su primer adelanto parece ir por derroteros poco cómodos. ‘Bobby, Don’t You Think They Know?’ es una pieza que se aproxima a los seis minutos de duración y que muestra un marcado carácter electrónico, repleto de sonidos sintéticos incluso en su marcado bajo, que tiene una querencia soul y blues. Aunque sin duda el aspecto más sorprendente son los contrapuntos soul que le da una leyenda de la Motown como Thelma Houston, acentuados por unos saxos muy Bowie en la parte final. ¿Seguirá esos derroteros todo el disco?

Tracklist de ‘I Am Not a Dog On a Chain’:
‘Jim Jim Falls’
‘Love Is On Its Way Out’
‘Bobby, Don’t You Think They Know?’
‘I Am Not A Dog On A Chain’
‘What Kind of People Live in These Houses?’
‘Knockabout World’
‘Darling, I Hug A Pillow’
‘Once I Saw the River Clean’
‘The Truth About Ruth’
‘The Secret of Music’
‘My Hurling Days Are Done’

Salvador Tóxico y La Bien Querida, «todo el día follando, bebiendo y fumando sin control» en ‘El gran volcán’

8

Después de adelantos tan potentes como ‘CsOH + H2‘ y ‘Serpiente terciopelo‘, había ganas de escuchar cómo sería ‘Canciones de laboratorio’, el nuevo álbum de Salvador Tóxico. El trío madrileño de indie pop con tanta guitarra como electrónica formado por Javier Castellanos, Chema Ruiz y Javier León buscaba ir un paso más allá de ‘Catálogo de planetas’, mostrando una mayor ambición y claridad de ideas. Y el pasado lunes, 6 de enero, lo lanzaban por sorpresa revelando que contenía colaboraciones con el dúo Nos Miran y La Bien Querida.

Sin duda la canción con Ana Fernández Villaverde, en pleno triunfo de ‘Brujería‘, es de lo más destacado del disco, y no solo porque lo abra: la canción es un potente comienzo para el disco por la mezcla de tensión y melancolía que exhibe su crescendo, que se libera cuando Javi y Labienque cantan a dúo eso de «una maratón, todo el día follando, bebiendo y fumando sin control», que es una directa alusión a esa intimidad urgente que se genera en los primeros encuentros sexuales de una pareja. «‘El gran volcán’ habla de las relaciones basadas en la atracción física», nos explica Castellanos, «y de sus inevitables encuentros para saciar la tensión sexual y crear juntos, más allá de la fusión entre dos cuerpos, un universo único y privado».

Hoy en JENESAISPOP estrenamos el clip que ha creado para la canción el tándem Rau Foto –Toni Pasarius y Pere García–, responsables del apartado visual de ‘Canciones de laboratorio‘ y que, nada sorpresivamente, muestra esa pasión entre una pareja que –lamentamos la decepción– no está formada exactamente por el Salvador Tóxico y La Bien Querida. «Es una metáfora del universo especial, privado y único que se crea cuando dos personas se encuentran para saciar los instintos más primitivos del ser humano. Todo ello expresado a través de líquido, color y elementos naturales como la fruta que nos sugieren y sumergen en un mundo visual lleno de connotaciones sexuales».

Salvador Tóxico estarán presentando ‘Canciones de laboratorio’ el próximo día 18 de enero en la sala Costello Club de Madrid, junto a Fominder, que también actúan con nuevo álbum entre manos, ‘Magia bajo cero’.

Lindstrøm / On a Clear Day I Can See You Forever

3

Tras un tiempo dedicado a la música de baile, Lindstrøm ha centrado su último disco en la improvisación. El material de ‘On a Clear Day I Can See You Forever’ está adaptado de una performance que el productor noruego realizó por encargo, en el otoño de 2018, para un importante centro cultural de Oslo, en concreto para una exposición de sintetizadores y cajas de ritmos antiguos y difíciles de encontrar. Esto inspiró a Lindstrøm a trabajar exclusivamente con equipo analógico por primera vez en su carrera.

Si algunos de los sintetizadores usados en ‘On a Clear Day I Can See You Forever’ -título inspirado en una película de 1970 protagonizada por Barbra Streisand- son el malogrado Memorymoog o el Wurlitzer, Lindstrøm basa algunas de sus canciones en referencias incluso más remotas como un salmo que solía escuchar de pequeño en la iglesia (‘Really Deep Snow’) o en ‘El cisne de Tuonela’ del compositor finés Jean Sibelius, basado a su vez en ‘Kalevala’, la epopeya nacional de la mitología finlandesa (‘As If No One is Here’). Sin embargo, ‘On a Clear Day I Can See You Forever’ musicalmente es un disco sin grandes ambiciones, humilde, tranquilo y agradable en su pretensión por ofrecer un trabajo de música ambient cuidado a pesar de su elemento improvisado, y que poder tanto escuchar atentamente como dejar de fondo, tal y como la entendía Brian Eno. Aunque, en su caso, con el elemento cósmico que siempre le ha caracterizado y que está muy presente en estas cuatro composiciones que servirán de pretexto al noruego para ofrecer una actuación este sábado 11 de enero en la sala Razzmatazz de Barcelona, ya sin ritmos bailables que valgan.

La canción titular de ‘On a Clear Day I Can See You Forever’ abre el disco con una serie de melodías cósmicas y mutantes que parecen buscar todo el espacio posible dentro del sintetizador usado (precisamente el Memorymoog). Es una composición minimalista, en la que una serie de destellos de luz y sombras aportan novedades sutiles hasta que el tema llega a los 10 minutos y medio de duración. Menos amorfa es ‘Really Deep Snow’, una intrigante travesía hecha canción donde los beats mantienen su equilibrio mientras por el paisaje imaginado aparecen diferentes visiones, así como melodías tan reconocibles como la de una flauta. La cumbre del tema, con ese rayo de luz que parece asomar hacia el final, vuelve a ser sutil, pero el desarrollo de la pieza es exquisito. Y si bien la luminosa y feliz ‘Swing Lo Swing LFO’, de nuevo sin ritmos, recuerda a la reinterpretción de Debussy por Isao Tomita, lo hace de manera intrascendente, mientras el final del álbum mejora con la reaparición de un ritmillo tranquilo en ‘As If No One is Here’, a través del que el noruego va tejiendo un pequeño cúmulo de agradables pulsos y nubes ovaladas de sintetizador, que finalmente parecen flotar, contentos, en la inmensidad del espacio.

Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Really Deep Snow’
Te gustará si te gusta: Caterina Barbieri, Steve Hauschildt, los primeros EPs de Oneohtrix Point Never
Escúchalo: Spotify

Rebe / Recuerdos de cuando me aplastó una piedra y me morí

2

Sin duda uno de los personajes más fascinantes del panorama independiente nacional surgidos en 2019 es Rebe. Tras ese nombre que bien podría aludir a una joven poligonera, se esconde un ser singular que es (o simula ser) una especie de «ninfa de pop doméstico». Rebeca Díaz, una chica de veintipocos años que vive en la sierra madrileña, comenzó a juguetear con un par de amigos en el grupo Luli Rebe & Sus Xocolatinas, para después abrir su propio Soundcloud y Youtube, donde subía sus miniaturas musicales totalmente amateurs –»todo comenzó con un Casio PT-30″, dice su nota de prensa–. Miniaturas que se nutrían de la tradición de la canción melódica de los años 70 y 80 –Jeanette, Cecilia y Vainica Doble emergen como claros referentes– para crear una realidad paralela en la que la afinación, el sentido del tempo, la vocalización –para eso, también está Genius– y la pulcritud estética pasan a un segundo o tercer plano en favor de la libertad y el encanto de su singular compositora e intérprete.

‘Recuerdos de cuando me aplastó una piedra y me morí’, editado en formato físico al alimón por los artesanos sellos Snap! Clap! Club y Jeanne D’Arc (primero en una limitadísima tirada de cassettes y más recientemente en otra limitadísima tirada de vinilos, ambas ya agotadas), resume una etapa en la que el desamor que esconde su metafórico título instigó una batería de composiciones propias. Canciones que, cuando cabe discernir sus letras en las marañas de teclados random a lo John Maus, resultan ser menos (al menos un poco) naif de lo que esconden títulos como ‘Sabes a piruleta de fresa’ o ‘Sola en mi habitacion comiendo 1 melocoton’ (todo sic). La rabia surge incontenible en ‘Dimelo ya‘ y ‘No me molestes’ (que, tras la intro con la sintonía orquestal de ‘La abeja Maya’, dedica a un padre invasivo), tanto como lo hace la melancolía en ‘Me siento sola‘ (donde no tiene reparo en cantar «me la diste con queso» o rimar «escoba» con «boba») o ‘Nunca mas nunca mas’) y la desesperanza en ‘Tq cerca de mi’. Solo un gatito es capaz de sacarla de la tristeza, en la magnífica ‘Cuki q me has exo‘.

«Recuerdos»… es, además de un disco de canciones primorosas, una experiencia inmersiva de arreglos que parecen sampleados de discos perdidos de hace 50 años, de cajas de ritmo de baratillo, delays en la voz que llegan con un destiempo desconcertante, sintes obsesivos y extraños que divagan a su bola… Casi se diría que Tirzah, Ariel Pink o la primera Clairo son una influencia clara en este primer volumen «serio» de Rebe… si no fuera porque parece imposible: ella asegura que solo escucha «música española» (esto es, cantada en español) y que cuando se obsesiona con una canción, las ganas de versionarla son irrefrenables. Eso explica la presencia en el disco de una selección tan absolutamente libre de ellas como ‘Ni una sola palabra’ de Paulina Rubio, ‘El futuro’ de Kikí D’Akí, el popular bolero ‘Algo contigo’ o la célebre ‘Ramito de violetas’ de Cecilia. Claro que el concepto «versión» no encaja demasiado en Rebe. Podemos hablar más bien de transformaciones perversas y cándidas, todo a un tiempo, adaptadas a su propio sentimiento, haciéndolas suyas, sometiéndolas a su indisciplina. Sorprendentemente, estas señalan la gran virtud de ‘Recuerdos de cuando me aplastó una piedra y me morí’: por magníficas que sean esas canciones, no destacan por encima de la media, sino que se ponen al servicio del estrafalario e imaginativo universo –también visual: su Instagram es una fuente inagotable de perplejidad y belleza sui generis– que ella crea en su habitación. Si «bedroom pop cañí» es una etiqueta marciana, ella la convierte en realidad.

En un arrebato de tanta autoconfianza como candidez, Rebe se sabe una princesa de su propio mundo (y de los que nos adentramos en él) y asegura que quiere necesita hacerse rica con esto, mientras sigue lanzando apropiaciones memorables de hits de Alejandro Sanz y Marcelo Criminal –qué fantasía escribir algún día esta frase y que tenga sentido–, entre otras. Por supuesto, entendemos que no maneja otra opción que hacerlo dentro de ese peculiar universo que hace de la imperfección virtud, tan desconcertante como adorable. A lo peor, dentro de meses, quizá algún año, se aburra de esto, no soporte el odio o la incomprensión y dejemos de saber de ella para siempre, como un día sucedió con Ana D. Sería una pena enorme, claro. Pero ella ya ha publicado su propio ‘Satélite 99‘ y algunos –espero que no pocos– lo admiraremos por igual para siempre. Rebe actúa este viernes 10 de enero en la sala Dabadaba de Donosti, abriendo la noche para Cariño.

Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘Cuki q me has exo’, ‘Me siento sola’, ‘Dimelo ya’, ‘Tq cerca de mi’
Te gustará si te gustan: Jeanette, Ariel Pink, Cecilia, Tirzah, Vainica Doble, la primera Clairo
Escúchalo: Spotify